miércoles, 2 de octubre de 2019

A hierro termina


En el diccionario de refranes comentado hay múltiples referencias y comentarios a los mismos, obviamente. Pero hay uno que en castellano doce "Quien a hierro mata , a hierro muere ". Cuando he ido hoy al cine con mi mujer me ha replicado con ese cuando el que manejaba yo y sacado del Pedro Navaja, la inmortal canción de Rubén Blades que entre otros muchas e interesantes cosas señala que " A quien hierro mata a hierro termina". 

Ahora cuando buscaba referencias a esa frase leo en ese Diccionario que "Advierte al que actúa mal que será tratado de la misma manera" . Añade como dato cultural que esta referencia podría salir o estar influenciada por un pasaje bíblico procedente del Evangelio según San Mateo  que dice "«Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada " .

No creo que la Biblia sea la referencia del director valenciano Paco Plaza al que había visto no hace mucho con su película  'Verónica' que , mientras emitía la 2, el tuiteaba sobre su película activamente.

Plaza, como señala en una crítica en Espinof Víctor López, es un amante confeso del cine de género procedente de Corea del Sur, puso el concepto de thriller surcoreano tipo Oldboy pero lo asienta en Minha terra galega. Algunos críticos van más allá pues dicen que lo hace con descaro sin tratar de ocultar sus referentes  pero sin perder su marchamo de autor que se manifiesta en la estructura dramática, en el tratamiento tonal y visual de la cinta.

Plaza con el apoyo de un buen grupo de productores como Mercedes Gamero, Mikel Lejarza, Emma Lustres, Borja Pena y el asociado Martín Ramudo y amparados por un buen número de productiras entre las que estaban Vaca Films, Atresmedia Cine, Film Constellation y Playtime Production, tiró de un guion de Juan Galiñanes y Jorge Guerricaechevarría.

Para la parte técnica lo hizo de la música de Maika Makovski, la fotografía de Pablo Rosso, la edición de David Gallart, la dirección artística de Javier Alvariño, la decoración de Paula Marín y el vestuario de Vinyet Escobar.

El reparto seleccionado tras el casting de Arantza Vélez cuenta con Luis Tosar como Mario, Xoán Cejudo como el jede del clan Antonio Padín, Enric Auquer como Kiko Padín, Ismael Martínez como Toño, María Vázquez como Julia, Dani Currás como Xepas, Pablo Guisa Koestinger como uno de los presos, Marcos Javier Fernández Eimil como el cura, María Luisa Mayol como Ana, Víctor Duplá como Alfredo, Xosé Manuel Esperante como Andrés, Alberto Abuín como visitante en el hospital.

La película comienza con una contundente declaración de intenciones cuando muestra a Kike Padín (Enric Auquer) reventando un mejillón sobre la baranda del barco y hundiendo en un nasa a uno de sus traficantes con deudas. Kike está en contacto con su padre Antonio Padín (Xan Cejudo) un narcotraficante que controla el tráfico en las Rías Baixas y que en está pasando un reconocimiento médico dada su degradación neurológica bajo la mirada atenta de la Guardia Civil. 

Antonio Padín está a punto de ser indultado de la cárcel por razones humanitarias, ya que padece una enfermedad terminal. Así que está a punto de salir de la cárcel. 

Nada más salir les deja claro a sus hijos, el más joven y violento Kike y Toño (Ismael Martínez) este último el mayor y más cerebral , que no solo no está dispuesto a vivir con ellos sino que los negocios para él con el tráfico de drogas se han terminado. El padre tiene la creencia de que ambos arruinarán el negocio familiar. De hecho les dice que quiere ir a vivir a una residencia en su localidad natal de Cambados. 

En ella trabaja Mario (Luis Tosar), un hombre querido y ejemplar. Un buen profesional que está en la residencia como Jefe de Enfermería. Todos le aprecian, pero la llegada a la misma del más importante narcotraficante de la zona, un envejecido, débil y enfermo, Antonio Padín, recién salido de la cárcel,trastoca la visión plácida que Mario tiene de la vida, especialmente ahora que vive junto a Julia (María Vázquez), su mujer que está a la espera de tener un niño. 

Nada más descubrir que él va a atender a Antonio vemos como, aparentemente, lo trata como uno más, para que se sienta como en casa. Más incómodo se siente ante la presencia recurrente de sus dos hijos, Kike y Toño, que están ahora al mando del negocio familiar. Como cabeza de su entramado piensan seguir con el negocio de la droga y con sus contactos colombianos. Pero ahora ven una opción de negocio con los chinos. Cuando el padre se entera, les dice que no cuenten con él. Pero ellos, ante los colombianos, dejan caer que el padre está detrás con los chinos de Mrs. Kong. La operación sigue su curso y parece que todo va bien. 

Pero un fallo en la operación llevará a Kike a la cárcel y les generará una gran deuda con un proveedor colombiano. Por su parte Toño, que se ha salvado in extremis gracias a una moto de agua recurrirá al enfermero para que intente convencer a su padre de que asuma la deuda. 


Pero Mario tiene sus propios planes que no son otros que vengarse. Es el momento de la venganza por algo que nos iremos informando conforme la película avanza. Mario tenía un hermano que consumía "jaco". Su nombre era Sergio y falleció hace 25 años por sobredosis. Tanto se degradó que finalmente Mario tenía que administrarle la heroína. Finalmente, cuando su situación vital era inviable ante la petición de Sergio de que pusiera fin a su vida Mario accede y le da una sobredosis. 

Así que Mario mientras trata con respecto y educación al mayor de los Padín, todos las noches  le va inyectando heroína para que sienta lo que le hizo a su hermano. Sin embargo, su plan de que pase inadvertido se viene abajo cuando Toño va en su busca y lo amenaza tanto él como a su mujer y su futuro hijo si no consigue esa ayuda. 

Además los compañeros de trabajo van observando la degradación diaria del Padín residente y comienzan a analizar su sangre. Todo esto coincide con una presión que los colombianos ejercen sobre Kike, preso en una cárcel controlada por los colombianos. 

En un momento dado Mario hace partícipe de lo que está haciendo al mismo Antonio y de lo ocurrido a su hermano. Cuando informa que lo va a ir matando poco a poco, Antonio que ya no puede ni vocalizar intenta informar al servicio hospitalario, pero no lo entienden. Sin embargo, con el que logra contactar es con el notario. 

Mientras la situación en la cárcel se complica enormemente para Kike, lo que afecta a un cada vez más nervioso Toño. Julia, por su parte, de visita en la residencia, rompe aguas cuando se entera que Mario está atendiendo a Padín. 

En el hospital Julia se pone de parto , pero tras estabilizar los sanitarios, Mario sigue a las suyas. Vuelve al hospital y finalmente una sobredosis a Antonio para que sufra como un perro como le ocurrió a su hermano. 

Mientras, en el hospital, una nueva directora médico asume el estudio de la degradación de su paciente Padín especialmente cuando el otro médico, Andrés (Xosé Manuel Esperante) ha desaparecido tras un desagradable - y mortal encuentro con Toño y su sicario. El médico de cualquier manera había certificado la plena consciencia del mayor de los Padín por lo que habilitado para testar está. De hecho tras el retorno a su puesto de trabajo y antes de administrarle la sobredosis se cruzó Mario con un notario local. 

La vida sigue su curso. En la residencia Antonio Padín agoniza y en el hospital, Julia da la vida a su bebé, que será llamado Sergio, Mario intenta ir al hospital, pero a la salida de su puesto de trabajo es identificado por Toño que se tema que Mario se esté camelando al padre para conseguir una parte de su herencia. 

La salida de Mario implica su persecución por parte de un Toño que enviste una y otra vez al sanitario. Tras despistarle en una ocasión, en un cruce de caminos Toño es alcanzado por el coche de una mujer que iba o venía de una Lonja. 

Del resultado del impacto es la muerte de la señora, la salida de la carga y que Toño esté moribundo en su coche. Tras ciertas dudas Mario remata al moribundo. Ya liberado de Toño va al hospital para estar con Julia y ve el nacimiento del niño, Sergio. 


Días más tarde, es enterrado Antonio Padín. Al entierro asisten su hijo Kike, acompañado de la Guardia Cuvil, y algunos trabajadores de la residencia, entre ellos Mario. Kike parece ido y exultante con lo que está ocurriendo. Con la parte de su herencia parece tener opciones de salir. 

Días más tarde tiene lugar la lectura de la herencia. Presente ante el notario están Kike y un sorprendido Mario. Cuando la lectura tiene lugar salta la sorpresa: Antonio Padín entrega la legítima a sus hijos - realmente a Kike- , mientras que el grueso de la misma pasa al hijo de Mario. Mario sabe que esa es la venganza de Antonio Padín puesto que el que ahora corre peligro es Sergio, el hijo de Mario. 

Nada más salir Mario intenta llegar lo antes posible a casa, mientras que Kike se apresura a llamar por teléfono. Da una orden a uno de sus sicarios. Por su parte Mario corre para llegara a casa. Llama una y mil veces. El camino se le hace eterno. Pero está lejos. 

Mientras conduce en la cárcel, los colombianos consuman su venganza y acuchillan hasta la muerte a Kike. Sin embargo, la última orden de Kike se va a ejecutar  y la venganza del Padín se va consumando. 

Cuando Mario llega a casa ve alejarse un coche. Al acercarse descubre una puerta de la casa que daba al jardín abierta. Julia aparece de espalda, quieta dando de mamar a un niño que todavía está en ello. Pero al ponerse frente a ella Mario, vemos como un hilo de sangre baja por el pecho dirección a la boca del niño. Quien a hierra mata a hierro termina. 

La película fue producida en un entramado de productoras de las que un 90% eran españolas. Del porcentaje nacional, la productora Vaca Films contribuyó en un 95% y Atresmedia Cine aportó un 5%. El 10% restante de la producción total la llevó la empresa francesa Playtime Production. 

El rodaje duró poco más de un mes, del 27 de marzo al 31 de abril de 2018. Este rodaje con persecuciones rodadas sin dobles se llevó a cabo en las localizaciones principalmente de Betanzos y, en menor medida, en la isla de Arosa y Cambados; el primero municipio de A Coruña y el segundo de Pontevedra. 

La película termina con una dedicatoria a Xan Cejudo, que murió casi un año antes del estreno de la película en cines. Sobre el actor declaró su compañero de reparto y paisano Tosar "Xan fue una de las primeras que yo encontré en Santiago de Compostela cuando me fui allí a vivir, me dio clase, compartimos teatro juntos... Trabajamos en bastantes ocasiones y luego nuestras carreras nos dispersaron. Él estaba retirado, vivía en una residencia y fue una maravilla, muy emocionante. Sobre todo por la ilusión de Xan, que era muy especial: estar otra vez activo y con un personaje perfecto para él".  

Tosar en declaraciones a EFE señaló que : "Quien a hierro mata" habla de rencor y que "La venganza al final es un acto que se comete pero el rencor es un proceso y un estado de ánimo" Y añade en la entrevista "Lo que nos interesaba es que, en todo momento, (Mario) fuera lo más verosímil posible, porque (...) representa los momentos diferentes de la pelicula en general. Porque había distintos ámbitos: de la cierta placidez del comienzo, respiras la tensión de que va a ocurrir algo (...), hasta que inicia un camino hacia la oscuridad". Y acaba diciendo "Todo va adoptando un cierto nivel de paranoia, pero no solo él, también los Padín se dan un viaje salvaje a lo largo de la película".

Y en declaraciones al Faro de Vigo el actor insistió en la idea de que duda en aceptar o no el papel pues "recién estaba estrenando paternidad". Añadió que "Dudé durante un tiempo si me apetecía hacer una cosa así, si me apetecía entrar en un viaje emocional como el que significa toda esta historia". Finalmente optó por interpretarla "básicamente porque a Emma (Lustres) es imposible decirle que no y todos los que la conocemos sabemos que es así". Igualmente declaró que su papel era el de "un yonqui del odio" y "un ejemplo de cómo este sentimiento puede llegar a destrozar una vida".

Con respecto a Plaza el actor señaló que era "a primera vez que Plaza rueda con un guion escrito por otro, en este caso, el tándem Juan Galiñanes y Jorge Guerricaechevarría ("El día de la bestia", "Celda 211"), una circunstancia que le ha "liberado mucho" y le ha permitido "aportar mucho más como director".

El director valenciano afirmó que "Hay una especie de desapego, cierta objetividad, que creo que enriquece, es una especie de pulido sobre una obra ya hecha muy interesante" Para el director, el título "sugiere que nuestros actos tienen consecuencias, muchas veces no las que deseas, pero no puedes evitar poner en marcha esa espiral. Cuando dejas a los demonios tirar del carro, te precipitas por un abismo; el rencor es una droga, Mario es un yonqui del odio".


El director destacó la banda sonora a cargo de la debutante mallorquina Maika Maikovski, "Quien a hierro mata" le ha salido a Plaza hiperrealista, cuando no escatológica, y muy violenta, "casi coreana".  Plaza señaló que "Quien a hierro mata" es solo un paréntesis y un "acto de egoísmo" porque le pareció "tan buena" que quiso hacerla él, pero volverá al terror.

Con respecto al guion en El Faro de Vigo declaró Plaza hablando del que era su segundo rodaje en Galicia , tras Romasanta, - una película que ya pasó por aquí- que "Nunca había leído un guión que me apeteciese tanto hacer como este" y añadió que , aunque el tema pudiera parecer el narcotráfico gallego lo cierto es que ""este no el tema central de la película, no va sobre esto, podría haber sido el narcotráfico como cualquier otro contexto".

La película se estrenó a finales de agosto de 2019 y consiguió unos ingresos en taquilla de 2.750.000 dólares. Fue estrenada a nivel internacional con el nombre de Eye for a eye.

En cuanto a las críticas Luis Martínez en El Mundo la define como "Un thriller meticuloso (...) Una película adictiva que convierte la magistral puesta en escena en un rito iluminado y riguroso en el que todo queda a la vista. Hasta el más oscuro de los abismos. (…) " 

Víctor Esquirol, muy crítico, en FilmAffinity dice que es "Una de las mayores decepciones de la temporada. (...) Cada decisión importante de guion delata el convencimiento de estar impactando (...) Un conjunto de excusas oportunas tan mal preparadas (y ejecutadas), que acaba siendo todo muy inoportuno. (...) ” 

Carlos Boyero en El País sostiene que se trata de "Un ‘thriller’ aceptable (...) Y sigues con interés su retorcido proceso (...) Pero también sobran cosas como esos inútiles flash-backs que suenan a cine cutre. Y Luis Tosar está sobrio y convincente" Y en este diario se elogia la labor de Paco Plaza en la dirección al decir que "Su vocación es el género de terror, las tinieblas, los monstruos que acechan. Y lo hace muy bien, está muy dotado para provocar el escalofrío en el receptor". 

Oti Rodríguez Marchante en ABC describe el resultado como " tremendo, implacable, orgulloso de su negrura y de su control de los clichés, con una narrativa y una fotografía que enseña los líquidos fermentados por sus comisuras. (…) " 

Quim Casas en El Periódico señala que "[Plaza] intenta desenvolverse en un terreno distinto y soltar amarras con su pasado estilístico (...). La trabajada puesta en escena de la que ha hecho gala está en función de un periplo dramático más reflexivo (…)" 

Toni Vall en Cinemanía destaca que es una "Estupenda película (...) Obra de acojonantes primeros planos y serenos planos medios. (...) Un puñetazo en el estómago que te deja sin respiración. (…) " 

Fausto Fernández en Fotogramas afirma que es un "Brillantísimo y personal thriller, en sus mejores secuencias bañado en aquella paleta de colores irreales y surgidos de los infiernos del alma humana que ideara otro Mario, Bava (…) " Y añade la revista que "La vida sigue igual en este fenómeno (agradecido en su mayoría) del thriller nacional, pero no a partir del film de Paco Plaza, destinado a volarlo por los aires o a convertirse en una isla de referencia". 


En Espinof Víctor López afirma que es una "gigantesca bofetada en el rostro del espectador. De esas que dejan marca y que son difíciles de olvidar. " Y añade que es un "descensos a los infiernos", haciendo partícipe al patio de butacas de la espiral de violencia, ira, ambigüedad moral, claroscuros y aspereza que compone un cóctel amargo como la hiel . 

'Quien a hierro mata' balancea con acierto dos caras de una misma moneda. Por una parte, y exprimiendo hasta la última gota de la fantástica labor del director de fotografía Pablo Rosso, colaborador habitual del realizador, hace gala de una contención y una sobriedad envidiables, que opta por economizar cortes y dejar respirar la acción sin ningún tipo de prisa. Por otra, no teme en dejar fluir su visceralidad y convertir el equilibrio en caos, liberando la cámara y zarandeando junto a ella al respetable sin ningún tipo de piedad. Aunque, por encima de cualquier elemento formal o narrativo de 'Quien a hierro mata', todos ellos brillando a un nivel excepcional, destaca la figura de un Luis Tosar tan descomunal como de costumbre. El lucense libera todo su talento en una exhibición de contención elevada por la riqueza de matices y detalles interpretativos, sacando oro de un personaje complejo y construido a las mil maravillas dentro de un guión cuya única pega es pecar de sobreexplicativo en algunos momentos.

Abrumadora última imagen que vemos antes del corte a negro definitivo, además de parecer extraída de la peor de las pesadillas, resume a la perfección todo lo que esta retorcida joya pretende transmitir, cerrando así un círculo sobresaliente que sólo podría haber firmado Plaza. Y es que, en una analogía al modo en que la película transporta lo casi exótico del género a las tangibles costas gallegas, podríamos llegar a la conclusión de que nuestro Park Chan-wook particular se llama Paco y es de Valencia". 

Por su parte en Estados Unidos tras estrenarse de ella dijo Alice Field de Ready Steady Cut que "Un ejemplo del talento y la tensión del cine español (...) Vería cualquier cosa en la que aparezca el nombre de Paco Plaza (...) " 

John Serba de Decider dijo de ella que era "Irregular pero disfrutable. Es lo suficientemente absurda para entretener, pero no se excede y no resulta inverosímil" 

En  Bélgica Alfonso Rivera en Cineuropa comentó que es "Un film con impacto psicológico, un tono trágico, una puesta en escena potente y un final que te agitará por dentro" 

En Argentina Pablo O. Scholz de Clarín destaca que "Plaza decide recargar en los hombros de Tosar casi todo el peso del relato. Confía en él, y lo bien que hace." 

Personalmente la película me ha gustado. Es impactante, como un bofetón en la cara. Tiene grandes momentos y giros que la conducen por vericuetos caminos que , en algún caso la ralentizan, pero por otro te despierta de golpe. El trabajo de Tosar, Xan Cejudo y Enric Auquer es más que sobresaliente. La historia podía dar más de sí, aunque alguna laguna sobre el cómo es la organización sin el padre y el por qué fracasa de operación de la droga podría haberse solventado. De cualquier manera la película queda espectacular.

Y acabo como empecé, con Rubén Blades y lo que nos cuenta mientras va acabando su Pedro Navaja 

"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios 
Pedro Navajas matón de esquina Quien a hierro mata, a hierro termina 
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios 
Valiente pescador, al anzuelo que tiraste en vez de una sardina, un tiburón enganchaste"


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