Uno en esos momentos en que tiene el mando de la televisión roto y apuesta por ver sus VHS, con sus antiguas grabaciones da con algunas joyas incunables. Esta es una de ellas, pues se trata de un clásico entre los clásicos, y de una película que hizo historia, por su virtuosismo técnico, por su papel propagandístico. Los protagonistas reales de este film, nunca sospecharon que veinte años más tarde serían estarían en la vanguardia del cine.
El acorazado Potemkin, es una película muda de 1925 dirigida por el cineasta soviético Serguéi M. Eisenstein.
La película reproduce el motín ocurrido en el acorazado Potemkin en 1905, durante la semana del 26 de junio de 1905, cuando los marinos del Potemkin, que regresaban de la guerra con Japón, se amotinan y se ganan la simpatía de la población de Odesa, que les envía víveres al rebelarse contra los oficiales del régimen zarista.
El acorazado Potemkin está considerada como una de las películas propagandísticas más influyentes de todos los tiempos y fue nombrada mejor película de la historia en la Exposición General de Bruselas de 1958. El filme es de dominio público en algunas partes del mundo y sus 77 minutos están considerados como una de las mejores películas de la historia del cine.
El autor de esta obra, Serguéi M. Eisenstein, recibió con sólo 27 años el encargo oficial mientras terminaba el montaje de "La huelga" (1924). Realmente recibió la orden de rodar 8 episodios de las revueltas de 1905. Como ocurre en las tragedias clásicas, la película se divide en 5 actos. Y prescinde de los dramas individuales, centrando toda la atención en los personajes colectivos: marineros, los habitantes de Odesa, los mandos zaristas, la flota rusa, los soldados cosacos. Su objetivo era exaltar los ideales de la Revolución de Octubre (1917).
El trabajo del realizador acusa evidentemente la influencia del teatro, la ópera y la pintura constructivista.
Los actores son para mí unos auténticos desconocidos pero no por ello son menos importantes. Aparecen en los títulos de crédito los siguientes: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Aleksandr Levshin, Konstantin Feldman.
El guión fue del propio Sergei M. Eisenstein y de Nina Agadzhanova- Shutko. La fotografía evidentemente en blanco y negro estuvo a cargo de Eduard Tisse, Vladimir Popov, está impregnada de sentido documentalista. Crea composiciones de magnífico dibujo, sin vacíos. Ofrece primeros planos que trasmiten emociones. Usa algunas maquetas.
La película fue producida por Jacob Bliokh para la productora Goskino.
El acorazado Potemkin significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara al inclinarla, lo que da como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata.
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, y en la que todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del oprimido que decide romper sus cadenas.
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película. Se trata de La Escalera de Odesa, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente para acabar con el apoyo a los rebeldes. En ese momento, una madre es alcanzada por una bala mientras corre con un coche de bebé, que rodará escaleras abajo al morir la madre. Otra mujer coge en brazos a su hijo muerto por los disparos y se enfrenta a los cosacos.
Escenas similares la hemos visto como homenajeada en obras de directores, como Francis Ford Coppola en El Padrino, Brian De Palma en Los intocables de Elliot Ness.
La historia es bien conocida. Los marineros del acorazado Potemkin, hartos de malos tratos, de ser obligados a alimentarse con alimentos en mal estado... deciden sublevarse. Y está llena de imágenes expresivas, casi como un álbum fotográfico. El acorazado Potemkin representa la magnificación de la figura de las masas y las causas colectivas.
Estrenada en la primera década de la Revolución rusa (1925) constituye un rescate de la importancia del Potemkin en el proceso de la revolución fallida de 1905, antecedente de la rebelión de octubre de 1917.
Como ya hemos señalado este film está compuesto de cinco episodios:
- Hombres y gusanos (Люди и черви)
- Drama en el Golfo Tendra (Драма на Тендре)
- El muerto clama (Мёртвый взывает)
- La Escalera de Odesa (Одесская лестница)
- Encuentro con la escuadra (Встреча с эскадрой).
Como el propio Eisenstein explica en el texto sobre la «Unidad orgánica y pathos en El acorazado Potemkin», incluido en el libro de Georges Sadoul sobre este film, la película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que mantiene en su núcleo lo particular en función del todo. Cada una de las partes en las que puede ser dividida la cinta, es funcional en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad.
Por otra parte, el trabajo patético (pathos) en tanto que la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, generan en el espectador una emoción que lo llevan a realizar mediante un proceso psicológico, una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto.
Después de su estreno en la Unión Soviética, la película fue exhibida en los Estados Unidos. Se exhibió en Alemania una versión con ediciones en las escenas extremadamente violentas. Una introducción de León Trotsky fue omitida en las versiones soviéticas, por el enfrentamiento de éste con Iósif Stalin. La película fue prohibida en Alemania (durante el régimen nazi), Gran Bretaña, España (aunque se levantó la prohibición durante la Segunda República), Francia y otros países por su contenido revolucionario. También fue prohibida en territorio soviético durante un corto período, cuando el Komintern (por razones diplomáticas) dejó de apoyar deserciones en los barcos de países capitalistas.
En 2004 se terminó la restauración de la película. Muchas escenas violentas excluidas y la introducción de Trotsky fueron restauradas, y las traducciones desde el ruso no tienen la retórica revolucionaria del idioma original.
La música fue escrita originalmente por Edmund Meisel en un período de 12 días debido a una tardía aprobación por causa de la censura impuesta, lo que se reflejó en largas repeticiones de diversas partes de la composición a fin de completar la obra para una orquesta de salón compuesta por flauta, trompeta, trombón, percusiones y cuerdas. Mark-Andreas Schlingensiepen depuró la obra para el piano en la versión actual del filme. En la composición musical colaboraron igualmente Nikolai Kryukov, Neil Tennant, Chris Lowe
La trama es acompañada con piezas de música clásica de compositores tales como Dmitri Shostakóvich y Nikolái Kriúkov.
La película no es sólo un film de propaganda (como Raza por ejemplo). Busca construir un drama universal a partir de un hecho puntual, de tal manera que su mensaje va más allá del público ruso del 25 y la exaltación del fervor revolucionario y comunista (aunque fuera su objetivo). Y va más allá porque sienta las bases del lenguaje cinematográfico y del montaje.
Virtudes técnicas las tiene: contraste entre imágenes para provocar espanto, empleo por primera vez en la cinematografía soviética del travelling (las cámaras de la época eran enormes y muy difíciles de mover), la crispación de los puños de los marineros cerrándose, el aprovechamiento del espacio dentro del plano con una composición que queda muy natural pero “llenando” el plano de forma artificial (los maestros del cine clásico americano como Howard Hawks eran expertos y hoy parece que nadie es capaz de hacerlo igual), el carrito en la escalera, las caras, la discordancia entre el ritmo interno de la escena y el ritmo del montaje, la imagen como símbolo, intercambio de lentes en lugar cambiar de lugar la cámara, el uso del foco diferencial, la fotografía de Tissé, angulaciones para generar sensaciones, hacernos creer que el barco está en alta mar, un extraordinario manejo del ritmo con momentos de pausa y otros de crispación, expresivos primeros planos, el plano picado, el recurso de la repetición de imágenes para evocar ideas y para generar tensión en las acciones (no, no lo inventó John Woo) etc.
Todo ello, es cierto, pasando olímpicamente del raccord (gente corriendo hacia lados contrarios, cubos quietos que luego se balancean...).
Que tenga una fuerte carga ideológica es lo de menos. La concepción del cine como herramienta tendenciosa para manejar al público, ofrecer una selección de sucesos conmovedores pero falsos. La veracidad de la película es escasa y el argumento es propaganda de exagerado patetismo para exaltar ánimos. En bloque mantiene una estructura lógica pero introduce imágenes que buscan algo más que narrar una peripecia.
Montaje de atracciones: considera el montaje más importante que la puesta en escena o la colocación de la cámara. Trata de “asociar” los hechos de los planos mediante el montaje, esos planos cobrarán sentido todos unidos por el montaje y no por separado.
Todo esto está hoy día superado (la publicidad y el cine sobre todo de acción no se entienden de otra forma), pero no olvidemos que está superado gracias a que tipos como Eisenstein lo plantearon. No se trata, por tanto, de que el montaje esté condicionado por las necesidades del relato (uniendo tomas individuales), sino de que cobre protagonismo como elemento de cohesión de partes sueltas que al unirlas consiguen un objetivo concreto. La yuxtaposición de imágenes no sirve exclusivamente para unir secuencias que tengan valor por sí mismas, sino para confrontar imágenes y provocar así sensaciones, tensión...
Frente al montaje norteamericano el llamado montaje "invisible"o silencioso, basado en la idea de que la historia está por encima del montaje expresivo (no nos fijamos en los cortes, los planos, etc...porque el director no suele querer que "estés viendo una película", quiere que la trama te absorba por completo) y en "El acorazado" es justo lo contrario, el hilo narrativo está supeditado al montaje y a la consecución de planos.
El montaje nos está condicionando, está siendo lo más expresivo, más que los protagonistas, porque de hecho no hay protagonista único, el protagonista es el pueblo. Montaje violento, montaje de choque, montaje expresivo.
El film contiene 1.209 planos, una cifra muy superior a la habitual en 1925. Su yuxtaposición crea secuencias que aceleran el ritmo (planos por tiempo) en los momentos culminantes; mantiene ritmos constantes y obsesivos para crear sentimientos de temor (cosacos en escalinata); ofrece ritmos cambiantes para sugerir caos y desorden (civiles en escalinata); suma varias narraciones en paralelo para ofrecer visiones del cuadro completo, etc. El montaje es una forma de estilo y, a la vez, un medio de trasmisión de ideas, sentimientos y actitudes.
Aprovecha el encuadre para orientar la expresividad de las imágenes (zaristas sin cabeza en cuadro, sombras inquietantes de cosacos...). Presenta juegos visuales (3 leones de piedra vistos sucesivamente parecen levantarse) y composiciones imaginarias (visión de marinos ahorcados en las vergas del mástil).
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