jueves, 1 de enero de 2015

The Cheat


Hay que empezar un año y qué mejor que empezarlo con cine. Lo tenía claro: la película elegida tenía que ser del año 1915. Y mi sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que hace 100 años aparecieron algunas de las grandes películas de la historia de la humanidad y que han sido consideradas imprescindibles por muchos críticos e historiadores cinematográficos. Estamos hablando de joyas tales como El nacimiento de una nación, Der Golem, The Tramp, The Vampire, Regeneration, The Champion de Chaplin, Les Vampires, The Italian, Alice in Wonderland, Martyrs of the Alamo, Madame Butterfly, Anna Karenina, The two Orphans, Enoch Arden, o The Cheat de Cecil B. DeMille . Como veréis en un abanico enorme y elegir era complicado. Alguna ya está comentada en este blog como la de Martirs of the Alamo , pero había que decantarse y elegir, eso sí, he elegido y – creo- que bien y ha sido The cheat ("El tramposo " o "La marca de fuego") de Cecil B. DeMille la señalada. 
The Cheat o El tramposo es una película estadounidense, lógicamente, y muda del año 1915 dirigida por Cecil B. DeMille, y protagonizada por Fannie Ward, Sessue Hayakawa, y Jack Dean (1874-1950), el marido de la vida real de Ward. Aunque el director no está acreditado todo hace suponer que Cecil B. DeMille es el autor material de la misma. Aparece en la producción conjuntamente con Jesse L. Lasky y se basan en un guión escrito por Hector Turnbull y Jeanie Macpherson. El resultado final en un drama enorme con tres protagonistas que más tarde describiremos.
El fotógrafo fue un virtuoso Alvin Wyckoff, del que hablaré al final, mientras que en el montaje participa activamente el director Cecil B. De Mille La película fue producida por la Jesse L. Lasky Feature Play Company, siendo la distribución, cosa que igualmente me ha sorprendido, la Paramount Pictures. La película, de 58 minutos, contó con un presupuesto de 17,311 dólares. Y se estrenó en diciembre de 2014.
La banda sonora que he utilizada para verla, pues era muda absoluta ha sido diversas sinfonías de Joseph Haydn como son la Symphonien nº 32 “Der Philisoph”, la nº 26 “Lamentationes” y la nº 53 L´Impériales, interpretada por los Musici di San Marco / Alberto Lizzio. Una magnífica banda sonora.
El elenco de actores y actrices lo encabeza una de las grandes divas del momento Fannie Ward como Edith Hardy, su marido en la vida real Jack Dean como Richard Hardy y Sessue Hayakawa como Hishuru Tori – más tarde, pues el lobby americano-japonés fue importante- Haka Arakau desde 1918 un empresario brimano, rey del marfil. Este trío estelar está acompañado por James Neill como Jones, Yutaka Abe como el mayordomo de Tori /Haka, Dana Ong como el fiscal del distrito, Hazel Childers como Mrs. Reynolds, Arthur H. Williams como el Juez, Raymond Hatton como un espectador al igual que Dick La Reno. También aparece Lucien Littlefield como la Secretaria de Hardy (no acreditada)
La historia comienza presentando a Haka Arakau - desde 1918- un empresario birmano, rey del marfil y que aparece entre tinieblas sellando sus piezas de marfil para identificarlas como propias.. Además parece gustarle estar reconocida socialmente. Casi de inmediato conocemos a la bella Edith Hardy, una mujer casada y manirrota, que tiene gustos extravagantes y a la que le gusta llevar un tren de vida muy superior al que se puede permitir.
Su marido es Richard (Dean), un corredor de bolsa , sensato al que le gusta controlar sus gastos, vivir sin excesos y trabajar de firmeza y seguridad en un mercado tan volátil y especulativo como el bursátil.
Ella conoce a Haka y aunque su marido no aprueba, Arakau gasta una gran cantidad de tiempo en compañía de Edith, y ambos marchan a una fiesta solidaria de la Cruz Roja para recaudar fondos destinados a ayudar a los belgas que viven ocupados por los alemanes desde el año anterior. Como le gusta figurar se gana la confianza de las personas de la Cruz Roja para guardar el dinero, convirtiéndose en tesorera de unos 10.000 dólares, en su caja fuerte doméstica.
Mientras su marido rechaza proposiciones que le alejen del trabajo como ir a jugar al golf. Su marido tiene todo su dinero invertido en una inversión muy prometedora, e insiste en ello a su esposa a la que quiere limitar sus gastos. De hecho cuando llega a casa y ve que su marido ha enviado de vuelta un vestido caro que acababa de comprar, se da cuenta de sus limitaciones presupuestarias. En esto que el trío va a una fiesta. En la misma, el amigo de su marido le habla de una posible inversión que le puede aportar una buena cantidad de dinero, pero como carece de liquidez utiliza los fondos de caridad para realizar su inversión en Wall Street con la esperanza de comprar algunos vestidos nuevos. Ella le pregunta a un conocido lo que podía hacer con $ 10,000, él le asegura que podría duplicarse durante la noche. Ella le da a los fondos de la Cruz Roja le han sido confiadas como tesorero de la caridad. Sin embargo, la inversión es un fiasco y pierde todo el dinero.
Ante la imperiosa necesidad de devolverlo a la Cruz Roja, y el temor de Edith a un gran escándalo, Arakau ofrece a darle los $ 10.000 a cambio de favores sexuales. Ella está de acuerdo. Recibe la ayuda económica de Tori/Haka su rico amigo oriental. Pero ella sabe que ese préstamo contiene mucho veneno, el de la lujuria por parte de Haka y , por supuesto, su virtud. Una vez devuelto el dinero y ya en casa llega a la misma su marido eufórico puesto que son ricos, las inversiones realizadas han sido un éxito. Sin embargo, ella se siente en la obligación de devolver el dinero y diciéndole que ha tenido una mala mano en las cartas , así que le pide a su marido esta la cantidad que pidió prestado.
Esa misma noche ella sale de casa a hurtadillas y se dirige a casa de Haka /Tori con el fin de entregarle el dinero y saldar la deuda. Sin embargo, su marido se da cuenta y la sigue. Se presenta en casa de Haka / Tori, y trata de pagar pero éste se niega a recibir el dinero y cancelar la deuda. La quiere a ella, pero la quiere para su propiedad y uso. Ella amenaza con quitarse la vida, pero él está tan seguro de que ella es un farol que le entrega una pistola. Así que, a pesar de sus súplicas, le marca su hombro con el sello con el que marca toda su propiedad. Edith dolorida y aterrada coge la pistola y le dispara en el hombro, y luego huye. Richard, habiéndola seguido después de salir de su casa, encuentra a Tori, que está siendo asistido por sus criados y recoge el arma ante la llegada de la policía y , ante la misma, se autoinculpa del intento de asesinato y confiesa el crimen para proteger a su esposa.
Más tarde tenemos a Richard en la cárcel. Cuando Edith le visita en la cárcel, Richard le ordena guardar silencio. Ella va a la casa de Haka y le pide retirar la denuncia.

Durante el juicio, tanto él como Tori dan testimonio en el estrado y él vuelve a presentarse como el responsable del intento de asesinato. El jurado escucha atentamente las alegaciones de los abogados, del juez y a los encausados y víctima. La sala , llena hasta la bandera, está expectante ante el veredicto. Richard es declarado culpable. Pero en ese momento, Edith se precipita al juez y comenta que fue ella quien disparó y explica el por qué.

Cuando muestra la marca el juez y los funcionarios de la corte tienen grandes dificultades para mantener a los asistentes como público que indignados quieren agredir a Tori. El juez anula el veredicto, y Edith y Richard salen gloriosamente de la sala. 

La película fue un éxito de público y lo invertido, alrededor de 17.311 dólares fue recuperado y multiplicado ya que tanto en los Estados Unidos como fuera del país alcanzó o superó los 135.000 dólares y a pesar de que El New York Times lo calificó como un "melodrama anticuado" y "basura sensacionalista".
Para Terenci Moix en su historia del cine, en su primer volumen, (Página, 261)  nos comenta  como "Este truculento drama fue considerado el colmo de la modernidad, el descubrimiento de una nueva dimensión cinematográfica- el filme psicológico- y la imposición de una temática más adulta". Y prosigue con estas palabras en referencia a los teóricos europeos "(...) las audacias expresivas de "La marca de fuego" se creyesen ante un nuevo Griffith, mucho más moderno que el anterior".
"La marca de fuego" según Terenci Moix fue acogida por las élites europeas como el alba  de un nuevo cine. Así un hombre de la reputación de Louis Delluc  escribiría que "Por primera vez vemos un filme que merece tal calificativo". Y prosigue el escritor catalán  comparando la obra de Cecil B. De Mille con la ópera y "es la "Tosca" del cinema" en palabras de Delluc
Sin embargo, no tuvo un fácil recorrido comercial por dos razones una técnica y otra social. Según cuenta Cecil B De Mille en sus memorias, los empresarios se negaban a exibir una obra como esta en la que por razones técnicas, en concreto, de iluminación el público no vería nada más que la mitad de los actores. De Mille mandó a la central de Nueva York un telegrama redactado en los siguientes términos: " Si sus empresas son tan ignorantes que no conocen la luz a lo Rembrant, por lo menos cuando la vean aplicada al cine que no se atrevan a censurarme...". El departamento de publicidad seapoderó de la frase y "luz a lo Rembrant" acabó siendo un concepto de uso corriente en la jerga cinematográfica.
El segundo tema complicado fue un tema más sensible, menos técnico. lTras su lanzamiento, el personaje de Hishuru Tori que era un comerciante de marfil japonés, fue visto por la población japonesa-americana como un mal modelo para la comunidad y protestaron contra la película por retratar a una persona de origen japonés tan siniestro. Las protestas fueron ignoradas inicialmente. Pero cuando la película fue relanzada en 1918, el personaje de Hishuru pasó a llamarse "Haka Arakua" y se describe en los títulos como el "rey de marfil birmano". El cambio de nombre del personaje y la nacionalidad se realizaron debido a que Japón fue un aliado de Estados Unidos en los últimos años de la Primera Guerra Mundial. A pesar de los cambios, la película fue prohibida en el Reino Unido y nunca fue lanzado en Japón.
La película tuvo un remake en 1923, con George Fitzmaurice como director y Pola Negri y Jack Holt como protagonistas. Otro remake hubo en 1931, George Abbott como director y protagonizada por Tallulah Bankhead y siempre controlado por los Estudios Paramount. Años más tarde, en 1937 y con el título de Forfaiture se realizó otro remake en este caso francés dirigida por Marcel L'Herbier en la que también volvía a participar el gran Sessue Hayakawa, el actor oriental con trayectora más próspera y prestigiosa de Hollywood.
La película fue rodada en Big Bear Valley, San Bernardino National Forest, California. 
Una copia de The Cheat o El tramposo se conserva en el George Eastman House con el metraje de 1918 y en 2010, la película fue seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos y es de destacar que es una obra de dominio público Llama la atención el modelo cinematográfico tan logrado que tenemos ya en este año 1915. Mucho más desarrollado del que vimos el año pasado en películas como Cabiria. Aquí ya hay una narración articulada y un trabajo de actores y, especialmente, técnico muy destacado.
Especialmente destacable es la labor fotográfica que , en ocasiones, parece recordarnos el gusto por la pintura de Caravaggio extrapolado al cine, un uso casi expresionista de la luz. Especialmente significativa en la técnica está el momento en que el marido descubre la salida de su mujer para devolverle el dinero a Haka. En un fondo negro, de pronto parece una luz focalizada en rostro de Richard. Igualmente elogiable es el papel de luces y sombras conseguidas a través de las puertas de papel japonesa, ya que logramos ver la escena en primer plano y la de segundo plano. Y especialmente loable, desde el punto de vista técnico es ese final que se centra en la pareja victoriosa que sale centrada rodeada por aquellos que han asistido al juicio. Tres momentos espectaculares y que no hablan del gran talento que llegaría ser Cecil B. de Mille. El trabajo de actores y actrices es notable. Desde el villano Sessue Hayakawa hasta el debut de una brillantísima Fannie Ward que alcanzó con esta película un gran éxito personal, demostrando como señala Terenci Moix , en la escena en que enseñaba al jurado su espalda marcada poseer expesión de gran actriz.

La única crítica dirigida a la película se ha producido debido a un supuesto tono de "racista". Brownlow llamó "racista sin complejos." Edward Wagenknecht, en Great Fifty Silent Films 1912-1920 (Dover, 1980) dijo: "Lo más sorprendente de hoy 'El tramposo' es su atractivo prejuicio racial" así como el contarste entre la posición social de Arakau en la élite del círculo social de Long Island, y ese final convulso del público ante la marca que implica que Arakau es un villano, y no una víctima. 
Sobre los trabajos de actores y actrices el crítico del New York Times dijo, que "la señorita Ward, podría aprender algo para ayudarla a cumplir su destino como una gran actriz trágica de la pantalla mediante la observación del hombre que actuó el villano japonés en su imagen." De acuerdo con Variety, "... el trabajo de Sessue Hayakawa está por encima de la actuación de la señorita Ward y Jack Dean" En su autobiografía (Prentice-Hall, Inc., 1959) De Mille señala que "Sessue, era un caballero de alto nivel de educación de un gusto exquisito, y que continuó con éxito en el cine mudo hasta los veinte años cuando salió de Hollywood e hizo películas en Europa. Fue destacado una vez más en las películas americanas a finales de los años 1940 y 1950 cuando las piezas de caracteres japoneses eran abundantes. 
"El tramposo" fue la primera aparición en el cine de Fannie Ward y de inmediato le hizo una estrella. Jack Dean, o Richard Hardy, también era su esposo en la vida real. Ward, pasó a tener una exitosa carrera en el cine en los próximos cinco años, muchos de ellos co-protagonizada con Dean. Sin embargo, después de 1921, decidió que prefería vodevil. 
Aunque "El nacimiento de una nación", también realizado en 1915, es, obviamente, de mucho mayor alcance, "El tramposo" es una película más pulida, y por algunas de las razones expuestas como la sofisticada iluminación o el uso de los biombos para jugar con las siluetas o la estética dominante especialmente en la escena inicial en la que nos presenta a Arakau como un auténtico personaje misterioso, o incluso la creación de un nuevo género cinematográfico: el de los juicios. . Con The Cheat, De Mille estaba buscando la calidad en la cinematografía, la importancia de la actuación y el peso de una historia... Y la encontró.

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