miércoles, 29 de febrero de 2012

¡Qué lejos queda Missouri!


Lo que nosotros siempre hemos conocido como Forajidos de Leyenda tiene como título original el de "The Long Riders". Se trata de una película del oeste dirigida por Walter Hill en el año 1980. Fue producido por James Keach , Stacy Keach y Tim Zinnemann y contó con la muy estimable banda sonora original de Ry Cooder . Es más, Cooder ganó el premio a la Mejor Música de la Asociación de Críticos de Cine en 1980 de los Premios de Cine de Los Ángeles con esta banda sonora. 
La película fue presentada en el Festival de Cine de Cannes de ese año ya lejano año 1980. Se trata realmente de un relato novelado de la banda de los hermanos James y Younger.


Cuando vi la película por primera vez a mediados de esa década me llamó la atención que los hermanos del relato, los James, los Younger, los Miller y los Ford eran en realidad hermanos en la vida real. Los hermanos Keach interpretan a Jesse James ( James Keach ) y James Frank ( Stacy Keach) ; los Younger fueron interpretados por los hermanos Carradine ( Cole Younger – David Carradine- , Jim Younger – Keith Carradine- y Bob Younger - Robert Carradine -); el papel de los Miller fue asumido por los muy jóvenes por aquel entonces hermanos Quaid, Ed Miller ( Dennis Quaid ) y Clell Miller ( Randy Quaid) ; mientras que los Ford están representados por los hermanos Guest, Charley Ford ( Christopher Guest ) y Robert Ford ( Nicolás Guest ). 
Para el carácter familiar del filme cuenta la película con la aparición - sin acreditar- de Ever Carradine , la hija de Robert Carradine y sobrina de David y Keith Carradine. Además el hijo de James Keach, Kalen Keach, también está presente. Intervienen igualmente otros actores como Kevin Brophy como John Younger, Harry Carey, Jr. como George Arthur, Shelby Leverington como Annie Ralston , Felice Orlandi como el Sr. Reddick , Pamela Reed como Belle Starr, Lin Shaye como Kate y James Remar como el mestizo Sam Starr. 


Gran parte de la película se rodó en Georgia, siendo especialmente recordada la imagen del asalto y su fracaso que se rodó en Northfield Parrot, Georgia . La película es del director y productor Walter Hill aunque realmente parece rendir un homenaje dirigido a Sam Peckinpah.
La película nos muestra a lo largo de sus 100 minutos de metraje un western bien planteado y para ello contó con un buen guión firmado a la limón por Bill Bryden, Steven Philip Smith, Stacy Keach, James Keach, con la música de Ry Cooper y la fantástica fotografía de Ric Waite. La productora del filme fue la United Artists.
La película empieza presentando el contexto histórico de la banda, pues estamos en los años posteriores a la Guerra Civil americana, cuando esta ya ha terminado, pero muchos del sur se resisten a admitir la derrota. Algunos de los héroes que cabalgaron junto a Lee se han convertido ahora en unos atracadores de bancos. Entre ellos, y dominando las praderas de Missouri, se encuentran los hermanos James, ladrones de bancos y asaltadores de trenes que viven al margen de la ley.
La historia de Jesse James representa a la de muchos hombres del Sur que no pudieron adaptarse a la nueva realidad creada tras la derrota en contienda civil, y en la película ese mundo aparte queda patente durante la fiesta de bodas del propio Jesse, con esa bandera confederada que cuelga ya anacrónicamente de una viga, y sin que veamos a un solo negro bailando. Hasta donde he podido averiguar, los hechos que vemos se produjeron tal cual nos cuentan. La película nos permite disfrutar de personajes bastante labrados, desde el frío James, pasando por el racional y dependiente Frank al indómito y despreocupado Cole Younger.
Hay otros más desdibujados, pero los principales funcionan; también podemos conocer algo de ese Sur rural recién derrotado, aunque, insisto, es extraño que no aparezca ni un negro en toda la película; los planos amplios nos dejan recrearnos tanto en el paisaje como el uso de la cámara lenta (en momentos acertados, incomparable la secuencia en que atraviesan un escaparate) nos permite no perder detalle de ciertas escenas de acción. "Qué lejos queda Missouri", se lamenta Cole Younger en determinado momento.

Con ‘Forajidos de Leyenda’ Walter Hill como hará más tarde con Gerónimo – ya comentado- y con el primer capítulo de la primera temporada de Deadwood, se atrevió con un western. Para los setenta y ochenta, el género que no estaba precisamente en su momento más álgido, sino más bien todo lo contrario.
Como tema central de la película rescató la leyenda del bandido Jesse James y todos los que le rodearon y filmó un film preciso que narra las andanzas de un grupo de atracadores de trenes y bancos, formados por tres familias de hermanos, siendo todos ellos encabezados por Jesse James, el hombre más buscado por la justicia. Todos son protagonistas, sin que la película se decante por alguno en concreto, algo que la aleja totalmente de las anteriores versiones sobre el mítico bandido, dándole un nuevo enfoque y tratamiento a la historia. Tampoco se centra mucho en los motivos del asesinato de Jesse James como hará más tarde la película protagonizada por Brad Pitt sobre el cobarde Ford que lo mata a traición.
Para ello Hill contó con actores que eran hermanos en la vida real, como hemos indicado anteriormente interpretando a su vez a hermanos en la ficción. James Keach y Stacy Keach, que además son productores del evento, dan vida a los hermanos James, compenetrándose de maravilla, y llevando en la parte final el peso de la función. Lo cierto es que muy probablemente estemos ante las dos mejores interpretaciones de los hermanos Keach, dos actores desaparecidos del mapa, pero que aquí están totalmente entregados a la causa. Dennis Quaid y Randy Quaid dan vida a los hermanos Miller, aunque con participación fugaz en la banda del primero dado su carácter sanguinario y codicioso visible en el primer asalto al banco de la película. David Carradine, Robert Carradine y Keith Carradine dan vida a los hermanos Younger, y como siempre, Keith sobresale por encima del resto, aunque en el caso de David hay que decir que sorprende, y un poco menos en el caso de Robert. Sea como fuere, se nota que todos se compenetraron especialmente los Keach, especialmente visible en el momento en que Frank James corta leña, mientras su enorme Jess se está declarando.

Hill más tarde buscará en Keith Carradine apoyo en la interpretación de Bill Wild Hickock en Deadwood. De todas maneras pocas veces tanta familia interpretando a tantos personajes juntos en una misma película. Por supuesto en el caso del cobarde Robert Ford y Charlie Ford, Hill también contó con dos hermanos en la vida real. Concretamente Nicholas Guest y Christopher Guest, que como todos sabéis tiene su vital importancia en la historia de Jesse James.

El film sólo se centra en estos dos personajes sólo en ese punto vital que todos conocemos, sin entrar en demasiados detalles, y ni siquiera dando a entender que Robert Ford y Jesse James tuvieran algún tipo de relación. De hecho hay un rechazo permanente de los miembros de la banda sobre todo de los James y de los Younger a los Ford. Los ignoran en el baile y son ignorados igualmente en el entierro del hermano disminuido de los James, tras el asalto de la casa por parte de los hombres de Pinkerton.

La película pretende reflejar el papel del grupo, de sus correrías en asaltos a bancos , a trenes y su cabalgada final, visto con cierto tono crepuscular sin cargar demasiado las tintas. Walter Hill dirige con enorme eficacia, dureza una película en la que se intercalan escenas de la vida corriente de los protagonistas, con escenas de atracos, logrando casi en su totalidad el hablar de todos los personajes sin necesidad de darle a uno más importancia que a otro, salvo en sus momentos finales y por motivos muy evidentes.
Este western moderno, creíble y que aporta novedades al género es una tarea que Hill hizo aunque no llegara al alcance de maestros como Clint Eastwood.

Esta película intenta recuperar el espíritu crepuscular de las obras maestras de Peckinpah. De esta forma, la película funciona perfectamente como film coral, por así llamarlo, uno de sus mayores aciertos, además de lo bien filmada que está, sobre todo en sus escenas de acción. Con respecto a esto último conviene resaltar todo el tramo final, donde ya el homenaje a Peckinpah es clarísimo.

Homenaje igualmente en el papel de la música y de los bailes, especialmente bueno el de la boda de Jesse James con jóvenes, niños y ancianos de ambos sexos bailando alegremente, centrales igualmente en las películas Hill y de Peckinpah, aunque éste apostara por la música de frontera con México.
El tiroteo excelentemente coreografiado, donde Hill utiliza la cámara lenta parece remitirnos al ‘Grupo Salvaje’ (años más tarde volvería a hacer una operación similar en la maja ‘Traición sin Límite’) para, como hacia el viejo maestro, para enseñarnos la crudeza de la explícita violencia.

Para ello Hill no escatima del sonido usando un sonoro ruido cuando uno de los protagonistas va a ser herido. Resulta igualmente revelador el travelling de inicio en el que poco a poco se van viendo cabalgando a los protagonistas aunque indefinidos dada la lejanía de la cámara. Puede que falle el montaje que está entrecortado o fragmentado.
Los productores del filme no quedaron satisfechos con el montaje original y decidieron acortarlo hasta los cien minutos. Fue cortada para conseguir un metraje más comercial y eso se nota en la escasísima definición de los personajes (ya los conocemos, es cierto, pero cuéntanos algo), el atropellado final y la sensación de frialdad que deja al terminar. El tiroteo del final es muy vistoso, especialmente cuando la música acompaña los impactos que reciben los protagonistas al huir del banco del pueblo que han asaltado.

Una película que cumple con los clichés del western, uno de los westerns con mejor factura salidos de Hollywood en los últimos 30 años. ‘Forajidos de Leyenda’ además presenta una magnífica banda sonora de Ry Cooder.
Destacan, eso sí, pequeños errores históricos que convierten algunos momentos de la película en anacronismos que no afectan a su calidad visual, sino al pretendido carácter historicista de la misma. Por ejemplo, la banda de James se hace un retrato frontal con los personajes sentados antes de la redada de Northfield en 1876. El fotógrafo utiliza el flash en polvo, el problema que ese flash en polvo no fue inventado hasta finales de 1880.

Igualmente en otra imagen se ve una toma tras el regreso de la banda a Missouri donde hay caballos tirando de un vagón, y es evidente que los senderos que están fueron hechas por los vehículos modernos, ya que si se tratara de caminos de carretas, los carriles de la rueda serían menores y el centro de la pista sería más amplio pues sólo se marcaría las ruedas y las pisadas de los caballos.

"I'm a good ole rebel" o “Soy un buen rebelde” , cantada en la escena del salón o burdel , no se escribió hasta 1918. Aunque es posible que se conociera en el período representado (a principios de 1870), es poco probable que fuera tan ampliamente conocido que el artista habría sido capaz de tocar de memoria.
Señala la web imdb que se ven modernas líneas de alta tensión del día visibles en las escenas rodadas en Georgia. También esta web nos informa que el revólver con el que Frank James amenaza a Rixley es una Smith-Wesson Schofield. En realidad, Jesse llevaba un par de Schofields mientras que Frank prefería la más pesada Remington del nuevo Ejército (el tipo de pistola se muestra llevada por Cole Younger).
Después de salir de la cárcel, Frank James hizo un testimonio de impresión para referirse a la Remington como "el arma mejor mano que he llevado". Igualmente se indica que durante la redada de Northfield, cuando la máquina de vapor llegó a la calle, las huellas de las ruedas planas y el peso pesado podría verse claramente en la suciedad de la calle, pero en la siguiente escena, como los jinetes se acercaban por la calle, no había huellas visibles.
Entre los diálogos de la película hay algunos interesantes. Entre ellos este
- ¿Sabe qué clase de hombres sale de Missouri? los James, los Younger, los Clayton, los Earp y ahora Bob y Charlie Ford. 
- Estuve cuatro años en el ejército y llevo once intentando olvidarlo. 
- Me encuentro muy mal. - No es de extrañar. Once balazos en el cuerpo es todo un record. - ¡Qué lejos queda Missouri! 
- ¿Y cómo es que yo no he sido invitada?. - Porque tu eres una puta. - Ya, pero desde luego no de las baratas. - Ahora que tu y yo parece que nos entendemos bien podías pensar en hacer de mi una mujer honrada. - Nunca serás una mujer respetable Bell. Eres una puta y siempre lo serás, y por eso me gustas. 

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