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martes, 21 de septiembre de 2021

David y Catriona

 


Kidnapped es la historia de David y Catriona en el contexto de la fallida lucha por la independencia de  Escocia de los jacobitas que nos relató Robert Louis Stevenson. Un buen elenco para una historia mucho más interesante de lo que parece. Y en la que el protagonista, que no es Michael Caine, defiende en un momento que "Fui educado en la creencia de que la Ley significa lo que dice y no lo que ciertas personas pretenden que signifique"  

*EC: En construcción

domingo, 14 de julio de 2019

Un puente, el puente


Existen muchas películas que hablan de puentes. Desde alguno muy lejano al de Remagen . Pero si hay un puente que sea el puente ese es el de río Kwai. Cuentan una anécdota sobre la misma. Durante el rodaje de la película el productor Sam Spiegel quiso darle tanto realismo a la película que decidió construir un verdadero puente. La construcción duró 8 meses y se emplearon 500 obreros y 35 elefantes con una inversión total de 250.000 dólares de los tres millones que costó la producción. Además, compró un tren en desuso al gobierno local para destruir ambos, tren y puente. La historia relatada en el filme es ficción, pero recoge la verdadera historia de la construcción de la línea del ferrocarril de Birmania de 1942 a 1943 para  crera infraestructuras militares para la invasión de la India británica, entre ellas el puente sobre el río Mae Klong (renombrado Kwa Yai) para el ferrocarril entre Bangkok y Rangoon.

Años llevaba sin ver esta joya, pero cada vez que la veo me parece más grandiosa. Es una joya de la interpretación en la que Alec Guiness se gana con creces su titulo de Sir. Es una maravilla en su dirección llevada a cabo magistralmente por este director nacido hace ya 111 años que es David Lean. Igual que un arrebatador William Holden confirma en esta película se presencia necesaria en la pantalla. Tiene una música inolvidable que cualquier persona con un mínimo de ritmo intentaría imitar. Pocas películas tienen un cuarto de hora final. Es en definitiva una joya del cine.Una obra titánica, ganadora de siete Oscar de un total de 8 nominaciones, entre ellas, Óscar a La Mejor Banda Sonora , un clásico insuperable, un peliculón.

El puente sobre el río Kwai es una película angloamericana del año  1957, dirigida por uno de los más grandes directores que dio la historia del cine, el británico David Lean y que contó con el apoyo en la producción del citado Sam Spiegel por medio de la productora Horizon Pictures y contando con la distribución de la Columbia Pictures . La película presentó un presupuesto de 3.000.000. ​ 

Esta basada en la novela homónima de Pierre Boulle  Le Pont de la Rivière Kwaï (1952) un escritor natural de Aviñón, reconocido autor de novelas (entre ellas  El planeta de los simios) y que con ella consiguió su primer gran éxito, convertido en best seller internacional, sobre todo a partir de la traducción al inglés que le hizo el ex mayor de comandos británico Xan Fielding, gran amigo de Patrick Leigh Fermor. Fielding y Patrick no podían sino identificarse con Shears y Warden, los comandos enviados a destruir el puente. El propio Boulle había sido agente secreto de la Francia libre en Singapur e Indochina antes de ser atrapado por la policía de Vichy y condenado a trabajos forzados en el Mekong, experiencia que utilizó para su novela, trasladándola a la construcción de un puente sobre el Kwai ( aunque existen dos ríos Kwai, que confluyen, el Kwai Yai y el Kwai Noi). Dado que no había estado en la zona y viendo en el mapa que la vía férrea transcurría junto al río, pues puso su puente en él. La historia se transformó en guión por dos guionistas defenestrados por la caza de brujas: Michael Wilson Carl Foreman

Un aspecto esencial en la película e identificativa es la música compuesta por  Malcolm Arnold . En otros temas técnicos destaca la luminosa fotografía de Jack Hildyard, el montaje de Peter Taylor o el maquillaje de Stuart Freeborn.

En cuanto al reparto destaca William Holden como Comandante Shears , Alec Guinness como el teniente coronel Nicholson , Jack Hawkins como el director mayor , Sessue Hayakawa como Coronel Saito , James Donald como el mayor Clipton , Geoffrey Horne como el teniente Joyce,  André Morell como Coronel Green , Peter Williams como el Capitán Reeves , John Boxer como el mayor Hughes , Percy Herbert como el soldado Grogan,  Harold Goodwin como el soldado Baker,  Ann Sears como la enfermera , Henry Okawa como el capitán Kanematsu , K. Katsumoto como el teniente Miura y  MRB Chakrabandhu como el partisano Yai . 

Estamos en la Segunda Guerra Mundial a principios de 1943. Las colonias británicas de sudeste asiático han caído (Singapur, Malasia, Birmania, etc...) . El ejército británico se ha rendido en Singapur sin presentar lucha y los soldados británicos desplazados a la zona han sido hechos prisioneros por el ejército imperial japonés.

Muchos de esos soldados son llevados a distintos campos de concentración. Y un grupo de ellos son  llegan en tren  japonés a un campo de prisioneros en la frontera con Birmania. 

En el campo ya hay algunos prisioneros entre ellos un buscavidas norteamericano, el Comandante Shears ( William Holden ),   que está encargado de enterrar a los que fallecen y que chalanea con lo que puede con sus carceleros con tal de que lo rebajen de servicio y lo destinen al botiquín.


Mientras el procede a permanecer en el botiquín ve la llegada de un grupo de prisioneros británicos comandados por el coronel Nicholson (Alec Guinness), que está al frente de los prisioneros, y que llegan siguiendo un orden marcial al campo.

Nada más llegar reciben la orden de los japoneses de construir en plena selva un puente de ferrocarril sobre el río Kwai dada por el jefe del campo, el coronel Saito (Sessue Hayakawa) , que les informa que todos los prisioneros, independientemente de su rango, deben trabajar en la construcción de un puente ferroviario sobre el río Kwai que conectará Bangkok y Rangún. 

El oficial británico de mayor rango, el teniente coronel  Nicholson, rehúsa hacerlo aludiendo la Convención de Ginebra que prohíbe el trabajo forzado de oficiales así como el trabajo manual. Saito dice que mañana se pondrán todos a trabajar. 

Nicholson, al llegar a sus barracones, prohibe cualquier intento de fuga porque el cuartel general les había ordenado que se rindieran, y las fugas podían verse como un desafío a las órdenes. 

En la asamblea que se desarrolla por la mañana, Nicholson ordena a sus oficiales que se queden atrás cuando los hombres alistados se marchan al trabajo. Saito amenaza con dispararles, pero Nicholson se niega a dar marcha atrás. Cuando el comandante Clipton, el oficial médico británico, advierte a Saito que hay demasiados testigos para que él se salga con la suya.

Saito como comandante del campo desprecia la actitud del coronel Nicholson y lo obliga a permanecer formado a pleno sol con un intenso calor, junto al resto de oficiales. 

Esa noche, los oficiales son colocados en una choza de castigo, mientras que Nicholson está encerrado en una caja estrecha de hierro. 

Mientras tanto, tres prisioneros intentan escapar. Dos son británicos y mueren en el intento por los disparos de los japoneses, pero el Comandante de la Armada de los Estados Unidos , Shears, se escapa al tirarse al río, aunque es gravemente herido. Mientras que todos creen que ha muerto Shears tras salvar la jungla se topa con un pueblo de nativos, que lo cuidan hasta recuperar la salud y luego lo ayudan a salir, no sin dificultades,  en bote. 

Mientras tanto, los prisioneros trabajan lo menos posible y sabotean el trabajo en el puente todo lo que pueden. Si Saito no cumple con su fecha límite, se vería obligado a cumplir los preceptos del bushido y hacerse el harakiri o suicidio ritual . 

Saito intenta convencer a Nicholson de la necesidad de trabajar, pero el obcecado militar , a pesar de las duras condiciones del encierro se niega a ceder en cada intento de reconducir su actitud.

Desesperado por la actitud cerril del británico , usa el aniversario de la victoria de Japón en la guerra ruso-japonesa de 1905 como excusa para salvar la cara y anuncia una amnistía general, liberando a Nicholson y sus oficiales y eximiéndolos del trabajo manual para júbilo de los soldados prisioneros. También anuncia que releva  su ingeniero de su trabajo , humillándolo en público y además el coronel Saito decide asumir el liderazgo y continuar con la construcción. Pero fracasa.

Nicholson está conmocionado por el mal trabajo realizado por sus hombres.Además es un típico oficial británico que busca una forma de elevar la moral y las condiciones físicas de sus hombres, ve el puente como una forma de conseguirlo, teniéndoles ocupados en la construcción y sintiéndose orgullosos de la obra. Durante las protestas de algunos de sus oficiales, le ordena al Capitán Reeves y al Mayor Hughes que diseñen y construyan un puente adecuado para mantener la moral de sus hombres. 

Como los ingenieros japoneses habían elegido un sitio inadecuado en el que la base del puente se vendría abajo, le propone a Saito que se abandone la construcción original y comenzar a construir un nuevo puente río abajo. Logra convencer con argumentos técnicos a Saito, quien forzado por el atraso, acepta. 

Los prisioneros, que habían tratado de boicotear de muchas formas la construcción del puente, reciben la orden de Nicholson de colaborar. 

Por su parte, un mayor estadounidense, Shears (William Holden), el que había sido prisionero en el mismo campo, ha logrado logra llegar a las líneas aliadas y ahora está recuperándose en Ceilán. Shears está disfrutando de su estancia en el hospital en Ceilán ligando con las enfermeras. Un día se persona un comandante británico , el mayor Warden (Jack Hawkins) encargado de operaciones especiales que tras quedar en el Jardín Botánico de Colombo para tener un encuentro  lo invita a unirse a una misión para destruir el puente antes de que se complete. 

Shears está tan horrorizado que confiesa que no es un oficial; se hizo pasar por uno, esperando un mejor trato por parte de los japoneses. Warden responde que ya lo sabía y que la Marina estadounidense acordó transferirlo a los británicos para evitar la vergüenza. Al darse cuenta de que no tiene otra opción, Shears asume que será voluntario. 

En contra de su voluntad, vuelve unas semanas más tarde guiando a una unidad de comandos británicos, bajo las órdenes del mayor Warden (Jack Hawkins), cuya misión es volar el puente construido por los prisioneros, antes de que pase el primer tren japonés, cortando así la línea del ferrocarril, vital para el transporte de suministros del ejército japonés. 

Mientras tanto, Nicholson impulsa a sus hombres para completar el puente a tiempo. Para él, su finalización ejemplificará el ingenio y el arduo trabajo del ejército británico mucho después del final de la guerra. Cuando él pide que sus homólogos japoneses también colaboren, Saito, resignado, responde que ya ha dado la orden. 

El mayor Clipton (James Donald) el médico de la compañía,  expresa serias dudas sobre la cordura de los esfuerzos del Coronel Nicholson por construir el puente para mostrar a sus captores japoneses que eficacia británica. 

Mientras el puente avanza y casi cumpliendo con lo programado para ese mes de mayo, los cuatro integrantes del comando británico se lanzan en paracaídas, aunque uno muere al aterrizar. Wardem, un profesor de lenguas orientales y especialista en explosivos,  Shears y el teniente canadiense Joyce  (Geoffrey Horne ) tendrán que desplazarse buscando el puente sobre el río con la ayuda de un grupos de mujeres siamesas y el jefe de su aldea, Khun Yai (MRB Chakrabandhu  ). 

El desplazamiento por la jungla es complicado y muy duro, pero avanzan superando la lluvia y las dificultades propias de la jungla como la humedad que llega afectar a la radio. Pero mientras descansan tiene lugar un encuentro con una patrulla japonesa a la que casi liquidan en su totalidad, aunque uno de los japoneses huyen. Warden es herido en un pie el  encuentro con el integrante de la patrulla japonesa al paralizarse Joyce. Y tras intentarlo debe ser llevado en una litera. 

Finalmente el grupo llega a los alto de una colina y puede ver como el puente está construido y a punto de ser inaugurado. Al abrigo de la oscuridad, Shears y Joyce colocan explosivos en las torres del puente debajo de la línea de agua. Un tren con importantes dignatarios y soldados está programado para ser el primero en cruzar el puente al día siguiente, por lo que Warden espera destruir ambos. 

Sin embargo, al amanecer, el nivel del agua ha bajado, exponiendo el cable que conecta los explosivos al detonador. 

Nicholson, tremendamente orgulloso de su hombre y de su puente, y tras ver una representación artísticas de los mismos como despedido pues serán trasladados  a otro campo, tras despedirse de ellos se asoma al puente y  ve el cable . Al verlo le llama la atención sobre el mismo a Saito. Ambos bajan a la orilla y siguen el cable que lleva hasta Joyce. 

Cuando el tren se acerca, se apresuran a la orilla del río para investigar. Joyce, que está a cargo del detonador, se lanza y apuñala a Saito hasta matarlo. Pero Nicholson, fuera de sí,  grita pidiendo ayuda, mientras intenta evitar que Joyce alcance el detonador. 

Cuando Joyce es mortalmente herido por el fuego japonés, Shears nada al otro lado del río, pero él mismo recibe un disparo. Al reconocer a Shears moribundo, Nicholson exclama: " Pero ¿qué he hecho?" 

Por su parte Warden dispara desde su posición con un mortero, hiriendo a Nicholson. El coronel moribundo se tambalea hacia el detonador y se derrumba en el émbolo justo a tiempo para volar el puente mientras pasa el tren sobre río. 

Warden se gira hacia los únicos supervivientes que son las mujeres portadoras, y les pide perdón por tener que matar a Joyce y Shears, y arroja el mortero con disgusto así como el explosivo plástico, y se prepara para irse. 

Por su parte, el Mayor Clipton, observando la carnicería desde un punto alto, sacude su cabeza murmurando: "¡ Qué locura !, ¡Qué locura!" acabando así con un vista cenital del puente derruido la película.  

La película fue una coproducción internacional entre compañías en Gran Bretaña y los Estados Unidos con Sam Spiegel en la producción. 

Muchos directores fueron considerados para el proyecto, entre ellos John Ford , William Wyler , Howard Hawks , Fred Zinnemann y Orson Welles (a quienes también se les ofreció un papel protagonista), pero finalmente el elegido fue David Lean.

No fue un rodaje fácil . Lean casi se ahoga cuando fue arrastrado por la corriente del río durante un descanso de la filmación.  Pero peor que los accidentes son las relaciones. Lean se enfrentó con los miembros de su elenco en múltiples ocasiones, particularmente Alec Guinness y James Donald, quienes pensaron que la novela era anti-británica. Lean tuvo una larga discusión  con Guinness sobre cómo desempeñar el papel de Nicholson; Guinness quería interpretar el papel con sentido del humor y simpatía, mientras que Lean pensó que Nicholson debería ser "aburrido". En otra ocasión, discutieron sobre la escena donde Nicholson reflexiona sobre su carrera en el ejército. Lean filmó la escena desde detrás de Guinness y explotó de ira cuando Guinness le preguntó por qué estaba haciendo esto. Después de que Guinness hubo terminado con la escena, Lean dijo: "Ahora todos pueden follar y volver a casa, actores ingleses. Gracias a Dios, comenzaré a trabajar mañana con un actor estadounidense (William Holden)". Guinness  calificó su actuación como "el mejor trabajo" que había hecho.

Comentar que los guionistas, Carl Foreman y Michael Wilson , estaban en la lista negra de Hollywood de la caza de brujas liderada por el senador Joseph McCarthy, acusados de pertenecer a organizaciones comunistas y que , aunque vivían en el exilio en Inglaterra, solo podían trabajar en secreto en la película. Los dos no colaboraron en el guión. Wilson se hizo cargo después de que Lean no estuviera satisfecho con el trabajo de Foreman. El crédito oficial fue otorgado oficialmente a Pierre Boulle (que no hablaba inglés), y  a quién se le otorgó el Oscar al Mejor Guión (Adaptación) resultante. Eso sí, quiénes eran los autores reales era un secreto a voces en Hollywood. De todas formas, se da la casualidad de que tampoco Boulle lo recogió ya que quien recogió  fue Kim Novak en representación del estudio. Boulle no fue en parte por el enfado por la alteración de su obra, pero también porque se enteró de lo que había pasado con los guionistas originales y él no se consideraba autor de guion alguno. Incluso cuando recogió el premio BAFTA, sin saber todavía que le daban el premio a él porque los guionistas «no existían», declaró que se lo daban por su novela, no porque escribiese guion alguno, algo que el estudio justificó para salir del paso aludiendo a la modestia de Boulle. 

Solo en 1984 hubo una rectificación de la Academia otorgando retroactivamente el Oscar a Foreman y Wilson, póstumamente en ambos casos.  Foreman y Wilson aparecen hoy acreditados junto con Boulle.

El propio David Lean también afirmó que el productor Sam Spiegel lo engañó por su parte legítima en los créditos, ya que él había tenido una mano importante en el guión. 

Lo cierto es que parece ser que la película es relativamente fiel a la novela, con dos grandes excepciones. Shears, que es un oficial de comando británico como Warden en la novela, se convirtió en un marinero estadounidense que escapa del campo de prisioneros de guerra. Además, en la novela, el puente no se destruye: el tren se precipita hacia el río por una carga secundaria colocada por Warden, pero Nicholson   no cae sobre el émbolo, y el puente sufrirá sólo daños menores. No obstante, Boulle disfrutó de la versión cinematográfica, aunque no estuvo de acuerdo con su clímax. 

La contratación de Guinness resultó muy complicada hasta el punto de que tras varias negativas del actor británico tuvo que ser el propio Spiegel quien se desplazara a Londres para convencerlo.

Más adelante se trasladaron a Tokio para contratar a Sessue Hayakawa. Para la contratación de Holden bastó con enviarle el guion y a la mañana siguiente ya había aceptado, llevándose un 10% de los beneficios en taquilla. El papel del estadounidense fue una imposición de los estudios para aprobar la realización de la película. También exigieron la inclusión de un papel femenino.

El jefe del poblado que ayuda a los prisioneros era Chakrabandu, quien ayudó en realidad a varios aviadores aliados durante la Segunda guerra mundial, fingiendo trabajar para los japoneses. 

La película fue rodada en Ceilán (ahora Sri Lanka ) y en el Reino Unido. El puente en la película estaba cerca de Kitulgala por lo que es evidente que El puente sobre el río Kwai no se rodó en el río Kwai, ni siquiera en las cercanías sino sobre el río Kelani, en Kitulgala. Se construyó el característico puente de madera. El puente acabó saltando por los aires no el día previsto, el 10 de marzo de 1957, tras varias vicisitudes , y lo hizo ante el primer ministro de Ceilán , SWRD Bandaranaike  , y otros dignatarios gubernamentales que no quisieron perderse el espectáculo.

Lo que ocurrió es que un camión de combustible que se incendió en las proximidades del puente, con la dinamita ya colocada en él, pudo haber causado su destrucción sin que pudiese filmarse, pero los soldados del ejército singalés, que protegían el puente de sabotajes, arriesgaron su vida para desviar el camión de las proximidades del puente. Los operarios encargados de filmar la demolición del puente debían dejar las cámaras filmando y ponerse rápidamente a cubierto, haciendo entonces una señal para que se pudiese volar el puente, pero uno de ellos tras guarecerse se olvidó de dar la señal y el equipo de demolición no pudo volarlo, así que el tren atravesó el puente para descarrilar poco después tras chocar con un generador y  el fotógrafo Freddy Ford y Lean tuvieron que dejar de filmar.

Balu Mahendra , el director de cine tamil , vio el rodaje de esta película en Kitulgala , Sri Lanka, durante su viaje escolar y se sintió inspirado para convertirse en director de cine.

Tuvieron que trabajar a marchas forzadas para volver a poner el tren en su sitio y en perfecto estado para filmar a la mañana siguiente la secuencia, esta vez sin fallos con Bandaranaike y su séquito presentes. Hoy de ese puente falso sobre el río Kwai (pero el que todos conservamos en la memoria), reducido a palillos, no quedan más que los cimientos sumergidos de los pilares. Y seguramente también, bajo el agua, los restos de la locomotora y los vagones.

El puente sobre el río Kwai  se inspira en la construcción de la línea de tren se cobró la vida de cien mil prisioneros malayos, birmanos, ingleses, holandeses, estadounidenses y australianos, y fue destruida por bombas teleguiadas de la aviación estadounidense en 1945. Después de la guerra el puente fue reconstruido. 

Los productores casi sufrieron una catástrofe tras el rodaje de la explosión del puente. Para garantizar que capturaron el evento único, se utilizaron varias cámaras desde varios ángulos. 

Normalmente, la película se habría llevado en barco a Londres, pero debido a la crisis de Suez esto era imposible; Por lo tanto, la película fue tomada por transporte aéreo. Cuando el envío no llegó a Londres, se realizó una búsqueda en todo el mundo. Para horror de los productores, los contenedores de película se encontraron una semana después en una pista de aterrizaje del aeropuerto en El Cairo , sentado bajo el sol caliente. Aunque no se expuso a la luz solar, la película de color sensible al calor debería haberse arruinado irremediablemente; Sin embargo, cuando se procesaron los disparos fueron perfectos y aparecieron en la película.

El coronel Saito existió realmente, pero su verdadero carácter distaba del inhumano y cruel personaje del film. El verdadero Saito era un militar que trataba a los prisioneros con respeto. Hasta el punto de que, tras la derrota de Japón, Tossey acudió como testigo al consejo de guerra que el tribunal aliado para crímenes de guerra entabló contra Saito y lo salvó de la horca con sus declaraciones. Cuando Tossey murió, en 1975, Saito viajó a Inglaterra para visitar su tumba.

El coronel Nicholson (Alec Guinness) se inspira en la figura real de Philip Tossey, teniente coronel del ejército británico. Prisionero de los japoneses, fingió aceptar el encargo de sus captores para construir el puente, aunque en realidad hizo lo que pudo para sabotear la construcción: desde añadir barro al cemento para debilitarlo hasta infectarlo de termitas que él y sus hombres cogían en la selva. El verdadero teniente coronel al mando de los prisioneros que construyeron los puentes de Tamarkán, Philip Toosey, se molestó por la imagen dada y dijo que ni él ni ningún soldado británico colaboraron jamás con los japoneses en la línea férrea, sino que muy al contrario hicieron todo lo posible siempre para retrasar las obras, incluso poniendo termitas en el puente.

Los japoneses tampoco quedaron contentos y recalcaron que sus ingenieros eran muy buenos y no habían necesitado de ningún europeo que les diera lecciones. El Sargento Mayor Risaburo Saito que ocupó el segundo lugar al mando de la vida real y este Saito era respetado por sus prisioneros por ser comparativamente misericordioso y justo con ellos. Toosey más tarde lo defendió en su juicio por crímenes de guerra después de la guerra, y los dos se hicieron amigos.

Señalar que , como hemos dicho, se construyó un puente de madera en plena selva de Ceilán, actual Sri Lanka, sólo para dinamitarlo. Se invirtieron 250.000 dólares y empezaron a hacerlo meses antes de iniciar el rodaje. 500 obreros, 35 elefantes y 8 meses costó levantarlo. En lugar de utilizar una maqueta para rodar la destrucción del puente, Sam Spiegel, productor del film, quiso dar un mayor toque de realismo construyendo un puente y adquiriendo un tren del gobierno local para destruirlos al final de la película.

Sobre el río Kwai (Khwae en tailandés) no se conservaba ninguno que pudiera identificarse plenamente con el cinematográfico, en cuya búsqueda iban los viajeros, lo que indicaba que ahí había negocio, así que en un notable ejercicio de interés turístico, el Gobierno tailandés decidió, en 1960, que dado que sí existía un bonito puente de la Segunda Guerra Mundial en Tamarkán, sobre el Mae Klong, pues se cambiaba el nombre del río por el de Kwai. De hecho, se construyeron dos puentes: un puente de madera temporal y un puente de acero / concreto permanente unos meses más tarde. Ambos puentes se utilizaron durante dos años, hasta que fueron destruidos por los bombardeos aliados. El puente de acero fue reparado y todavía está en uso hoy en día. 

El compositor británico responsable de la banda sonora, Malcolm Arnold recordó que tenía "diez días para escribir alrededor de cuarenta y cinco minutos de música", mucho menos tiempo de lo que estaba acostumbrado. Describió la música de The Bridge on the River Kwai como "el peor trabajo que he tenido en mi vida" desde el punto de vista del tiempo empleado.  

Una característica memorable de la película es la melodía silbada por los prisioneros de guerra, la primera versión de la marcha " Coronel Bogey ", cuando entran al campamento. Lo cierto es que la marcha fue escrita en 1914 por Kenneth J. Alford , un seudónimo del maestro de banda británico Frederick J. Ricketts. 

La línea del Coronel Bogey fue acompañada por una contra-melodía que usaba las mismas progresiones de acordes, y luego continuó con la composición del propio compositor de la película Malcolm Arnold, " The River Kwai March ", interpretada por la orquesta fuera de pantalla que se hizo cargo de los silbadores, aunque la marcha de Arnold no se escuchó en su totalidad en la banda sonora. 

Sobre si se empleó durante la construcción real de la línea del ferrocarril de Birmania de 1942 a 1943 Gavin Young recuerda haber conocido a Donald Wise, un ex prisionero de los japoneses que había trabajado en el ferrocarril de Birmania  y al que Young le preguntó "Donald, ¿Alguien silbó al coronel Bogey?"... como lo hicieron en la película? Respondiendo Donald Wise:" Nunca lo escuché en Tailandia. No teníamos mucho aliento para silbar. Pero en Bangkok me dijeron que David Lean, el director de la película, se enojó con los extras que interpretaban a los prisioneros, nosotros, porque no podían marchar a tiempo. Lean les gritó: "Por el amor de Dios, silbe una marcha para mantener el tiempo". Y un tipo llamado George Siegatz ..., un experto silbador, comenzó a silbar al coronel Bogey , y nació un éxito ". Mitch Miller tuvo un hit con una grabación de ambas marchas. 

Tras su estreno la película consiguió una recaudación de $30.600.000  frente a ese costo de 3 millones de dólares.

La película fue la ganadora de siete  Óscars de sus nominaciones.  También fue candidata a «mejor actor de reparto» (Sessue Hayakawa). Recibió los premios a Mejor película,  Mejor director (David Lean) , Mejor actor (Sir Alec Guinness) , Mejor Guión adaptado (Michael Wilson y Carl Foreman - Novela: Pierre Boulle), Mejor  Fotografía (Jack Hildyard) , Mejor Banda sonora (Malcolm Arnold) y Mejor montaje (Peter Taylor)

En los Globos de Oro  lo obtuvo a la mejor película dramática y  al mejor actor (Alec Guinness) y Mejor director (David Lean) quedando nominado al Mejor actor secundario.

​ Otros premios fue en los BAFTA ganando cuatro. Entre ellos el de mejor película , el de Mejor actor (Guinness) y Mejor guión británico

También obtuvo la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor actor extranjero . El Sindicato de Directores (DGA) concedió el Premio al  Mejor director y la National Board of Review incluyó la  Película, Director, Actor, Secundario (Hayakawa) entre lo mejor del año 1957.

El Círculo de Críticos de Nueva York Premió la  Película, al Director, y al Actor Sir Alec Guinness.

La película consiguió el Premio David di Donatello a la Mejor producción extranjera

En 1997, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. 

En cuanto a la crítica  Roger Ebert señaló que la película es una de las pocas películas de guerra que "no se centra en derechos y errores mayores sino en individuos", pero comentó que el espectador no está seguro de lo que se pretende con el diálogo final debido a los cambios de los puntos de la película. de vista.  Y en rogerebert.com escribe que "La mayoría de películas bélicas están a favor o en contra de las guerras. 'The Bridge on the River Kwai' (1957) es una de las pocas que no se centra en el bien y el mal sino en los individuos (…) "

En Slant Magazine  Christian Blauvelt afirma que "la epopeya de 1957 desarrolla sutilmente sus temas sobre la irracionalidad del honor y la hipocresía del sistema de clases de Gran Bretaña sin comprometer nunca su emocionante narrativa de guerra", y en comparación con otras películas de la época, dijo que el Puente sobre el río Kwai "construye cuidadosamente su tensión psicológica hasta que estalla en un destello cegador de azufre y llama". 

En  Variety se valora muy positivamente la película diciendo que es "un drama apasionante, elaborado por expertos y manejado con habilidad en todos los departamentos". Variety dijo que "la película es indiscutiblemente Guinness '".  William Holden también fue valorado por su actuación, se dijo que daba una caracterización sólida y era "fácil, creíble y siempre agradable en un papel que es el punto central de la historia". En esta revista  Mike Kaplan escribe que  "Un drama apasionante, elaborado y manejado con maestría, con talento en todos los apartados (...) Lo que eleva a 'Kwai' al nivel de éxito artístico y financiero (...) es el interesante entretenimiento que ofrece" 

Kate Cameron del New York Daily News señala que es "Un drama emocionante (...) Hay que reconocer las brillantes actuaciones de Alec Guinness (...) y Sessue Hayakawa (...) La acción, dirigida con maestría por Lean, está llena de suspense" 

Bosley Crowther en las páginas del The New York Times señaló que "Es algo más que un entretenimiento sobresaliente con gran variedad y revelaciones sobre la conducta de los hombres. Es una de las mejores experiencias cinematográficas de estas vacaciones." 

Para Dave Kehr del Chicago Reader comenta que "No es mala (...) Si todo lo que haces es sistemáticamente invertir clichés, acabas creando nuevos."

En el Reino Unido Ian Nathan en las páginas de Empire comenta que es "Posiblemente sea la película más complicada de Lean. Es un trabajo imponente (…) " 

Almar Haflidason en BBC afirma que "David Lean consigue un buen equilibrio al crear personajes complejos con un buen reparto, al mismo tiempo que mantiene el ritmo de esta extensa película (…) " 

Andrew Collins de  Radio Times observa que "Pocas películas sobre la Segunda Guerra Mundial son tan perdurables (...) Las actuaciones principales son todas de primer nivel (...) aunque es Guinness el que sobresale (…) "

 Tony Paley del The Guardian sostiene que "Los que no la hayan visto se quedarán fascinados ante lo que la película nos dice sobre la actitud británica hacia la guerra" 

Por último , Phil Hardy en  Time Out dice que es "Un ejemplo clásico de una película que rehuye los asuntos que trata" 

Ya en España Fernando Morales en El País "Mítico filme dirigido con maestría por Lean. Maravillosas interpretaciones para una de las joyas del séptimo arte" 

Para terminar diré que la construcción del llamado Ferrocarril de la muerte, un tramo de 415 kilómetros (entre Banpang y Thanbyuzayat), incluidos numerosos viaductos y puentes (más de 600), para completar la vía férrea de Bangkok a Rangún y servir de arteria terrestre (más segura que la marítima) para el transporte de tropas y suministros al Ejército Imperial japonés que había invadido Birmania fue terminada antes de lo previsto y funcionó muy bien: los trenes llevaron 500.000 toneladas de material y dos divisiones enteras, y varios vagones de esclavas sexuales para los soldados. Era un puente sobre el Mae Klong , renombrado como resultado de la película,  Khwae Yai en la década de 1960, en la localidad de Tha Ma Kham o Tamakan,  a cinco kilómetros de Kanchanaburi , Tailandia. 

Es cierto que los japoneses emplearon mano de obra forzada para la tarea de crear la vía, que requería abrirse paso a través de la selva virgen, repleta de alimañas y peligros. Más de 60.000 prisioneros aliados y 180.00 civiles asiáticos, especialmente tamiles malayos, padecieron lo indecible en condiciones inhumanas, soportando hambre, enfermedades, palizas y humillaciones continuas; 12.000 de los primeros y la mitad de los segundos murieron en lo que está considerado uno de los crímenes de guerra del Ejército japonés. 

Tras la guerra, la línea construida con tanto dolor fue abandonada, y la selva recuperó lo que era suyo. Hoy algunos tramos se han reabierto para el turismo. “De sueños imperiales y hombres muertos, solo la alta hierba quedó”, escribe Richard Flanagan en la que es una de las más poderosas evocaciones de aquel episodio, su novela El camino estrecho al norte profundo (Random House, 2013). 

Entre los testimonios del Ferrocarril de la muerte es especialmente destacable el del soldado del Leicerstershire Regiment (los famosos Tigres) Reg Twigg, capturado tras la caída de Singapur en 1941, que sufrió tres años de esclavitud en la construcción y mantenimiento de la línea férrea junto al Kwai. Escéptico, y comentando que el no vio trabajar a ningún oficial, excepto a los abnegados médicos y un superviviente nato relató sus vivencias en Survivor on the River Kwai, unas apasionantes memorias publicadas en 2013, dos semanas después de su muerte, a punto de cumplir los cien años. 

Allí se relata como los prisioneros se convirtieron en esqueletos humanos idénticos a los de los campos nazis, liquidación sistemática de los demasiado débiles para trabajar, atroces castigos corporales, disentería, cólera, malaria, úlceras… 

Twigg  trabajó en  Tamarkan — en los dos puentes, con el agua al cuello— y Tarso (Nam Tok) a Konyo, y Hellfire Pass, donde los forzados murieron sin freno. Vio cómo decapitaban a un prisionero con una catana, a otro ahogarse en la mierda desbordante de las letrinas, vio crecer las cruces en la jungla a lo largo de la vía del diablo, mientras esta avanzaba, raíl a raíl, y a los japoneses comerse a su propio mono mascota. Recibió palizas de guardias salvajes como Silver Bullet o Konyo Kid (ejecutado tras la guerra), sufrió picaduras de escorpión, padeció beriberi, trabajó codo con codo con elefantes, y hubo de aguantar (lo justo) los avances de un soldado japonés que le decía que tenía "buen cuerpo". “No éramos héroes y algunos ni siquiera podíamos recordar que habíamos sido soldados”, escribe Twigg, que añade: “Cuando moría un compañero, un poco de ti moría con él cada vez”. 

No hubo más épica que la de la supervivencia y el aguante aquel tiempo terrible en las orillas fangosas del Kwai. Muchas inexactitudes históricas en la película a menudo han sido observadas por testigos presenciales de la construcción del verdadero Ferrocarril de Burma y de los historiadores. 

El teniente coronel Philip Toosey del ejército británico era el verdadero oficial aliado en el puente en cuestión y como hemos ya dicho Toosey hizo todo lo posible para retrasar la construcción del puente recolectando termitas en grandes cantidades para comer las estructuras de madera, y el concreto estaba mal mezclado.  Algunos consideran que la película es una parodia insultante de Toosey. 

Julie Summers, en su libro El Coronel de Tamarkan , escribe que Boulle, que había sido un prisionero de guerra en Tailandia, creó el personaje ficticio de Nicholson como una amalgama de sus recuerdos de oficiales franceses colaboradores. Él negó enérgicamente la afirmación de que el libro era anti-británico, aunque muchos involucrados en la película en sí (incluido Alec Guinness) sentían lo contrario.

Ernest Gordon, otro superviviente de la construcción ferroviaria y los campos de prisioneros de guerra descritos en la novela / película, dijo en un libro de 1962, A través del valle de Kwai : "En el libro de Pierre Boulle  y la película que se basó en él, se daba la impresión de que los oficiales británicos no solo tomaron parte en la construcción del puente voluntariamente, sino que terminaron en un tiempo récord para demostrar al enemigo su eficiencia superior. Esta fue una historia entretenida. Pero "nunca lo hicimos de buena gana. Trabajamos en el punto de la bayoneta y bajo el azote de bambú, arriesgándonos a sabotear la operación siempre que se presentara la oportunidad". 

Según la Comisión de Tumbas de Guerra del Commonwealth : El famoso ferrocarril Burma-Siam, construido por los prisioneros de guerra de la Commonwealth , holandeses y estadounidenses, fue un proyecto japonés impulsado por la necesidad de mejorar las comunicaciones para apoyar al gran ejército japonés en Birmania. 

Durante su construcción, aproximadamente 13,000 prisioneros de guerra murieron y fueron enterrados a lo largo del ferrocarril. Un estimado de 80,000 a 100,000 civiles también murieron en el curso del proyecto, principalmente el trabajo forzado traído desde Malaya y las Indias Orientales Holandesas, o reclutado en Siam (Tailandia) y Birmania. Dos fuerzas laborales, una basada en Siam y la otra en Birmania, trabajaron desde los extremos opuestos de la línea hacia el centro. 

Pero estas explotaciones  , como la película, a veces generan reflexiones de interés. El multimillonario  Warren Buffett dijo que era su película favorita. En una entrevista, dijo que "Había muchas lecciones en eso", dijo  “El final de eso fue una especie de historia de la vida. Él creó el ferrocarril. ¿Realmente quería que el enemigo lo atravesara? ” 


sábado, 12 de enero de 2019

La rosa negra del olvido


Cinematográficamente hay clásicos olvidados. Tanto en la dirección como en el grupo de actores y actrices hay grandes que han pasado al olvido más absoluto. Junto a Ford, ya apenas aparece por ningún sitio una de los más grandes directores que dio el cine. Hablo de Henti Hathaway, un director hijo de su tiempo que se centró en algunos géneros más demandados durante su periplo profesional como el western, el cine de aventuras o el cine negro.

Se trata de lo que yo considero la segunda generación cinematográfica integrada por directores que nacen en el cambio de siglo , Hathaway, nació en 1898 , e hijo de profesionales del nuevo arte que había empezado de explotarse a partir de ese siglo (su madre era la actriz Jean Hathaway y su padre, Rhody Hathaway, también actor y representante teatral). Aparece desde muy pequeño en papeles o como extra o figurante en esta incipiente industria californiana. Tras la incorporación de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, vemos a un Hathaway, movilizado. 

Una vez acabada la guerra lo encontramos trabajando como asistente de dirección junto a alguno de los grandes directores que estaban por cuajar como Victor Fleming o William K. Howard para pasar más tarde a trabajar con los directores de referencia del cine del momento como Josef von Sternberg, al que considerará su maestro.

En 1932 comienza su etapa como director de la Paramount para la que realiza ocho westerns de bajo presupuesto basados en novelas de Zane Grey, todos ellos protagonizados por Randolph Scott. Tras esto se le adscribe a otro actor, Gary Cooper, para rodar con él películas de aventuras, como la inolvidable, Tres lanceros bengalíes (1935), o película de corte romántico. Al fin y al cabo es un galán. 

A partir de los años cuarenta está trabajando junto a J. Wayne (The Shepherd of the Hills, 1941 ), Victor Mature y Richard Widmark (El beso de la muerte ,1947 ), Maureen O'Hara (Diez héroes de West Point, 1942) siguiendo guiones de Ben Hecht o Darryl F. Zanuck, entre otros y otras. La década de los cincuenta comienza con la película que he visto, The Black Rose (1950), y es tremendamente fructífera en títulos y trabajo con actores y actrices de peso como El correo del infierno (Rawhide, 1951), nuevamente con Tyrone Power, a la que se suma Jessica Tandy; la inolvidable Rommel, el zorro del desierto (The Desert Fox: The Story of Rommel, 1951), con James Mason, Niágara (Niagara, 1953), con Marilyn Monroe, Jean Peters, Joseph Cotten, la igualmente indeleble película de mi infancia El príncipe valiente (Prince Valiant, 1954) con Robert Wagner, James Mason, Janet Leigh, Debra Paget. 

A estas se suman otras como A 23 pasos de Baker Street (23 Paces to Baker Street, 1956), con Van Johnson, Vera Miles, Cecil Parker; El jardín del Diablo (Garden of Evil, 1954), con Gary Cooper, Susan Hayward, Richard Widmark; Arenas de muerte (Legend of the Lost, 1957), John Wayne y Sophia Loren... 

En los sesenta filma una buena cantidad de títulos algunos magníficos como Siete ladrones (Seven Thieves, 1960), Alaska, tierra de oro (1960), la enorme La conquista del Oeste (1962), El fabuloso mundo del circo (Circus World, 1964), Los cuatro hijos de Katie Elder (The Sons of Katie Elder, 1965), Nevada Smith (1966), The Last Safari (1967), El póker de la muerte (Five Card Stud, 1968), con Robert Mitchum, Dean Martin y acaba con la impresionante Valor de ley (True Grit, 1969) con John Wayne. 

La siguiente década trae título que no son mayores que los anteriormente citados pero si sólidas películas como Círculo de fuego (Shoot Out, 1971), con Gregory Peck y Patricia Quinn, Comando en el desierto (Raid on Rommel, 1971), con Richard Burton o Chantaje criminal (Hangup, 1974). 

J.M. Latorre en su artículo "H. Hathaway, el oeste jamás conquistado", escrito en Dirigido por.. dijo de él que hizo un cine "vitalista, poco estridente, de una gran nitidez visual". Once años después de su último trabajo, este director californiano nacido en Sacramento, hijo de los pioneros del cine fallecía a los 86 años de un ataque al corazón. Hoy, me temo, que ha caído en el olvido y me duele pues recuerdo haber pasado muy buenas jornadas durante las sobremesas de mis sábados o por la noche viendo sus películas. 

Pues bien algo parecido le pasó al protagonista de la película Tyrone Edmund Power, Jr., más conocido como Tyrone Power y que, curiosamente, falleció durante un rodaje en España con apenas 44 años de edad, de un ataque al corazón mientras rodaba en Madrid - era el año 1958- la película Salomón y la reina de Saba, al lado de Gina Lollobrigida. 

Es curioso que este actor prácticamente olvidado se convirtió en estrella de cine a fines de los años 1930 y principios de los años 1940. Fue lanzado por la Twentieth Century Fox como la respuesta de este estudio a Errol Flynn, la estrella de la competidora Warner Brothers. Al igual que Hathaway, Power tenía pedigree actoral. Aunque nacido en Cincinatti, era hijo de actores irlandeses. 

Tuvo su formación en la escuela de arte dramático en Nueva York y sus comienzos fueron en el teatro, antes de que el cine le tentara en 1930. Realizó varios papeles de extra desde 1932 hasta 1935. Sus primeros papeles de primer actor en 1936, fueron de galán y se hizo conocido por tener gran atractivo y carácter cálido. Este carácter cálido que atrajo a muchas mujeres y que hará que con 44 años se casara tres veces, no impidió que la prensa amarilla hablara de una supuesta relación con el actor neoyorkino César Romero al que todos recordamos en su papel de Peter Stavros de la serie ochentera de Falcon Crest. 

De cualquier manera participó en algunas películas inolvidables especialmente tanto en los años cuarenta y cincuenta. Entre ellas a destacar títulos como The Mark of Zorro ( 1940), Blood and Sand (Sangre y arena, 1941), The Black Swan (El cisne negro, 1942) la película de Henry King, The Razor's Edge (El filo de la navaja, junto a Gene Tierney., 1946) Captain from Castile (Capitán de Castilla, 1947), la que voy a desarrollar aquí, The Black Rose (La rosa negra, 1950), Pony Soldier o 'La última flecha'(1953¡2) , o 'Casaca roja', en Chile fue 'El soldado de la reina'), Witness for the Prosecution (Testigo de cargo, 1957) de Billy Wilder, ¡Fiesta! (1957) basada en la obra de Ernest Hemingway de uno de sus directores favoritos Henry King con Ava Gardner, Mel Ferrer, Errol Flynn o Solomon and Sheba (Salomón y la reina de Saba). en la que murió durante el rodaje, en Madrid. 

Pero centrándonos en la película que pude ver en el día de ayer  La rosa negra es una película del año 1950 producida por 20th Century-Fox basada en el libro homónimo del escritor canadiense  Thomas B. Costain. 

La película fue una producción de Louis D. Lighton y fue realizada para ser distribuida por la 20th Century-Fox contando con un presupuesto estimado de $3,000,000 .

El responsable del guión fue  Talbot Jennings siguiendo lo escrito por Thomas B. Costain en libro titulado La rosa negra publicada en el año 1945. 

La música fue compuesta por Richard Addinsell, mientras que la colorida fotografía lo fue de Jack Cardiff y el montaje de Manuel del Campo.

El elenco principal lo forman Tyrone Power como el sajón Walter de Gurnie,  Orson Welles como el hombre de los ojos Bayan, la joven  Cécile Aubry como la rosa negra del clavo, Maryam y Jack Hawkins como el arquero sajón Tristrán Griffen. 

Junto a ellos aparecen Michael Rennie como el rey Edward, Finlay Currie como el abuelo Alfgar,  Herbert Lom como Anthemus,  Mary Clare como la condesa normanda  Eleanor de Lessford, Robert Blake como Mahmoud, el gran y siempre malvado  Alfonso Bedoya como Lu Chung,  Gibb McLaughlin como Wilderkin, James Robertson Justice como Simeon Beautrie, Henry Oscar como el profesor de Oxford Friar Roger Bacon y  Laurence Harvey como Edmond.

La historia comienza con el relato de como en el siglo XIII , un siglo y medio después de la conquista normanda, los habitantes de las islas británicas aún se encuentran fuertemente divididos entre la población autóctona, los sajones, y aquellos que han llegado con Guillermo , el conquistador desde el continente, los normando y que en ese momento ocupan el poder.

Uno de esos ciudadanos sajones que se encuentra molesto con las circunstancias de la autoridad y los privilegios de los normando es Walter de Gurney (Tyrone Power), un joven estudiante de la Universidad de Oxford que odia a los normandos gobernantes, que es hijo no reconocido - ilegítimo- de un noble sajón, el conde de Lessford,  que más tarde se casó con una condesa normanda  Eleanor de Lessford (Mary Clare).  

El joven Walter que acaba de abandonar la Universidad se persona en el Castillo de su padre para , por un lado, entrevistarse con su albacea y por otro escuchar la herencia del padre una vez que éste ha fallecido. 

El albacea de su padre Simeon Beautrie (  James Robertson Justice  ) le informa que esa noche tendrá lugar la lectura pública del testamento paterno y que él debe estar presente. 

Tras hacerle caso, Walter escucha el testamento en virtud del cual a él no se le reconoce ni posesión ni feudo alguno salvo las botas que calzaba su padre en vida. Escuchar esto le enerva y se enfrenta a su madrastra , así como a uno de los asistentes a la lectura testamental. El erudito sajón Walter de Gurnie ,  el hijo ilegítimo del conde de Lessford , echa en cara a todos que ha sido desposeído de su herencia por la viuda normanda de su padre. Waletr se enfrente , como he dicho , a uno de los asistentes a la lectura que resulta ser el rey de Inglaterra Edward (Michael Rennie)  , que no es reconocido como tal por Walter al considerarlo únicamente el rey de los normandos.

Tras eso se marcha sin recoger su herencia las botas al castillo de su abuelo, el padre de su padre. El abuelo Alfgar (Finlay Currie) es un hombre singular. Peleado con su hijo por casarse con una normanda y dolorido con su nieto por abandonar los estudios utiliza en un criado como interlocutor. 

El criado de nombre Wilderkin (Gibb McLaughlin) le comenta que hay visita puesto que el castillo está uno de sus profesores en Oxford. También le comenta que el carácter atormentado de su abuelo va a más. Y prueba de ello es que ahora se dedica al negocio de armaduras que tiene abandonadas en la puerta de su castillo. Tras ser recibido por su abuelo con una alegría mal disimulada, tiene lugar la cena en la que participa igualmente el profesor universitario de Oxford Friar Roger Bacon ( Henry Oscar  ). Durante la cena éste habla de las maravillas que cuentan del  Lejano Oriente y más concretamente de Cathay, idea que atrae a Walter y le abre un interés  en la busqueda de una fortuna en la mítico país de Cathay  (China).

Tras pelearse con su abuelo y estar tomando el aire de la noche ve como un grupo de merodeadores está junto a las armas de su abuelo. Al acercarse resulta que la persona que está con ellos es su amigo Tris (Jack Hawkins). La idea de Tris y los que le acompañan el liberar a un grupo de sajones detenidos en el castillo normando. Walter le organiza un plan de entrada y de liberación y se une a la partida.

Una vez asaltan el castillo proceden a la liberación de los sajones que es ordenada por Simeon , y Walter aprovecha para llevarlo lo que es suyo: la botas , no sin antes enfrentarse a los normando y ser reconocido.

Fuera del castillo, Walter en el interior de las botas descubre un mensaje de su padre que dice que lo ha querido siempre y que le hace entrega de una bolsa de oro para sus gastos.

Como sabe que será perseguido por las autoridades Waletr decide ir a Cathai buscando la fortuna soñada y asumiendo que él ya no tiene país ninguno. En esta aventura se suma Tristán al decir que él únicamente tiene como compañía a Sara, su enorme arco galés que maneja con maestría.

Tras esto vemos a ambos en el Próximo Oriente intentando incorporarse a una caravana que se dirija al Oriente. Se entera por  un chalanero de nombre  Lu Chung ( Alfonso Bedoya) un oriental que trabaja para  Anthemus (Herbert Lom ) un rico mercader que  quiere hacer negocio con los mongoles que van expandiéndose por la zona  y que va a enviar una enorme caravana llena de mujeres. Dicha caravana será protegida por el general Bayan (Orson Welles), un señor de la guerra mongol, un hombre sin piedad que se ha marcado como objetivo , primero , conquistar China y , después, la India. 

Walter de Gurnie junto a su amigo, el arquero  Tris se integran en la caravana gracias a la acción de Lu Chung y les averigua un criado fiel, Mahmoud ( Robert Blake) . Los tres van hacia oriente.

En un momento dado Walter y Tristán , a pesar de ser herejes cristianos se dan a conocer tras un duelo con arco a Bayan (Orson Welles), un señor de la guerra mongol, y acuerdan luchar para él. Eso les va a permitir algunos de las innovaciones se manejan los asiáticos.

Walter que se ha propuesto hacer fortuna en Cathay durante los tiempos de Pax Mongolica encuentra en el patrocinio del señor de la guerra mongol, General Bayan de los Cien Ojos, el medio adecuado para cumplir con su sueño y acepta luchar por él. 

En un momento dado vuelve a parecer Lu Chung y le encarga éste la custodia de una chica del harem que le envía Anthemus que parece ser de origen inglés , pero que también es  mitad mongol - que ha escapado del harén que Bayan escolta a China- y que es perseguida por un sueño en la que es liberada por uno de sus suyos. La chica es conocida como la «Rosa negra», nombre que se le da a una especia especialmente importante en el mundo culinaria, el clavo. La chica , que inicialmente viste como in chico, como un esclavo efectivamente es mitad inglesa y su nombre es Maryam (Cécile Aubry) que se ha escapado del harén de Bayan y busca refugio junto a Walter y Tristán, pese a que ambos continúan al servicio de Bayan. 

Maryam , debido a su ensoñación, ama a Walter pero él está demasiado interesado en su aventura como para prestarle atención. Sin embargo, Tristán cada vez más añora su tierra. El ya no ve diferencia entre sajones y normandos y únicamente piensa en los bosques y la campiña inglesa y en la atmósfera que allí se respira tan alejaba al desierto del Gobi que recorre. Además a Tris cada vez le resulta más pesada la idea de luchar y decide escapar. Maryam parte con él, porque quiere ir a Inglaterra , pero Walter no tiene intención de volver. 

Bayan, por su parte,  envía a Walter a una misión para ver a la Emperatriz de la dinastía Sung de esa parte de China que aún no está bajo el dominio mongol.  Cuando llega, le dicen que debe permanecer en China como «huésped» durante el resto de su vida. 

Descubre entonces que Tristán y Maryam también fueron capturados y hechos prisioneros cuando iban a embarcar para Inglaterra. 

Los tres viven en un palacio, una jaula dorada, durante este tiempo. Durante el mismo, Walter se da cuenta de que ama a Maryam. 

Los tres, ahora que ven la presión de las tropas de Bayan sobre China,  deciden escapar juntos pero  también quieren llevarse del país algunos de sus conocimientos , como el papel, la pólvora y algunas joyas que ocultan en el interior de la ropa.

Mientras huyen Tristán muere intentándolo y con un pequeño barco de Maryam se aleja antes de que Walter pueda alcanzarlo, por lo que Walter regresa a su país natal solo. 

Walter retorna a casa de su abuelo que lo recibe encantado y ya elimina la extraña promesa de no hablar directamnete con él. También se entera de ue había sido denunciado anteriormente por la segunda esposa de su padre por el asalto a su castillo,  pero el rey Edward (Michael Rennie) siente que Walter fue mal juzgado y dice que no encuentra en él mala intención. 

Por lo tanto, Walter es recibido con los brazos abiertos por las autoridades politicas y científicas del que ya reconoce como su país, Inglaterra, y muestra todas las maravillas culturales y científicas (incluyendo la pólvora) que ha traído de China. 

El rey ordena caballero a Waletr y le otorga un escudo de armas, pero , poco después, aparecen dos emisarios de Bayan que han traído a la Rosa negra hasta Inglaterra para que se reuniese con Walter, el cual, además, es nombrado caballero por el rey Edward con la obligación de colocar el arco de Tris Griffen junto a un reconocido amuleto en un lugar visible de su casa; rematando la película con un final feliz. 

La película rodó en Inglaterra y en Marruecos  (que sustituye al desierto de Gobi en China). En concreto se rodó en el  London Film Studios de Shepperton, en Surrey, . También se rodó en Warwick Castle, en Warwickshire y Allington Castle sito en Maidstone en el Condado de Kent. En Marruecos se rodó en  Casablanca, Meknes  y Ouarzazate.  La película fue filmada en Marruecos cuando todavía era una colonia francesa. 

La película se concibió parcialmente como una continuación de El príncipe de los zorros, Prince of Foxes ,​ reuniendo de nuevo a sus dos protagonistas, Tyrone Power y Jack Hawkins.

Tyrone Power nunca pidió que se cambiaran los guiones para reflejar su edad real , y 20th Century Fox le dio guiones durante este período que le pedían que interpretara personajes que eran  10 a 15 años más jóvenes que él. En este película tenía  36 años, muy alejado de los años de un estudiante universitario o un aventurero medieval. 

Durante su larga relación de trabajo, Zanuck al parecer nunca pensó en Power como algo más que el joven que contrató por primera vez en 1935. Walter Zanuck sabía que el actor eran un profesional y que este rol de aventurero y galán estaba habituado. Poco tiempo después Zanuck comenzaría a tener su propia compañía de producción. 

Fue la primera película dirigida por Henry Hathaway después de una operación para el cáncer. Tenía un médico con él en el set. Hathaway dijo más tarde que sintió que la película estaba mal puesta, diciendo que Jack Hawkins era "demasiado viejo" para su papel ("debería haber sido interpretado por alguien como Van Johnson ") y que Cecile Aubry "no tenía una pizca de sentido. Traté de conseguir a Leslie Caron, pero Caron dijo que le encantaba el ballet y que no quería estar en esta película ". 

También dice que él y Orson Welles se llevaron "terriblemente" porque Welles no seguía las indicaciones de la dirección. "Le complacía burlarse a la gente. Ese fue el problema con él a lo largo de su carrera". Se cuenta que durante el rodaje de "The Black Rose", el director Hathaway necesitó alejarse  de Welles y, después de haber sido acosado por él en el comedor de la empresa, ordenó colocar otra mesa en otra habitación para él, su esposa, Tyrone Power y la mujer de éste y madre de Romina, la actriz mexicana Linda Christian. , para que pudieran comer en paz. Pero Welles estaba convencido de que ambas parejas estaban recibiendo una comida especial y se presentó. "No queremos comida especial", le informó Hathaway. "Queremos tranquilidad". No obstante, Welles consiguió su propia mesa en esta área, y los Powers y los Hathaways  regresaron al comedor principal. 

Lo cierto es que  Orson Welles solo asumió este rol para poder obtener suficiente dinero para seguir filmando a Otelo (1951), que tardó años en completarse debido al escaso respaldo financiero. 

Para la versión en inglés al gran y siempre malvado en el cine Alfonso Bedoya le dobló Peter Sellers también brinda la voz para un actor chino sin acreditar que interpreta a un guardia. Estos dos papeles le dieron a Sellers su primer trabajo cinematográfico. 

La idea de ocultar gemas en el forro de sus ropas antes de escapar de China es tomada de las cuentas de Marco Polo. 

La película tuvo se estreno el 1 de septiembre de 1950 y los periódicos   calificaron a la película como una "atracción de taquilla notable" en los cines británicos en 1950.  La película consiguió en taquilla algo menos de los 3 millones de dólares. 

Hay algunas historias sin fundamento sobre una escena de 40 segundos en la película donde se pueden ver los cuerpos de dos campesinos marroquíes colgando de un árbol. Se dijo que los dos cuerpos fueron ofrecidos al director de la película por un coronel francés llamado Louis Morin (o Moran)  que sentía una enorme admiración por el actor Orson Welles. 

La película fue nominada al mejor  Mejor vestuario y mejor color en los 23 Premios de la Academia ( Michael Whittaker ). 

Lo cierto es que  "The Black Rose" se hizo en un momento en que 20th Century Fox y todos los otros estudios de Hollywood estaban pasando por grandes cambios desde que el momento en que gobierno había roto la alianza entre los estudios y las cadenas de cine y teatro. Incluso con sus problemas, no se ahorra ningún gasto en "La Rosa Negra". Es una producción suntuosa, realizada en el lugar y en color, con un reparto superior incluso en los papeles menores: Herbert Lom, Laurence Harvey, Robert Blake, y la famosa voz de Peter Sellers que dobla el papel de Bedoya. 

Con el tiempo Cecile Aubrey,  abandonaría su carrera como actriz  y se convertiría en una guionista muy reconocida en Francia. 

Decir que La Rosa negra es de ese tipo de película que pudimos ver muchos chicos en los setenta y en los ochenta. Esas películas, y lo digo con tristeza ya no se emiten, al pasado a estar descatalogada de los programadores de televisión. Han caído en el olvido aunque sean de directores que han sido y son muy grandes en la historia del cine, que han marcado una época, que nos han mostrado como se hace un travelling - los de esta película en el desierto son de libro, cómo se coloca una cámara, o como se inserta un diálogo inteligente como el de desarrolla el personaje que asume Bedoya- un cine, en este caso que ya apenas existe: el de aventuras. Ahora todo son coches, hombres metrosexuales y chicas macizas. No, la belleza de Cecile Aubrey ya no encaja. Actores como Jack Hawkins o Tyrone Power no han existido. Welles, sí. Pero poco, más , la negra flor del olvido, lo ha devorado todo. 


domingo, 17 de febrero de 2013

Un clásico en las arenas


Después de varios intentos he visto un clásico de Howard Hawks. Es una película que había visto fragmentariamente, pero nunca completa. Recuerdo que en uno de estos programas de cine que antes ponían en televisión sobre actrices, actores y directores de Hollywood un día presentaron el de Joan Collins, que en los años 80 era una importante estrella televisiva. De allí tuve noticias de su participación en esta película de 1955.

Tierra de faraones (cuyo título original en inglés Land of the Pharaohs) es una película estadounidense dirigida por Howard Hawks y estrenada en 1955. La producción estuvo a cargo de Howard Hawks para la Warner Bros Pictures, quien la distribuyó. Pictures al igual que la distribución . En la película la productora invirtió cerca de 3 millones de dólares (2.900.000) no recuperando su inversión, por lo que fue el primer quebranto económico de una obra realizada por Hawks. 
Para esta superproducción histórica de Howard Hawks escriben el guión William Faulkner, Harry Kurnitz y Harold Jack Bloom. La banda sonora es de Dimitri Tiomkin, mientras que la fotografía fue de Lee Garmes y Russell Harlan, mientras que el montaje fue labor de Vladimir Sagovsky. 
Los actores que participaron fueron Jack Hawkins como el faraón Keops, Joan Collins que es la princesa Nellifer, James Robertson Justice como Vashtar, Dewey Martin como Senta, Alex Minot como Hamar, Luisella Boni como Kyra, Sydney Chaplin que interpreta a Treneh, James Hayter lo hace con Mikka, Carlo de Angelo es el guardián de los cuerpos y Bud Thompson que representa a Mabouna. 
La acción dramática tiene lugar en Egipto, en tiempos de Keops, segundo faraón de la cuarta dinastía, que reinó durante 23 años (según el Canon de Turín), entre 2579 y 2556 AC, hace 4.500 años. Keops (Hawkins) es un gobernante guerrero que aprovecha sus victorias para obtener cuantiosos botines de oro y joyas. De carácter obsesivo, desea construir para su sepultura la pirámide más grande del mundo y dotarla de un sistema de seguridad que haga inviolables las cámaras del sepulcro y la anexa destinada al depósito del tesoro. 
Tras el regreso de su victoria el faraón Keops ordena construir una pirámide a su primer consejero y sumo sacerdote es Hammar (Minotis) hombre hábil, prudente e inteligente., que supere las anteriores realizadas en cualquier parte del mundo, donde reposará cuando tenga que pasar la vida en el mundo de los muertos y para ello emplea a un arquitecto-ingeniero que había proyectado las defensas de su ciudad el arquitecto-ingeniero judío esclavizado al que encarga la realización de las obras, Vashtar (James Robertson Justice) y su hijo Senta (Dewey Martin). A cambio liberará a su pueblo tras la culminación de la misma, con la condición de que él quede enterrado con el faraón. Vashtar debe diseñar no sólo un sepulcro sino sobre todo un mecanismo, que garantice la seguridad del féretro y el oro para que nadie pueda acceder a ellos y saquearlos. 
El acuerdo al que llegan el faraón y el ingeniero es que el primero irá liberando cada año a una cantidad determinada de gente del pueblo del segundo, mientras que éste, una vez concluya la megalómana obra, deberá sacrificarse pues nadie debe conocer los entresijos de la tumba.

Keops no solo termina obsesionado con el levantamiento de esta última y con el oro (que almacena en un sótano de su palacio y al cual solo puede acceder él).
La construcción de la pirámide se interrumpe, ya que las canteras más cercanas se han agotado y falta materia prima. También se reduce el ánimo entre los trabajadores. El cambio mediante elipsis se produce en los trabajadores: del entusiasmo inicial (a ambos les espera una recompensa ya sea su libertada o dinero) a la desesperación final (cuando el trabajo se convierte en un suplicio y se hace por obligación sin posibilidad de negarse, a golpe de látigo). 
En este contexto se va a producir la aparición de Nellifer (Joan Collins), una atractiva princesa chipriota que se presenta como tributo de su pueblo. Para continuar decide cobrar tributos a Chipre, reinado por la bellísima pero ambiciosa princesa Nelifer, de quien se enamora y con la que se casa. Ésta se suma a la obsesión, convirtiéndose en su segunda esposa.

Y es ella, igualmente atraída por el oro (aunque de otra manera: lo quiere disfrutar en vida), el catalizador y el protagonista último de toda la tragedia que encierra el film. Ella irá progresivamente ambicionando la riqueza del monarca y para su plan contará con del capitán Treneh (Sidney Chaplin) –prendado por la belleza de la princesa desde el primer momento–, la muerte de la primera esposa del faraón por el ataque de una serpiente amaestrada por los traidores, el también frustrado intento de homicidio del faraón a cargo de uno de los criados de Nellifer.

El espléndido climax entre Nellifer y el faraón, en el que ella ataviada con una de las joyas que él le había negado, aunque Keops, moribundo ya, termina imaginando la verdad cuando identifica entre nubarrones (excelentes los planos subjetivos que muestran la mirada adulterada del faraón) el collar de oro que lleva la mujer... 
El final de Nellifer una vez muerto el faraón no puede ser otro: el sumo sacerdote (Alexis Minotis), amigo del faraón y fiel servidor suyo, acompaña a éste junto con varios sacerdotes en el camino hacia la otra vida como así lo habían dispuesto; Nellifer manipuladora, codiciosa y traicionera, engañada por aquél, es encerrada viva con ellos y con el oro que ansiaba poseer. 
Por último, un plano general de Vashtar y su hijo pequeño da paso un plano similar en donde éste ya es mayor y tiene el rostro de Dewey Martie. La resolución del film que, por la mediación del sumo sacerdote, Vashtar y su hijo son liberados aunque en principio debían sacrificarse por conocer la estancia secreta de la tumba. 
De ella han dicho en el Diario El País Fernando Morales y Miguel Ángel Palomo que "Apoyado en un atractivo guión de William Faulkner, recrea, con muy buena ambientación, la construcción de la pirámide de Keops. Filme épico y colorista en el que destaca el papel de villana de Joan Collins" , el primero, mientras que el segundo la define como un "…alarde de potencia narrativa" . 
Quim Casas en su artículo titulado "Howard Hawks. La comedia de la vida". (Editorial Dirigido por... Barcelona, 1998, p. 368-369) señalaba que «El inicio de la construcción está acompañado de un cierto didactismo. La voz en off nos ofrece datos sobre la titánica empresa (...) Los comentarios dejan de ser tan estadísticos cuando la fatiga general se apodera del pueblo egipcio, las canteras se agotan y surgen los problemas para elevar la estructura de la pirámide. La música juega un papel determinante, más allá de los altisonantes y exóticos arreglos de Dimitri Tiomkin. Mientras las cosas funcionan, los trabajadores cantan de manera jubilosa durante la tarea. Cuando el escepticismo aflora y se pierda la ilusión colectiva, los cánticos desaparecen para ser sustituidos por el monocorde sonido de un tambor (...)». 
Javier Latorre en el nº 291 de “Dirigido por…” señalaba Otro de los aspectos que más interfieren en un mayor triunfo del film es la interpretación del reparto en general: Jack Hawkins intenta dotar a su personaje de cierta humanidad sin eliminar la presencia imponente que aquél requiere, pero solo consigue acertar en determinados momentos (el mejor: cuando muere); Joan Collins no aporta a su personaje, tan oscuro, el porte que requería (si tal vez en el aspecto sensual), y sus limitados registros dramáticos no superan esa carencia; James Robertson Justice a pesar de si tener la presencia adecuada parece sacado de cualquier serial televisivo en el que diera vida a un hipotético tío Joe; pétreo aunque más entonado está Alexis Minotis, si bien propone un distanciamiento hacia su personaje no muy claro que no parece muy adecuado. Más ajustados a sus personajes están Dewey Martin, actor competente por lo menos con Hawks, y la casi fugaz Kerima, interpretando a la reina Neilla, la primera esposa del faraón".

Lo cierto es que la película le debe mucho a Howard Hawks. La hizo después de dos Comedias consecutivas, la magnífica Me siento rejuvenecer (Monkey Business, 1952) y la menospreciada y divertidísima Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes, 1953), Howard Hawks eligió un proyecto totalmente opuesto para su siguiente película, Tierra de faraones, una tragedia de eco cercanos a shakespeare, pero ambientada en el Egipto faraónico y que poseyendo momentos de gran intensidad y belleza. Eso sí, no prescinde de su idea de superproducción con una excelente ambientación, notable guión, buenas actuaciones, soberbia fotografía y una banda sonora llena de matices aunque mantenga su aspecto intimista, dramático. Y todo tiene un marcado carácter naturalista. No pretende hacerla teatral al estilo Mankiewicz, sino en base a una gran intensidad dramática, que se basa en intrigas, engaños, traiciones, deslealtades, asesinatos, etc. El interés del resto del film es muy desigual. 
Como decíamos la película gira en torno a las inquietudes características de Hawks: la amistad masculina, la ambición, el honor, la traición, la relaciones entre hombres y mujeres...Destacan los paralelismos con Rio Rojo (Red River, 1948): la construcción de la pirámide se asemeja al transporte de las diez mil reses visible en su obra maestra o en el tono conciliador visible en el permiso para salir que le dan al arquitecto y su hijo por haber cumplido su palabra.

El film suma drama, aventuras e historia en el Antiguo Egipto como lo llevaron al cine otros, antes y después, visibles en “Sinuhé el egipcio” (Michael Curtiz, 1954) y “Cleopatra” (Mankiewicz, 1963). O al mundo clásico en general tan propio de los años 50 visible en Helena de Troya de Robert Wise (1956), en Los diez mandamientos de Cecil B. DeMille (1956) o la oscarizada Ben-Hur de William Wyler (1959), pasando por La túnica sagrada de Henry Koster (1953) que introdujo la nueva tecnología del Cinemascope, dibujan bien el entorno de una de las décadas prodigiosas del american "peplum" (vocablo que significaba túnica sin mangas).

Volviendo al elemento dramático de la película señalar que no es de extrañar por lo tanto que los mejores momentos de Tierra de faraones sean los que se detienen en la descripción más íntima del drama, principalmente visible en aquellos en los que se precipita la tragedia, que paulatinamente aparecen menos iluminados (las sombras arropan a los traidores -Nellifer - y nublan a los traicionados). También llamativo en el filme son las elipsis introducidas tanto por el narrador como por el aspecto reflejando ambos el paso del tiempo.

En cuanto historiador se aprecian , según he leído algunos anacronismos, en el vestuario, a cargo de Mayo, que imita formas egipcias de diversas épocas, sin prestar excesiva atención a la cronología o incluyendo a los camellos en el desfile militar, pese a que la domesticación de los mismos tiene lugar en Arabia años más tarde. Por el contrario ofrece una explicación plausible de la organización del trabajo colectivo, en la que la fuerza física de las personas humanas es la única fuerte de energía y las lianas y los nudos, la única tecnología en uso con lo que aumenta la verosimilitud de la explotación de seres humanos esclavizados, tratados con exigencias crecientes de esfuerzo en un contexto de manifiesta crueldad, o prescindiendo con rigor de los caballos, cuya domesticación tiene lugar en Medio Oriente unos 500 años después. La inexistencia de animales de tiro determina la ausencia de carros o aurigas, etc o el papel de Luxor en el Imperio Antiguo. La recreación de la época está muy lograda, al igual que otros aspectos estilísticos como la planificación, la fotografía o la banda sonora a cargo del imprescindible Tiomkin (notas disonantes en los instrumentos de viento para apuntar la opulencia y crueldad de Egipto y su emperador, refinadísima utilización de los instrumentos en las escenas intimistas), aunque resultan excesivamente detallada las ceremonias que acompañan al faraón de duración excesiva, como en la presentación del film o las planos dedicados a la construcción de la pirámide

Parece ser que el propio Hawks trató de imponer a John Wayne para el papel del faraón Keops pero su propuesta no fue admitida por la productora. El caso es que el film no dio el resultado previsto y después de esto, Hawks desaparece del mundillo cinematográfico durante 4 años, hasta su genial regreso con Río Bravo. Película de grandes elipsis ésta que nos narra la «arquitectura de una obsesión» y que resulta muy didáctica gracias a la narración en voz en off y que habla sobre la ambición de poder y la libertad. 
Señalaba Terenci Moix en el volumen III de su historia del cine, publicada en la revista Blanco y Negro del diario ABC que uno de los aspectos más singulares de la película estribaban no sólo porque la Warner se instalara en Egipto para montar una pirámide mediante miles de extras, sino que lo realmente hará relevante al filme es la presencia en su guión de un William Faulkner “que no sabía como hablaban los monarcas de aquel lejano periodo”.