sábado, 28 de octubre de 2017

Ford Apache


Sí, sí; Ford Apache. No es un error, lo he hecho conscientemente. Es mi personal homenaje a ese gigantesco director norteamericano, enamorado de su Irlanda ancestral, que se presentaba como " Me llamo John Ford y hago western".  Fort es fuerte, pero Ford, en el cine, sólo puede ser John Ford.

Así se presentó el maestro, con su parche en el ojo, su gorra de beísbol y su mordisqueada pipa, en la reunión de la liga de directores donde Cecil B. DeMille pedía la cabeza de Joseph Leo Mankiewicz por comunista. ¡¡¡Qué gran tarjeta de visita!!! Un hombre al que se ha tachado de conservador, militarista, belicista y racista, un apologeta de la violencia, el imperialismo y el colonialismo. Nada más alejado de la realidad, dando la cara por un compañero,  el director por ejemplo de Cleopatra, ante otro compañero al que apreciaba como director, pero no como persona.  

John Ford, o simplemente, Ford, el tuerto, era el director de la luz en blanco y negro - o en color- del , para mi, idolatrado Monument Valley, ese espacio que pude ver desde las nubes mientras cruzaba el cielo camino del Sur de los Estados Unidos. Era el director del galope de la caballería, el hombre que dignificaba y convertía en héroes a los viejos borrachos arrinconados en un pueblo de Irlanda o en una cantina del viejo Oeste, del polvo en el viento y en la ropa de los desiertos de Arizona o México, del silencio o de la apuesta por la sonoridad de los "Sons of Pionners" , de los caminos polvorientos, por los que se mueven , entre otros, John Wayne y Henry Fonda como actores principales, pero siempre acompañados de George O'Brien, Ward Bond o Victor McLaglen o su cuadrilla de navajos.

Aunque fuese rencoroso y obcecado, alcohólico y violento, pero también valiente y generoso y, por lo que aquçi afecta, un gran director. Preguntado en cierta ocasión acerca de sus tres directores favoritos, Orson Welles exclamó: «John Ford, John Ford y John Ford». Es buena prueba del inmenso prestigio que el gran director de ascendencia irlandesa tuvo siempre tanto entre sus compañeros del Hollywood clásico como entre las siguientes generaciones de realizadores ya devorados por la cinefilia, de Martin Scorsese a Steven Spielberg. Es hermoso saber que cuando al crítico José Luis Guarner le anunciaron que le quedaban pocas horas de vida, pidió ver una última vez Centauros del desierto…

Hubo un momento en que John Ford, que había vivido en sus propias carnes la segunda guerra mundial , pensó que debía que rendir un homenaje al Ejército. Y Fort Apache fue la primera película surgida con esa intencionalidad, la primera de la conocida como Trilogía de la caballería, que completan La legión invencible (1949) y Río Grande (1950). De hecho, aunque pudiera parece otra cosa fue una de las primeras películas en reflejar simpatía y respeto por los nativos americanos.

Tras esta vino She Wore a Yellow Ribbon (1949) y Rio Grande (1950), ambas también protagonizadas por Wayne. A pesar de que pudiera ser planteada como una Trilogía "la de Caballería" lo cierto es que , inicialmente,  John Ford no había pensado realmente como una trilogía.  Ford en equipo con Merian C. Cooper lo que realmente planteó fue darle estabilidad financiera a su empresa, Argosy Productions, tras el fracaso comercial de El fugitivo (1947), así que apostó por lo que le había salido bien.

La Trilogía de la Caballería sirvió para etiquetar a John Ford como cineasta «fascista». Para acusarlo algunos de ello por la visión que daba del ejército norteamericano visto como la glorificación del militarismo , colonialista y  genocida. Sin embargo, puede ser todo lo contrario pues por ejemplo en Ford Apache prevalece el clasismo sobre militarismo y sobre el indigenismo. En Fort Apache, el protagonista es un militar clasista cuya obcecación en búsqueda de la gloria queda bien claro que conduce a sus hombres a la muerte. Por otro lado, la visión de los indios  no puede ser más digna.

De ningún modo la Trilogía es un conjunto de «hazañas bélicas» para mayor gloria del VII º  de Caballería. De hecho  Fort Apache es la historia de una enorme derrota.

El guión se inspiró en la historia corta de James Warner Bellah "Massacre" (1947), aunque Ford , sin duda alguna, parece inspirarse directamente en   George Armstrong Custer y su derrota en la batalla de Little Bighorn y su misión suicida.

Para su película John Ford contó en la dirección artística con James Basevi y , como en otras de sus película se hizo productor de la misma junto a Merian C. Cooper - que por cierto había sido oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y de la Fuerza Aérea de Polonia y director de la RKO Pictures ,antes y después de la Segunda Guerra Mundial- por medio de Argosy Pictures que trabajó en este caso bajo el amparo de la productora y distribuidora de la RKO Pictures con un presupuesto de $ 2.1 millones.

La película sigue el guión trazado por Frank S. Nugent siguiendo lo ideado en la ya citada "Massacre"de James Warner Bellah.

La música, papel esencial en todas las películas de Ford, será de Richard Hageman , habitual colaborador de John Ford con el que había conseguido un Oscar por La diligencia y trabajaría en obras anteriores como El fugitivo, y posteriores como "She wore a yellow ribbon", la segunda de la trilogía, y gustaba de componer pensanado en los inmensos espacios abiertos y grandes horizontes , combinando esas melodías con canciones del folklore popular; mientras que el maquillaje lo será de Emile LaVigne.

La fotografía de un colaborador permanente de Archibald "Archie" Job Stout , el gran fotógrafo de exteriores, que combinaba sus trabajos entre los puestos de director de fotografía y trabajos de segunda unidad, y que , como amigo personal de Wayne, está presente en 25 de sus películas. También estará presente en el montaje Jack Murray.

El reparto lo encabeza John Wayne como el Capitán Kirby York  y Henry Fonda como el Teniente coronel Owen Thurday. Junto a ellos habituales de Ford como  Ward Bond como Sgt. Mayor Michael O'Rourke , John Agar como Teniente  Michael Shannon como "Mickey" O'Rourke , Dick Foran como sargento Quincannon , Pedro Armendáriz como sargento Beaufort , Miguel Inclán como Cochise y Victor McLaglen como sargento Festus Mulcahy .

Junto a ellos aparecen Shirley Temple como Miss Filadelfia Thurday, hija de uno de los protagonistas,  Guy Kibbee como el Capitán Wilkens, el cirujano de regimiento , Anna Lee como Emily Collingwood,  George O'Brien como el Capitán Sam Collingwood, Jack Pennick como el sargento Daniel Schattuck , Irene Rich como Mary O'Rourke , Grant Withers como Silas , Meacham Movita como Guadalupe,  y Ray Hyke como el Teniente Gates, ayudante de regimiento

La película comienza en el desierto del Mojave , mientras el Teniente Coronel  Owen Thursday (Henry Fonda) es destinado a un lejano y perdido emplazamiento en la frontera con México llamado Fort Apache. Owen es un hombre ambicioso que ha intervenido en Europa y que quiere conseguir altos honores militares mediante acciones que serán mérito suyo. Se trata de un militar arrogante y detallista, obsesionado con las ordenanzas. En este caso va acompañado por su joven hija,  Miss Filadelfia Thursday (Shirley Temple) que está encantada de poder contar con su padre, tras haber estado dos años alejada de él.

Tras llegar a una cantina perdida en mitad de la nada, y preguntar si es conocida su llegada, le informan de que no es así.

De cualquier manera, su hija se dispone ir al servicio y en el mismo coincide con otro militar. Se trata de un joven  Teniente  Michael Shannon como "Mickey" O'Rourke  (John Agar) que acaba de regresar de West Point. El encuentro entre ambos implicará el inicio de un enamoramiento mutuo.

Tras eso llegan a la cantina tres sargentos veteranos desplazados de Fort Apache con la intención de recibir al hijo de su compañero, otro veterano militar, el sargento O´Rourke  (Ward Bond) . Se tratan del sargento Quincannon (Dick Foran),  el Sargento Beaufort (Pedro Armendáriz) y el Sargento Festus Mulcahy (Victor McLaglen).  Al ver la llegada  Thursday, piensa que les han comunicado su llegada. Sin embargo, ellos lo sacan de dudas pues no sólo no saben nada, sino que informan que el telégrafo ha sido tirado por los apaches. De cualquier manera todos juntos van hacia Fort Apache.

Al llegar el fuerte está siendo dirigido por dos capitanes como el veterano capitán Kirby York ( John Wayne ), muy respetado, y que esperaba ser el reemplazo del comandante saliente en Fort Apache , en ese puesto aislado de caballería de los EE . UU junto con el Capitán Sam Collingwood (George O'Brien) , ambos militares que se integraron en el ejército unionista cuando acabó la Guerra Civil Americana.

Kirby York había ordenado su propio regimiento durante la Guerra Civil y estaba bien calificado para asumir el mando permanente. Para sorpresa y decepción de la compañía, el teniente coronel Owen Thurday  ( Henry Fonda ) viene con el nombramiento del mando del regimiento.

Thursday, graduado de West Point , y que  fue general durante la Guerra Civil, ahora como  teniente coronel no tiene experiencia con los indios que se espera que supervise

De cualquier manera es aceptado su llegada por Collingwood , al que destituye de sus funciones. De cualquier manera, éste y su mujer Emily Collingwood (Anna Lee) tratan magníficamente a Philadelphia, quien al día siguiente se encuentra nuevamente con el teniente segundo Michael Shannon O'Rourke ( John Agar ), el hijo del sargento mayor Michael O'Rourke ( Ward Bond ) quien recibió la Medalla de Honor como comandante de la Brigada irlandesa durante la Guerra Civil, lo que le permitió a su hijo ingresar a West Point y convertirse en un oficial. En cumplimiento del protocolo entrega a la chica una tarjeta de presentación y ésta se enamora de él, casi de inmediato.

Por su parte, Thurday,  consciente de su clase, le prohíbe a su hija ver a alguien a quien no considera un caballero. Pero de todas formas la chica, que recibe un caballo como regalo por parte de la compañía le pide que le enseñe los alrededores. Lo cierto es que en esa salida detectan la presencia de indios apaches en la zona. Estos han quemado a dos soldados en el poste de un telégrafo.

Owen Thursday cuando se entera de la ausencia de su hija y de la compañía de O´Rourke le prohibe salir desde ese momento con el muchacho.

De cualquier forma Kirby, conocedor de los indios, decide investigar por su cuenta y descubre que el delegado del gobierno en la zona, un vendedor , Silas Meacham (Grant Withers) está vendiendo , a pesar de la prohibición, alcohol y armas a los indios, cosa que comprueban "in situ" tanto Thursday como York . Su actitud y su falta de épica ha provocado la reacción del jefe apache Cochise.

Ante la preocupante situación , York y Beaufort ( Pedro Armendáriz) persiguen a Cochise hasta la frontera con México, penetrando en el interior del país.

En un momento dado hay un encuentro con los indios y, finalmente, logran entrevistarse con  Cochise ( Miguel Inclán ). Tras llegar a un acuerdo con el gran jefe apacha , que está rodeado junto a otros, entre ellos Gerónimo Beaufort y York regresan a Fort Apache.

Cuando llegan los suboficiales están organizando una fiesta presidida por el más veterano de todos, el Sargento O' Rourke.

Casi de inmediato Owen Thursday que está en el baile, aunque de mala gana, pues  está entre suboficiales ordena la salida para el día a primera hora, a pesar del consejo de York de tratar a los nativos con honor y remediar los problemas de la reserva causados ​​por el corrupto agente indio Silas Meacham ( Grant Withers ).

La incapacidad de Thursday para represaliar a Meacham efectivamente,  debido a su rígida interpretación de las regulaciones del Ejército que declara que Meacham es un agente del gobierno de los Estados Unidos y por lo tanto tiene derecho a la protección del ejército (a pesar de su desprecio personal por el hombre), junto con los prejuicios y el desprecio que siente hacia la nación apache hace que el alto mando decida ir directamente a la guerra con los indios.

Thursday , ansioso por la gloria y el reconocimiento ordena que su regimiento  esté preparado para  la batalla en los términos tradicionales, ignorando el modelo de batalla de los apaches de Cochise, y apostando por  una carga directa en las colinas, a pesar de las advertencias urgentes de York de que tal movimiento sería suicida.

Ante las advertencias del capitán York , Owen releva a York y le ordena que se quede atrás, reemplazándolo con el Capitán Sam Collingwood ( George O'Brien ).

Cumpliendo las órdenes de Thursday, York saca al joven O'Rourke del batallón, mientras que el resto van a una carga suicida.

Lo pronosticado por Owen Thursday se cumple y el regimiento es casi  aniquilado por los hombres de Cochise, pero algunos soldados logran escapar  a una cresta donde se encuentra el Capitán York. El mismo Thursday sobrevive,  pero luego retorna al campo de batalla para morir con el último de sus hombres atrapados.

Cochise perdona la vida a York y al resto del destacamento porque sabe que York es un hombre honorable.

Un tiempo más tarde, vemos que ahora el teniente coronel Kirby York comanda el regimiento. Reuniéndose con los corresponsales de prensa que han ido para enterarse de la carga heroica de Thursday. York ahora presenta a la prensa al teniente O'Rourke, ahora casado con Filadelfia.

Un periodista le pregunta al coronel York si ha visto la famosa pintura que representa la "Cargo de Thursady". York, a punto de comandar una nueva y ardua campaña para atraer a los apaches, aunque cree que Thursay se equivocó y erró en la táctica  que encabezó contra los apaches por temeraria y suicida, dice , por contra, que el cuadro es precisa y luego recuerda a los periodistas , mientras mira por la ventana, que los soldados nunca serán olvidados mientras el regimiento siga vivo. Acaba así la película.



 Algunos exteriores para el rodaje de la ubicación de la película fueron filmados en Monument Valley , Utah . Los exteriores que involucran al fuerte en sí y al comercial renegado del agente indio fueron filmados en el Corriganville Movie Ranch , un antiguo rancho de películas de Simi Hills que ahora es un parque regional en el valle Simi del sur de California.

También se rodó en espacio protegidos en diversos puntos de Utah, Arizona y California. Destacan algunos sitios como el  Parque Nacional Arches, de Utah, en Shafer Outlook en el Goosenecks State Park en la State Highway 316 de Mexican Hat, en Utah, en el Parque Estatal Dead Horse Point, también en Utah, al igual que en Moab y Kanab, ambas en Utah.

También se rodó en Kayenta, Red Mesa, Teec Nos Pos, y Mexican Water todas en Arizona, y en los Selznick International Studios en el  9336 W. Washington Blvd., Culver City, en California. Las secuencias de batalla se filmaron en el lado de Arizona de Monument Valley, ya que las tasas de seguro para los especialistas en acrobacias eran más bajas allí que en el lado de Utah.

La película fue un éxito de público y de taquilla, y registró una ganancia de $ 445,000 consiguiendo en taquilla $ 3 millones. Y es bien valorada por la crítica del momento y la actual. Entre esta última destaco la de Steve Crum que dice que es "un clásico en sí mismo. Wayne y Fonda están bien. O la crítica de Jeffrey M. Anderson de la que dice que es "una película extraña, que consiste más en desvíos que en una historia real, pero que mostró una nueva inquietud en Ford". Para Michael E. Grost de la que dice que es "Fascinante western cargado de comentarios políticos y sociales".

En cuanto a la producción señalar que la película fue el debut cinematográfico de John Agar . Ya sea porque Agar estaba recién casado con Shirley Temple o porque Ford  quería ponerlo a prueba, el director le llamaba  sin piedad  "Sr. Temple" delante de todos y criticaba su falta de habilidad en una equitación experta. Un día, Agar salió corriendo del set, jurando abandonar la película, pero John Wayne se lo llevó aparte y lo ayudó con algunos trucos de los aspectos más difíciles de su trabajo. John Agar nunca olvidó la ayuda generosa y paciente que John Wayne que le dio como actor joven e inexperto en esta producción. "Me hubiese ido al infierno y regresé por Duke", dijo más tarde. Trabajaron en cinco películas más juntos.

Señalar que poco después, un par de años,  Shirley Temple y John Agar tuvieron un divorcio muy publicitado  con acusaciones de abuso conyugal, infidelidad y alcoholismo.

Igualmente John Ford no se llevaba bien con la esposa de Agar, Shirley Temple , que contaba con 19 años, y con frecuencia ridiculizaba su actuación y por su falta de educación. Para Shirley Temple fue uno de sus primeros roles adultos, y ya estaba embarazada durante el rodaje lo que le preocupaba el montar a caballo o usar un corsé demasiado apretado lo que podría inducir a un aborto espontáneo.

El director de fotografía Archie Stout y John Ford utilizaron material de película infrarroja en blanco y negro, que se desarrolló originalmente para investigación médica y científica, en muchas escenas exteriores filmadas en Monument Valley para realzar las nubes y las formaciones rocosas. No detectaba el color azul, sino que lo registraba como negro, lo que crea espectaculares paisajes y cielos. Fue el fotógrafo mexicano Gabriel Figueroa , que trabajó con Ford en El fugitivo (1947), quien sugirió esta técnica.  Sin embargo, el tono de la piel de los actores parecía demasiado pálido en el infrarrojo, por lo que se vieron obligados a usar un maquillaje muy oscuro para compensar.

Las condiciones del rodaje fueron difíciles, ya que las temperaturas que a veces aumentaban a 115 grados Farenheit  en el día y bajaban a  sólo a 90 grados durante la noche. Además el rodaje se retrasó varias veces por los fuertes vientos y las tormentas del desierto.

La trama de esta película se basó en la Última carga del General Custer o "Custer's Last Stand", siendo Owen Thursday el George Armstrong Custer; lo que sí se hizo  sustituyendo a los apaches por los sioux. El encubrimiento por parte de los supervivientes y de los militares del error por el militar protagonista  está en línea con el encubrimiento de los errores de Custer y la desobediencia deliberada de las órdenes en Little Big Horn.

El fuerte de Fort Apache, construido para esta producción, se mantuvo durante años. Fue reutilizado en docenas de producciones, especialmente la serie de televisión Rin Tin Tin (1954). Estaba ubicado en Corriganville Movie Ranch en Simi Valley, California. Hoy es posible visitar esta ubicación, ya que ahora se administra como City Park en Simi Valley.


John Ford usó navajos para interpretar a los  apaches, considerándolos como "actores naturales" y muy confiables. Él los respetaba y disfrutaban trabajando para él. Les encantaba que se rodara cerca de la nación navajo una película  porque significaba trabajo. Viajarían muchos kilómetros en carreta por un trabajo, y sabían que podían contar con un gran almuerzo con Ford. La película requirió a 200 navajos como guerreros apaches y otras 100 mujeres y niños navajos. Igualmente, también requirió 100 extras no indios como tropas de caballería.

Es la última película protagonizada por Henry Fonda antes de aparecer en la lista gris por su activismo político de izquierda.  Henry Fonda tenía sus propios problemas personales en este momento: falta de roles gratificantes. Además influyó las dificultades del rodaje de "El fugitivo" la que había sido  su última película con John Ford , en (1947), y su completo fracaso en la taquilla. A esto se unía los matrimonios fallidos; alienación de sus hijos y algunos de sus amigos a través de los años. Su biógrafo Peter Collier afirma que "el caballero de caballería con baqueta que jugó en 'Fort Apache' de John Ford era quizás el más cercano a su personalidad fuera de la pantalla en este momento".

Aunque Henry Fonda trabajaría con John Ford nueve veces en el transcurso de sus carreras, el actor encontró frustrante la falta de voluntad del director para ensayar escenas emocionales. Observó que si quería hablar de una escena, Ford cambiaría de tema o le pediría que se callara. Fonda tampoco se sintió cómodo con el lenguaje sucio y las formas de acoso de Ford. "Literalmente, vi lágrimas en los ojos de Henry Fonda en [esta película]", recordó Michael Wayne . "Se dio vuelta y se fue". De cualquier manera, Henry Fonda también admitió que el director fue responsable de algunos de sus mejores trabajos. Los críticos de cine a menudo han estado de acuerdo, señalando que antes de trabajar con Ford,  Fonda era una estrella, pero después de trabajar con él, Fonda era actor.

Aunque John Ford no permitió que sus esposas y novias llegaran a sus lugares, John Wayne pudo traer a su hijo Michael Wayne con él a Monument Valley. Más tarde describió las condiciones difíciles y las largas horas de trabajo de seis días por semana: "Lo único que la gente podía hacer en Monument Valley era trabajar , no había otra distracción. Pero cuanto más áspero era, más parecía que le gustaba a Ford."

El actor John Hudkins se rompió la espalda durante el rodaje, cuando un vagón de municiones a toda velocidad  dio la vuelta y arrastró a las cuatro personas a bordo hacia una pared rocosa (Hudkins se rompió la espalda cuando uno de los caballos cayó encima de él, la escena se mantuvo en la película). Afortunadamente, el doble y el actor ocasional, Ben Johnson,  galoparon y evitaron un accidente potencialmente mortal. Fue recompensado con un contrato de siete años con Argosy y papeles importantes en los años venideros. Hudkins estuvo sin trabajo durante aproximadamente un año mientras se recuperaba.

Como era habitual en John Ford contó con Ward Bond en esta película. Y como los demás recibió su parte de abuso y bromas, no solo de John Ford sino también de John Wayne . Los dos solían burlarse de él sin piedad por   el enorme tamaño de su parte trasera. El corpulento y áspero Bond albergaba ambiciones de convertirse en protagonista romántico, para la diversión de todos, y siguió quejándose a lo largo de la película de que debería haber jugado el papel de Wayne. Ford simplemente lo despidió con el apodo "Grande y doble feo".

John Wayne se entregó por completo a las intenciones y órdenes del director por el que sentía un gran respeto por su talento "Cuando señaló la cámara, estaba pintando con ella", dijo Wayne. "No creía en mantener la cámara en movimiento, movió a su gente hacia la cámara y se alejó de ella"

La secuencia de la música de apertura contiene algunos compases de "She Wore a Yellow Ribbon". Este fue el tema musical de la película del mismo nombre, la segunda de "La trilogía de caballería" de John Ford . De hecho el peso musical de la película es determinante en toda la historia, puede que no tanto como Río Grande, la tercera de la trilogía, pero sí que juega y está presentes en multitud de momentos importantes de la película.

John Ford parecía disfrutar creando dificultades entre el elenco y el equipo comenzando peleas y comportándose de forma abusiva, todo ello , según las malas lenguas, para ser temido y obedecido ciegamente.  Entre ese equipo permanente John Ford contó con el guionista Frank Nugent e hizo que le escribiera biografías completas para cada personaje: detalles del nacimiento, educación, política, hábitos de bebida, caprichos, etc.Aunque trabajarían juntos en 11 películas, John Ford y Frank Nugent no establecieron la misma relación cercana que Ford tuvo con Dudley Nichols , ni Ford tuvo el mismo nivel de respeto por Nugent, a pesar de que Nugent se casó con la hija de Ford. "Una vez que el guión está terminado, el escritor debe mantenerse alejado de su camino", dijo Nugent. "La imagen final es siempre de Ford, nunca del escritor". Sin embargo, Ford tuvo la suerte de recibir las contribuciones de Nugent y Merian C. Cooper al proyecto. Según el guionista Philip Dunne , que trabajó con Ford en ¡Qué verdad era mi valle! (1941), "Ford realmente no entiende los guiones. No tiene sentido de la historia. Tiene un gran sentido de las escenas. Pero Ford nunca debería ser el productor de sus películas".

John Ford despidió al actor / director Paul Fix mientras el equipo estaba filmando en Monument Valley. El guionista contrató a un estudiante de antropología de la Universidad de Arizona como su guía. Después de regresar, Ford le preguntó si creía que había reunido suficiente información. Cuando Nugent respondió que sí, Ford le dijo: "Bien. Ahora olvídate de todo lo que leíste y comenzaremos a escribir una película".  Como preparación para escribir el guión de la película, John Ford hizo que Frank Nugent leyera 50 libros sobre el período y escenario de la historia y lo envió a Arizona para estudiar la cultura Apache.

Frank Nugent sintió que John Ford tenía ideas vagas de historias en mente pero no sabía cómo desarrollarlas, por lo que su método de trabajo se convirtió en una rutina simple: escribir una escena aproximada, y luego enviarla a Ford para que comentara. Se centró principalmente en el desarrollo del carácter, consciente de que Ford odiaba la exposición y que proporcionaría gran parte de su propio diálogo.

Mientras Frank Nugent completaba el guión, John Ford fue a buscar lugares en Monument Valley. Completamente consciente de que necesitaba un generador de dinero para mantener a Argosy solvente, Ford pasó seis meses planificando cuidadosamente un guión de rodaje y configuraciones previas a la producción para poder recortar su presupuesto de $ 2.8 millones a $ 2.1 millones y acortar el calendario de rodaje planificado de 77 días a 44.

En este universo paralelo a Ford, jugó un importante papel Danny Borzage , hermano del director Frank Borzage , a quien John Ford contrataría como un músico para que Danny pudiera tocar las canciones favoritas del director en el acordeón entre tomas para mantener vivo el ambiente. Michael Wayne recordó que a veces el sonido del acordeón de Borzage, o alguien que canta sin acompañamiento, sería todo lo que traspasaría el silencio por la noche, mientras los rayos de calor brillaban en la distancia.

En 1953 RKO reeditó esta película en una doble factura con otra western, Sangre en la luna (1948), protagonizada por Robert Mitchum , Barbara Bel Geddes y Robert Preston , con el lema "Two Rip-Roaring Action Hits!".

El censor de películas Joseph Breen tuvo algunos problemas con el guión. Estaba preocupado por una escena de los hombres que trabajan en una pila de estiércol como posiblemente ofensivo e insistió en que una escena con los dos soldados muertos se manejara discretamente sin ningún de morbosidad. También dio órdenes de que no se mostrara ningún inodoro en la pantalla y que las escenas de bebida se mantuvieran al mínimo. Breen también instruyó a John Ford para mantener un contacto constante con Mel Morse, director regional de la American Humane Society, con respecto a cualquier escena que involucre caballos u otros animales.

John Ford contrató a dos médicos de Los Ángeles para supervisar a su equipo  de 600 personas en Monument Valley, donde la compañía trabajaba a 135 grados centígrados.

El presupuesto original de la película era de $ 2.8 millones, y por su trabajo, a Shirley Temple , John Wayne y Henry Fonda se les pagaron $ 100,000 cada uno, mientras que Victor McLaglen recibió $ 75,000.

Ben Johnson , que interpreta al sargento Tyree en La legión invencible (1949) y  al soldado  Tyree en Río Grande (1950), también aparece en esta película, aunque no como actor, sino como doble de Henry Fonda en esta película, pues era ex jinete de rodeo descrito como "el mejor jinete de Hollywood".

John Ford se aseguró de que la historia incluyera varios personajes irlandeses; quería incluir "un poco de Americana" al describir el tipo de irlandés-estadounidense que se dirigió hacia el oeste después de la Guerra Civil.

George O'Brien , como el Capitán Sam Collingwood, era en realidad un viejo amigo de John Ford que protagonizó la película muda  El caballo de hierro (1924), salió de su retiro para interpretar al comandante del fuerte reemplazado por Henry Fonda en esta historia.

El primer ayudante de cámara William H. Clothier se convirtió en el director de fotografía favorito de John Wayne después de esta película. Trabajaron en 17 películas  juntos.

La película está reconocida por el American Film Institute en las  listas de 2008 sobre las 10 principales 10 de AFI en los western. La película consiguió el premios de estar nominada por su guión por el Sindicato de Guionistas (Writers Guild of America, WGA) en la persona del guionista Frank S. Nugent .

La película fue galardonada con el Premio al Mejor Director y al Mejor fotografía en el Festival Internacional de Cine Locarno de Locarno, Suiza .

El crítico Bosley Crowther del The New York Times dijo de ella que   "El Sr. Ford nunca nos decepciona. Cada episodio, cada detalle del drama y de los personajes está realizado con firmeza y vigor."

Fort Apache es sobre todo una crítica de la tiranía, de la autoridad ejercida despóticamente por Thursday, es decir, del autoritarismo, sin consideración por el sentido común y lo que hoy se denomina “inteligencia emocional”.  La diferencia entre el general degradado Owen Thursday, que llega entre amargado y resentido a Fort Apache para ser su comandante, y el propio Ford, es que Thursday -interpretado por otro tipo con reverso tenebroso, Henry Fonda- es un elegante patricio yanqui allá donde Ford parecía un patán desaseado (un “irlandés de chabola” lo describirá no de sus numerosos enemigos).

La película contiene un reconocimiento a ciertos valores que encarna Thursday: la disciplina, el orden, el rigor, el coraje, variables todas ellas que tienden a perderse en un ambiente relajado, llevando con ello al descuido, la molicie y la ineficiencia.

A pesar de que Fort Apache es una respuesta en toda regla a la imagen idílica que de Custer habían mostrado Raoul Walsh y Errol Flynn en Murieron con las botas puestas (1941), tanto la interpretación de Fonda, al igual que siempre sublime, como la delineación del personaje por parte de Ford no se ceban con el personaje haciendo de él una caricatura histriónica: Thursday se pasa la película disculpándose con todo el mundo  y, por último, su final es heroico y ejemplar. Ford nos está diciendo que así debe morir un oficial de caballería de los Estados Unidos de América, que puede ser incompetente y soberbio pero jamás cobarde. Por ello mismo, el capitán York, que “hereda” Fort Apache, representa el ideal militar para Ford: alguien que es capaz de poner el bien común por encima de las aspiraciones egoístas, que prefiere un mal acuerdo a una buena batalla, que es respetuoso con el Otro (sea sudista o indio navajo) siempre que se mueva por los universales del honor y la gallardía, la bravura y la nobleza. Pero que también, y aquí recoge el modelo “West Point” que representa Thursday, es capaz de imponer disciplina, jerarquía y orden en una institución como la militar -en esto igual, aunque en distinto grado, a la escolar- que exige caracteres templados y hábitos enraizados. El valiente no nace, se hace.

Al final de Fort Apache, York no sólo justifica aparentemente a Thursday sino que viste como él. Sin embargo, la interpretación de John Wayne (que desde Río Rojo (1948) de Hawks había demostrado lo sutil y profundo que podía ser), nos obliga a “leer entre fotogramas”: Ford defiende la autoridad, no el autoritarismo; defiende a los indios, dando una imagen de Cochise, el jefe de los indios, como de auténtico gentleman y estadista frente al histérico Thursday; hace todo lo posible para integrar a las minorías, ya sea a los soldados “sudistas” -a los que entierra, por ejemplo, con su propia bandera y no con la de barras y estrellas- o, claro, a los irlandeses, los únicos que, en todo caso, deberían protestar por el retrato que de ellos hace Ford: bravucones, alcohólicos, pendencieros, machistas, buenos soldados, regulares oficiales por su tendencia a a discutir las órdenes... en fin, como él mismo.

La visión que Ford da de los soldados los reviste de enorme dignidad (soldados e indios, para Ford, son seres especulares, cada uno con su propio estilo de vida, pero que comparten la misma valentía, la misma vida nómada y el mismo componente gregario como sustrato ético).


También es cierto que Ford no juzga lo correcto o incorrecto de la indudable rapiña que se hizo a los indios: Ford no es un historiador sino un poeta, y los poetas juegan con los arquetipos y no con las realidades. Lo que a él le interesa de los soldados no son los motivos de sus actos sino la vida que llevan. Y ahí es donde se encuentra la poesía, la poesía que Ford compartió con muchos otros grandes artistas (cineastas, literatos) cuya ideología fue profundamente conservadora y burguesa: la considerable simpatía y comprensión, casi envidia, que sintieron por aquellos que no eran como ellos porque no podían serlo, porque no tanto sus elecciones vitales como los condicionantes de su existencia los convirtieron en lo opuesto a ellos.

En esta como en toda la trilogía nos movemos sobre espacios comunes,  fuertes fronterizos gobernados por el   7º de Caballería; se basan siempre en historias de James Warner Bellah, un autor de novelas del oeste muy popular en su época; John Wayne es el protagonista de las tres, si bien en la primera comparte peso estelar con Henry Fonda; se repiten los secundarios, incluso los rostros de figuración, de una película a otra: el más emblemático, el entrañable Victor McLaglen, sale en las tres; las canciones populares que tanto amaba Ford y que la tropa canta continuamente pasan de un film a otro, e incluso dan título al segundo: La legión invencible se llama, en realidad, Ella llevaba una cinta amarilla; de una a otra van saltando, los encarne el mismo actor o no, el mismo prototipo de personaje: el sargento mayor que supone prácticamente la mascota del regimiento; el joven oficial en formación; la muchacha enamorada de éste; el soldado experto en caballos y rastros; el médico lúcido y escéptico… Y por supuesto, el capitán que sabe juzgar a los hombres de un vistazo y que en todo momento sabe cómo conviene tratar a cada uno: no por casualidad se construyen los carismas.

Fort Apache recrea la historia de la famosa derrota sufrida por el general Custer en la batalla de Little Big Horn a manos de los sioux de Caballo Loco  . El guión hace que el Custer del relato sea un altivo oficial, el coronel Owen Thursday, el cual, sin que se concreten nunca los motivos, ha sido degradado del generalato y enviado al último rincón del mundo, a un puesto polvoriento que, sin embargo, desde el primer momento decide que será su plataforma para volver a la cúspide.


El film se desarrolla en dos niveles. El primero sigue la trayectoria del protagonista hacia el desastre, y lo hace poniendo bien claro su clasismo (se niega a aceptar el amor de su hija por un joven oficial que es hijo del sargento mayor del fuerte: a sus ojos, un plebeyo), su racismo (que le lleva incluso a obligar a su capitán a violar la palabra dada a Cochise: un indio no tiene honor que pueda ser herido) y su resentimiento por la ofensa que para él supone ese puesto. El capitán York, precisamente, supone su espejo inverso, puesto que él sí es un oficial respetado por sus hombres, que conoce bien el territorio por el que ha de velar y a los indios, a los que respeta sin paternalismo. Henry Fonda como el clasista Owen ThursdayFord, tan amigo de narrar (como todos los grandes directores) a través de los gestos y no de las palabras, remarca ese contraste mediante diversas secuencias paralelas: ambos hombres interrumpen sendos bailes del fuerte con su llegada, pero si la presencia de Thursday provoca incomodidad, la de York supone una explosión de cariño; los dos se entrevistan con Cochise, pero mientras York trata al indio en pie de igualdad, Thursday hace que le instalen una silla de campaña para poder sentarse y exhibe una nada disimulada impaciencia mientras hablan los intérpretes. Eso sí, Ford tiene el acierto de no hacer a Thursday unidimensional, mediante varias decisiones en el final: la de librar al joven oficial enamorado de su hija del puesto de vanguardia y, por tanto, de la muerte; y el gesto de valor con que, pudiendo salvarse al comprobar su completo error al provocar batalla, acude junto a sus hombres para morir junto a ellos.

El segundo nivel del film se corresponde con la descripción de la vida cotidiana de esos hombres: Ford sabía bien que la mejor forma de concernir al espectador en una tragedia colectiva es personalizar a ese colectivo, individualizar a sus tipos, hacerlos cercanos gracias a esa capacidad que tenía para el dibujo de las psicologías sencillas (nunca simples) y su inclinación a contrapesar la tensión con la distensión (la impagable relación de los sargentos con los jóvenes reclutas) o con el romanticismo (la historia sentimental). En la conclusión, el capitán York, ahora en el puesto de mando heredado de Thursday, recibe a unos periodistas que vienen a cubrir el inicio de la campaña contra esos mismos indios que vencieron en la anterior batalla. Conclusión que se inicia con un plano de un retrato del fallecido Thursday, glorificado como quería, como un héroe: los periodistas asaetean a York a preguntas sobre la heroica carga de su antiguo superior, y uno de ellos, ebrio de patriotismo, le pregunta si conoce otro cuadro, de gran éxito en Washington, que reproduce su heroica carga contra los indios. «Exacto en todos sus detalles», contesta York. La ironía es clara: la mirada de Wayne se basta para que el público comprenda que, como jefe del mismo regimiento que casi fue exterminado por su incompetente ambición, su misión no es otra que aceptar el baño de moral que siempre suponen los heroicos sacrificios y aprovecharlo en bien común del pelotón de desheredados que, sin aspirar jamás a la gloria individual, son los que al final deben hacer el trabajo duro.

Reconozco que es una magnífica película. Una recomendación: veánla en versión original, pues escucharemos diálogos en español. Por supuesto,  los de Beaufort (Pedro Armendáriz)  y la  de Cochise (Miguel Inclán), pero en la que, incluso, escuchamos ligeramente al mismo John Wayne. Y otro dato, aunque fuese por los grandiosos bailes o el tono cómico que domina en los papeles de los sargentos  merece ver una y mil veces. En este caso vemos que sí se cumple lo que trasciende de la película: cuando la realidad se convierte en leyenda, se cuenta la leyenda.



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