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lunes, 13 de enero de 2025

El hombre que nunca estuvo allí



The Man Who Wasn't There es una de las películas - en este caso neo-noir- que me faltaban de los hermanos Coen que aquí actúan como guionistas, directores, montadores y productores como suele ser habitual en sus películas. Fue coproducida de forma independiente a través de productoras estadounidenses y británicas. También cuentan con su troupe habitual de actores y actrices donde por supuesto está Frances McDormand, omnipresente, así como Scarlett Johansson, que aparece jovencísima o hace de chica muy joven en esta película del año 2001. 

Los hermanos que ya habían firmado juntos títulos como Valor de ley, Quemar después de leer, Arizona baby, Muerte entre las flores, Barton Fink, El gran salto, Fargo o LadyKillers ganaron en Cannes con esta película el premio al mejor director. 

Quien dio el peso a lo largo de toda la película es el hierático y sombrío Billy Bob Thornton que encarna al personaje principal, un peluquero. El papel de la esposa lo interpreta la mujer de Joel Cohen que no intervenía desde Fargo cuando se llevó el Oscar a la mejor actriz. Junto a ellos completan el reparto James Gandolfini y Michael Badalucco. 




La historia la de un aparente don nadie que en el verano de mil novecientos cuarenta y nueve, y mientras ejerce como peluquero de un pueblecito del norte de California, Ed Crane, se involucra en la inversión en un negocio ya que no es feliz con la vida que lleva además de sospechar de la infidelidad de su mujer, pretendiendo buscar una oportunidad de iniciar un chantaje en el que cree poder cambiar esa vida anodina y triste que llevaba. Sin embargo, su plan no hace sino dejar al descubierto secretos aún más oscuros en última instancia lo que conducirán al asesinato y al terrible final con el que acaba la película. 

La historia está narrada durante el verano de 1949 en la localidad de Santa Rosa, ubicada al norte de California. Descubrimos que el protagonista es  Ed Crane (Billy Bob Thornton), un barbero anónimo, que trabaja en la barbería de su difunto suegro y que lleva con profesionalidad su cuñado. Mientras que éste es un charlatán sin freno, Ed es de carácter melancólico, inexpresivo y reservado. 




Ed está casado con Doris (Frances McDormand), una oficial contable con algunos problemas de alcoholismo como comprobamos cuando los dos hermanos, Frank y Doris, así como Ed son invitados a una boda típicamente italiana, en la que ella se emborracha y mostrándose extremadamente grosera.




En cuando a Ed, generalmente, contesta con no más que un gesto debido a que todo lo que sucede a su alrededor le resulta poco más que inerte. A tal punto que termina por sentirse hastiado de su vida, de aspecto rutinario y aburrido. 

La barbería donde trabaja pertenece a Frank (Michael Badalucco), su cuñado y también colega, un auténtico charlatán. 

Una día, en la barbería, Ed conoce a Creighton Tolliver (Jon Polito), un hombre de negocios que está buscando un inversor para desarrollar una nueva tecnología de limpieza en seco. 

Después de pensarlo, a Ed le resulta convincente la idea y decide invertir. De forma anónima y sutil, Ed chantajea al jefe de su esposa Doris, un veterano de guerra apodado «Big Dave» (James Gandolfini), aprovechando que tiene la completa certeza de que Dave mantiene una relación amorosa con ella. De esta forma, Ed pretende conseguir los diez mil dólares que necesita para formar parte del negocio. 

Big Dave en una fiesta le comenta a Ed que está siendo chantajeado por tener una relación amorosa al margen de su matrimonio. Esta persona que desconoce quien es le pide un dinero que si lo saca de la empresa delataría ante ella su relación extramarital. 

Sin embargo, Dave retira el dinero de su empresa —el gran almacén Nirdlinger— para pagar el chantaje. Dave considera que el responsable es , según él, un "maricón", con bisoñé que había hablado previamente con él para un negocio de limpieza en seco. Sin embargo, descubre el plan y golpea a Tolliver hasta que este implica a Ed. Dave se enfrenta a Ed en el almacén e intenta matarlo, pero Ed lo apuñala fatalmente con una navaja para cigarrillos. 

Después del funeral de Dave, la esposa de éste (Katherine Borowitz) se acerca a la casa de Ed y le comenta que un día, ella y Dave vieron un ovni. 

Más tarde, se encuentran irregularidades en los archivos de contaduría del almacén. La policía arresta a Doris por desfalco y por la muerte de Dave.  Doris pasa varias jornadas en la cárcel y allí recibe la visita de Ed , y después, la de su abogado.

Ante esto Ed contrata a Freddy Riedenschneider (Tony Shalhoub), un costoso y prestigioso abogado defensor de Sacramento, que llega a la ciudad y se aloja en el mejor y más caro hotel. Este continua viviendo extravagantemente con el dinero de la defensa de Doris, el cual Frank obtuvo hipotecando la barbería. 




No obstante, Doris se cuelga en su celda durante la mañana antes del juicio. Más tarde el médico forense de la prisión se acerca un día a ed y le da a conocer que estaba embarazada al momento de su suicidio —aunque hacía años que ya no tenía relaciones con Ed—. 

Riedenschneider abandona la ciudad indignado considerando que no ha podido realizar bien su labor en el juicio. Por su parte, Frank —ahora muy endeudado— empieza a beber mucho. 

 Ed visita regularmente a Rachel «Birdy» Abundas (Scarlett Johansson), la hija adolescente de Walter (Richard Jenkins), un abogado conocido de Ed, para escucharla tocar el piano. 




Atormentado por la soledad, se imagina ayudándola a empezar una carrera musical y transformándose en su representante. Su fantasía se termina cuando un profesor de música, un francés de San Francisco, le dice que Birdy no tiene talento. Conduciendo de vuelta después de visitar al profesor, Birdy se le insinúa a Ed y trata de hacerle sexo oral, provocando que Ed pierda el control del vehículo y salga de la carretera. 

Cuando Ed se despierta en el hospital, dos oficiales de policía le comunican que está bajo arresto por asesinato. La razón es que el cadáver de Tolliver ha sido encontrado por un chaval cuando se bañaba en un lago, junto al contrato de inversión de Ed. La policía cree que Ed obligó a Doris a extraer de la empresa el dinero de la inversión y luego mató a Tolliver para que no revelara el origen del dinero después de que este se diese cuenta. 

Ed es enjuiciado por el asesinato e hipoteca su casa para volver a contratar a Riedenschneider. La declaración inicial de Riedenschneider al jurado es interrumpida cuando Frank ataca a Ed; el juicio es suspendido. Sin dinero y sin nada más para hipotecar, Ed se lanza a la corte a su suerte. La maniobra no funciona y el juez lo sentencia pena de muerte. 




Mientras espera en el corredor de la muerte, Ed escribe su historia para venderla a una revista pulp. Poco antes de su ejecución, Ed ve un ovni en el exterior de la cárcel. 

Finalmente, una mañana es conducido a la silla eléctrica. Reflexiona sobre su destino, sin arrepentirse de sus decisiones y con la esperanza de ver a Doris en el más allá, ambos libres de las imperfecciones del mundo mortal. 




Los hermanos Coen empezaron a escribir el guion a mediados de los años 1990 e hicieron una pausa entre medio para filmar El gran Lebowski. Nuevamente disponibles, los hermanos se trasladaron a Irlanda —donde Frances McDormand se encontraba trabajando— para continuar con la escritura.

Una vez escrito el guion, los Coen se lo enviaron a los productores Eric Fellner y Tim Bevan de la compañía Working Title Films; tenían intenciones de iniciar la producción en 1999 pero aprovechando la disponibilidad de George Clooney prefirieron dedicarse a otro proyecto: O Brother, Where Art Thou?.

Tan pronto finalizó la filmación y montaje de O Brother, Where Art Thou?, a mediados del año 2000 los directores continuaron con The Man Who Wasn't There —en ese entonces titulada provisionalmente The Barber Project. 

El proyecto se financió de forma independiente a través de las productoras Gramercy Pictures, Working Title Films y Good Machine —compañía de Ted Hope y James Shamus, quienes más tarde fundaron Focus Features— que reunieron un presupuesto aproximado de veinte millones de dólares. Sin tener claro aún quien iba a interpretar al protagonista, los Coen escribieron el personaje de Doris —la esposa de Ed Crane— y Frank —el dueño de la barbería— para Frances McDormand y Michael Badalucco, respectivamente.

Para protagonizar la cinta, los directores le dieron la oportunidad a un actor con quien no habían trabajado antes, Billy Bob Thornton, que aceptó la propuesta para encarnar al barbero antes de leer el guion: «Sabía que sería bueno. Hay ciertas personas con las que sabes que no puede salir mal», comentó el actor. Parece ser que Bill Murray fue tenido en cuenta para el papel que finalmente sería de Thornton. 

Mientras que para el rol del jefe y amante de Doris, los Coen convencieron a James Gandolfini, quien según ellos era «perfecto para el personaje». Otros dos actores ya conocidos por los Coen, Jon Polito y Tony Shalhoub, también se sumaron al reparto, completado por Adam Alexi-Malle, Katherine Borowitz, Richard Jenkins y la en ese entonces adolescente Scarlett Johansson. Cuando Jenkins recibió la llamada para asistir al casting su respuesta fue negativa debido a que ya había asistido a tres pruebas de selección para tres producciones anteriores de los Coen, sin éxito en ninguno de los casos. No obstante, los directores finalmente lo eligieron para el rol. 

La filmación comenzó el 26 de junio del año 2000 en California y finalizó el primero de septiembre, tras diez semanas de rodaje.

Se comenzó a filmar en la abandonada Lincoln Heights Jail de Los Ángeles para ambientar una celda de una cárcel de la ciudad de Santa Rosa. 

Más adelante, el equipo se trasladó al Este de Los Ángeles y luego al restaurante de Hollywood Boulevard Musso & Frank Grill, donde Ed Crane se reúne por primera vez con su abogado. 

El rodaje continuó en Thousand Oaks durante dos días para realizar las escenas de la boda en el campo; previo a sus escenas, Michael Badalucco tuvo que practicar con cerdos para la escena en donde se monta sobre uno. 

A continuación, la producción volvió a Los Ángeles para filmar en una iglesia presbiteriana sobre Wilshire Boulevard y en el Centro de Los Ángeles, donde se filmó en un complejo de apartamentos que se utilizó para hacer las escenas del vestíbulo del hotel. Un Bank of America abandonado ubicado también en el centro se utilizó para las escenas en que Ed va al banco.

El edificio de Nirdlingers, donde Doris trabaja como contable, se creó a partir de una tienda de muebles abandonada ubicada de Glendale, el diseñador de producción Dennis Gassner recordó: Tuvimos que modernizarlo en cierta forma, manteniendo lo que ya estaba en la arquitectura y haciendo que funcionara para el estilo moderno de 1949. Ese espacio era como una cantera de donde podía extraer lo que necesitaba. De hecho, utilicé algunos diseños amurados art déco de cromo que habían sido mantenidos en las paredes y varias molduras de la pared.

Parte importante de la filmación se llevó a cabo durante un día en la ciudad de Orange, que se usó para representar los exteriores del pueblo de Santa Rosa, donde se ambienta la mayor parte de la película. Aunque se rodó un solo día en Orange, el equipo trabajó más de dos semanas ambientando las calles de acuerdo al año 1949: se reemplazaron señales de tránsito, se modificaron fachadas y se realizaron reparos menores en calles.

Las escenas exteriores de la casa de Ed Crane se filmaron en el barrio de Bungalow Heaven, en Pasadena, un sitio popular y económico a mediados del siglo veinte. Los Coen eligieron la casa con el techo más bajo para lograr la impresión de un espacio más reducido y así representar la situación económica del barbero. Las escenas del salón del profesor de piano también se rodaron en Pasadena, exactamente en el complejo de edificios del Hotel Green. Se usaron locaciones para filmar casi toda la película a excepción de algunas escenas, como por ejemplo las de la barbería —las últimas antes del final de la filmación— realizadas en un set construido por Gassner en los Paramount Studios.

La fotografía fue cosa de Roger Deakins. Lo hizo en blanco y negro de forma fue sencilla y tradicional. La mayoría de las tomas se hicieron con la cámara a la altura de la vista, con lentes normales y una larga profundidad de campo. En comparación con las viejas películas de cine negro estadounidense, Deakins usó una amplia gama de grises e intentó crear poco contraste sin muchas sombras fuertes, utilizando menos cantidad de luces y de mayor tamaño. A pesar de estar ambientada en el pasado, utilizó tecnologías contemporáneas y quería que The Man Who Wasn't There reflejara la era en que estaba siendo realizada: «no tratamos de hacer una película vieja», dijo Deakins. Se filmó en formato de 35 mm en color y convertida a blanco y negro durante la postproducción. Ese procedimiento se debió, en parte, a razones técnicas puesto que en las últimas décadas la disponibilidad de rollos de película en blanco y negro era muy escasa. Sin embargo, debido a exigencias contractuales y de marketing, en algunos países se estrenó en color. «La película se hizo para ser vista en color», afirmó Joel Coen, y mencionó que en color se vería «horriblemente fuera de lugar» debido a que la escala de grises neutralizó colores ajenos a la época de ambientación de la trama. Por un montón de razones intangibles que no son fáciles de explicar, el blanco y negro pareció ser apropiado para la trama. Es una película de un período histórico y el blanco y negro ayuda a la sensación de esa época. Es evocativo para una historia como ésta de maneras que la fotografía en color no lo es" señaló Joel Coen 

El diseño de escenarios y vestuario a cargo de Dennis Gassner y Mary Zophres, respectivamente, debió adaptarse a la ausencia de color, evitando altos contrastes que distrajeran la atención. El blanco y negro también tuvo un efecto en los actores, intensificando algunos elementos: «tan solo un close-up es muy llamativo por las sombras y la sensación de profundidad», dijo McDormand.  No obstante, el equipo no perdió de vista la versión en color y diseñó las locaciones evitando los colores luminosos y prefiriendo marrones y grises.

La vestimenta de Ed Crane consistió en sacos deportivos y camisas de gabardina y rayón típicas de esos años, sus medias no tenían elásticos en la parte superior y —al igual que los extras— usó ligas para sostenerlas. Entre las prendas femeninas se incluyeron medias con costura, fajas y sostenes puntiagudos. 

El traje cruzado con solapa en pico del abogado defensor Freddy Riedenschneider estuvo inspirado en Salvador Dalí, según la responsable de vestuario, Mary Zophres: «Es un poco inusual para la época y sugiere opulencia». Para componer la apariencia de su personaje, Thornton observó imágenes de figuras de aquella década y tomó prestado algunos elementos de Raymond Burr y Frank Sinatra. El actor comentó al respecto que «una vez que consigues la apariencia adecuada, todo en tu actitud cambia».

Cuando Ed aparece en pantalla, casi siempre se lo ve fumando un Chesterfield. Además, barberos profesionales capacitaron a Thornton y Badalucco.

La banda sonora de la película consiste en música clásica, principalmente sonatas para piano de Ludwig van Beethoven, intercalada con siete nuevas composiciones de Carter Burwell. Además de Beethoven, la banda sonora incluyó una composición de Mozart, «Sull'aria... che soave zeffiretto». La inclusión de la música clásica es un recurso que distingue a la película de otras del género noir. 

El editor musical Todd Kasow se encargó de seleccionar sonatas adecuadas para la banda sonora mientras que Burwell empezó a trabajar en una composición «pianocéntrica». Algunas de las composiciones presentan estructuras «cíclicas» que simbolizan la situación en la que se encuentra el protagonista y su dificultad para liberarse de ella, pero al mismo tiempo, los Coen sentían que era esencial para el personaje que la música sugiriese «un vago anhelo». 

El periodista Dan Goldwasser describió el trabajo de Burwell como «oscuro y solemne» y escribió que la composición principal, «The Trial of Ed Crane», tiene «una especie de romanticismo con un mínimo dejo de esperanza». The Man Who Wasn't There fue la novena película en la que Burwell colaboró con los hermanos Coen. 




El filme se estrenó en el Festival de Cannes en mayo de 2001. Tras Cannes, la cinta llegó a otros festivales de cine europeos de ese año como Edimburgo, Flandes, Varsovia y Viena. 

Después de su estreno en el Festival de Cannes, Joel Coen se llevó el premio al mejor director y compartió el premio con David Lynch por Mulholland Drive. La película además estaba nominada a la Palma de Oro, el mayor reconocimiento del festival, pero La habitación del hijo de Nanni Moretti se llevó el premio.

Asimismo, la cinta formó parte de la selección de las diez mejores del año del National Board of Review.

​El filme estuvo nominado a una estatuilla en la 74.ª entrega de los premios Óscar en la categoría de mejor fotografía (Roger Deakins), aunque finalmente el premio se lo llevó Andrew Lesnie por El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo.

Asimismo, la película recibió tres nominaciones a los Premios Globo de Oro en las categorías de mejor película dramática, mejor guion y mejor actor dramático (Billy Bob Thornton), pero no consiguió llevarse ninguno.

El director de fotografía Roger Deakins obtuvo el galardón en la categoría de mejor fotografía de los Premios BAFTA.

Adicionalmente, Deakins recibió múltiples reconocimientos por parte de otras organizaciones, incluyendo la American Society of Cinematographers, la Boston Society of Film Critics, la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles, los Críticos de Cine de Nueva York en Línea, la Sociedad de Críticos de Cine en Línea y los Premios Satellite, entre otras.

Muchos críticos elogiaron el filme tanto por su técnica como por sus actuaciones. 

Richard Schickel, de Time, escribió: «La capacidad de no mostrar emoción no es una cualidad muy apreciada en protagonistas de películas, pero Billy Bob Thornton, ese actor espléndido, lo hace de manera perfecta como Ed Crane, un taciturno barbero de pueblo, hacia 1949».

Otros críticos también elogiaron el rol protagonista de Thornton, como por ejemplo Emanuel Levy, quien opinó que Thornton «se absuelve maravillosamente a sí mismo en un papel desafiante que exige más reacción que acción» y agregó: «parece un atormentado Montgomery Clift».




La revista Variety escribió que el protagonista de la película «establece nuevos estándares de opacidad y pasividad». A pesar de escribir una reseña poco entusiasta, Todd McCarthy, de Variety, elogió el trabajo de Deakins, los escenarios de Dennis Gassner y el vestuario de Mary Zophres para crear una «representación superior del periodo de posguerra en una pequeña ciudad». 

Desde Illinois,  Jonathan Rosenbaum, en las páginas del periódico Chicago Reader, destacó que «Joel e Ethan Coen se mantienen fieles a su inclinación por héroes torpes y neo-noir, y a su firme convicción de que la vida normalmente se vuelve espléndidamente horrorosa». Al igual que hicieron varios críticos que destacaron la fotografía en blanco y negro de Roger Deakins, este diario, El Reader de Chicago comparó la fotografía con la de 8½ de Federico Fellini.

En otro diario de Illinois, Roger Ebert, del Chicago Sun Times, comentó: "la película es eficaz y segura en su estilo, tan amorosa y tan intensa que si usted la recibe con esa misma frecuencia, le será como una fiesta".Y añadió en su crónica "El aspecto, el sentimiento y la ingenuidad de esta película están tan adorablemente moduladas que te preguntas si alguien más podría haberlo hecho mejor que los Coen. Probablemente no (...)" .

Más al sur, en concreto en Texas,  Marc Savlov, del The Austin Chronicle, anunció que era «la película más bonita del año» y agregó que «la actuación de Billy Bob Thornton representa un diamante en bruto deslumbrante». 

Peter Travers, de la revista Rolling Stone, escribió sobre ella que "Siempre interesante y endiabladamente divertida (...) 'Man' evoca clásicos noir de los años 40, como 'Double Indemnity'" , y la citó como una de las mejores cintas del año y expresó que es «diabólicamente divertida» y destacó la fotografía y las actuaciones. Travers incluyó a The Man Who Wasn't There en el número ocho de su lista de las diez mejores películas indie de 2001.




En la costa este, Michael Sragow, del The Baltimore Sun, señaló que "The Man Who Wasn't There es una intelectualizada, estilizada y completamente vacía producción de época. Pese a su espléndido y claustrofóbicamente controlado aspecto en blanco y negro, tiene el mismo impacto que una pistola de juguete". Una crónica parecida se publicó en el New York Post al decir que "A pesar de su brillantez visual, su inteligencia en todos los aspectos y la manera en la que muestra una profunda comprensión del género, no acaba de funcionar". Frente a estas crónicas no tan positivas, A. O. Scott del The New York Times escribió que era "Una película bella y evocadora que no hace alusión a nada fuera de sí misma y que se dispersa como el vapor tan pronto como termina"  

En Gran Gretaña, Kim Newman de Empire comentó que la película había sido "Un trabajo fascinante, inusual y complejo de los directores más consistentes y brillantes de la última década (...) ". Peter Bradshaw, del The Guardian, afirmó: «Es la mejor película estadounidense del año»; y, en este mismo diario británico, Philip French,  también afirmó que se trataba de la mejor película del año hasta ese momento. En Time Out se publicó una crónica que decía de la película que era "Un intento valiente y logrado de explorar los esfuerzos internos de alguien que simplemente no se siente como la mayoría de nosotros" 

El crítico de la BBC Nev Pierce también la calificó como «una de las mejores películas del año» y sobre su visionado agregó que se trataba de «una experiencia única, peculiar, cautivadora».

El crítico Matthew Turner de View London comentó que el blanco y negro «no se veía así de espléndido desde los años 1940».

Ya en España Ángel Fernández Santos crítico de El País dijo de ella que "Arrastrado por la fuerza de McDormand y Thornton, está a punto de recomponer con cine de viva modernidad un viejo molde clásico (...) al final, como un tintero al que alargan la tinta echándole agua y agrisando su negrura, se viene abajo tras alcanzar algunas sorprendentes singularidades."

Y cómo la he visto en TCM admirando su fotografía , el tono de la película, el impresionante guion, la adecuación y brillantez con respecto en este caso a la inclusión de la voz en off, al impecable trabajo de toda la troupe Coen, pero especialmente impresionante Billy Bob Thorton, en una película en la que el OVNI está bien traído, aquí adjunto tres imágenes sobre la película







Con respecto a la ambientación rural, el historiador José María Caparrós señaló: «Pocas veces el cine estadounidense se ha asomado de una forma tan sutil y contundente para ofrecer un testimonio del hondo vacío existencial y de la mediocridad de la América profunda».



martes, 7 de enero de 2025

Los otros



Recuerdo haber ido a su estreno allá `por el año 2001. Creo que era la tercera película de un director que había irrumpido en el cine español con una fuerza nunca vista, con un thriller, titulado Tesis (1996), que nos dejará boquiabiertos a todos los aficionados al cine y al género. 

La siguiente, en 1998, fue otra obra espectacular, pues Abre los ojos, nos volvió a dejar patidifusos a tirios y a troyanos , no ya sólo españoles, pues la idea fue comprada como la película por una multinacional para hacer un remake de Hollywood. 

Los otros fue la tercera, convirtiéndose en una de las películas más exitosas del cine español y un clásico contemporáneo, protagonizado por gente de Hollywood como Nicole Kidman y Christopher Eccleston.

Alejandro Amenábar parecía que iba a tener una carrera inigualable. Había creado una obra que competía en temática con una de las película que más impactó aquel año, El Sexto Sentido. 

La idea era común, en este caso una historia que se desarrolla en la británica isla de Jersey. Y aunque la guerra ha terminado , el marido de la protagonista, Grace ( Nicole Kidman) no ha regresado a casa. Grace espera el regreso de su esposo, que se encuentra combatiendo en la guerra y tiene fe en ella pues es una mujer de fuertes creencias religiosas . Sus dos hijos, una chica y un chico, Anne (Alakina Mann) y Nicholas (James Bentley), además sufre de una extraña enfermedad por la que no pueden recibir la luz del sol, son fotosensibles hasta un extremo nunca visto. Pero la llegada de tres nuevos sirvientes que vienen cruzando una niebla espesa e infinita rompe la rutina de la casa.



Estamos en 1945, y Grace Stewart vive en una remota casa de campo en Jersey, una isla del Canal que antes estaba ocupada por los alemanes, con sus dos hijos pequeños, Anne y Nicholas, ambos con una gran sensibilidad a la luz. Por ello, Grace mantiene la casa a oscuras con pesadas cortinas. 




Un día, llegan la señora Bertha Mills (Fionnula Flanagan), el señor Edmund Tuttle (Eric Sykes), y una joven muda llamada Lydia (Elaine Cassidy) ya que buscan empleo. Grace los contrata como ama de llaves, jardinero y criada, y se alegra de saber que los tres habían trabajado en la misma casa años antes y Grace acepta contratarlos.Grace advierte de las estrictas normas a seguir, especialmente una: todas las habitaciones deben permanecer en penumbra. Para ello, Grace le entrega a la señora Mills un juego de 15 llaves que abren las 50 puertas que hay en la casa. Otra de las normas que han de seguir rigurosamente es la de cerrar las cortinas de las habitaciones, de tal manera que no entre luz, ya que Anne y Nicholas son fotosensibles y podrían llegar incluso a morir por ello.

Tras conocer a los niños de la casa, cada uno comienza con su rutina. La madre ejerce de maestra de los niños. Con ella leen las Sagradas Escrituras, pintan , pero también discuten sobre la verdad o la existencia del Limbo. 

Entre tanto silencio, Grace se siente temerosa de que cualquier sobresalto pueda afectar a sus hijos, quienes advierten a la madre de que allí viven fantasmas. Tras percibir extraños ruidos y cambios dentro del acomodo de la casa, Grace intenta averiguar lo que ocurre en la mansión. 

Una noche Anne le comenta a su madre y hermano que recibe visitas periódicas de un niño llamado Víctor, un chico que dice vivir allí con sus padres y una anciana ciega. 



Grace cree que se trata de una fantasía, pero cuando ella misma empieza a oír pasos y voces incorpóreas, ordena que registren la casa, creyendo que hay intrusos en el interior. 

En un trastero, encuentra un álbum de fotografías del siglo XIX que contiene fotografías de personas que han fallecido, una práctica habitual al final del siglo XIX para guardar recuerdos de los familiares. 

La señora Mills relata que muchos de los habitantes de la isla se marcharon en 1891 debido a un brote de tuberculosis. 

Grace comienza a temer que haya entidades sobrenaturales en la casa, pero lucha por reconciliar tales cosas con su rígida fe católica. 

Por la noche, Grace es testigo de un piano que toca solo y se convence de que la casa está embrujada. Sale corriendo en busca del sacerdote local para bendecir la casa y le ordena a Tuttle que revise el cementerio cercano para ver si hay una familia enterrada allí. Al poco vemos que el señor Tuttle cubre las lápidas del terreno con hojas por orden de la Sra. Mills. 

Justo a la mitad de la película tiene lugar un hecho determinante en la película. Grace tras hablar con sus criados sale de la propiedad y mientras recorre el camino flanqueado por el bosque, se encuentra con su esposo Charles, a quien creía que había muerto en la guerra. 

Charles actúa muy distante durante su corta estadía en la casa, presumiblemente sufriendo un trastorno de estrés postraumático como resultado de su servicio en la guerra. 

Un día, Grace ve a Anne vestida con traje de primera comunión , aunque parece de boda. Como no para de hacer ruido le regaña y cuando va a quitarle el velo, para su horror, en su lugar encuentra a una anciana que usa el vestido de comunión de su hija y que habla con la voz de Anne. Grace ataca a la anciana, solo para descubrir que ha atacado inadvertidamente a su propia hija. 

Charles le informa a Grace que debe regresar al frente, rechazando su insistencia en que la guerra ha terminado.


 

A la mañana siguiente, Charles se ha ido y Grace se horroriza al descubrir que se han quitado todas las cortinas de la casa, exponiendo a Anne y Nicholas a la luz del sol. Acusa a los sirvientes de hacer esto y los expulsa de la casa. 

Esa noche, los niños descubren que las lápidas del cementerio pertenecen al trío de sirvientes y huyen cuando ven que los sirvientes se acercan a ellos. 

Mientras Grace busca por la casa encuentra una fotografía post mortem de la Sra. Mills, Tuttle y Lydia, quienes fallecieron durante un brote de tuberculosis más de cincuenta años antes. 



La Sra. Mills le dice a Grace que hable ellos han estado en la casa para protegerlos de los "intrusos". Grace descubre que la anciana ciega es de hecho una médium que está celebrando una sesión espiritista con los padres de Victor, quienes han descubierto a través de la escritura automática que Grace, abatida después de que Charles muriera en la guerra, asfixió a sus hijos con una almohada antes de suicidarse. 



Horrorizada, Grace se da cuenta de que "los otros" de la casa son la familia que vive en su casa y que, al igual que los sirvientes, ella, Anne y Nicholas son espíritus que rondan la casa y provocan la actividad sobrenatural. 



Abrazando a sus hijos, Grace admite su acto de asesinato-suicidio: se había despertado después y creía que Dios había devuelto la vida a todos después del asesinato. 

Después de la actividad sobrenatural en la casa causada por Grace y sus hijos, Victor y su familia se mudan. Anne y Nicholas se dan cuenta de que ya no están afectados por la luz del sol como lo habían estado en vida. 

La casa se pone a la venta nuevamente y la Sra. Mills informa a los Stewart que tendrán que aprender a cohabitar con los residentes vivos, solo para que Grace declare siniestramente que la casa es solo de ellos. 

La historia de esta producción se liga a lo comentado al principio sobre el éxito internacional de Amenábar y como llamó la atención de Tom Cruise, quien le propuso a Aménabar dirigir la adaptación de Abre los ojos, titulada Vanilla Sky, pero él se negó. Cuando llegó el proyecto de Los otros, Cruise compró los derechos e invitó a Aménabar a dirigir - sumándose así a la escritura del guion y a la música- , quien aceptó que Cruise y la producción recayó en José Luis Cuerda, Fernando Bovaira y Sunmin Parklos como integrantes de Las Producciones del Escorpión, Sogecine y Cruise-Wagner Productions, y por su implicación en la distribición aparecen igualmente los hermanos Weinstein de Miramax produjeran su película. Impuso una condición: rodar en España con su equipo, que incluye a Javier Aguirresarobe, cinematógrafo. 

Las localizaciones elegidas para el rodaje fueron en España como aparece en los títulos de créditos finales y en concreto se realizó en la localidad cántabra de Las Fraguas y Madrid.

Aunque la película está basada en un guion original de Aménabar, está influenciada por la obra Otra vuelta de tuerca de Henry James. Amenábar no negó este parecido y sufrió diversas bromas al ser nominado al BAFTA al mejor guion original, aunque el argumento de la película y la novela no tengan mucho en común. El argumento de la película también tiene semejanzas con el cuento Ellos ("They", publicado en Traffics and Discoveries en 1904) de Rudyard Kipling. 

La película se estrenó en los cines de Estados Unidos en agosto de 2001 por Dimension Films, participando en la producción, por lo tanto, los hermanos Weistein-, y en España en septiembre de 2001 por Warner Sogefilms. 

En el apartado técnico se sumaron Ricardo Steinberg en el sonido, en maquillaje Ana López-Puigcerver, en la fotografía Javier Aguirresarobe, en el montaje Nacho Ruiz Capillas y en el vestuario Sonia Grande. El resultado final fue un gran éxito de taquilla, recaudando 210 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de 17 millones de dólares, y recibió críticas positivas de los críticos, que elogiaron el guion y la dirección de Amenábar, así como la atmósfera y las actuaciones del elenco (en particular Kidman). 

En la 16.ª edición de los Premios Goya, la película obtuvo quince nominaciones y ganó en ocho categorías, incluidas Mejor película, Mejor director y Mejor guion original. Fue la primera película en idioma inglés sin una sola palabra de diálogo en español en ser galardonada como Mejor película en los Premios Goya de España. Ganó 8 de los 15 Goya , incluyendo mejor sonido, mejor fotografía. Junto a Días contados (1994) y Celda 211 (2009), también con 8 galardones, es la cuarta en la lista de películas más galardonadas en los Goya. Consiguió igualmente tres medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos para la dirección, guion y fotografía como también fue premiada por los críticos online, los de Kansas City y de Londres.  

Los Otros también recibió seis nominaciones en la 28.ª edición de los Saturn Awards, de las que ganó tres: Mejor Película de Terror, Mejor Actriz (para Kidman) y Mejor Actriz de Reparto (para Flanagan). 

Obtuvo nominaciones a Mejor Actriz en un Papel Protagónico (para Kidman) y Mejor Guion Original en la 55.ª edición de los British Academy Film Awards, y a Mejor Película en la 14.ª edición de los European Film Awards. Kidman también fue nominada a Mejor Actriz en una Película Dramática en la 59.ª edición de los Golden Globe Awards, como también lo fue en los Fangoria Chainsaw Awards, donde fueron nominadas igualmente a la mejor película y Fionnula Flanagan coimo secundaria. 

En cuanto a la crítica en los Estados Unidos fue unánimemente positiva. Para A. O. Scott, del New York Times "Los Otros es un vehículo defectuoso, aunque interesante. La indeterminación ansiosa de la primera sección resulta difícil de sostener, y a medida que Amenábar se aleja del minimalismo elegante, la historia comienza a volverse desordenada y confusa, en lugar de simple y enigmática". Scott destacó la actuación de Kidman, escribiendo que "encarna esta amalgama inestable con una convicción que es en sí misma aterradora. La reserva gélida que a veces se interpone en el camino de sus dones expresivos aquí se convierte en la base de su actuación más emotiva hasta la fecha". 

Dennis Harvey en Variety dijo de ella que "Los adultos ansiosos por ver suspense sin explosiones se verán recompensados (...) El control del director es magistral, creando muchas escenas terroríficas memorables" 

Scott Tobias de AV Club declaró que "Cada efecto está cuidadosamente calibrado para generar preguntas sin ofrecer respuestas inmediatas, lo que da un aire amenazante a la oscuridad" 

Lisa Alspector del Chicago Reader comentó que "Todas las imágenes y sonidos son sutiles (...) En un misterio no revisionista, la recompensa importa tanto como la idea, y el secreto de esta película de 2001 es muy fácil de adivinar." 

Roger Ebert del Chicago Sun Times elogió que "... Alejandro Amenábar tiene la paciencia de crear una atmósfera lánguida y onírica, y Nicole Kidman logra convencernos de que es una persona normal en una situación perturbadora y no solo una histérica típica de una película de terror". Sin embargo, señaló que "al desarrollar sus efectos, Amenábar confía demasiado en que el estilo puede sustituir a la sustancia". 

La revista Time Out elogió la película como "segura y controlada... La ausencia hace que el corazón lata más rápido: la ausencia de luz, la ausencia corpórea de seres queridos. Con un reparto astuto, Kidman es perfecta. Es una película húmeda e ingeniosa, una de las mejores películas de estudio del año". 

Kenneth Turan de Los Angeles Times citó la actuación de Kidman como la mayor fortaleza de la película, escribiendo que "se ha lanzado a su papel como si fuera Lady Macbeth en el escenario de Londres, con resultados formidables. Aunque Kidman no duda en hacer que Grace sea tensa y tensa como puede serlo, también proyecta vulnerabilidad y coraje cuando se lo requiere. Es una película intensa y envolvente. "La interpretación es una parte fundamental de la película, y domina y da energía a una película que se perdería sin ella". 

Mike Clark de USA Today escribió que "Aun siendo una película elegante que llama la atención, agota sin ofrecer demasiado (…) " 

Wesley Morris del SFgate la describe como una "película inteligente, pero es un ejercicio de retención narrativa que genera más dolor de cabeza que suspense agobiante." 

Ed Gonzalez de Slant destacó que "El ojo de Amenábar recuerda a las historias más claustrofóbicas y espeluznantes de Poe (...) Es bastante aterradora (…) " 

La prensa británica también la elogió. De ella dijo Peter Bradshaw en The Guardian que "Kidman hace una interpretación muy hermosa e imponente (...) El verdadero placer de la película es la relación entre Kidman y los niños" 

Caroline Westbrook de Empire destacó que era una " (...) película más terrorífica y atmosférica de los últimos años (...) Amenábar ha creado una obra evocadora e imaginativa que seguramente se quede en tu mente varios días después (…)" 


Alan Jones de Radio Times valoró positivamente el trabajo de "Nicole Kidman que hace una interpretación poderosa (...) Este melodrama frío y macabro es para aquellos que prefieren el terror sofisticado, no a lo bruto (…) 

Neil Smith de la BBC escribió que : "Filmada en un sepia opresivo en medio de una oscuridad casi total (los hijos de Grace tienen una enfermedad rara que les impide la exposición a la luz del sol), Amenábar aumenta la tensión a niveles insoportables". 

Ya en España, Carlos Boyero, entonces en El Mundo señaló que "No me conmovió ni me aterró, no me provocó ninguna de las impagables sensaciones que me regala el gran cine. Reconociendo su impecable factura (...) a pesar de la admirable actuación de Nicole Kidman y de Fionnula Flanagan (...) a esta película le falta vida, verdadero aliento lírico, fuego, corazón." 




Ángel Fernández Santos de El País señalaba que "La película funciona, se respira, divierte, cautiva, crea tensión, hace disfrutar a la inmensa mayoría con un espectáculo elegante, bien elaborado y de vieja noble estirpe, y hay dentro de ella un trabajo de cine comercial minucioso e inteligente, sobre todo si se carga esta palabra en lo que tiene de expresión de astucia y de capacidad de cálculo. Y hay ráfagas de cine vivo, además de cine comercial, en el sagaz dispositivo dramático, en los contrapuntos y choques de luz -que proceden de una fotografía muy hermosa" 

Aunque la película trata principalmente de la interacción espiritual de los fantasmas entre sí en lugar de con seres humanos vivos, William Skidelsky de The Observer ha sugerido que se inspiró en la novela de 1898 The Turn of the Screw escrita por Henry James como ya se reflejó anteriormente durante la entrega de los BAFTA. 

Vista con el tiempo hay que reconocer que estamos ante una gran película, de gran factura tanto en lo narrativo como en lo técnico y con una Nicole Kidman que además de preciosa hace un trabajo espectacular, así como los actores infantiles y los pocos secundarios que aparecen. Una gran película. 

miércoles, 7 de febrero de 2024

Jeepers Cleepers revisada



Víctor Salva en 2002 dirigió esta película molona como ya comenté en esta entrada. Como ya indique en otra entrada descubrí la dos antes que la una, y creo que he visto la tres, pero de ella no he escrito nada. Revisitar está bien pues confirma o matiza lo visto con anterioridad y en este caso, visto otra vez, confirmo punto por punto. 

Esta película del año 2001 fue producida por francine Ford copla y se presentó en el Festival de Cine de Sitges de ese año.

Contó con una joven pareja de actores para encarnar a los hermanos protagonistas, Gina Philips  y Justin Long, siendo acompañados por el actor teatral Jonathan Brek dando vida al salvaje asesino que sigue la tradición de célebres psicópatas cinematográficos como Jason o Freddy. 

Únicamente añadir lo dicho por el gran Fausto Fernández en Twitter , antes de que fuese X la califica de "espeluznante y road movie tétrica " y la describe como "Parece que a alguna criatura escupida del Infierno se le ha despertado el hambre atrasada, así que invitados estáis a su terrorífico banquete por los desérticos parajes de la cojonuda" ; y en otro comenta que " Sudor frío viendo Jeepers Creepers, desoladora caza humana bajo un ardiente sol y una oscuridad más profunda que un rostro sin ojos". Es un "depredador (que) despierta de nuevo hambriento en esas carreteras perdidas en ninguna parte de la América profunda, experiencia pesadillesca inolvidable en el terror.



viernes, 18 de agosto de 2023

La pianista



Michael Haneke es un director alemán inmenso. Un arquitecto desde el punto de la vista de la composición - que planos cenitales de las manos con el piano o la imagen final, rodada desde el exterior de la sala de conciertos- y un "enfermo" desde el punto de vista de la intensidad narrativa. Tanto es así que en ocasiones es brutal, sin medida, sin límites. Eso ,lo hacer controvertido, pero inmenso e intenso. Esto es así en La pieniste, Cuanto rueda no le importa dar auténticos puñetazos en sus narraciones. 


Y en el caso de La pianista, la película basada en la novela homónima de Elfriede Jelinek, - autora que ganó el Premio Nobel de Literatura en el 2004- transformada en guión por el propio Haneke, con la que Isabelle Huppert, la protagonista absoluta de esta película, física, sexual, brutal, con la que consiguió el Premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes de 2001 , no podía ser de otra manera en esta historia de una mujer llena de secretos y debilidades, pero también de perfeccionismo, obsesión represión y masoquismo. 



Es coherente con lo que suele hacer la actriz francesa quien alguna vez declaró que "No interpreto personajes, cuento estados mentales". En este caso representa a Erika Kohut una mujer que llega a decir "No tengo sentimiento Walter. Métetelo en la cabeza. Y aunque algún día los tenga nunca triunfarán sobre mi inteligencia" 

La película se centra en Erika Kohut, una profesora de piano en un prestigioso conservatorio de Viena. Vive con su madre, una mujer dominante que controla todos sus movimientos y con quien mantiene una relación de amor-odio con aristas violentas. 



Bajo su aspecto serio y disciplinado, Erika mantiene ocultos comportamientos sexuales de naturaleza diferente y parafílica donde el morbo está siempre presente , pero junto a ello aparece el voyerismo , el sadomasoquismo y las autolesiones. Y eso a pesar de sus aires mostrándose en público como una mujer segura, distante, aunque su soledad y represión sexual se despierta en la intimidad. 





Tras escucharla tocar en un concierto privado, organizado por el Doctor Blonskij y su esposa, Erika conoce a Walter Klemmer, un joven con aspiraciones de ingeniero, que también toca el piano y que expresa su admiración por el talento de Erika para la música clásica. Ambos comparten su amor por la música de Schumann y Schubert. 

Walter intenta ingresar al conservatorio para recibir lecciones de Erika. Su audición impresiona a los demás profesores, pero Erika, aunque visiblemente conmovida por su actuación, vota en su contra; cuestiona sus motivos y su interpretación del Andantino de Schubert . A pesar de esto, Walter se convierte en uno de los estudiantes de Erika. 




Mientras tanto, Anna Schober, otra estudiante, sufre de ansiedad por la presión que Erika y su exigente madre. Cuando Erika ve a Anna y Walter tonteando y entendiéndose, la profesora se introduce en el vestuario del conservatorio, rompe un vaso y pone los fragmentos en uno de los bolsillos del abrigo de Anna. Esta última se corta la mano con el cristal, lo que le impedirá tocar en un concierto que se aproxima. 

El joven Walter Klemmer que ha estado presente en el incidente, y ve la reacción de Erika, busca seducirla en un baño público. Allí él la besa apasionadamente, pero ella responde con una frialdad extrema , frustrándolo y humillándolo repetidamente. Luego lo masturba antes de hacerle sexo oral , pero de repente se detiene cuando él no cumple con sus obligaciones. Ella le dice que le escribirá una carta para un próximo encuentro. 

Más tarde, en el conservatorio, Erika finge ser empática con la madre de Anna, diciéndole después que en esa etapa, ella es la única que puede reemplazarla. Walter insiste cada vez más en su deseo de tener una relación sexual con Erika, pero esta última quiere que él satisfaga sus fantasías sadomasoquistas . 

Una noche mientras él la espera en el portal y tras entrar en la habitación que cierran con un mueble, ella le hace entrega de la carta que contiene los actos que ha de hacer, pero la lista molesta a Walter. Más tarde, ella vuelve junto a la cama de su madre y se le lanza sobre ella. 

Otro día, después de la práctica de hockey sobre hielo del estudiante, Erika llega para disculparse con él y comienzan a tener sexo en el vestuario; sin embargo, Erika se siente incapaz y vomita. Él la rechaza y le dice que huele y que le resulta repugnante. 

Más tarde esa noche, Walter llega al apartamento de Erika y, tras golpear a la madre y encerrarla en su cuarto, la ataca siguiendo lo que ella describió en su carta. Tras pegarle repetidas veces, y a pesar de que ella le pide que no lo haga acaba violando a Erika . 

Al día siguiente, Erika , que tiene un importante concierto, sustituyendo precisamente a su alumna por ella herida, toma un cuchillo de cocina y lo introduce en el bolso con el que ha de acudir al concierto. Cuando llega espera la llegada de Walter, que parece despreocupado por lo ocurrido. parece estar feliz y riendo con su familia, y saluda alegremente a Erika. Momentos antes del inicio del concierto, Erika se apuñala en el hombro y sale del conservatorio. Acabando así la película 



la película está producida por Veit Heiduschka por medio de MK2, Les Films Alain Sarde, Arte Francia Cine y Wega Film. Responsables técnicos de la misma son Christian Berger en la fotografía, en el montaje, Monika Willi, en la escenografía , Christoph Kanter y en el vestuario, Annette Beaufaÿs. A destacar además de Huppert, la actuación de Benoît Magimel que no sabía tocar el piano ni leer partituras. Aprendió durante cuatro meses especialmente para la película. En el caso de Isabelle Huppert toca el piano en la película; anteriormente asistió a clases durante doce años. 

Para el papel de la madre de Erika se asignó primero a Jeanne Moreau . Mientras se probaba el vestuario, la actriz canceló su participación en el rodaje diez días antes y fue sustituida rápidamente por Annie Girardot. Jeanne Moreau no se arrepentirá de su elección a pesar de los tres premios de Cannes y el César a la mejor actriz de reparto obtenido por Girardot . 

La película consiguió el Gran Premio del Jurado , aunque no la Palma de Oro, y su pareja protagonista fue galardonada con los dos premios a la mejor interpretación, así como un gran reconocimiento en los Premios del Cine europeo de ese año. 

De ella escribieron tras su estrenos grandes críticas. Lisa Schwarzbaum en Entertainment Weekly que "Aquellos que sigan a Haneke en sus espeluznantes exploraciones, serán recompensados por unas interpretaciones brutales y entregadas de Huppert y Magimel" y Jan Stuart en Newsday que era "Una historia de anti-amor desconcertante y fascinante". 

Por su parte, Peter Traves dijo de ella en Rolling Stone que "Verla es, a un tiempo, un desafío y un castigo. Pero ver a Huppert, una gran actriz, arrancándose en un papel trascendental, es fascinante" ; mientras que Desson Thomson en The Washington Post comentó que "Un tango entre ternura y brutalidad, perturbadoramente desenvuelto". 

Ya en España Carlos Boyero, por entonces columnista de El Mundo dijo de ella que era una "Película muy atractiva, inquietante, violenta, triste" y Ángel Fernández Santos en El País que era un "Cine poderoso y punzante". 

Yo opino que es mucho más que eso, es una película contundente, dura y profunda como la vida del que no quiere mostrarse a los demás. 

Lo cierto es que con Haneke y tanto en esta como en Elle de Paul Verhoeven (2016) y con esta misma actriz, no había visto algo tan intenso en lo emocional y en una relación tan destructiva desde El último tango en París de Bertolucci.  Impresionante





lunes, 24 de mayo de 2021

Intimity

 


Dice de ella Fausto Fernández " título nada complaciente, tan duro como hermoso en su libertad " del francés Patrice Chéreau, fallecido en 1963, con una película "con sexo explicito como algo enfermizo, orgánico" y que no es otra cosa que una "desgarradora metáfora de la soledad" Soberbia 
*EC: En construcción

sábado, 30 de enero de 2021

En un lugar de África



Película alemana que ha mantenido todo mis interés. Una historia de persecusión y acogimiento, de incomprensión y adaptación, de enamoramiento de un espacio y supervivencia. De eso va En un lugar de África , película estrenada en 2001 que tuvo reconocimientos nacionales e internacionales importantes que culminaron con el Premio Oscar a la mejor película extranjera. 

Basada en una novela autobiográfica que llevaba por título Nirgendwo in Afrika publicada en 1998 escrita por la escritora judia alemana Stefanie Zweig fallecida en 2014. La película fue dirigida por Caroline Link, una directora y guionista de 56 años en la actualidad con experiencia en la dirección de películas para la televisión y para la gran pantalla, siendo esta su principal película, aunque tuvo cierto reconocimiento fuera de su país tras el estreno en 1996 de Jenseits der Stille y tras el éxito de En un lugarde África estrenó Im Winter ein Jahr (2008) y Exit Marrakech (2013). 


La película fue producida por Peter Herrmann para las productoras Bavaria Film y Constantin Film manejando un presupuesto de 7 millones de euros. La película parte de un guion escrito por la misma directora Caroline Link basándose en la obra de Stefanie Zweig que también participço en el mismo. 

La película cuenta con la banda sonora de Niki Reiser, la fotografía de Gernot Roll y el montaje de Patricia Rommel.

El elenco lo encabeza Juliane Köhler como Jettel Redlich, Merab Ninidze como Walter Redlich , Sidede Onyulo como el cocinero Owuor, Matthias Habich como el vecino de Walter Süsskind y las jóvenes actrices Lea Kurka como Regina de pequeña y Karoline Eckertz como de Regina adolescente. 

Junto a ellos aparecen Gerd Heinz como Max, Hildegard Schmahl como Ina, Maritta Horwarth como Liesel, Regine Zimmermann como Käthe, Gabrielle Odinis como Klara, Bettina Redlich como Mrs. Sadler, Julia Leidl como Inge, Mechthild Grossmann como Elsa Konrad y Joel Wajsberg como Hubert. 

Una bicicleta en la que pedalea un niño va recorriendo un camino polvoriento africano hasta llegar a una casa en la que un hombre blanco duerme. El niño levanta al hombre blanco , Walter Süsskind (Matthias Habich) que como un resorte se levnata toma su camioneta y en ella mete al niño y a la bicicleta. Ambos llegan a una casa en mitad de un sitio seco y polvoriento. 

En la habitación se encuentran dos hombres, un hombre blanco encamado y uno negro en una esquina. El hombre blanco (Merab Ninidze ) está postrado en la cama. Tiene fiebre. Está afectado por la malaria. Tras ser atendido por su vecino, éste ordena al hombre de color el cocinero Owuor ( Sidede Onyulo) que de cada cierto tiempo una medicación. Algo que hace al igual que le hace una sopa para fortalecerlo. Al final descubrimos que se recupera. 

Tras esto la historia cambia de espacio y nos encontramos en Leobschütz (en Silesia, cuando todavía formaba parte de Alemania . Estamos en 1938, y vemos que Walter ha dejando en su país natal a su esposa y a su hija, así como a su padre y hermana. Ella acaba de recibir una carta de su recién recuperado marido en la insta a salir de Alemania a todos los integrantes de la familia ya que lo pueden acoger en África. 

Descubrimos así que la familia Redlich es judía y que Walter, que ha ejercido de abogado mientras vivía en su país decidió huir dada su condición y la presión que sentía por parte de las autoridades nazis. 

Tras la recepción de la carta la mujer de Walter, Jettel (Juliane Köhler) acompañada de su hija Regina (Lea Kurka ) deciden salir del país muy a pesar de Jettel que sabe lo que deja. Tras eso toma diferentes medios de transporte, especialmente un barco que lleve a ambas a Kenia. 

Ahora Walter se encuentra trabajado como administrador de una granja keniata, en un auténtico secaral, sin agua. Y a ese espacio, aparentemente inhósppito, llegan madre e hija. Mientras la esposa Jettel tiene problemas para adaptarse a la vida en Kenya, su hija Regina, por contra, se encuentra encantada del nuevo paisaje y adecua rápidamente a su nuevo ambiente, aprendiendo fácilmente la lengua del país y mostrando interés por la cultura local. 


Pronto, Regina entabla amistad con el cocinero de la granja, Owuor, que nada más llegar la ha cogido bajo su protección. Regina va conociendo a los chicos de la aldea cercana y adopta un pequeño antílope y tras eso un perro. 



Mientras tanto a Walter se le exige cavar un pozo en una tierra en donde los locales afirman que no hay una gota de agua. Estas circunstancias exasperan a Jettel que cada vez está más irritada con su marido y con las circunstancias. Una radio les mantiene informados. 

Un día estalla la guerra y ven como unas camiones británicos se desplazan hasta la granja. Los británicos han decidido reunir a todos los ciudadanos alemanes y los detienen, sean judíos o no, separando a hombres de mujeres. Los hombres llevados a barracones. Las mujeres y sus hijos a un hotel. 

Mientras en el barracón Walter confiesa que todavía quiere a su mujer ante su vecino Walter Süsskind , Jettel recupera las comodidades de vivir en un espacio que repite el entorno europeo, similar al que tenía en Alemania. Jettel está dispuesta a moverse para explicar su situación. 

Como integrante de la comunidad judía nunca colaboraría con las autoridades nazis. Consiguen autorización para ver a Walter, pero no trabajo por parte del Delegado Judío en la zona. 

Por otro lado, Jettel parece sentirse atraída por un militar británico de madre alemana que le puede prestar ayuda. Vemos como el matrimonio Redlich se empieza a deteriorar. Jettel, finalmente, tiene una relación con un oficial británico siendo vista por Regina. 

Tras un tiempo ella ha conseguido un nuevo trabajo para Walter que es liberado. El exabogado se encarga de una nueva granja. Allí comienza una nueva vida como capataz, más cómoda, produciendo maíz. De cualquier manera Walter sospecha como ha conseguido el trabajo. 

Mientras a la granja llega Owuor, aunque también noticias de la complicada situación familiar en Alemania. Regina , por su parte, tiene que ir a una Escuela británica donde ha de residir junto a su amiga Inge, a la que conoció en el hotel del confinamiento. Allí brilla por su sentido común, sensibilidad y racionalidad. 

Vemos como Regina crece (Karoline Eckertz) manteniendo sus lazos con sus amigos kikuyus, con Owuor y con sus padres. Walter, por su parte, decide unirse al Ejército Británico y quiere que Jettel vaya a Nairobi con él, pero ella se niega y permanece en la granja con Owuor. 

Regina vuelve al internado inglés, solo volviendo de vez en cuando durante la temporada de cosecha. Durante este tiempo, Jettel y Süsskind empiezan una relación. 


Por su parte, Walter regresa de la guerra y le cuenta a Jettel que la política del Ejército Británico es de mandar a todos los soldados con sus familias a casa. Jettel se niega a ir con él, al afirmar que la granja la necesita. Walter le cuenta el triste final de sus familias en Alemania. No ha sobrevivido nadie. 

Finalmente, su relación mejora, a pesar de que él sabe que mantiene una aventura con Süsskind - como también lo sabe Regina-. Cuando parecen haber roto definitivamnete una plaga de langosta provoca que Walter regrese y se quede. 

Pero , finalmente, él está decidido en volver a casa. Jettel le permite decidir a Walter si se marchan o no. Walter se presentará para ocupar el cargo de juez en la Alemania de la posguerra en Hessen. Owuor sabe que su presencia con la familia se acaba y se despide de la familia, y especialmente de Regina con la que mantiene una relación intensa de amistad. 

La dos últimas escenas muestran a Walter, Regina y Jettel montándose en un tren africano, tras despedirse de Süsskind; cuando el tren se detiene, una mujer africana ofrece a Jettel un plátano. La mujer le regala dos y Jettel aprovecha en acarizar la mano de la mujer asumiendo lo mucho que le importa África. El tren se marcha y la película se acaba. 



El productor Peter Herrmann se aseguró los derechos de la novela de Stefanie Zweig incluso antes de que el libro se convirtiera en un éxito de ventas. Caroline Link, que hará de directora y guionista, junto a Zweig, filmó una película de alto presupuesto en locaciones en Kenia, especialmente en el pequeño pueblo de Mukutani . 

El equipo alrededor de la directora Caroline Link fundó la Fundación Mukutani para brindar ayuda duradera a los aldeanos incluso después de que terminara el rodaje y junto con la organización evangélica World Vision construyeron un camino de acceso a Mukutani. 


Cuando Caroline Link fue nominada a los Oscar no pudo asistir a los Premios de la Academia debido a la enfermedad de su hija. Sería el primer Oscar a una película alemana tras 23 años desde el último premio que había sido con Die Blechtrommel. 

Nirgendwo in Afrika ganó el premio a la Mejor película extranjera, aunque Caroline Link por una obra anterior, Jenseits der Stille, ya había sido nominada en 1998. La película fue nominada a los Globos de oro a la Mejor película de habla no inglesa. 

En el Festival Internacional Karlovy Vary de la República Checa obtuvo el Premio Especial del Jurado. Tras su estreno en su país en 2001 obtuvo cinco Premios del cine Alemán, los Deutscher Filmpreis que entregan los "Golden Lola" consiguiendo los de Mejor película, Mejor fotografía ( Gernot Roll), Mejor director (Caroline Link), Mejor música (Niki Reiser), Mejor actor de reparto (Matthias Habich) así como la nominación en la categoría de mejor actriz protagonista para Juliane Köhler.



En los Bayerischer Filmpreis que son los Premio del cine bávaro consiguió el Premio a la Mejor producción y el Premio del público.

Para la crítica de su país la película fue un impulso y un reconocimiento para el cine alemán, pues no es todo películas como las que emiten Antena 3 y la 1 entre sábados y domingos. 

En  Filmdienst.de, el portal online alemán de cine, cultura cinematográfica y crítica cinematográfica consideró que "La película extremadamente entretenida y con una puesta en escena sensible se beneficia de tomas de paisajes templados, dramaturgia enérgica, música sensible y cámara y edición decididas. Gracias a excelentes actores, describe los años de emigración con compasión y sin ningún eco sentimental " 


En otra guía alemana, TV Movie, la guía de programación quincenal publicada por Bauer Media Group señaló que era "Recomendable(...) y una sensible epopeya en imágenes grandiosas". 

En cuanto a la crítica internacional en los Estados Unidos , Roger Ebert, columnista del Chicago Sun-Times consideró que "Es tan infrecuente encontrar una película que te absorba rápidamente en su historia (...) Ésta lo hace (...) " 

Kirk Honeycutt del The Hollywood Reporter sostuvo que era "Maravillosamente evocadora, observa hábilmente tanto lo cotidiano como el alcance épico de una historia de desarraigo y adaptación"

Mike Clark del USA Today señaló que era "Una de las mejores películas sobre una persona que toma el punto de vista de otra, sólo para comprobar que esa persona cambia de actitud... también es tan buena como 'Out of Africa' (...) " 

Edward Guthmann en SFGATE más crítico valoró que "Link, mejor directora que guionista, deja que su historia se alargue demasiado, pero sitúa los muchos capítulos de su épica con un ojo agudo y un fuerte sentido del ritmo" 

Rita Kempley del The Washington Post consideró que la película era un "Un safari del alma", algo con lo que no estaba de acuerdo un crítico muy crítico , Lou Lumenick del New York Post, con la película al decir que era "Un culebrón mediocre e interminable" 

En el Reino Unido Dan Fainaru de Screendaily dijo que "Funciona sobre todo porque Link evita cuidadosamente hacer una épica al estilo americano" .

Ya en España Ángel Fernández Santos en las páginas de El País que era una "Conmovedora evocación. (...) Crónica y memoria familiar luminosa y de gran calado, 'En un lugar de África' es cine hondo, inteligente y nada convencional".

Esteve Rimbau en la de Fotogramas consideró que estábamos ante un "Espléndido film (...) Lo mejor: una emoción jamás reñida con la reflexión. Lo peor: la interpretación del protagonista masculino. (...) " 

Un habitual de esta revista , Fausto Fernández , por contra, señaló en un tweet que la película era un "Somnífero made in Germany" y , finalmente, sentencia "es un tostón". 

Señalar que la película muestra muchas referencias a la realidad histórica vivida por muchos judíos alemanes después de 1933 y antes del inicio del Holocausto sufrido durante la Segunda Guerra Mundial como la separación de los padres, la notificación de su muerte, las preocupaciones laborales y financieras, el divorcio, la vida del Comunidad judía, incluso para aquellos que no eran practicantes, la integración de la generación posterior en el país al retorno, las dudas que les generaban a los colonos de otros nacionalidades, la integración de algunos como parte de soldados aliados, el desarraigo de muchos al volver y pensar lo que había dejado atrás, etc... 

Destacar que gran parte de lo visto responde a la realidad personal de la autora Stefanie Zweig cuya familia, judía, escapó de la Alemania nazi, buscando refugio en África. Pasaron, por tanto, de una vida urbana en Silesia a un kraal en Kenia en 1938, cuando contaba cinco años. En esa época, estudió en un internado de lengua inglesa. En 1941 su familia recibió una postal de su abuela que decía "estamos muy ilusionados, mañana vamos a Polonia", lo que significaba que iban a Auschwitz. 

Tras formarse en Alemania y trabajar como editora decidió contar la experiencia vivida en un lugar de África en distintos libros Ein Mundvoll Erde fue publicada en 1980, una nueva versión titulada Vivian und ein Mundvoll Erde siguió en 2001. 



Entre medias publicó la que inspiró esta película Nirgendwo in Afrika . Su novela Irgendwo in Deutschland , fue la secuela de la anterior y describe la vida después de regresar a Alemania. 

Zweig volvió dos veces a Kenia desde su partida en 1947, a la edad de 15 años, para encontrar destruida la granja que habitó. En 2012, dos años antes de sumuerte, escribe su autobiografía : Nowhere Was Heimat: My Life on Two Continents de 2012, en la que la autora documentó toda su historia familiar desde su nacimiento en la Alta Silesia hasta el presente en cartas y en sus propias notas de diario. 

Por mi parte decir que puede que no sea tan conmovedora como Memorias de África, ni contenga una historia de amor tan rotunda como la de Robert Redford y Meryl Streep ni un banda sonora ni sus imágenes de caza. Pero el acercamiento es más verista, más cercano, más humano. En definitiva, más creíble. Su trasfondo histórico sí que no le desmerece en nada. Y los espacios quedan retratados con realismo así como hay un intento de acercarse al mundo africano, casi con un interés antropológico, lo cual engrandece la película desde el punto de vista la historia. Considero que he visto una buena película. Una buena manera de recuperar la memoria de otros sentidos africanos.