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domingo, 17 de diciembre de 2017

Pasolini en Ostia



Un día, una vida. El día es una noche, la del 2 de noviembre de 1975, la vida la un poeta, un escritor y un reconocido cineasta natural de Bolonia, Pier Paolo Pasolini. Ese día desde que retorna de Suecia, donde ha estado hasta su muerte en una playa Ostiana, Pasolini pasa sus últimas horas con los suyos. Especialmente con su querida madre y con sus amigos. Finalmente se sumerge en la noche romana en busca de más que aventuras, sexo.

Al amanecer,  Pasolini es hallado muerto en la playa de Roma, en el puerto, el beso que daba el río a los afueras de la capital imperial y lo convertía en una ciudad que luego pasó al olvido, a pesar de ser el lugar del Castillo de Giulio II.

Una lápida , simple, sencilla en mitad del paseo del Lido di Ostia recuerda la muerte del poeta ocurrida esa noche entre el 1 y el 2 de noviembre de 1975.

Este año la prensa anunciaba en julio la muerte de Pino Pelosi, conocido como "La rana",  reconocido responsable de la "muerte violenta", según La Stampa,  del director en el Idroscalo di Ostia , a los 58 años de un tumor  en el Policlínico Gemelli. Por ello fue condenado en 1976 a más de 9 años , 7 meses y 10 días, y a 30.000 liras por exhibicionismo obsceno y robo de vehículo.


Abel Ferrara del que hace unos día veía (reveía) su Teniente Corrupto, todo un clásico de una descenso a los infiernos, prepara un guión en el que también se implica Maurizio Braucci y  Nicola Tranquillino, que el mismo Ferrara dirige y se convierte en una coproducción en la que están implicados Fabio Massimo Cacciatori y Thierry Lounas por medio de productores de Italia, Francia , Bélgica y la mismísima Unión Europea, participantes a través de  Capricci Films, Urania Pictures Srl , Tarántula , Dublin Films, el Canal  Arte, Fonds Eurimages du Conseil de l'Europe, Ministero per i Beni e le Attività Culturali (MiBAC) , Canal + , Région Aquitaine ,  Région des Pays-de-la-Loire , Agence ECLa , Région Wallone , Belgacom y Cinéfinance Tax Shelter.

En el apartado técnico está el fotógrafo  Stefano Falivene y  el montaje de Fabio Nunziata.

El reparto lo encabeza Willem Dafoe como Pier Paolo Pasolini , Maria de Medeiros como Laura Betti , Riccardo Scamarcio como Ninetto Davoli,  Ninetto Davoli como Eduardo De Filippo,  Giada Colagrande como Graziella Chiarcossi , Adriana Asti como Susanna Pasolini , Valerio Mastandrea como Nico Naldini y Luca Lionello como el Narrador. Por cierto, la he visto en Versión original que entremezclaba el inglés y el italiano, permanentemente.

Pier Paolo Pasolini ( Willem Dafoe ) tiene cincuenta y tres años y parece vivir en una zona cercana a la EUR romana de los años setenta.

Acaba de terminar de rodar su última película , Salò, o los 120 días de Sodoma , una película que ha conmocionado tanto a la crítica como a la audiencia por su discurso terminal e inasumible, —Saló o los 120 días de Sodoma (1975), que no hablaba tanto del fascismo en tanto que pesadilla conjugada en pasado como de la interiorización de sus mecánicas en nuestra sociedad de consumo— y estaba a punto de iniciar su proceso de doblaje al francés.

Y acaba de estar en Estocolmo presentando su poemario de Las cenizas de Gramsci / Le ceneri di Gramsci, al llegar es consciente de las dificultades que está presentando la distribución de Saló, y casi prefiere comenzar por el norte del país. Además sus colaboradores quien le recomiendan dar entrevistas a diversos medios de comunicación. Esto se hace en una comida familiar en la que están presentes su madre Susanna (Adriana Asti), su hermana , su asesor y a la que llega desde Yugoslavia la actriz Laura Betti (María de Medeiros) amiga personal de l director y de la familia.

Pasolini , que es consciente del trabajo de difusión de su obra, recibe en casa esa misma tarde  al periodista de La Stampa Furio Colombo al que le dice entre otras muchas cosas que “Las pocas personas que han escrito la historia son las que han dicho no —los santos, los eremitas, pero también los intelectuales—, y no los cortesanos y los asistentes de los cardenales. Para ser eficaz, el rechazo no puede ser puntual, ha de ser grande, total”,  y se despedía del mismo "prometiéndole unas notas a la mañana siguiente para matizar sus declaraciones. A Pasolini cada vez se opone más la gente, los críticos y los políticos, tanto por su homosexualidad , como porque se lo considera impulsivo y escandaloso al mostrar su realidad al público.

Esa noche cena en su bar favorito con una pareja que asiste con su bebé a los que relata su última idea: una historia en la que un hombre , Epifanio, decide ir a la búsqueda del Mesias, cuando aparece un cometa en el cielo. Tras mucho buscar  y pasar por alguna orgía para el proceso de fecundación protagonizada por gays y lesbianas, hasta descubrir que El Mesías no existe, pero también que el mundo no tiene fin , y que pueden mirar desde el cielo a la Tierra, para admirarla. Para la misma piensa en el aquel momento joven Ninetto Davoli - con quien tiene una relación especial- , interpretado en la película por Eduardo De Filippo, mientras que el papel de Ninetto Davoli - joven- lo asume Riccardo Scamarcio.

Son las 22:30 de la noche, y se dirige el director frente a la estación de Termini, en Piazza dei Cinquecento, donde Pelosi está con algunos amigos, entre ellos Claudio Seminara y Adolfo De Stefanis. Es la zona de chaperos de la ciudad. Allí hay multitud de chicos. Del Alfa Romeo GT 2000 gris metálico conducido por Pier Paolo Pasolini se baja e invita a Adolfo a "dar un paseo". Adolfo se niega y Pasolini se vuelve hacia Pino, que acepta. Tras montarlo en el coche, le pregunta si tiene hambre, pues es tarde, son las 23:00 horas. Pelosi dice que sí y van a un bar de la localidad costera romana , "Al biondo Tevere" donde el chico se come una ensalada de pollo y unos spaguettis.

A las 23.30 los dos salen del restaurante y van a Ostia cerca del Idroscalo del Lido di Roma en un camino de tierra junto a un campo de fútbol, ​​deteniéndose en el camino para hacer gasolina en un autoservicio. Tras ello se dirigen al Lido de Ostia para tener relaciones sexuales. Primero en el coche, y luego salen afuera. En ese momento, salen tres jóvenes que echan en cara a los dos el hecho de ser "maricones", algo que repiten una y otra vez. Y comienzan tras ello, golpear una y otra vez, hasta la muerte del cineasta que además es atropellado con su propio automóvil, aplastándole el pecho y rompiéndole el corazón, cuando el grupo huye.

A la mañana siguiente aparece su cadáver, tirado en la playa y vemos que Pasolini era consciente de que se cumple lo que él proyectaba para su ultimo proyecto: “Con la vida que llevo, yo pago un precio… Es como alguien que baja al infierno. Pero cuando vuelvo —si vuelvo— he visto otras cosas, más cosas”.

A la mañana siguiente, la actriz Laura Betti  ha de informar a  Mamma Susanna Pasolini de la muerte del hijo. Unas fotografías suyas, de la EUR y de su cuerpo en la playa ponen fin a la película.



El director italoamericano dirigió este Pasolini, un biopic con el que quería rendir un sentido homenaje a los cuarenta años de su muerte de este polifacético hombre, un artista integral, un intelectual, un poeta, un hombre crítico, un  revolucionario que lucho contra todo, y por lo que encontró la oposición de todo y de todos. Son 24 horas que recrean a la vez algunos momentos de su vida, como el partido de fútbol con esos chicos de los arrabales del sur de Roma que pudo ver en los años 80.

Pasolini fue  uno de los hombres más importantes de la cultura italiana del siglo XX. Ferrara con su obra opta por hacer una reconstrucción del último día del genio, el símbolo del arte que lucha contra el poder, el rebelde, cuyos escritos  son o fueron considerados escandalosos , y sus películas fueron perseguidas por los censores al despertar tanto amor y tanto odio.



En los días siguientes, la prensa dijo que el asesinato de Pasolini fue políticamente motivado por la policía y aquellos a quienes el poeta siempre había amado e inmortalizado en sus obras.

Según Ferrara, que estaba de acuerdo con su idea de que "Escandalizarse es un derecho, que te escandalicen es un placer",  sus planes para hacer una película sobre Pasolini se remontan a los años noventa. Originalmente, el proyecto no debía haber sido una biografía real de la vida de Pasolini. De hecho la idea originaria de la película es de Zoë Tamerlis Lund como "una directora que vive la vida que vivió Pasolini". Sin embargo, la muerte de Lund impidió esta idea.

La película está rodada en la capital romana en la EUR, pero también en la estación de Pirámide, cuyo monumento funerario vemos un momento cuando Epifanio baja del tren y pisa la ciudad, así como en la localidad costera de Ostia, donde el director nacido en Bolonia, vivió sus dos últimos días.

Ferrara dijo que " Había que centrase en algo. Tratar de contar su vida en 90 minutos era un disparate"- Por eso pensó que lo mejor era centrase en la recreación de ese último y determinante día.

En el filme se entremezclan los recuerdos de su vida familiar y personal con sus más altos logros en el plano cultural y social, elaborando un retrato humano del cineasta y condensando parte de su prolífica producción cultura.

La película  también reproduce al detalle la última entrevista concedida por el italiano a la prensa y muestra  fragmentos de películas, en concreto, de su "Saló" del cineasta con la que abre el filme. También vemos algunas de sus fotografías.

Su asesinato, que aún hoy está envuelto en cierto halo de misterio, se muestra en la película como resultado de su voz crítica, su personalidad y sus acciones, que le granjearon el odio de la mayor parte de la sociedad conservadora, aunque, como afirma, el director Abel Ferrara: "Pasolini era un visionario porque decía la verdad, y cuando vas por ahí diciendo la verdad , tu obra vive para siempre".

A destacar que el protagonista de la película es Willem Dafoe, el actor más torturado de la historia del cine, que da una réplica de Pier Paolo Pasolini. Dafoe, que comparte con Ferrara una enorme fascinación intelectual por la obra del cineasta e intelectual italiano, no tiene problema en calificarle de “profeta”. Así lo justifica: “Pasolini fue un pensador original, fue más allá de la sabiduría convencional y describió cosas que aún no habían pasado, que acabarían pasando y que aún pasan”. ¿Por ejemplo? “El dominio de la cultura de las corporaciones en la era globalizada”, aclaró Dafoe.“Pasolini era un visionario porque decía la verdad, y cuando vas por ahí diciendo la verdad, tu obra vive para siempre”, apuntó Ferrara.

La película fue seleccionado para competir por el León de Oro en el 71 ° Festival Internacional de Cine de Venecia .  También se proyectó en la sección de Presentaciones Especiales del Festival Internacional de Cine de Toronto 2014 .

Su fecha de lanzamiento oficial fue del 4 de septiembre de 2014 ( en Venecia ), el  25 de septiembre de 2014 (en toda Italia) y el 31 de diciembre de 2014 en Francia.

La película fue nominado al León de oro en el Festival de Cine de Venecia del año 2014 y al premio Sebastiane del mismo año, un galardón que se otorga al filme o documental proyectado durante el Festival de Cine de San Sebastián que mejor refleje los valores y la realidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

A destacar que Ninetto Davoli , quien interpreta a Epifanio en esta película,  actuó en muchas de las películas de Pier Paolo Pasolini y fue, durante un período de tiempo, su amante. También es un personaje de la película, interpretado por Riccardo Scamarcio .

En cuanto a la crítica decir que , en general, valoraron positivamente el biopic de Ferrara. Por ejemplo, David Rooney en las páginas de The Hollywood Reporter resalta que "Willem Dafoe tiene un extraño parecido con Pier Paolo Pasolini (...) Pero el 'Pasolini' de Abel Ferrara es por otro lado una película que resulta más interesante en la teoría que en la práctica."

Para Peter Debruge en Variety destaca que "Uno sospecha que Pasolini mismo habría aprobado a Willem Dafoe para que lo interpretara (...) Pero dudo que hubiera admirado algo más de 'Pasolini'."

Jessica Kiang en Indiewire , a la que no le gusta mucho, sostiene que es "Mitad biopic fascinante y ricamente matizado (...), mitad recreación indeciblemente tediosa de los escritos en los que estaba trabajando en el momento de su muerte, (...) es una película frustrante, a pesar de algunos pasajes narrativos convincentes."

En el Reino Unido Robbie Collin en Telegraph nos comenta que "Ferrara ha dado con algo muy especial: un seductor, sutil y sagrado salmo a los talentos de un artista a otro en el proceso de redescubrir los suyos. (...)"

Por su parte, Xan Brooks en las páginas de The Guardian habla de que la película "Es profana y es preciosa y brilla como la luna. (...) "

En  España Luis Martínez Diario en el El Mundo llega a la conclusión de que es "Un agrío, pausado y profundo retrato de los últimos días del poeta, del mito contemporáneo que más se parece a una herida (...) Absorbente, lírica, profunda y triste película"

Para  Alex Vicente en  El País se trata de "Una sugerente crónica sobre las obsesiones y los últimos momentos de vida del cineasta italiano. (...) un guion extremadamente documentado"

Destaca el artículo de  Jordi Costa en ese mismo diario, El País, con una entrada llamada "El hombre que dijo no" en la que sostiene el crítico que "Es fácil entender por qué alguien como Abel Ferrara tiene autoridad para considerarse uno de los posibles hijos de Pasolini: : a ambos les une la voluntad de formular preguntas incómodas desde los territorios de exclusión de la normalidad, el poder y el gusto dominante. Asimismo, estaba claro que el autor de Teniente corrupto (1992) no iba a acercarse desde la cómoda posición del biopic convencional. Lo que quizá no entraba en ninguna previsión era que Ferrara marcase con tanta fuerza, a través de esta película, un particular punto y aparte con respecto a las últimas derivas estilísticas y conceptuales de su trayectoria.", "Elegía fragmentaria, sensible y poliédrica (...) no busca medirse con el maestro, sino algo tan difícil como hacerle justicia con concisión, conocimiento de causa y ejemplar capacidad de comprensión de su identidad compleja." Pasolini es la película que el cineasta se ha tomado más en serio en mucho tiempo. No hay morbo, ni voluntad amarillista en este retrato: hay diálogo sensible con las muchas caras de un poeta provocador, un artista completo, un radical puro. Un aire de fantasmagoría permite armonizar los diferentes tonos y registros de la narración —del recuerdo a la recreación de películas nonatas— en este trabajo que no busca medirse con el maestro, sino algo tan difícil como hacerle justicia con concisión, conocimiento de causa y ejemplar capacidad de comprensión de su identidad compleja. 

Para Sergi Sánchez en Fotogramas se trata de que Pasolini "Es más bien una elegía centrada en el deambular de un alma (magnífico Willem Dafoe) que presiente secretamente su final, un fantasma a destiempo, una inteligencia a la deriva despidiéndose de aquello que más quiere sin saberlo (el encuentro con Ninetto Davoli es especialmente conmovedor). Los que querían respuestas al enigma del asesinato no obtendrán nada más (ni nada menos) que la mejor película de Ferrara en muchos años. (...) Los que querían respuestas al enigma del asesinato no obtendrán nada más (ni nada menos) que la mejor película de Ferrara en muchos años. (...)

Carlos Marañón en Cinemanía cree que "Aquí sólo descolla Willem Dafoe, vigoroso en su fatalismo (...) Más intelectualista que intelectual, el filme destila impostura (...) Ferrara sólo es fiel a sí mismo en los 20 minutos finales del filme (...) "

Para  Carlos Prieto en El Confidencial "Pasolini es una película (estupenda) sobre las últimas horas del escritor italiano a la que no le importa demasiado quién le mató".

Para el mexicano   Leonardo García Tsao del diario La Jornada se trata de "Una realización desigual que puede volverse incomprensible para el neófito en la materia. Pero aún quienes conozcan su obra sentirán que Ferrara se ha quedado corto en su descripción del universo de uno de los artistas italianos fundamentales del siglo XX."

En  Argentina Leonardo D’Espósito en la revista Noticias "Un film de autor, desparejo, entre lo genial y lo invisible."

Yo prefiero resaltar de la película que se trata de una obra hecha desde la admiración al cineasta italiano y que es muy inteligente su puesta en escena apostando por esas apenas 24 horas finales del controvertido director y , para mí, lo más destacable es que nos muestra su proyecto póstumo e inacabado que quería hacer, esa singular historia en la que descuella ese Epifanio / Ninetto Davoli , Mesias / Ninetto Davoli , y su visión del mundo desde arriba, en el que lo importante era el viaje infinito que te permite ver todo. Puede que , al final, el director boloñés, conociera el infierno, sino que estuvo en él , por vivir en él, pero también que fuese  posible cumplir con su aspiración: ver la belleza de la tierra desde su idea de cielo.


sábado, 2 de diciembre de 2017

El teniente corrupto


Pocas historias han presentado una autoridad tan despreciable en el ejercicio de su actuación profesional como la de este teniente malo, corrupto, desagradable con sus hijos, mentiroso, impresentable, nada profesional, alcohólico, putañero, sórdido, ruín, mezquino, ladrón, jugador, drogadicto, consumidor de crack, ladrón de cocaína, irresponsable , abusón, lascivo, miserable, descreído, onanista, mirón, mal padre, peor hijo y todo mientras está en el trabajo. 

Pero también, un hombre que es consciente de haber tocado fondo y busca la redención, inspirado por una monja que es violada ante un altar y que, al final, consciente de su propio fin, y sobre todo cercano, actúa en consecuencia. Llegué a la película allá por el año 1993, tras leer una crónica no se si en El País o en El Mundo. Leí de todas las "virtudes" y "flaquezas" de esta película y me quedé con la gana de verlo. Así que cuando pude la vi, y di con una película que era un golpe directo en el mentón. 

Eso es lo que nos plantea Abel Ferrara en Bad Lieutenant , una película dramática del año 1992 dirigida y protagonizada por un aparentemente desquiciado Harvey Keitel. 

El guión fue coescrito por la actriz y modelo Zoë Tamerlis Lund, que también tiene un pequeño papel en la película y el mismo Abel Ferrara, aunque también he leído que Paul Calderon intervino igualmente. La película fue una producción en la que está presente Mary Kane, Edward Pressman con la intervención de las productoras Lions Gate Films, Edward R. Pressman Production, Bad Lt. Productions y la distribución de Aries Films. 

El filme contó con un presupuesto de $ 1 millón y consiguió en taquilla unos $ 2 millones. En el apartado técnico la película contó con la música de Joe Delia, la fotografía de Ken Kelsch y el montaje de Anthony Redman. 

Los actores necesarios para está brutal película fueron un inspirado Harvey Keitel como el Teniente o Lieutenant, Victor Argo como el Policía Beat, Zoë Lund como la drogadicta Zoe, Vincent Laresca como J.C., Frankie Thorn como la monja, Fernando Véléz como Julio, Joseph Micheal Cruz como Paulo, Paul Hipp como Jesús, Frank Adonis como Large, Anthony Ruggiero como Lite, Victoria Bastel como Bowtay, Eddie Daniels como la Jersey Girl que va de pasajera, Bianca Hunter como la Jersey Girl (conductora), Brian McElroy como uno de sus hios al igual que Frank Acciarito, Leonard Thomas como uno de los policías y Bo Dietl como el detective Bob. 

La película comienza después que el Teniente( Harvey Keitel ) , - no , no tiene nombre propio- tenga que llevar a sus dos hijos varones y pequeños a una escuela católica de Nueva York. Lo hace muy cabreado con ellos y con la tía de los chicos, que según ellos, ocupa el baño mucho tiempo. 

Mientras se desplaza escucha los comentarios sobre la final de las series mundiales de beisbol en las que se enfrentan un equipo de New York , los Mets, y otro de Los Ángeles, los Doggers. Tras dejar a sus hijos en la escuela marcha para supervisar el cuerpo de dos chicas que acaban de matas tras ser tiroteadas. 

Del coche que ha sufrido los disparos busca y se lleva una bolsa con cocaína que encuentra, no sin antes, hablar con sus compañeros de las apuestas sobre el partido de beisbol sin atender o sin estar afectado por la escena de un doble asesinato en el Bronx . 

Al irse, el teniente encuentra a un traficante de drogas y le da la bolsa de drogas de la escena del crimen, a cambio de crack ; el distribuidor le promete darle el dinero que gana vendiendo las drogas que le ha suministrado en unos días. 

Tras salir de allí hace una llamada a su corredor de apuestas para invertir lo acordado con sus compañeros, más un adicional de 15.000 dólares. Cuando se desplaza es testigo de un asalto de unos jóvenes ladrones a un comerciante asiático. El Teniente abusa de su autoridad, dispara y tras sacar al oriental para que presente la denuncia le dice a los dos chicos que les entreguen los 500 dólares de la caja. Tras eso marcha a un apartamento, en el que el Teniente se emborracha y se involucra en un trío con dos mujeres. 

Mientras todo esto ocurre, una monja es violada dentro de una iglesia por dos jóvenes matones que no tienen reparos ni ante el hábito ni ante el espacio sagrado. 

A la mañana siguiente, el teniente se entera de que perdió una apuesta en un juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Mets de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles . Él trata de recuperar su dinero duplicando su apuesta con los Dodgers en el próximo partido y sin embargo, se ve como el Teniente está demasiado dañado y afectado  por el consumo de  drogas. 

Ante el aviso de que la monja está en el hospital, el teniente espía el examen de la monja y descubre que no sólo la violentaron sino que la penetraron con un crucifijo. 

Más tarde, esa misma noche, para  a dos adolescentes que están usando el automóvil de su padre sin su conocimiento para ir a un club. Como no tienen licencia de conducir, el teniente le dice a una de las chicas que de la vuelta, que se levante la falda y que le muestre el culo, mientras la otra tienen que  simular sexo una escena de sexo oral mientras él, ante la puerta del vehículo se masturba. Tras eso se marcha y las deja en paz.

Al día siguiente, escucha la declaración de la monja, donde dice que sabe quién la atacó pero no está dispuesta a identificarlos. Mientras bebé en su automóvil, el teniente escucha los últimos minutos del nuevo partido de los Dodgers y tras volver a perder un nuevo punto dispara al equipo  estéreo de su auto cuando pierde. 

A pesar de no poder pagar la apuesta de $ 30,000, duplica su apuesta para el próximo partido, sabiendo que se mete en un situación imposible. 

Tras esto escucha la confesión de la monja. Ella en su declaración afirma que  no está enojada por lo que sucedió, ante esto el Teniente comienza a maldecir a Dios antes de echarse a llorar y llorar porque quiere redimirse. 

El Teniente bebe en un bar cuando los Dodgers pierden de nuevo. Después de tomar cocaína en un club nocturno, intenta duplicar su apuesta una vez más. Su corredor habitual se niega a apostar esa cifra a sabiendas de que no podrá afrontar los pagos e insiste al corredor de apuestas que lo matará si no lo hace.

Continuando con su consumo de drogas, el teniente toma su parte de $ 30,000 del traficante de drogas y llama al corredor de apuestas personalmente para hacer su apuesta. 

Luego visita a una joven ( Zoë Lund ) y se pincha  heroína con ella llegando a degradarse aún más en esa caída sin fondo. 

En la iglesia, le dice a la monja que matará a sus atacantes, pero ella repite que ella los ha perdonado y se va. 

En la crisis emocional resultante, tras escuchar el perdón de la chica y la situación sin salida en la que vive ,  el Teniente ve a un Jesús perforado en el pasillo de la Iglesia y lo maldice con lágrimas en los ojos antes de pedir perdón por sus crímenes y pecados. 

Más tarde, después de besar sus pies descubre que es la figura es una mujer negra sosteniendo un cáliz de oro, que resulta haber sido empeñado en la tienda de su marido. 

El teniente rastrea a los dos violadores con la ayuda de la mujer, y da con ellos en una guarida de crack cercana al Spanish Harlem y tras echar a todas las chicas que están con ellos y mientras ellos ven el último partido los esposa juntos. Los lleva  a punta de pistola y fuma crack con ellos mientras los Mets ganan el trofeo. Sus remotas posibilidades de trunfo se han esfumado con ellos , pero en lugar de arrestar y/ o matar a los dos violadores, los lleva a la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria y los mete  en un autobús entregándoles  una caja de cigarros que contiene los $ 30,000. 

El teniente les obliga  a subir al autobús y les exigen que nunca vuelvan a Nueva York. Después de que abandone la terminal, aparca en la calle frente a Penn Station . En ese momento otro coche se pone a  su lado, y una voz grita, "¡Oye, poli!" antes de que suenen dos disparos. Los espectadores se reúnen alrededor del automóvil, aunque la mayoría ignoran lo ocurrido , y poco después llega la policía, al darse cuenta de que el teniente ha sido asesinado acabando así la historia de Ferrara. 

La cinta comparte el nombre con Teniente corrupto, la película dirigida por Werner Herzog en 2009, que sin embargo no es un remake de la obra de Ferrara. Ambas películas fueron producidas por Edward R. Pressman .

Tal fue la furia de Abel Ferrara cuando se enteró de que Werner Herzog dirigía una nueva  The Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans (2009) que dijo: "En lo que respecta a los remakes, deseo que estas personas mueran en el infierno. Espero que estén todos en el mismo tranvía, y que explote ". Claramente, Ferrara no estaba contento, pero lo cierto es que la película de Herzog no fue ni un remake ni una secuela del Bad Lieutenant. 

Herzog dijo que nunca había visto la película de Ferrara y que quería cambiar el título , pero el productor Pressman no se lo permitió; Abel Ferrara y Herzog poco después en 2013 se conocieron en el Festival de Cine de Locarno  (Suiza). Allí Herzog inició una conversación sobre el asunto y Ferrara expresó su frustración cordialmente ", y parece ser que renunció a su declaración inicial sobre la muerte de todos los involucrados. 

La película fue rodada integramente en Nueva York. En concreto en el  1911 Hone Avenue del  Bronx NY . También se rodó en Jersey City, y en el Madison Square de Manhattan,  así como en la Terminal de autobuses de la Autoridad portuaria, .

La película se rodó en 18 días. Según Lund, "Hubo mucha reescritura en el set. Se cortaron otros dos personajes, y mi personaje se moduló y fue a  más . Hubo que cambiar e improvisar muchas cosas. Algunas de las escenas fueron escritas dos minutos antes del rodaje. Lo memoricé y lo hice de una sola vez. El discurso es importante porque ayuda a conocer el viaje que hace el teniente. Ella lo deja hablar , sabiendo de su pasión, ella lo deja ir ".  Lund admitió en una entrevista que ella "codirigió" varias escenas de la película. Lund también afirmó que ella escribió el guión de Bad Lieutenant solo y creía que Ferrara no puso mucho esfuerzo en sus contribuciones en la película. 

La canción que se reproduce a través de los créditos, "The Bad Lieutenant", está escrita por Abel Ferrara y cantada  por él y Paul Hipp , que hace de Jesús en la película. Abel Ferrara basó el guión en esta canción. 

Según Jonas Mekas , se cuenta que el ex novio de Lund, Edouard de Laurot, escribió parte del guión de la película. David Scott Milton más tarde avaló esta afirmación. Mekas incluso afirma que tiene "garabatos y notas para probarlo". 

Abel Ferrara confesó  en 2012 que estaba consumiendo drogas durante el rodaje de la película: "El director de la película necesitaba estar usando, el director y el escritor, no los actores".

Según Abel Ferrara , originalmente se suponía que la película era divertida. "Siempre fue, en mi opinión, una comedia", dijo Ferrara. Citó la escena donde el Teniente se masturba frente a las adolescentes como un ejemplo específico de cómo Christopher Walken lo habría jugado, y cómo lo cambió Harvey Keitel . "El teniente iba a terminar bailando en las calles con las chicas cuando salía el sol. Estarían usando el cinturón de su pistola y el sombrero, y tendrían la radio encendida, ¿sabes lo que quiero decir? Pero oh Dios, Harvey, lo convirtió en todo esto.

Abel Ferrara dijo que una escena que personificó la película para él -aunque nunca llegó a filmarla- fue una en la que el teniente se roba una tienda de electrónica, se va y luego recibe una llamada sobre un robo en la tienda de electrónica. Él responde que tiene capacidad oficial (no lo reconocen) para tomar una declaración, tras hacerla  y arroja la declaración a la basura. "Y eso para mí es el teniente malo, ¿sabes?" dijo Ferrara. 

Una de las mujeres jóvenes en el auto era la niñera de Harvey Keitel . Abel Ferrara recuerda: que le "Dije: '¿Seguro que quieres hacer esto con tu niñera?' Él dice: 'Sí, quiero probar algo' ".

Gran parte de la película fue filmada al estilo guerrillero. Al igual que muchos directores independientes de películas de bajo presupuesto, Abel Ferrara no se molestó en pedir los permisos la mayor parte del tiempo. "No nos permitieron nada de esto", admitió el editor Anthony Redman . "Simplemente caminamos y comenzamos a disparar". Para la escena en la que un Teniente camina a través de un club nocturno, enviaron a Harvey Keitel a través de un club real a altas horas.

Igualmente, Abel Ferrara filmó un servicio real de Primera Comunión en la Iglesia Católica Romana de Santa Clara de Asís en la sección de Morris Park en el Bronx, Nueva York.

Stella Keitel interpreta a la hija del teniente (Harvey Keitel) en esta película. Harvey es el padre de Stella en la vida real también. 

El DVD de edición especial de Lion's Gate tiene una entrevista en la que  Ferrara explica la génesis del guión, su autoría y su brevedad original. 

El nombre real del personaje de Harvey Keitel es desconocido: solo se le acredita como 'LT' y se lo conoce como 'Teniente'.

Por cierto, la primera vez que Harvey Keitel leyó el guión, lo tiró después de 15 páginas, argumentando que era "una porquería". Cuando comenzó a leerlo de nuevo, leyó las escenas con la violación de la monja y quedó tan cautivado por su historia que comprendió que la película sería una experiencia única. Harvey Keitel se mantuvo en el personaje a tiempo completo en el set durante la producción. El hilo de  la trama de la monja se inspiró en una violación real de dos monjas en un convento de Nueva York. Al igual que en la película, circularon rumores de una recompensa en efectivo para la captura de los violadores. El detective que atrapó a los violadores, Bo Dietl, interpreta a un detective en la película. Él es ahora un autor superventas. 

La guionista Zoë Lund interpreta a una de las mujeres con las que el personaje de Harvey Keitel droga en su casa. Zoe Lund era una entusiasta defensora de la heroína en la vida real, y murió de insuficiencia cardíaca relacionada con la heroína en 1999. 

La supervisora ​​de guiones Karen Kelsall dijo que supervisar el guión era un desafío. "Abel no se apegó a un guión", dijo. "Abel usó un guión como una forma de obtener el dinero para hacer una película, y luego el guión fue algo así como lo llamamos las noticias diarias. Cambió todos los días. Cambió en medio del rodaje de las escenas". 

Además el guión original era lacónico. Abel Ferrara no se disculpó por la brevedad del guión. "La idea de querer 90 páginas ... es ridícula". 

El diseñador de producción Charles M. Lagola hizo que su equipo cubriera el altar de la iglesia y otras superficies con plástico, luego pintó el graffiti e introdujo otros defectos en el plástico que lo tapaba todo.

Christopher Walken originalmente iba a ser al personaje principal. Ya había trabajado anteriormente con el director Abel Ferrara en El rey de Nueva York (1990). Walken trabajaría con Ferrara en tres películas más durante los años noventa. Walken se retiró en el último minuto. Ferrara se sorprendió. "[Walken] dice: 'Sabes, no creo que sea lo correcto'. le dijo Ferrara. "Definitivamente me cogió  por sorpresa. En realidad, me puso en shock terminal". 

Bad Lieutenant tiene hoy una calificación de 75% en Rotten Tomatoes , con 30 comentarios positivos de 40. 

En el New York Times , Janet Maslin elogió el talento de Ferrara por hacer "películas alegremente sucias", continuando, "Él ha creado su propia marca de supersilencio, en una película que parecería escandalosa, imperdonablemente espeluznante si no fuera de alguna manera perfectamente sincera ". 

Por su parte, Desson Howe en el Washington Post dijo que el Teniente era "una muesca más agradable que Satanás" , y cita el trabajo de Keitel como la gracia salvadora de la película: "Es solo la fuerza de la actuación de Keitel lo que le da a su personalidad una dimensión humana". 

Mark Kermode ha dicho en alguna ocasión que la película puede ser vista  como "una poderosa historia de catolicismo redentor". 

Roger Ebert declaró que "en el Bad Lieutenant, Keitel nos ha dado una de las actuaciones de la gran pantalla en los últimos años". 

Para Martin Scorsese la película fue la  # 5 en su  lista de las mejores películas de los 90. llamó a esta película como la quinta mejor película de la década de 1990.  Première la considera esta película como una de "Las 25 películas más peligrosas".

Fue elegida por la revista Entertainment Weekly como una de las "50 mejores películas independientes" en un suplemento especial dedicado a películas independientes que solo se distribuyó a los suscriptores en noviembre de 1997. 

El  crítico de ReelViews, James Berardinelli, pensó que no hay suficiente desarrollo del personaje para el teniente (Harvey Keitel), y que no tiene mucho de una historia de fondo como se ilustra en el siguiente extracto: "Mientras que los primeros dos tercios de la trabajo de película esporádicamente como un estudio de carácter espeluznante del teniente, están incompletos. Uno de los más obvios sin respuesta es cómo llegó a donde está - ¿qué eventos encendieron su desintegración moral, o siempre ha sido así? No solo el la película no intenta sondear ese problema, no le preocupa ". 

En España se ha escrito de ella lo siguiente. Fernando Morales en las páginas del diario El País  que se trataba de un "Intenso drama de resultado irregular. Daba para más, aunque el conjunto se presenta más que entretenido. Interesante" 

Para M. Torreiro en Fotogramas se trata de una "Obra maestra absoluta"  

En las páginas del diario El País Jordi Costa dijo de ella que  "Obra maestra del cine de la provocación, áspera y visceral" 

La película recibió diversos premios en referencia a aquellas películas estrenadas en 1992. En concreto el  Círculo de Críticos de Nueva York nominada el filme al Mejor actor (Harvey Keitel).

En los Premios Independent Spirit la película premio a Harvey Keitel al mejor actor, además de tener tres nominaciones.

En definitiva, se trata de una controvertida película sobre la corrupción policial,  con un trabajo impresionante de un arrebatado Harvey Keitel que va de lleno a las calderas de Pedro Botero  y una muestra del sentido de la redención de los católicos que en su  replanteamiento vital , una vez tocando fondo,  se rehacen poco antes de morir. La película es , como mínimo impactante. 


jueves, 26 de enero de 2012

Un funeral de película

Es este periodo de recuperación de mi memoria cinematográfica perdida me he encontrado con una película de los noventa y, para mí, ya olvidada. Su director, un norteamericano de origen, creo, italiano: Abel Ferrara. Este director es conocido, al menos, en mi caso por tres películas. La primera, una que acabo de darme cuenta de que Ferrara es el autor de Ángel de venganza, una escabrosa historia sobre una mujer violada que decide vengarse, Ferrara obtendría magníficas críticas y daría un salto cualitativo en su carrera. La segunda, un monumento a la corrupción policial, o más bien, a la pérdida de valores, “El Teniente corrupto” una película de 1992 que, el pasado año, tuvo un remake. La tercera es la que vi anoche. Su nombre “El funeral”. 

 The Funeral es una gran película de gansters con Christopher Walken y Chris Peen que ganó el premio al mejor actor de reparto en el festival de Venecia 1996. Es una película dramática-criminal dirigida por este director de ascendencia italo-irlandesa y fue protagonizada por los ya nombrados Christopher Walken y Chris Penn. También participan Annabella Sciorra, vinculada igualmente con la producción, Isabella Rossellini, Vincent Gallo, así como un jovencísimo y brutal Benicio del Toro y Gretchen Mol. 
En el guión participó su amigo de juventud Nicholas St. John, mientras que como ingeniero de sonido estará otro compañero de colegio John McIntyre, compañeros ambos de estudios en Peekskill, Nueva York. 
La historia consiste en el funeral de uno de los tres hermanos de una familia de mafiosos de Nueva York en los años 1930. Detalla mediante flashbacks el tortuoso pasado de los tres hermanos y sus familias. La película es notable por su impactante clima. Chris Penn como ya he dicho ganó el premio al mejor actor de reparto por su papel de Cesarino (Chez) en el Festival de Venecia de 1996. En 2009, la revista Empire colocó la película en el número 16 de la lista de las "20 mejores películas de gángsters que no has visto". 
La película comienza con el funeral de uno de los hermanos Temple (o Tempio), tres violentos criminales. Los Tempios son un clan mafioso dirigido por tres ambiciosos hermanos. Cuando se inicia la historia, toda la familia está reunida para asistir al funeral de Johnny, el hermano menor que se supone ha sido asesinado por Gaspare Spaglia, su máximo rival en el mundo del crimen. Ante su ataúd, sus dos hermanos mayores, Ray y Chez, dos hombre torturados por su violento pasado, claman venganza. La vendetta ha comenzado y nadie está libre de ella. Chez y Ray están de duelo por la muerte de su hermano Johhny (Vincent Gallo). Ray es frío y calculador. Chez es de temperamento fuerte, más bien, temperamento cercano a la locura. Con diversos flashbacks muestran que Johnny era más sensible y el que tenía ideas más sociales. 
El jefe del clan familiar, Ray (Christopher Walken), sospecha que Gaspare Spoglia , el gángster rival, interpretado por Benicio del Toro, es el responsable de la muerte de Johnny. Ray y Chez juran venganza. La esposa de Ray, Jeanette (Annabella Sciorra), se opone a la campaña de respuesta militar y a la violencia que eso causaría, mientras que la esposa de Chez, Clara (Isabella Rossellini), lucha con la naturaleza obsesiva de su marido. Helen (Gretchen Mol) la novia de Giovanni “Johnny” vive ajena a la guerra que puede iniciarse.

En el velorio de Johnny (Vincent Gallo), el menor de los hermanos Tempio, Ray (Christopher Walken) y Chez (Chris Penn) sienten la necesidad de vengar su muerte. Según la noche avanza, mediante los recuerdos de Ray y Chez vivimos el pasado de la familia, sus negocios y la sangre derramada. Aunque muy apegados, los tres hermanos son muy distintos en sus personalidades, ideología política y filosofía de la vida. Ray, el más fuerte, racional y cruel de los tres, contrasta con el temperamental y violento Chez y el cautivador Johnny, quien simpatiza con la izquierda. 
Las mujeres en sus vidas son igualmente diferentes. Jeannette (Annabella Sciorra), la esposa de Ray, educada e inteligente, expresa sus opiniones aunque choquen con las del marido. Clara (Isabella Rossellini), casada con Chez, es callada, sensible y sufrida. La tímida Helen (Gretchen Mol) es la bella novia de Johnny.


La película gira alrededor del misterio del asesinato de Johnny. El sospechoso principal es Gaspare Spoglia (Benicio del Toro, en una impresionante caracterización), cuya mujer había engañado abiertamente a su marido con Johnny. 
Esta vez nos arrastra a los años 30, cuando la depresión devastaba a Nueva York y las huelgas desgastan tanto a los empresarios como a los obreros. Johnny, un gánster pero también un cinéfilo empedernido, se muestra cercano a la posición de los obreros, de hecho acude a las asambleas de los sindicalistas socialistas, comunistas y anarquistas. 
Pasado y presente, en El funeral, se realimentan poderosamente. De hecho vemos el pasado en el que el jefe de los Tempio, el padre, ordena a Ray asesinar a un traidor, cuando Ray es solamente un niño. Un nuevo flash-back al pasado nos muestra a Chez en el velatorio de su padre que se ha suicidado modélicamente para Chez. Si el presente alrededor del féretro impregna de oscuridad a los viejos tiempos, éstos se ocupan de destejer la tramposa normalidad de los Tempio, que lloran la muerte de Johnny como si fueran una familia convencional. Y a medida que avanza, el pasado (y la certeza de que estos gángsters también cultivan el arte de la venganza) abona la sensación de que el velatorio no es más que la tensa calma previa a una nueva tormenta, todavía más difícil de capear. En “El funeral” el tiempo importante es el tiempo cerebral, en la cabeza del muerto, la onda expansiva de un funeral que descompone la estructura temporal del pasado-presente-futuro. “La gente como tú no tiene respeto a la vida.” Es otra conclusión de Ray (Christopher Walken). 
Ray carga con buena parte de la trama sobre sus espaldas. Su conflicto es esencialmente interno, y muchas veces lo verbaliza, como cuando desgrana frente a una pobre víctima los "principios" que lo impulsan a gatillar. Esas palabras convierten al personaje de Walken (alter ego de Ferrara, junto con Harvey Keitel) en un fascinante analista de la psicología de los gángsters, y de su propio rol, sin conspirar un ápice contra su convicción dramática. 
El hartazgo de las mujeres (algo que expresa Sciorra cuando festeja la muerte de Johnny frente a su novia, porque "así no serás la triste esposa de un mafioso") y el descontrol de Chez, que sublima brutalmente las pasiones reprimidas por sus hermanos, completan los movimientos de El funeral, film negro si los hay, especie de sinfonía sórdida acerca de la enorme dificultad de sacarse de encima un pesado mandato socio-familiar. Sin embargo, al descubrirse el verdadero asesino, nos lleva a examinar la carga de los lazos familiares, qué constituye justicia, y hasta dónde puede terminar el legado del mal tras generaciones de violencia. 

Frente al esquema clásico, siempre centrado en las guerras entre familias o clanes rivales, El funeral ofrece la historia de una familia. La de los tres hermanos Tempio y sus aparentes dóciles esposas, encabezadas por Annabella Sciorra. Sin prisa ni pausa, el devenir de la trama se encargará de desarmar estos y otros falsos indicios. 
Todas son apariencias en El funeral, hasta que la muerte las desmiente. Allí radica buena parte de la incomodidad. En el velatorio de Johnny está el tiempo presente, que se adueña por largo rato –acaso excesivamente– de la historia, al punto que surge la sensación de que ningún evento contante y sonante la sacará de allí. Los flash-backs, luego, irán pintando a cada uno de los hermanos: al muerto, como un hampón sui generis, simpatizante del socialismo, asistiendo a unos mitines del partido comunista que lo dejan sumido en una solidaridad abombada y perpleja. A Chez como un gángster brutal, irracional y tosco, cómodo propietario de un bar en el que confluyen graneados representantes de la pesada del barrio (uno de ellos fantásticamente encarnado por Benicio del Toro). A Ray como el capitán de una empresa fraternal ligada con las mafias sindicales, cosa que choca con las incipientes convicciones de su hermano menor. Pero este mismo Ray da órdenes terribles a los suyos y en un momento dado cuando piensa que el asesinato es Gaspare declara a sus secuaces: “Mata a Gaspare. Ya sabes, en el jardín de su casa, delante de sus hijos y de su mujer.” 

La música es de Joe Delia es magistral. Empieza con una canción de Billie Hollyday que para nada te remite a la tragedia, el resto sencillamente genial especialmente los bailes de los 30 y la canción interpretada por Chez en su bar. La buena música se hace acompañar de la lograda fotografía de Ken Kelsch, que da unos toques metálicos y un color frío, tenebroso y grisáceo a toda la película. La producción estuvo a cargo de Mary Kane, mientras que la Edición es obra de Mayin Lo, Jim Mol y Bill Pankow. La escenografía sobria e imponente de Charles Lagola, impecable en la estética de los años 30 y con esos trajes de 3000 dólares como el de Gaspare o los vestidos de ellas. La duración la justa, 99 minutos. Fue distribuida por Octuber Films. 

Los secundarios soberbios acompañan a los hermanos Tempio Sali ( John Ventimiglia) Ghouly (Paul Hipp), Michael Stein ( David Patrick Kelly), Bacco (Frank John Hughes) , Julious (Victor Argo) o Paul Perri como el Joven Ray. La película es cruda, repulsiva, indigesta. Los mafiosos son lo que son; seres deplorables, volubles y monocordes. No hay nada de romántico en ellos. Habitan un mundo estrecho, por opresivo, y son personajes extremos, que viven un desenlace constante, de tensión, de metáfora apocalíptica. 

La cinta recoge esa imponente intensidad emocional. Tan buena es la caracterización de los actores como la recreación de las pocas horas en que tiene lugar la acción, así como la conducción de la historia, con pulso, e incluso con intriga, hacia un final que realza la metáfora y quizá resbala un poco por ser demasiado redondo. 
Las subtramas son variadas. El sindicalismo, el comunismo, la esquizofrenia, la política, la religión y la familia como parte del sentimiento que abarca cada uno y los problemas matrimoniales. El final es meramente anecdótico por muy impactante que resulte. 
El error al ver esta película es verla esperando ver otra película de gángster repleta de tiroteos. En “The funeral” el mundo de la mafia sólo está como telón de fondo y apenas hay tiros, no es el motor principal de la película. Por lo que se ve, parece que lo que Ferrara pretende es ver como vivirían una situación realmente dramática los miembros de un clan mafioso, desarrollar la tensión dramática y como asumen la situación. Por eso matan al hermano menor y le dan una personalidad carismática, que, por cierto, ha sido interpretada con bastante solvencia por parte de Vincent Gallo. 

Los momentos cumbre de esta película son dramáticos, no violentos. Como toda película de Abel Ferrara es una película adulta, sobria, que aunque haya escenas de desenfreno, pero si unas grandes interpretaciones por parte de sus protagonistas, una narración inteligente por parte de Ferrera, aunque sin demasiados adornos y por supuesto unos excelentes diálogos, como siempre es habitual en los guiones de Nicolas St. John.

Tanto Christopher Walken, como Benicio del Toro o Annabella Sciorra hacen unas actuaciones de calidad, ponen la sal en la película, pero de todo el reparto me quedaría con el hermano de Sean Penn, con Chris Penn. Ya lo vimos despuntar en Reservoir Dogs y aquí vuelve a hacer una interpretación sublime. Es admirable como plasma el trastorno mental de su personaje, como es capaz de pasar de una situación normal a la histeria esquizofrénica en un solo instante y resultar creíble. No era el mejor papel, pero se ha ganado una mención aparte. 

Un funeral es una situación límite a la que se somete toda la familia por la pérdida de un ser querido y bajo este nefasto escenario se rueda toda una trama de color gris oscuro tirando a negro, con unas actuaciones de lujo, nunca tres hermanos miraron a la cámara de ese modo, a cual mejor, para reflejar la tensión y el odio que existe en sus rostros antes y después de la muerte del Johnny es el idealista hermano menor, el intelectual, el romántico, el cinéfilo, el que realmente está implicado en el tiempo que le ha tocado vivir, el verdadero "santo", (y no hay más que ver el primer plano de Vincent Gallo después de tirotearle desde el coche) está metido en un ataud cuando empieza la película, por lo tanto no hay esperanza ni para la familia ni para sus enemigos. 
Una cinta explícita, con un contenido religioso imponente, serio, unos diálogos a la altura de las grandes, ha conseguido partir de una historia simple y llegar a una película por encima de la media de lo que suele dar el género desde hace tiempo, basada en el "yo" de cada hermano, su estupidez, codicia y orgullo. 
"El funeral", una cinta en su justa medida: un metraje preciso, sin un solo minuto de más, técnicamente muy sobria y con una banda sonora espectacular. Para darse cuenta de esto último, ver la primera secuencia, cuando el féretro es descargado del coche fúnebre y llevado hasta dentro de la casa. Vaya cadencia, unos planos que realmente no tienen nada de extraordinario porque forman parte de la más pura cotidianeidad de aquellos años, y la dimensión extraordinaria en que los hace entrar esa canción, hasta que la música se mezcla con los gritos de dolor de la madre y las mujeres italianas, de luto y negro perfecto. 
El argumento es complejo dentro de su sencillez: tres hermanos dentro del traidor circuito de la mafia. Cada uno con un carácter diferente del otro, y por tanto con una actitud distinta ante lo que ocurre en su vida. La muerte de uno de los tres desencadena los recuerdos, los vistazos hacia atrás, y la reacción de cada uno a lo sucedido. Verdaderamente es la muerte lo único seguro de esta historia. 
Algo que no se acostumbra a ver en las películas de este estilo es la figura de la mujer. Brillante dentro de su resignación enlutada todo el elenco femenino. Representan las mujeres un reducto de verdad, sabiduría y santidad en un mar de impotencia infinita. Así queda reflejada la imagen de la típica familia (mafiosa) italoamericana donde se enfrenta el mundo de los valores familiares basados en un catolicismo profundo, con las mujeres supeditadas al hombre y resignadas a su papel en casa, y el mundo salvaje de puertas para fuera, el mundo de la jerarquía, el dinero y la muerte, el mundo de los Temple. 

Ni un respiro nos da Abel Ferrara en el metraje. Al contrario, su cámara nos guía por senderos intimistas y cotidianos hasta los rincones más oscuros de la mente. Y todo cargado con un halo religioso-sagrado que culmina en la redentora escena final. 
La historia es simple y es triste, como lo son todas las historias relacionadas con la violencia y la venganza. Ferrarra no ha inventado nada en este film, pero logra que no resulte aburrida en ningún momento. 
Las actuaciones, fundamentalmente las de Chris Penn, Annabella Sciorra e Isabella Rossellini, son sólidas y por momentos excelentes. Además, la trama no está centrada en los negocios mafiosos, como en "El padrino", sino más bien en el dolor, en el sentimiento irreparable de la pérdida, en la incapacidad de sobrellevar la angustia de la muerte de un familiar. El final, muy intenso, y muy bien actuado, es terrible, trágico y deja una amarga sensación de impotencia; no hay lugar para la esperanza en este film, tal como muchas veces sucede en la vida real.