sábado, 9 de diciembre de 2017

¿Vencedores o vencidos?


Hace unos años estuve paseando por la ciudad bávara de Nüremberg. Me impresionó el conjunto monumental que contenía. Pero siempre cuando entraba en uno de sus edificios, especialmente, del casco antiguo leía una y otras vez que se habían reconstruido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. 

Al llegar a mi casa busqué en Internet las imágenes de lo que fueron los edificios históricos y como quedaron los mimos una vez que la ciudad quedó arrasada tras los bombardeos, siempre se repetía la labor aniquiladora de la escuadra británica dirigida por Harris, Arthur "Bombardero" Harris, Comandante en Jefe del Comando de Bombarderos de la Real Fuerza Aérea y, más tarde, mariscal de la Real Fuerza Aérea británica en su intento de conventrizar la ciudad alemana que había sido el símbolo del nazismo. 

Recordé en ese momento la película de Leni Riefenstahl y su película sobre El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1934) en la que la ciudad es tan protagonista como el lunáticos y los lunáticos seguidores de uno de los mayores criminales de la Historia. Criminales que, parte de ellos, fueron juzgados en la ciudad en los llamados en inglés Judgment at Nuremberg. La película que intentó sacar a la luz el papel de la judicatura nazi y su responsabilidad en la consolidación de este régimen totalitario , así como su inhumanidad recibió este título en inglés, aunque en España fue traducido por el de ¿Vencedores o vencidos? 

Se trata de una película estadounidense del año 1961 producida por Philip Langner para la productora Roxlom Films, contando con el amparo de la distribución de la United Artists y la Metro-Goldwyn-Mayer, que manejó un presupuesto de 3.000.000 $ y que dirigida por Stanley Kramer, fallecido en 2001, también un reputado productor - como es este caso- y que contó para la misma con un reparto coral de estrellas estadounidenses y europeas. 

Kramer que era conocido en todo Hollywood por sus ideas liberales y que nunca fue incluido en la lista negra de Hollywood contaría para ello con un guión del escritor judío - de origen ruso- Abby Mann partiendo para el mismo de la obra Sentencia en Nuremberg , escrita en 1959 por el mismo Abby Mann para la serie de televisión de la CBS, Playhouse 90 y donde se foguearon grandes actores y directores como John Frankenheimer . Abby era un hombre que se destacó por utilizar temas de contenido ético en sus guiones para el cine y la televisión. 

De hecho en este caso fue inicialmente fue un drama televisivo homónimo que se emitió en 1959 y en el que participaban Maximilian Schell , Werner Klemperer , Torben Meyer y Otto Waldis en los papeles que repetirían en la película de 1961, pero con un elenco diferente, como Claude Rains en el papel de Spencer Tracy y Paul Lukas en el papel de Burt Lancaster . 

Kramer para esta película tirará de uno de los grandes músicos del momento Ernest Gold, estadounidense pero nacido en Austria y que se mudó a los Estados Unidos en 1938, después del Anschluss de Austria. Tras trabajar en Nueva York y ser pianista de acompañamiento, así como componer canciones, pero también perfeccionarse con maestros Otto Cesana y Leon Barzin en la National Orchestra Association, pasó a Hollywood en 1945 para trabajar con Columbia Pictures . Durante los siguientes diez años, continuó trabajando en películas de serie B , principalmente orquestando y organizando música para western y melodramas. Sin embargo, en 1955 Stanley Kramer le pidió que orquestara Not as a Stranger (1955). La música para la película fue escrita por George Antheil . Esta producción abrió la puerta para que Gold trabaje con otras partituras escritas por Antheil y orquestar más películas de Kramer. Gold trabajó en casi todas las películas que hizo Kramer, incluido A Child Is Waiting y It's Mad Mad Mad Mad World . En 1959 cuando Antheil enfermó y no pudo componer una de sus películas, recomendó a Gold para el trabajo. Gold fue el director musical de la Orquesta Sinfónica de Santa Bárbara y fundador de Los Angeles Senior Citizens Orchestra. 

La labor de fotografía fue del húngaro nacionalizado estadounidense Ernest Laszlo miembro que fue de la Sociedad Estadounidense de Cinematógrafos , y su presidente desde 1972 hasta 1974, y que entre 1961 y 1976, fue nominado para ocho Premios de la Academia a la Mejor Fotografía ,mientras que el montaje lo fue de Frederic Knudtson, habitual editor de la obra de Kramer y que recibió seis nominaciones al Premio de la Academia de Edición de Cine , incluyendo cinco en los seis años anteriores a su muerte acaecida en 1964, a los 57 años. 

El reparto está integrado y encabezado por Spencer Tracy como el Magistrado Jefe Dan Haywood, junto a él aparecen otras estrellas del Hollywood dorado como Burt Lancaster como el juez alemán y nazi Dr. Ernst Janning y Richard Widmark como el Coronel y fiscal , representante de la acusación Tad Lawson y Marlene Dietrich como la Señora Bertholt, Maximilian Schell como el abogado de defensor Hans Rolfe , Judy Garland como la Señora Irene Hoffman Wallner y Montgomery Clift como el testigo de la acusación Rudolph Petersen. 

Junto a ellos aparecen Ed Binns como el Senador Burkette, Werner Klemperer como otro de los jueces acusados Emil Hahn , al igual que el que asuma Torben Meyer como el juez Werner Lampe y Martin Brandt como otro de ellos, Friedrich Hofstetter. También aparece un joven William Shatner como el Capitán Harrison Byers (ayudante de Haywood), al igual que Howard Caine como Hugo Wallner , el esposo de Irene, John Wengraf como el Herr Justizrat Dr. Karl Wieck - ex Ministro de Justicia durante la República de Weimar , Karl Swenson como Dr. Heinrich Geuter , el abogado de Feldenstein, Ben Wright como Herr Halbestadt, mayordomo de Haywood, Virginia Christine como la Sra. Halbestadt, ama de llaves de Haywood, Kenneth MacKenna como el juez Kenneth Norris, Ray Teal como el juez Curtiss Ives, Alan Baxter como Brigada General Matt Merrin, Joseph Bernard como el comandante Abe Radnitz , asistente de Lawson, Olga Fabian como la Sra. Elsa Lindnow , testigo nazi en el caso Feldenstein, Otto Waldis como Pohl, Paul Busch como Schmidt y Bernard Kates como Max Perkins. 

La historia comienza con la imagen de destrucción de la ciudad del norte de Baviera tres años después del final del conflicto, en 1948. Vemos la llegada a la ciudad del juez titular que ha de juzgar a los cuatro jueces, cómplices de la política nazi de esterilización y limpieza étnica, que , al igual que antes con los jerarcas y los oficiales y suboficiales serán juzgados en Nuremberg. 

El que llega ahora procedente de su Maine natal es Dan Haywood (Spencer Tracy), un juez norteamericano retirado, que debe asumir la importante responsabilidad de presidir este juicio contra los jueces que intervinieron como crímenes de guerra nazis. 

Dan Haywood, es consciente que , antes que él, otros muchos jueces han renunciado a juzgar a sus colegas profesionales, porque entre otras cosas, lo que ocurre ya en Alemania, tres años atrás del fin del conflicto ya no interesa en los Estados Unidos. 

Ante el tribunal, defensa y acusación confrontarán sus posiciones sobre si los jueces nazis eran conocedores o no del exterminio que estaba realizando el gobierno alemán apoyándose en testigos que sufrieron esta injusta política. 

El Juez Dan Haywood ( Spencer Tracy ) es el Juez Principal de un plantel de tres jueces que escuchará y decidirá el caso contra los acusados. 

Haywood comienza su examen tratando de averiguar cómo el acusado Ernst Janning ( Burt Lancaster ), un prestigioso y muy reputado jurista antes de la guerra,  pudo haber sentenciado a tanta gente a la muerte. Janning, se revela, es un jurista y erudito legal bien educado e internacionalmente respetado. Haywood busca entender cómo el pueblo alemán podría haber hecho oídos sordos a los crímenes del régimen nazi. 

El juicio da comienzo cuando se abre la sesión pidiendo que Dios bendiga a los EEUU y a este honorable tribunal. Entra el juez principal y los otros dos componentes del tribunal.

Se presentan los cuatro acusados, jueces, que van a representar el juicio de Nuremberg. Emil Hang, Fiedrich Höfsteter, Werner Lampe y el más importante de todos, Erns Janning.

Como se puede ver, los cuatro hablan en alemán, lo que aumenta la tensión y le da un tono casi documental.

Erns Janning protesta contra el juicio quitándose los cascos. Habla el ministerio fiscal. Y señala la peculiaridad del juicio, porque se atribuyen a los acusados crímenes cometidos en nombre de la ley. Personifican lo que pasó con la justicia en el III Reich. Ellos eran jueces. El tribunal es el alma de la ley, y sabiéndolo los jueces nazis destruyeron la justicia y la ley en Alemania.

Pero lo que se les atribuye los crímenes más calculados y perversos de la historia de la humanidad.con los argumentos del Fiscal (Richard Widmark).

Según él, se está ante crímenes cometidos en nombre de la ley. Los acusados pervirtieron el derecho y la justicia en Alemania, sin que puedan justificar sus acciones, amparándose en unas leyes manifiestamente injustas que eran un instrumento al servicio del crimen y de la más absoluta arbitrariedad.

Le replica el abogado defensor que lo hace en alemán y considera que el juicio quiere consagrar de nuevo el templo de la justicia, y el establecimiento de un código de justicia que responsabilice al mundo entero con una clara y honesta valoración de los crímenes.

Destaca el papel de Erns Janning es uno de los juristas más conocidos de Alemania, y su función va mucho más allá de la época nazi. “Un juez no es quien promulga leyes, es quien hace cumplir las de su país”, “mi patria ante todo, con razón o sin ella” dicha por un patriota americano, pero también vale para un alemán.

El argumento de la defensa es pues que estos jueces se limitaron a aplicar las leyes promulgadas por su país, sin entrar a valorarlas o discutirlas, cumpliendo ante todo con su papel de patriotas, más allá de si las leyes que aplican son justas o no. Según el abogado defensor, a quien verdaderamente se juzga es al pueblo alemán.

Veremos que una de las cosas más importantes que se rastrean en la película es precisamente si se puede atribuir alguna responsabilidad al pueblo alemán, o si todo el período nazi no es más que el resultado de la locura de unos pocos. Los abogados reflexionan sobre esa responsabilidad.

El juez está interesado por conocer a los alemanes, y profundizar en esta verdadera cuestión. Poco a poco comienzan a plantearse aspectos agradables y positivos, tradicionales del pueblo alemán, que dan una imagen distinta en apariencia de lo que fue la época nazi.

Visita el estadio de Nüremberg, lugar de celebración de los famosos mítines de Hitler enla ciudad , mientras oímos de fondo nuevamente el himno nazi y vemos el lugar donde Hitler emitía sus famosos discursos.

El abogado defensor habla con Janning y le da su visión del asunto. Los casos más difíciles son los decretos de esterilización y el caso Feldenstein-Hoffmann.

La acusación propone al primer testigo, el doctor Beack. Profesor de Janning. Especialmente significativa en este sentido es la declaración de el  Dr. Karl Wieck (John Wengraf ) ex Ministro de Justicia durante la República de Weimar , que dice que fue su pupilo en la juventud, un miembro de la judicatura brillante, así como posteriormente tras el triunfo nazi, se incorporó sin duda a la estructura administrativa de la judicatura e impulsó las leyes de Nüremberg, contra matrinonios mixtos o aceptó sin rechazar la  ideas eugenésicas del régimen.

De hecho declara que fue su colaborador en el Ministerio de Justicia entre 1929 y 1935, sirve al Fiscal para aclarar cuál era la situación de los jueces en Alemania antes y después de la llegada del nacionalsocialismo al poder, y también para mostrar que a los acusados les hubiera sido posible dimitir -como hizo el propio Dr. Wieck-, evitando así formar parte de un régimen criminal.

Wieck explica que antes de Hitler, los jueces gozaban de absoluta independencia en Alemania. Después, todo cambió: los jueces dejaron de orientar su labor a la realización de la justicia y comenzaron a juzgar los casos centrando su atención en la protección del Estado, que era el principal cometido del juez.

Asimismo, desapareció la posibilidad de recurrir las sentencias; el Tribunal Supremo fue sustituido por tribunales populares; el concepto de raza adquirió carácter legal, y se generalizó la aplicación de la pena de muerte y la esterilización de personas consideradas "asociales". La consecuencia de todo ello, según Wieck, fue que la administración de justicia se convirtió en un instrumento más de la dictadura.

A la pregunta del juez Haywood sobre si los jueces reaccionaron frente a la pérdida de su independencia, Wieck contesta que algunos lo hicieron y dimitieron o fueron forzados a dimitir, mientras que otros se adaptaron a la situación. A ello añade, en respuesta a otra pregunta del juez, que quizá al principio se pudo albergar alguna duda respecto a cuáles iban a ser las consecuencias de estos cambios, pero que posteriormente era evidente hacia dónde se encaminaba la situación. 

El Fiscal presenta otros dos testigos. Por una parte, llama a declarar a Rudolph Petersen (Montgomery Clift), un ayudante de panadero que fue esterilizado forzosamente a causa de su debilidad mental.

La defensa alega una serie de razones relacionadas con la situación de Alemania: hambre, existía disensiones internas, y había un partido comunista, que era el tercer partido en Alemania y en el que militaba el padre de Petersen.

Sobre la esterilización el abogado defensor lee un párrafo de un alto tribunal: “Hemos visto más de una vez que por el bien público se puede pedir a los mejores ciudadanos la entrega de sus vidas, sería pues extraño que no se pudiera pedir también a los que ya han minado el vigor del estado, un sacrificio menor a fin de prevenirnos de ser inundados por la incompetencia. Es mejor para todos que en vez de esperar a ejecutar a unos degenerados por sus crímenes o dejarles sumidos en la imbecilidad la sociedad pueda impedir su propagación por medios científicos principalmente. Tres generaciones de imbéciles son suficientes”.

El testigo Rudolf Petersen  está nervioso y parece afectado. Ahora se deja en el aire la idea de la debilidad mental que los comunistas podrían representar. El abogado defensor demostrará que Rudolf Petersen es retrasado mental, hijo de comunistas. Su padre era empleado de ferrocarriles, “subiendo y bajando la barrera del paso a nivel para el tránsito”. Cinco hermanas y cuatro hermanos, una gran familia de imbéciles. ”.

El abogado, pretendiendo demostrar su imbecilidad, cree que puede justificar la esterilización. Sólo fue seis años a la escuela, donde no fue un buen estudiante. El abogado trata al testigo como deficiente mental. En la escuela ya se le consideró retrasado mental. Sus padres fueron también retrasados mentales, además de comunistas acusados de  inadaptación social.

Los jueces deliberan y comentan la obra de Janning, que fue uno de los fundadores de la constitución de la Alemania de Weimar. El juez admira a Janning, y en principio piensa en apoyarle si no hay pruebas en contra.

En la cocina se encuentra con la señora Bertolt, antigua dueña de la casa. Ahora es una viuda ( Marlene Dietrich ) , la de un general alemán que había sido ejecutado por los Aliados, una vez juzgado. Ella , persona culta y sin tacha política, le presenta la visión de la clase alta alemana ante el nazismo, pero también como no hicieron nada para frenarlo.  Sale a relucir en la película , el proceso de Malmedy es otro de los procesos en donde se ejecutaron a militares alemanes.

Él habla con varios alemanes que tienen diferentes perspectivas sobre la guerra. En la conversación con los sirvientes, el juez sigue indagando acerca de la responsabilidad del pueblo alemán en la época nazi. Fingen no saber nada de lo que era el nazismo. Su respuesta es que no entienden de política.  Es de notar, cómo la respuesta de estos sirvientes corresponde en apariencia al tono atribuido generalmente al pueblo llano, ignorante y poco comprensivo acerca del alcance de la política. Entre ellos los mayordomos que tienen asignados, personas que dicen no haber conocido nada del campo de prisioneros de Dachau, en las cercanías de Munich, y no muy lejano de esta ciudad bávara. Sin embargo, entrelo que dice el marido y la mujer se reflejan ciertas contradicciones que hacen dudar de la verdad de lo que hizo Hitler.

Les pregunta el juez por Dachau, un campo de concentración, a escasos kilómetros de Munich y relativamente cerca de Nüremberg, y su negativa es tan escurridiza que muestra efectivamente cómo se comprometieron en el nazismo, a pesar de lo que sufrieron en la guerra. La sirviente le dice quye Hitler construyó autopistas y dio trabajo, hizo cosas buenas, se dice, lo demás “no podíamos saberlo, muy pocos alemanes lo sabían”, pero “aun sabiéndolo, qué hubiéramos podido hacer”. Es evidente que lo sabían.

Vemos cómo se manifiesta a lo largo del film esta distinción de clases, que había heredado Alemania, entre nobles y plebeyos que opera detrás de todas las acusaciones.

Otros personajes que el juez conoce son el capitán del ejército estadounidense Byers ( William Shatner ), asignado a la parte estadounidense que conoce los casos, y que lleva dos años en el país ocupado y que , en este momento , está saliendo con una chica alemana.

Janning , mientras en el patio de la prisión en la que está, aparecerá como un noble que odiaba a Hitler, igual que todos los verdaderos soldados alemanes, mientras que quienes le apoyaron , como alguno de sus compañeros, eran todos unos mediocres arribistas oportunistas.

Poco después se recaba la presencia de Irene Hofmann Wallner (Judy Garland) para dar cuenta del caso Feldenstein, en el que Feldenstein, un judío, fue condenado a muerte porque, según algunos testigos, mantuvo relaciones íntimas con Irene Hofmann cuando ello estaba legalmente prohibido por las leyes de Nuremberg.

Además de las esterilizaciones masivas y del caso Feldenstein, el Fiscal presenta cargos contra los acusados por ordenar el arresto y el envío a campos de concentración -como acredita documentalmente- de cientos de personas acusadas de deslealtad o resistencia, aplicando un Decreto firmado por Hitler.

Como testigo personal de las atrocidades cometidas en dichos campos, el fiscal pide que se le tome juramento para testimoniar lo que halló el ejército norteamericano al liberar algunos campos de concentración, al tiempo que ilustra su declaración con la proyección de una película con imágenes dantescas de aquellos campos. 

Pero es de destacar la declaración de Irene Hoffmann ( Judy Garland ). Para conseguir su declaración el abnegado fiscal atraviesa un Berlín en el que vive la chica, devastado por las bombas, y pasa ante los restos del parlamento , la puerta de Brandemburgo hasta dar con la chica.

El fiscal no quiere que queden impunes, el actual marido de Irene le pregunta si no cree que de verdad no quedarán así. Para los testigos, la vida en Alemania se hace muy difícil, entre los alemanes sigue existiendo mucha gente que apoya a escondidas el nazismo, y los testigos tienen miedo.

Un hombre judío, el señor Feldenstein, acusado de haber tratado sexualmente con una mujer aria, fue condenado a muerte por corrupción racial. El juicio fue utilizado en la propaganda del nazismo, coincidiendo con la concentración nazi de Nuremberg.  El reo Emil Hang, actuó como fiscal  encargado de condenar a muerte al hombre judío.

Antes de esto se procede por parte del  fiscal a presentar el decreto firmado por Hitler ordenando que todos los acusados o sospechosos de deslealtad o resistencia de cualquier clase fuesen arrestados secretamente y sin advertir a nadie fueran internados en campos de concentración, y órdenes firmadas por estos jueces.

Vemos ahora parte del famoso vídeo grabado sobre los campos de concentración nazis: Obsérvese los lugares de los campos de concentración nazis. Buchenwald 1933, ochenta mil prisioneros. Lema: destrozar el cuerpo, destrozar el espíritu, destrozar el corazón. Hornos, etc., dientes de oro, pantallas de piel humana, cabezas de obreros polacos reducidas, pelvis empleada como cenicero. Los cuerpos de los que llegaban en vagones a veces morían. Se experimentaba con ellos.

La defensa responde al documental. Las operaciones eran secretas, de modo que los alemanes no se enteraban de lo que pasaba. Sólo unos cuantos extremistas eran responsables. Muy pocos lo sabían. Plantea qué tipo de responsabilidad, qué debe hacerse en casos semejantes: abandonar, o continuar mitigando las consecuencias. Aduce que Janning tenía un sirviente judío, que no condenó ni acusó, como si esto justificara algo.

El abogado defensor pretenderá mostrar que en realidad mantuvieron relaciones sexuales, como si ello fuera suficiente argumento para exculpar a los jueces nazis de su condena, “por haberse limitado a cumplir con su deber”.

El abogado defensor alemán Hans Rolfe ( Maximilian Schell ) sostiene que los acusados ​​no fueron los únicos que ayudaron, o al menos cerraron los ojos, al régimen nazi. También sugiere que Estados Unidos ha cometido actos tan malos o peores como los perpetrados por los nazis.

Al presentar el caso de Irene Hoffman, tratando de nuevo de probar que mantuvieron relaciones sexuales, como si esto pudiera ser considerado un delito, incluso aunque una ley lo establezca. Pero el propio Janning le plantea al abogado “¿es que vamos a empezar de nuevo?” queriendo decir que el abogado se comporta como un fiscal nazi que quiere demostrar que la mujer mantiene relaciones con un judío, como si eso probara algo.

Janning, mientras tanto, decide tomar la posición para la acusación, afirmando que es culpable del crimen del que se le acusa: condenar a muerte a un hombre judío por cargos de " contaminación de sangre ", a saber, que el hombre durmió con un joven de 16 años -vieja muchacha gentil- cuando sabía que no había evidencia para apoyar tal veredicto.

Ahora que el juez y profesor Ernst Janning (Burt Lancaster) ha decidido declararse culpable y confiesa que en el caso Feldenstein  se había decidido antes de realizar el juicio y fue una "parodia a la justicia".

Para explicar lo ocurrido  Janning toma la palabras y comenta la época del nazismo. Hambre, corrupción, miedo a todo. Hitler vendió a los alemanes la idea del orgullo alemán frente a comunistas, judíos, gitanos, etc. Por qué participaron quienes no creían en ello, porque amaban a su patria. Las minorías no importan, son una fase, esperaban que la cosa no fuera tan radical. El nazismo dio muestras de gran poder. La persecución a las minorías eran un modo de vivir. Su abogado ha hecho revivir el espectro del nazismo, sugiriendo que todo lo que se hizo fue por el bien del país, por amor a la patria. La salvación de Alemania debe pasar por que los culpables admitan la responsabilidad de lo que han hecho. Reconoce que los campos de concentración eran conocidos. Los vecinos arrestados, las estaciones atestadas de presos, etc., eran conocidas por todos. “Nuestro abogado pretende que no sabíamos nada del exterminio de millones, nos justificaría diciendo que sólo conocíamos el exterminio de unos cientos ¿es que por ventura eso nos hace menos culpables?”

Su declaración muestra cómo todos se involucraron en los crímenes, aprovechándose del poder, de las propiedades de los detenidos, cómplices de aquellos crímenes, activa o pasivamente. Durante su testimonio, explica que las personas bien intencionadas como él aceptaron las políticas de racismo antisemita de Hitler por un sentido de patriotismo, a pesar de que sabían que era incorrecto.

Haywood debe  hacer las consideraciones de conveniencia geopolítica e ideales de justicia. Mientras se juzga las inconveniencias del bando vencido, va surgiendo la Guerra Fría entre los vencedores.

La vista se da por concluida para sentencia. Los jueces se reúnen y se discute la cuestión de la responsabilidad del juez ante la ley y la justicia. Uno de los jueces ayudantes discute si los reos son o no son responsables de crímenes contra la humanidad. Sutilezas legales y especulaciones.

En realidad el verdadero problema es nuevamente el asunto de si aplicar justicia será bueno o malo para los EEUU. Si no se aplica la justicia al caso, ocurrirá como cuando los jueces alemanes aplicaban la ley independientemente de que fuera justa o injusta. Ahora, un caso estratégico puede modificar el juicio y evitar un veredicto que haga justicia a los seis millones de víctimas.

La justicia está por encima de los intereses geoestratégicos, aunque luego se nos informa de que en seis años todos los acusados a cadena perpetua fueron puestos en libertad, con lo que la justicia se pone de nuevo en duda. Los principios morales y legales a los que apela el juez son los compartidos por “todas las sociedades civilizadas” y que "cualquier persona que induce a otra a asesinar, cualquier persona que le provee medios para consumar el crimen, cualquier persona que es cómplice en un crimen, es culpable”.

“La historia y el destino de Janning iluminan la más rotunda verdad que hemos conseguido poner de relieve en este juicio. Si él y los demás acusados hubieran sido seres perversos, y si los jefes que mandaban en el III Reich hubieran sido monstruos sádicos y maniacos, lo ocurrido no hubiera tenido mayor significación moral que un terremoto o cualquier otra catástrofe. Pero este juicio ha demostrado que durante una crisis nacional seres normales incluso hombres capaces y excepcionales pueden engañarse a sí mismos hasta cometer crímenes tan espantosos e ingentes que rebasen cuanto pueda imaginarse […] Reconozco que también en nuestro país hay quienes hablan de la protección de la patria, de supervivencia. Llega un momento en que todo país tiene que tomar una decisión, en el momento en que el enemigo se aferra a su garganta. Entonces parece que el único modo de sobrevivir es emplear los medios del enemigo, hay que sobrevivir por encima de todo, como sea, sin escrúpulos. En tal caso, yo me pregunto, sobrevivir como qué. Una nación no es una roca, tampoco es la prolongación de uno mismo. Es la causa que defiende. Es aquello que defiende cuando defender algo es lo más difícil. Ante los pueblos del mundo permítanme ustedes que proclame en nuestro fallo aquello que defendemos: Justicia, verdad y el respeto que merece el ser humano”.

El juicio de Nüremberg ha terminado. El juez dicta sus sentencias: cuatro cadenas perpetuas a los cuatro jueces juzgados.

El juez sabe que son sus últimos momentos. Llama a la mujer noble para despedirse, pero ello no contestará al teléfono, se siente traicionada.

El abogado defensor habla con el juez y le apuesta que en poco tiempo estarán libres los acusados. El juez le contesta que aunque sea lógico no es justo, y nada podrá hacerlo justo. Es la verdadera cuestión. La lógica no tiene nada que ver con la moral

Por último el  juez hace una visita a Janning, y éste le reconoce que su veredicto fue justo, “en nombre de cuanto hay digno en el mundo”.  Haywood ahora de visita a Janning en su celda y éste le pide que crea que él y los otros jueces acusados ​​nunca desearon el asesinato masivo de inocentes. "Nunca supimos", insiste, "que llegaría a eso". El juez Haywood responde: "Herr Janning, llegó a eso la primera vez que condenó a muerte a un hombre que sabía que era inocente".

Haywood parte; y un título final nos informa  que, de los 99 acusados ​​condenados a penas de prisión en los juicios de Nuremberg que tuvieron lugar en la zona estadounidense , ninguno cumplió sus condenas  en 1961.  

La película examina las cuestiones de la complicidad individual de los ciudadanos en los crímenes cometidos por el Estado, además de un amplio recorrido moral y ético sobre el valor de los derechos humanos.

El guión no tuvo carácter propagandístico, ya que aborda directamente hasta las cuestiones más complicadas. Por ejemplo, el abogado de la defensa Hans Rolfe (Maximilian Schell) plantea argumentos tan espinosos como el apoyo de la Corte Suprema de Estados Unidos a las prácticas de la eugenesia o las palabras de elogio de Winston Churchill hacia Hitler.

La película se basa en un guion escrito para la televisión. Se había emitido el resultado como episodio de la serie  Playhouse 90, de la CBS; en él, Maximilian Schell y Werner Klemperer representaban los mismos personajes que en el largometraje de cine de 1961, que se centra en los históricos juicios de Núremberg y está realizado con la perspectiva que confieren 15 años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

El juicio que desarrolla la película está basado en el verídico «caso Katzenberger» en el cual un hombre judío fue acusado de «relación impropia» con una mujer aria y sentenciado a muerte en 1942.
Los acontecimientos de la película se relacionan principalmente con acciones cometidas por el estado alemán contra sus propios grupos raciales, sociales, religiosos y eugenésicos dentro de sus fronteras "en nombre de la ley" (de la declaración de apertura de la fiscalía en la película), que comenzó con Hitler desde que llega  al poder en 1933.

El desarrollo de la trama y el tratamiento temático cuestionan la legitimidad de los fundamentos sociales, políticos y supuestos legales de estas acciones.

El juicio real de los jueces se centró en 16 jueces y fiscales que sirvieron antes y durante el régimen nazi en Alemania y que pasiva, activamente o en una combinación de ambos, adoptaron y aplicaron leyes que llevaron a actos judiciales de esterilización sexual y al encarcelamiento y ejecución de personas por sus religiones, identidades raciales o étnicas, creencias políticas y minusvalías o discapacidades físicas. Un hilo conductor en la trama de la película es una prueba de " impureza racial " conocida como el caso Feldenstein. En este caso de ficción, basado en el juicio Katzenberger de la vida real, un anciano judío había sido juzgado por tener una "relación" (actos sexuales) con una niña aria (alemana) de 16 años, un acto que había sido legalmente definido como un crimen bajo las Leyes de Nuremberg , que había sido promulgado por el Reichstag alemán. Bajo estas leyes, el hombre fue declarado culpable y fue ejecutado en 1935.

Usando este y otros ejemplos, la película explora la conciencia individual, la culpa colectiva y el comportamiento durante un tiempo de inmoralidad social generalizada.

La película es notable por su uso del drama judicial para iluminar la perfidia individual y el compromiso moral en tiempos de agitación política violenta; fue una de las primeras películas que no se avergüenza de mostrar imágenes reales filmadas por soldados estadounidenses y británicos después de la liberación de los campos de concentración nazis  y que vemos como parte de las alegaciones del fiscal Coronel Tad Lawson ( Richard Widmark ), las escenas de enormes montones de cadáveres desnudos colocados en hileras y excavados en grandes pozos se consideraban excepcionalmente gráficos para una película convencional de su época.

La película cierra la brecha entre las personas de habla inglesa y alemana en la sala del tribunal presentando la película en inglés, pero implica el uso del idioma alemán a través de auriculares utilizados por personajes cuyo idioma materno es el opuesto al que se habla.

La película está considerada por la AFI's 10 dentro del Top 10 en la categoría de "Películas judiciales" para junio de 2008, por el American Film Institute  después de entrevistar a más de 1.500 personas de la comunidad creativa. Juicio en Nuremberg fue reconocida como la décima mejor película en el género de drama judicial . Además, la película había sido nominada para 100 años de AFI ... 100 películas . "

Como he señalado la película contó con la música de Ernest Gold, pero en la misma además de la suya , podemos escuchar clásicas canciones del momento y anteriores como la de Lili Marleen con música de Norbert Schultze (1938) y letras de Hans Leip (1915) cantada por ¿Marlene Dietrich? . Igualmente suena Liebeslied con música de Ernest Gold y letras de Alfred Perry, Wenn wir marschieren una canción popular alemana (alrededor de 1910), y una par de canciones más de Ernest Gold, así como la Sonata para piano n.º 8 en do menor, Op. 13 de Ludwig van Beethoven.

La película desde su estreno recaudó unos $ 6 millones en los Estados Unidos, y $ 10 millones en la versión mundial.

Stanley Kramer recibió el prestigioso Premio Memorial Irving G. Thalberg .Además esta es una de las pocas veces que una película tuvo múltiples entradas en la misma categoría (Tracy y Schell para Mejor Actor). Muchos de los actores de renombre que aparecieron en la película lo hicieron por una fracción de sus salarios habituales porque creían en la importancia social del proyecto.

Decir que la película de Kramer recibió críticas positivas y fue apreciada como una reconstrucción directa de los famosos juicios de criminales de guerra nazis. El elenco fue especialmente elogiado, incluidos Tracy, Lancaster, Schell, Clift y Garland. La publicación de la película fue perfectamente sincronizada ya que su tema coincidió con el entonces juicio y condena en Israel del oficial nazi Adolf Eichmann .

En el diario británico de The Guardian se dijo de ella que era "La obra maestra de Stanley Kramer hace justicia al juicio de los nazis de la vida real (...) Una película histórica excepcionalmente buena – y cautivadora."

Ya en Estado Unidos Bosley Crowther en las páginas de The New York Times la considera "Una película poderosa y persuasiva (...) Hay muchas insinuaciones perturbadoras y actuaciones reveladoras"

En Variety se dijo que  "Un ritmo más rápido (...) y una edición más incisiva hubieran mejorado la película (...) Las estrellas disfrutan de una caracterización amplia y extensa"

Para Jonathan Rosenbaum del Chicago Reader "Es lo suficientemente agradable en sus propios términos, pero resulta insufriblemente simplista comparada con algo como 'Shoah'."

En Time Out se trata de "Esta reunión de estrellas en el juzgado (...) suele ser muy impresionante."; mientras que en Los Angeles Times se destaca que "Kramer no era el tipo de persona que se arrugaba ante temas peliagudos, se tratara de racismo (...) libertad o pensamiento y expresión"

Ya en España Luis Martínez en las páginas de El País afirma que se  trata de una "Producción animada por unas interpretaciones soberbias. Mención aparte merece el siempre febril y torturado Montgomery Clift"

Para Carlos Boyero, cuando era columnista de El Mundo se trata de una película "Espléndida, veraz, honesta."

En cuanto a los premios decir que la película fue nominada para once Premios de la Academia. Maximilian Schell ganó el premio al Mejor Actor y Abby Mann ganó en la categoría de Mejor Guión Adaptado . En su discurso de aceptación, Abby dijo: "Un escritor que se precie tiene la obligación no solo de entretener sino de comentar el mundo en el que vive". Las nominaciones restantes fueron a la mejor Película , Stanley Kramer al mejor director , Spencer Tracy al mejor actor, Montgomery Clift al mejor actor de reparto , Judy Garland a mejor actriz de reparto , tambien fue nominada a la mejor dirección de Escenarios, en las personas de Rudolph Sternad y George Milo , Mejor Fotografía en blanco y negro para Ernest Laszlo, Mejor diseño de vestuario para Jean Louis, o y a Frederic Knudtson como la mejor edición de película .

Obtuvo dos Globos de Oro al mejor actor en un drama (Maximillian Schell) y Kramer como director. obteniendo igualmente seis  nominaciones, a la mejor película, mejor actor de reparto para Montgomery Clift,mejor actriz de reparto Judy Garland y un a la mejor película que promociona el entendimiento internacional en la persona de Stanley Kramer

En los Premios BAFTA tuvo tres nominaciones incluyendo a Mejor película . Para el Círculo de Críticos de Nueva York fue el mejor guión del año y valoró como el Mejor actor en la persona de Schell

El Sindicato de Directores (DGA) la nominó  al Mejor director , en la misma medida que el Sindicato de Guionistas (WGA) lo hizo con la nominación al mejor guión dramático.

Spercer Tracy recibió el Premio David di Donatello al mejor actor  y la película a la mejor producción extranjeros . La National Board of Review la incluye entre el  Top 10 mejores películas de aquel 1961.

Una gran película y una auténtica lección de historia. Un ejemplo magnífico del cine clásico con actuaciones impecables y con un equipo técnico de lujo. Una película imprescindible  que hay que ver , te guste el mundo de la judicatura o te interese la historia. No se cuando volveré a Nüremberg, ciudad preciosa como pocas, cuna medieval de Alemania y casa que fue de Durero. Conjunto monumental magníficamente recuperado, piedra sobre piedra, lugar de juicios imborrables sobre crímenes que han de ser indelebles, pues  como defiende en la película el juez Dan Haywood hay que defender por encima de todo la "Justicia, la verdad y el respeto que merece el ser humano”.



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