jueves, 24 de mayo de 2018

13 son 13


Impresionado todavía con 13 tzameti, una película que me ha dejado pegado al sofá en la hora y media que dura. Impresionante por todo . En lo técnico destaca el sonido, la imagen, la música , y en lo narrativo la historia y en lo artístico el trabajo de los actores y la tensión que trasmiten. Un buen ejemplo de lo que en francés se llama cine polar y que ya explique aquí al ver El círculo rojo de Jean-Pierre Melville, ese que es más realismo que el policíaco tradicional y igualaba en personalidad y protagonismo a policías y a delincuentes. Ese cine negro que en la década de los 60 y 70 impresionó a propios y extraños. En este caso es neopolar. Desde luego la película es fría, pero no te deja helado en ningún momento. Realmente es tremeda!!! 

"Tzameti" es una palabra georgiana que significa trece y tiene su lógica que el título de la película sea 13 Tzameti , ya que es una película francesa-georgiana del año 2005 dirigida por un franco-georgiano de nombre Géla Babluani y que protagoniza su hermano Georges Babluano. 

13 Tzameti fue el debut como director de Géla Babluani , director de cine , nacido en 1979 en Tbilisi , hijo de otro director georgiano Temur Babluani . A los 17 años de edad, él y sus tres hermanos fueron enviados a estudiar a Francia. Hizo su primer cortometraje, A Fleur de Peau (2002), y tras eso se lanzó directamente al largometraje, siendo primer largometraje 13 Tzameti. En 2006, dirigió una película L'Héritage junto a su padre sobre varias personas de Francia que visitan Tbilissi en busca de una herencia. 

En 2010 completó una versión estadounidense de 13 Tzameti titulada 13 , el remake americano con Alexander Skarsgård , Jason Statham y Mickey Rourke . 

La película fue además el debut como actor de su hermano menor Georges, que interpreta al protagonista de la película, Sébastien. Se trata de una producción del mismo Géla Babluani a los que se suman los productores franceses Jean-Baptiste Legrand , Jean-Marie Delbary , Fanny Saadi , Alexandre Meliava y Olivier Oursel por medio de un conglomerado de productoras encabezados por Les Films de la Strada , Quasar Pictures , Solimane Productions , MK2 Productions , con la participación de Canal + y Centre National de la Cinématographie (CNC). El presupuesto que manejó fue de €1,4 millones. 

El guión fue escrito por el mismo Géla Babluani. La fotografía en blanco y negro fue labor de Tariel Meliava rodada en Dolby Digital a 35 mm, mientras que música fue compuesta por East (Arnaud Taillefer) de la banda francesa Troublemakers . El sonido fue labor de Ludovic Elias y el montaje de Noémie Moreau. 

Los protagonistas son Georges Babluani como Sébastien, Aurélien Recoing como Jacky, Pascal Bongard como el Maestro de ceremonias, Fred Ulysse como Alain, Nicolas Pignon como el padrino Romain, Vania Vilers como el Señor Schloendorf, Christophe Vandevelde como Ludo, Olga Legrand como Christine Godon, Augustin Legrand como José, Joé Prestia como Pierre Bléreau, Philippe Passon como Jean-François Godon, Didier Ferrari como el Inspector Gerard Dorez y Joseph Malerba como el contador.

En un lugar indeterminado de Francia, en un sitio apartado, al borde del mar, pero posiblemente en la costa de Normandía, trabajo un inmigrante georgiano en Francia de nombre Sébastien (Georges Babluani), de 22 años, y que vive junto a su familia. Se dedica a la reparación del techo de una casa. El domicilio de los Godon . Allí viven una mujer Christine Godon (Olga Legrand) y su marido Jean François (Philippe Passon). Son una pareja que se lleva mal especialmente por dos razones: no tienen dinero y Jean François además se droga cada día más dada su adicción a la morfina. 

La casa está bajo vigilancia policial por razones desconocidas, aunque poco después nos enteramos que Jean François acaba de salir de la cárcel. El Sr. Godon no tiene dinero pero está a la espera de una carta que , posiblemente, le permita saldar sus deudas. 

Mientras tanto, Sebastien trabajo en el tejado y le queda todavía un par de semanas más. Por un agujero en el techo escucha las discusiones de la pareja, sobre todo, cuando éste ha perdido la conciencia después de un chute. 

También escucha la conversación entre Jean François y un matón, amigo que le ha ayudado en ocasiones anteriores mientras él estaba en la cárcel. 

La carta esperada tanto por el Sr. Godon como la policía llega. Vemos que tiene en su interior un billete de ida en tren para un día concreto y un alojamiento pagado en París en el hotel de tres estrellas Windsor. 

Nada más recibirla Jean François se mete un chute en el baño y muere de la sobredosis tras recibir esa extraña convocatoria que supuestamente le hará ganar mucho dinero. La llegada de la carta es vista por el policía que vigila la casa. 

Cuando Christine intenta abril la puerta, una vez leída la carta, se da cuenta de que su marido está en el baño con la puerta cerrada. Al ver que no puede abrirla llama a Sebastien que con un hacha la abre. En ese momento una ráfaga de aire envía la carta a la calle y , tras encontrar el cuerpo de Sr. Godon, llaman a la policía y el recoge sus herramientas , encontrando en un carrito el sobre con la carta que el deja en un pequeño almacén. 

Al día siguiente Sebastien se persona en la casa y la mujer le informa que no va a seguir trabajando ya que la casa pasará a la hermana y ella es la que ha de pagar la deuda contraída, cosa de la que duda. Su planteamiento será vender la casa tal y como como está. 

Ante la perspectiva de no cobrar tras llevar un tiempo trabajando y las dificultades por las que pasa su familia, Sébastien recupera el sobre y decide presentarse en el lugar de Jean François. El sabe que el asunto va de ganar mucho dinero ya que había escuchado a la ahora viuda hablando con uno de los amigos de Godon, describiendo un misterioso "trabajo" . El desvalido Sébastien roba un sobre que contiene las instrucciones para el trabajo. 

La policía comienza a seguir a Sébastien mientras usa el billete de tren que contenía el sobre. Tras llegar a París , espera instrucciones en el hotel tal y como le decía la carta. 

Al rato recibe una extraña llamada que le dice que se presente en las taquillas o cajas de seguridad de una estación para recoger nuevas instrucciones. Al abrirla ve que es un nuevo sobre que contiene otro billete de tren a ¿Valençay? y un número, el trece. 

La policía mientras sigue a Sebastien hasta que se baja del tren , pero en un momento dado pierde la pista de Sébastien mientras sigue las instrucciones y es llevado a una casa apartada en un bosque. En la casa, un criminal que lleva un arma lo revisa de cabo a rabo. Le hace que se desnude , incluso le quita el tacón de sus zapatos. Está claro que lo que van a hacer es peligroso. La policía está desconcertada , pero sospecha del evento. 

Sebastien es llevada a una enorme casa aislada en el bosque en la que hay mucha gente. Él todavía no lo sabe, pero se está organizando un evento de juego mortal. Aunque las personas que había contactado con Jean François, reconocen que es no es la persona señalada. Especialmente un criminal de nombre José (Augustin Legrand) que inmediatamente reconoce que él no es Godon y que no tiene idea en qué se está metiendo. 

De cualquier manera le obligan a participar en el juego. El descubre que son trece los hombres identificados por número que deben someterse a una serie de juego de ruleta rusa. Se organizan en un círculo y apuntan con su revólver a la nuca del hombre que hay frente a ellos y, a la señal - el encendido de la bombilla, disparan. Mientras los espectadores hacen apuestas sobre quién sobrevivirá. 

Cada apostador viene con su jugador y las apuestas están en relación de la supervivencia de los jugadores, el juego se llevará a cabo en varias rondas. Las armas son pistolas de barril, algunas de las cuales están vacías. Los supervivientes repiten la operación, las apuestas se realizan cada turno. Hay una bola en el cañón en la primera vuelta, dos en la siguiente y terminamos con tres bolas antes de pasar a la fase final de los duelos. Estos siguen la misma lógica pero comenzando con tres bolas. Sébastien, como # 13, sobrevive a la primera ronda en la que ya caen varios de los concursantes y dispara su arma solo después de haber sido amenazado de muerte. 

En la segunda ronda, en la que se colocan dos balas en cada arma, Sébastien solo sobrevive porque el hombre detrás de él es asesinado antes de que pudiera disparar. 

En la tercera ronda, con tres balas en cada arma, Sebastien sobrevive junto con otros tres hombres. Aunque cree que ya ha terminado, Sébastien es seleccionado para el juego final al que se accede después de un sorteo de bolas negras, los que tienen la bola negra se enfrentan en un duelo a dos. El "duelo" es contra el # 6, un hombre cruel que es dirigido por su propio hermano. El superviviente es considerado el ganador y se lleva una parte del dinero de las apuestas. 

Tras mucha tensión, pues ambos fallan, ya que no han dado con la bala y han de introducir una cuarta en el cargador, Sébastien gana el duelo al disparar primero y sobrevive al juego, obtiene el dinero que pone en una mochila y se va de la casa, no esperando a que los lleve sus apostantes, ya que no se fía de ellos. Recoge los € 850,000 de las ganancias que sus apostantes han generado y luego huye de la casa cruzando el bosque. Allí puede identificar un coche, el del llamado Sr. Schloendorf (Vania Vilers), que había apostado por él. 

Temiendo por su vida, envía el dinero a casa en un paquete por correos tras el pago de 10 euros y llama a su hermano para informarle de la llegada de un paquete lleno de dinero, antes de que la policía lo alcance en la estación mientras espera el tren. Él le dice al detective que fue rechazado del juego y que no recibió dinero, pero le da el número de matrícula de un jugador . 

La policía lo libera, pero ya en el tren el hermano del # 6 lo ve cuando sube a un tren. El hermano le dispara a Sébastien y le roba su cartera que únicamente lleva dos botellas de agua compradas en la estación antes de subir al tren. Sébastien se derrumba en un asiento cuando el tren comienza a moverse. 

La película, filmada en blanco y negro , aunque no se precisa ni el lugar ni la fecha del rodaje. Sospecho que fue en invierno del año 2004. 

Fue presentada el 1 de septiembre de 2005 en el Festival de Venecia y estrenada en Francia el 8 de febrero de 2006 y en España el 26 de enero de 2007. Obtuvo una recaudación de unos 800.000 euros. Actualmente es considerada como una película de culto. 

El film fue muy bien recibido por la crítica y ganado varios premios y nominaciones en diferentes festivales como el Festival Internacional de Cine de Venecia,  recibiendo el «Premio Luigi de Laurentiis» y fue nominado al «Premio Netpac».  el Festival de cine independiente Sundance recibiendo el «Premio del Gran Jurado» en la categoría World Cinema - Drama - siendo la primera película francesa premiada en el Fesyival creado por Redford-  , o el Festival internacional de cine de Transilvania ganó el premio por «mejor fotografía» y fue nominado al «Premio FIPRESCI» 

La película ganó el premio César al «mejor actor revelación» y fue nominado al mismo premio por «mejor ópera prima». 

En los Premios del Cine Europeo, los European Film Awards ( 2006 ), fue ganadora del «Premio Fassbinder a la mejor película revelación». 

En el Festival internacional de Tiflis ganó el «Premio Silver Prometeus al mejor mejor director». También en el Festival de Cine Fantástico de Sitges triunfó en los premios a la Mejor banda sonora 

Por parte de la crítica especializada las reseñas son la mayoría positivas, aunque dejan notar que la inexperiencia del director puede verse en la realización de la misma, también mencionan el bajo presupuesto de la cinta. Alaban la trama y la manera de contarla, así como la opción estética del blanco y negro. 

V.A. Musetto en el New York Post destaca que "Comienza lentamente pero poco a poco construye, con un estilo a lo Hitchcock, un terrorífico crescendo. Y no te engañes pensando que sabes qué es lo que va a pasar." 

Para Kevin Thomas de Los Angeles Times "Aunque es probable que sea demasiado dura para todos, '13 Tzameti' ofrece una experiencia alucinante para cualquiera deseosa de embarcarse en este viaje."

Jordi Costa en  El País señala que  "Se mueve entre (...) el rigor de su apuesta conceptual y estética y la ocasional ingenuidad del principiante sin total dominio del timón narrativo. (...) Perturbador viaje al miedo que desvela su secreto poder en su casi irrespirable y dilatado clímax final." 

Javier Cortijo en el ABC afirma que es "Una experiencia memorablemente desagradable, como probarse un abrigo de anguilas y que caiga como un guante. (...) ." 

Beatriz Maldivia editora en Espinoff  comenta que "La película tiene mucho de film de estudiante, expresión que aquí —al contrario que en EE. UU.— no se suele manejar, pero que no deja dudas sobre lo que indica: un film que se rueda como proyecto fin de carrera, como tesis o nada más terminar los estudios en cine. No significa que sea un mal producto, pues puede tener una serie de ventajas con respecto a aquellas realizadas con más experiencia y arropadas por todo un aparato de producción, pero sí que tiene detalles muy característicos de alguien que comienza. Suelen ser películas frescas, pero también llenas de ambiciones o, en ocasiones, de demasiadas ínfulas. Por otro lado, pueden ser más perfectas que otras al haberse realizado bajo la supervisión de profesores y con sumo cuidado y preparación". "(...) Entre las características de cine de estudiante estaría el argumento de ‘13 (Tzameti)’, apropiado para un público joven y muy similar a los que se utilizan en cortometrajes. (...) toda la película tiene aire de corto estirado. Sin embargo, no sé si de manera casual o por sus habilidades como director, Géla Babluani ha conseguido que lo que le ayuda a convertirlo en largometraje sea lo más interesante de su primer trabajo. Además de introducir subtramas que le dan entidad, lo que hace el cineasta es alargar los preliminares. (...) Los rostros de los personajes que persiguen o espían a nuestro protagonista durante su extraño viaje, las situaciones enigmáticas, el tempo pausado, el personaje principal indiferente y casi mudo y la fotografía en un blanco y negro tan contrastado… hacen que nos creamos ante un film policíaco francés de los años cincuenta o sesenta. También hay que decir que estos momentos intrigantes, rodados con suma parsimonia, se disfrutan si se desconoce por completo a dónde se dirige Sébastien, pues se ven con curiosidad. Pero supongo que serán tediosos para quien ya sepa qué se va a encontrar el protagonista y por lo tanto, contemple el periplo como una espera. Así que, si tenéis la suerte de no saberlo aún, mejor que no leáis otras fuentes que os lo puedan desvelar.

Beatriz Malbuena conclye su artículo diciendo que "En general se podría decir que es una película más interesante o curiosa que buena".

Para Miguel Á. Delgado de La Butaca.com dijo de ella que en otras manos podría haberse tornado una película sangrienta, pero que dirigida por Géla Babluani «se nos aparece como un ejercicio clásico, retro incluso,»​ no solo por estar rodada en blanco y negro «sino por la opción por una estética que, a pesar de estar ambientada en nuestros días, parece remitirnos continuamente a las cintas policíacas francesas de los Melville y compañía», alejándose así de la velocidad a la que discurren los suspenses actuales. En cuanto al director, según Delgado tras ver la película puede verse a un «realizador con pulso firme» con una «idea afortunada de guion» no muy original pero aprovechada en su desarrollo. 

En la misma página web una crítica de Leandro Marques le da cuatro sobre cinco estrellas y en ella comenta la habilidad del director para manejar «los tiempos y ritmos cinematográficos, pero, por sobre todo, se destaca por poseer la capacidad y el talento necesarios para exprimir de la mejor manera las posibilidades estéticas y narrativas que proporciona el guion,» ya que «logra hacer que cada imagen surja como la más adecuada al desarrollo de la trama.»​ Sobre el argumento dice que la cinta va dando indicios sobre la segunda parte de la narración, sin apenas avanzar nada importante en su primera parte. Es en la segunda parte donde surge la situación brutal y violenta que tiene como protagonista a una lámpara y que consigue que el espectador tenga «Esa sensación de "estar ahí viviendo ese momento"». 

En la web Precríticas.com afirman que «"13 Tzameti" está hecha con cuatro duros.» Del director dice que parece dejarse «llevar por el ímpetu del principiante,»​ dejando de un lado cosas así como mostrando cosas que debería «haberse ahorrado,» cayendo así hasta un cierto punto en una reiteración «cargando las tintas del suspense en los mismos elementos una y otra vez,» como por ejemplo la lámpara o bombilla, sin embargo, Romulo afirma que el director «tiene el acierto de buscar otros encuadres, otros rostros, otras miradas» que hacen del mismo un «nombre a seguir», aunque aun así todo se vuelve algo predecible llegando incluso a una «línea de anticlímax descendente» llegando el final de la película. 

Como ya he dicho estamos ante , desde mi punto de vista, una gran película. La he querido ver en su versión original,  en francés, con algunos diálogos familiares en georgiano, y que a mi desde luego me ha impresionado. La película vuelve a reforzar mi idea de que el cine policíaco es un género mucho más logrado en Francia que en el resto de países europeos, viene de tradición, es antiguo y  lejos, es polar, neopolar.


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