martes, 12 de diciembre de 2017

Wichita


Hace algún tiempo estuve viendo Dodge City, ciudad sin ley. El protagonismo de la historia lo asume Wyatt Earp y, claro, leyendo algo sobre el personaje este me llevó a otra localidad de Kansas, Wichita, donde también el personaje ejerció de sheriff y contó con sus hermanos , Virgil Earp y Morgan Earp , y con Bat Masterson, iniciándose así una leyenda que tendría como punto culminante el IK Corral de la fronteriza Tombstone. 

Wichita hoy -para quien no lo sepa- es la mayor ciudad del Estado de Kansas, el mayor centro cultural e industrial y el hogar donde nació Pizza Hut . Fue en su momento una capital ganadera dada su situación estratégica intermedia en las llanuras centrales junto al río Arkansas, un afluente del Mississippi, y una de las ciudades en las que llegó inicialmente el tren en su expansión hacia el Oeste, lo que permitía ser punto de distribución del ganado que procedente desde Texas, y que , desde esta localidad, podía distribuirse hacia el norte (Chicago) y el área urbanizada de la costa Este de los Estados Unidos. Pues bien , a esta ciudad llegó un día el mítico sheriff entre 1870 y  1874. 

Pues bien este es el momento en que se inicia la película Wichita del año 1955 , dirigida por el artesano Jacques Tourneur, un director que con poco presupuesto hacía mucho , algo que sabían los productores Walter Mirisch y Victor Heerman, así como la productora Allied Artist Pictures para encargarle esta película , destinado al mercado "B" del western. Para ello este descendiente de franceses, como indica su nombre, contó con la inestimable ayuda de uno de los guionistas más importante del género en esa década, Daniel B. Ullman. Igualmente contó con la inestimable ayuda del fotógrafo Harold Lipstein quien rodó esta película en un brillante CinemaScope Technicolor. 

Igualmente papel esencial en la misma tiene la banda sonora compuesta por Hans J. Salter y un buen montaje del que se encargó William Austin. 

Como elenco de actores Tourneur contó con un clásico del género, Joel McCrea en el papel de Wyatt Earp, pero también con Vera Miles como Laurie McCoy. Junto a ellos aparecen Lloyd Bridges como Gyp Clements, Wallace Ford como Arthur Whiteside, Edgar Buchanan como Doc Black, Peter Graves como Morgan Earp, Keith Larsen como Bat Masterson, Carl Benton Reid como el alcalde Andrew Hoke, John Smith como Jim Earp, Walter Coy como Sam McCoy, Robert J. Wilke como Ben Thompson, Walter Sande como Clint Wallace, Jack Elam como Al Mann, Mae Clarke como Mary Elizabeth McCoy y hace un corto papel el que con el tiempo será un gigantesco director, Sam Peckinpah, como el cajero de un banco. 

La película comienza con la aparición en escena de un gigantesco rebaño de ganado vacuno perteneciente a Clint Wallace (Walter Sande) que procedente de Texas se desplaza por las llanuras de Texas con la intención de llegar a Wichita. El grupo está deseoso de parar ya en una ciudad , después de llevar un par de meses llevando el ganado y pasando vicisitudes. 

Al caer la tarde, aparece en el horizonte un jinete solitario que más tarde se presenta ante el grupo. Se trata de Wyatt Earp ( Joel McCrea ), un ex cazador de bisontes y que va a Wichita con la intención de convertirse en empresario a esta nueva y pujante ciudad a la que acaba de llegar el tren. 

Tras invitarle a cenar, esa misma noche Wyatt es asaltado por dos de los cowboys del grupo , los hermanos Gyp y Hal Clements ( Lloyd Bridges y Rayford Barnes). 

Sin embargo, Wyatt consigue abortar el robo, pero se va del grupo. Tras esto lo vemos llegando a Wichita, ciudad que se anuncia con un Everything goes in Wichita. 

Cuando llega a la ciudad del ganado , descubre que la ciudad está rebosante de gente que va en busca de fortuna , pues es una ciudad que , gracias a la llegada del tren ha crecido exponencialmente. En la misma se han abierto múltiples negocios, especialmente salones, pero también hay bancos, tiendas, así como un periódico. A éste llega Earp buscando información , pero el director del mismo , el editor Arthur Whiteside (Wallace Ford) , una hombre comprensivo, viudo y bebedor, le abre las puertas a su caballo. Su ayudante es un hombre valiente, idealista y tranquilo, llamado Bat Masterson (Keith Larsenn) , aspirante a periodista, que no tiene problema en enfrentarse a un hombre armado sin temor alguno.  

Poco después Wyatt Earp conoce al alcalde de la ciudad , Andrew Hoke (Carl Benton Reid), así como a uno de sus prohombres, Sam McCoy (Walter Coy) . Esta da un discurso hablando del enorme futuro que le espera a la ciudad, destinada a convertirse la ciudad más importante de Kansas y del medio oeste. Pero Sam McCoy, no está solo, sino que en el estrado está acompañado de su esposa , Mary Elisabeth )Mae Clarke) y su hija Laurie (Vera Miles) . 

Tras ser presentado al alcalde y al empresario, Wyatt Earp se dirige a un banco, lugar donde coincide con los McCoy el alcalde. Mientras que Earp está entregando en depósito sus ahorros, y se produce el asalto al banco que es abortado por Earp. 

Descubrimos así que este crecimiento tan veloz está convirtiendo a Wichita en una ciudad sin ley. Sus habilidades como pistolero lo convierten en un candidato perfecto para ser el sheriff, cuyo puesto le es ofrecido por el alcalde, pero él rehúsa. 

Finalmente llegan a esta ciudad de oportunidades los vaqueros procedentes de Texas que son recibidos con regocijo por la población a sabiendas que van a dejar una buena cantidad de dinero. Efectivamente, la llegada de los cowboys reactivan la vida de los salones que van en busca de chicas y con ganas de beber. 

Sin embargo, este será el inicio del desenfreno con vaqueros que no paran de beber y , tras emborracharse, de disparar sin ton ni son. Uno de ellos tiene desgracia de matar a un niño de cinco años. 

Este hecho moviliza a Wyatt Earp , que se siente moralmente obligado a llevar la estrella y con ella la defensa de la ley y el orden en esta ciudad salvaje. Wyatt Earp consigue paralizar los desmanes y detener a gran parte de la cuadrilla de texanos que no sólo pasan la noche en la cárcel, sino que tras ser juzgados y de ser obligados a pagar una multa , son expulsados de la ciudad. Además Wyatt Earp ordena la prohibición de entrar en la ciudad con armas. 

Esta orden entra en conflicto con sus patrocinadores, ya que las limitaciones y la expulsión supone un varapalo para sus negocios, especialmente para los salones. Viendo lo que ocurre a la noche siguiente es invitado a comer junto al alcalde y los grandes empresarios de la ciudad. Estos le proponen a un Earp obstinado y coherente que quite su orden en nombre de la ciudadanía. Este responde que el único representante de la ciudadanía de Wichita es el alcalde que considera que la labor de Earp es necesaria. 

Esta determinación genera la oposición por parte de los empresarios. Especialmente de Sam McCoy y de alguno más como Doc Black (Edgar Buchanan), que incluso llega a contratar a dos pistoleros que acaban de llegara a la ciudad. Pero con la desgracia para él, de que los dos pistoleros son los hermanos de Wyatt, Virgil Earp y Morgan Earp ( John Smith y Peter Graves), que junto a Bat Masterson se convierten en los ayudantes del sheriff. 

El que ahora encabeza la oposición a Wyatt es el banquero Sam McCoy ( Walter Coy ) el líder de los empresarios locales, que se muestra altivo, y que , además se niega a que Wyatt comience a salir con su hija, Laurie, una vez que ambos se enamoran a orillas del Arkansas. 

Una noche Wyatt es convocado a casa de Sam, junto al alcalde, y Sam le dice que dimita y que abiertamente que deje a su hija, pero el alcalde se niega a cesarlo dada su autoridad y reclama su independencia hasta las nuevas elecciones. 

Esa misma noche sufre una tragedia personal, ya que unos pistoleros pertenecientes al grupo de los texanos , Al (Jack Elam) y Hal Clements disparan matando a su esposa. 

Watt , junto a sus hermanos y Bat, persiguen a los asesinos matando a Al y Hal, aunque Doc, el mismo que quería matar a Wyatt y contratar a dos pistoleros. La tragedia hace cambiar de opinión a Sam, que entiende que la supervivencia del pueblo está en la paz y el orden. De cualquier manera la muerte de los vaqueros, espolean a los vaqueros a ir a la ciudad para matar a los Wyatt. 

Sin embargo, cuando los vaqueros llegan la verdad sale , así que deciden no enfrentarse a Wyatt , no así Gyp que quiere vengar la muerte de su hermano. 

Tras el duelo, este muere al igual que Doc Black, que resulta abatido por Sam al ver que quiere , traidoramente, disparar al Sheriff. La película acaba con la boda de Wyatt y Laurie, pero también se salida para otra ciudad de Kansas en problemas ante su ausencia de ley. Hablamos de Dodge City, acabando así la película. 


La película fue rodada en las localidades en California como Santa Clarita, Thousand Oaks, Sonora, en las estribaciones de Sierra Nevada en Modesto, en Melody Ranch - en el 24715 Oak Creek Avenue de Newhall, y en los Monogram / Allied Artists Studios en el 1725 Fleming Street, así como en Arizona. La película obtuvo el Globos de Oro a la mejor película dramática al aire libre y fue la primera de la Allied Artist en debutar en el formato de CinemScope . 

La película se rodó en 21 días, con un presupuesto superior a los de serie B, pero inferior a los de serie A. 

Se estrenó el 3 de julio de 1955 en los EEUU y obtuvo una taquilla interesante de $ 2.4 millones una cifra estimable para un western  de la serie B.

La crítica , en concreto, Jonathan Rosenbaum, en las páginas de Chicago Reader dijo de la película que era "la primera y mejor película de Jacques Tourneur en CinemaScope (1955) y uno de sus western más extraños, aunque los materiales básicos -desde el tema de Tex Ritter hasta el guión de Daniel B. Ullman, son bastante estándar, como es el elenco secundario. 

Lo que Tourneur aporta a la historia es tanto visual como metafísico: composiciones distintivas, conjuntos e interacción entre el fondo y el primer plano; violencia tremendamente abrupta y arbitraria por parte de ganaderos escandalosos; una extraña sensación de Earp de ser una especie de ángel de la muerte que, al igual que los villanos que se propone desarmar, no puede actuar de otra manera o escapar de su destino; y un comentario interesante sobre el capitalismo según el cual el héroe trastorna a los líderes de la ciudad al prohibir todas las armas de fuego, excepto la suya, lo que es malo para los negocios

En España Miguel Ángel Palomo en las páginas de El País comentaba que "El maestro Jacques Tourneur asombra de nuevo (...) puesta en escena cercana a lo fantasmagórico. Así crea una obra tan inquietante como magistral, de belleza plástica desbordante." 

Para Quim Casas , critico en El Periódico , pero que también lo fue de Dirigido por... o MIradas de Cine, considera la película "Wichita es un excelente muestra de western en el que se tensan las relaciones entre el individuo y la colectividad". 

Ademas de poner en relación la película con otras historias protagonizadas por el mítico sheriff , como Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946) de John Ford, y destaca que Earp , en vez de ser la solución se convierte en el problema. Destaca que fue Joel McCrea el que impuso al director en este y otros western . 

Y añade que "Tourneur siempre le tuvo un especial apego al western, aunque no fuera el género que le otorgara más prestigio ni crítico ni comercial. En los años cincuenta realizó cuatro, Stars in my Crown (1950) que, como Martín el gaucho, participa de otros elementos genéricos y debería considerarse mejor un neo-western; Stranger on Horseback (1955), Wichita (Wichita, 1955) y Una pistola al amanecer (Great Day in the Morning, 1956), y aún pudo haber un quinto si no hubiera rechazado el guión de La puerta del diablo (Devil’s Doorway, 1950, finalmente realizado por Anthony Mann), en una época en que Tourneur podía permitirse estos lujos. 

Quizá porque no son tan sorprendentes como sus productos fantásticos, ni tan aparentemente vitalistas como sus relatos de aventuras, ni tan reconocidos como su pieza negra Retorno al pasado, los westerns tournerianos han sido por lo general mal considerados o, en el extremo opuesto, elevados a quintaesencia del estilo de su autor. 

El propio Tourneur ayudó a esta última consideración cuando, preguntado por cuáles consideraba que eran sus mejores películas, casi siempre citó entre sus preferencias a Stars in my Crown («creo que es mi mejor film junto a I Walked with a Zombie, estaba sacado de un gran libro y acepté rodarlo por muy poco dinero, únicamente porque me entusiasmaba esta historia»), Tierra generosa y Wichita («guardo un excelente recuerdo de estos dos films, sobre todo de Wichita, era un verdadero western que se apartaba de lo ordinario»). 

Menos entusiasta se mostraba con Una pistola al amanecer («me he olvidado completamente de ella, la historia era demasiado fragmentada, demasiado deslavazada») y se sentía decepcionado por Stranger on Horseback por cuestiones ajenas a su trabajo («el procesado del color fue horrible, tuvimos que montar con una copia en blanco y negro y cuando vi por vez primera el film en color me llevé una decepción: un color plano, sin ningún relieve, una especie de tono gris uniforme como si se tratara de un contratipo»). (...) 

Un actor, Joel McCrea, unifica los otros tres westerns de Tourneur realizados en los cincuenta. Su porte y expresión es muy distinta a la de Robert Stack. Carece de su arrogancia, también del peso de un pasado que ha hecho mella. McCrea, como siempre, encarna tres personajes de mirada limpia, rectos, nada individualistas, aunque a veces se les defina con detalles imprevisibles. En Stars in my Crown interpreta a un ex-combatiente de la guerra civil convertido en pastor de métodos harto expeditivos: llega a la ciudad, entra en el saloon, promete el primer sermón allí mismo y, ante las risotadas de los parroquianos, saca sus dos revólveres y les obliga a escuchar los primeros versículos bíblicos. En Stranger on Horseback y Wichita, McCrea defiende la ley y se obstina en limpiar la ciudad de malhechores; en el primer film lo hace bajo la apariencia de un juez que se enfrenta a un clan familiar digno de los Clanton, mientras que en el segundo asume la personalidad del sheriff Wyatt Earp, unos años antes de enfrentarse precisamente a los Clanton en Tombstone. En ambos casos actúa en ciudades en ebullición económica, siendo testigo de las transformaciones sociales y del fin de los viejos tiempos. Pero la obsesión de Earp por hacer prevalecer la ley en una comunidad en la que, como reza un letrero, sucede de todo, termina por enfrentarle con los ciudadanos que le han contratado: sus métodos no gustan ya que ponen en peligro el crecimiento económico de la zona. Stars in my Crown es un film pausado, en formato cuadrado y blanco y negro, punteado por insinuantes travellings que abren y cierran el relato fundiéndose con la canción que le da título. 

Tourneur, más cómodo que nunca. se toma su tiempo para presentar los conflictos y varía de ritmo sin que nos demos cuenta, agolpando en su reducido metraje la muerte de un viejo médico, la dificultad de integración de su hijo, la destrucción de la granja de un campesino negro por los sicarios del cacique del lugar, la enfermedad del hijo adoptivo del pastor, el tifus que asola la ciudad y la irrupción de los jinetes del Ku Klux Klan. En su primera parte se corresponde con el Ford de Judge Priest (1934) y The Sun Shines Bright (1952), es decir, la contemplación plácida, idealista e idealizada de la América rural de finales de siglo. 

Después remueve en las propias entrañas del sur profundo para pincelar un drama que encuentra sus soluciones mediante el uso inesperado de la razón, como en Martín el gaucho o Circle of Danger. Stranger on Horseback y Wichita, ambas en color, la segunda en Scope, transcurren en espacios más ásperos, entre las paredes de la cárcel, en el saloon, en las calles polvorientas que irremediablemente servirán para que héroes (no proscritos) y villanos resuelvan a tiros sus problemas. Son westerns hieráticos, como lo es la composición de McCrea. 

Tourneur hace angulosos y desazonantes los espacios, especialmente en Wichita, donde el Scope ofrece un recurso longitudinal que busca el dinamismo interno del plano a pesar de que la acción se concentre en escenarios cerrados y progresivamente abstractos. A diferencia de Ford y Lang, pero coincidente con Boetticher, Ray o Fleiseher, Tourneur apreciaba el formato panorámico y tenía unas teorías peculiares al respecto: «Pienso que el CinemaScope es muy relajante para el espectador porque su mirada va de un personaje a otro, y eso cansa menos la vista que mantenerla fija sobre una mancha luminosa en medio de la oscuridad». (Quim Casas, Miradas de Cine) 

En Fotogramas se dice en un artículo que presenta los mejores 50 western de la historia del cine que "Tourneur siempre se sintió libre y creativo en los terrenos de la serie B, fuera el fantástico, el cine negro o el western. En apariencia sin nada que los distinguieran (historias explicadas con pulcritud, bien dirigidas, no falta ni sobra un plano, ritmo, actores bien llevados…), sus películas están llenas de detalles de auténtico genio. Solamente por cómo une a Bat Masterson con Wyatt Earp (excelente Joel McCrea) o por la escena del caballo en la redacción de periódico ya merece la pena visionar la cinta."

Para Alberto Abuín en Espinof ‘Wichita’ es una de las pruebas del enorme talento que tenía Jacques Tourneur, y también uno de los westerns realizados en la década de los 50 que más influyó en el cine posterior. ...Es ‘Wichita’ una película que habla de la justicia, y de un tipo de hombres que en tiempos del salvaje Oeste ayudaron a hacerlo menos salvaje. Justicia vista dependiendo del punto de vista de varios personajes, cuyos valores en la vida no son, evidentemente, los mismos. Tourneur realiza una exquisita puesta en escena, marcada con un uso llamativo de los colores, reflejo de un mundo en expansión (excelente la utilización del formato scope). Consigue además manejar muy bien el tempo narrativo (hablamos de una de esas ejemplares películas en las que nos narran todo muy bien en 80 minutos), permitiéndose el lujo de ofrecernos un par de momentos planteados como si de un film de suspense se tratase. Son éstos instantes en los que ‘Wichita’ se vuelve muy violenta, pero se trata de una violencia contenida, a punto de explotar, y que provoca en el espectador una tensión inesperada. Y acaba escribiendo - y le doy toda la razón- "Sea como fuere, es un título imprescindible dentro de la historia del Western, y que hizo/hace/hará las delicias de todo aficionado".

El film es interesante. Es un buen western, que sabe cpmbinar los elementos propios del género con el drama y romance, pero también con alegatos políticos en favor del orden, de la libertad de prensa, la democracia y , en contra, de la defensa a ultranza y como valor exclusivo del dinero. 

La dirección de Tourneur aporta un tratamiento elegante y sutiles de la historia, utilizando elipsis rotundas (paso de un plano en el que Earp y Sam McCoy se estrechan la mano a otro en el que se prepara el lanzamiento de arroz a dos recién casados) y una puesta en escena . 

La música, de Hans J. Slater (“Rebelión en el fuerte”, Walsh, 1954), aporta una partitura de composiciones de aire country, cortes orquestales apasionados, fragmentos intensamente dramáticos y un hermoso y breve tema de amor. Añade la balada “Wichita” a cargo del vocalista Tex Ritter. La fotografía, de Harold Lipstein (“Pal Joey”, Sidney, 1957), en color (technicolor) y scope, ofrece un eficiente trabajo de cámara, con emocionantes travellings de seguimiento, encuadres inferiores de exaltación del héroe, perspectivas generales de persecuciones a caballo y encuadres fijos del enfrentamiento del héroe solitario con grupos numerosos de oponentes. 

El resultado es un western emocionante de suavidades pictóricas con una fotografía en technicolor en tonos casi pastel y la filmación en Cinemascope con gustos por los encuadres, con interesantes escenas de acción a caballo, en grupos grandes o con pocos jinetes disparando , pero sin omitir escenas con dosis de violencia , aunque no se muestra abiertamente. Hay un planteamiento político y económico que subyace en el film, así como un alegato por la libertad de expresión, la prensa como elemento de opinión. Los diálogos son extremadamente inteligentes y lacónicos como este:” La prudencia es la mejor cualidad del valor”. 

He leído que "Wichita" es la versión positiva y optimista de un estupendo film posterior, en el que se produce la misma tensión y oposición, pero con un final infeliz y sin esperanza: "La ciudad sin ley" (Death of a Gunfighter, 1969), dirigida por Alan Smithee (pseudónimo usado por Don Siegel). Pero esto no impide que veamos a Wyatt Earp como quiso presentarlo Tourneur, la historia de un hombre justo y honesto, con principios,  que ponen en contra a los hombres cuyo único principio vital , el más importante,  es el negocio.


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