martes, 6 de marzo de 2018

El viento de la noche de Garrel


Decir que lo que más te ha gustado de una película ha sido la música de John Cale, creo que no es hablar bien de la película. La verdad es que me ha dejado bastante indiferente. Es la segunda película que veo de Garrel y reconozco que es coherente, pero igualmente reconozco que me deja en las mismas circunstancias en las que comencé. Es decir, bastante indiferente en una historia en la que ocurre poco o nada. 

Reflexionemos que he visto: la historia de una mujer insatisfecha de su matrimonio y que busca su liberación en un chico joven. Un chico koven que se avergüenza en púbñico de estar con una mujer mayor y que considera que la fuga y la admiración que empieza a sentir por un arquitecto que vivió de pleno las revueltas de mayo francés del 68 debe ser su referente en la vida; y , por último, el arquitecto un hombre que va de vuelta de la vida, un nihilista, en el sentido que nos retrata Chejov en sus Les Possèdès pasado por el tamiz del Wajda y que apuesta por poner fin  a su insatisfecha vida. Eso es más o menos de lo que Le Vent de la nuit .

Se trata de una película del año 1999 dirigida y escrita por Philippe Garrel . En la Producción participa como productor Alain Sarde y en calidad de  Productor ejecutivo, Nicolas Lemercier estando involucradas las productoras Classic, Les Films Alain Sarde, Vega Film y Why Not Productions.   

La película cuenta con la música de John Cale, la fotografía de Caroline Champetier , la escenografía de Xavier Beauvois , Marc Cholodenko , Philippe Garrel y Arlette Langmann . Igualmente en el sonido aparece René Levert, estando en la post-producción Antoine Bonfanti y Françoise Collin en el montaje.  Igualmente está presente Mathieu Menut y Elisabeth Tavernier, encargada del vestuario.

El reparto lo encabeza Catherine Deneuve como la mujer madura de nombre Hélène. Ella aparece acompañada de  Daniel Duval como Serge y Xavier Beauvois como Paul. Igualmente aparecen , acompañando a este triángulo,  Jacques Lassalle como el marido de Hélène , Daniel Pommereulle como  Jean el escultor,  Marc Faure como El doctor , Marie Vialle como la joven en las escaleras , Anita Blonde como la prostituta , Laurence Girard como la farmacéutico , Juliette Poissonnier como la panadera. Igualmente aparecen Stuart Seide y Pierre Forest , que es el recepcionista.

La película comienza con una de las protagonistas, Helene (Catherine Deneuve) que sube por unas escaleras que la llevan a casa de su amante, un joven Paul (Xavier Beauvois) un chico que dice que la quiere , con la que hace el amor, pero a la hora de llegar a la calle se despega y parece sentir cierta molestia por su compañía.

Sabemos que Helène es un mujer madura y  casada de unos cincuenta años, que  podría tener una vida feliz junto a su marido, pero que se aburre , más aún, después de haber perdido a su hija hace unos años. Ese agotamiento es lo que le hace mantener esta relación con un hombre más joven; no sabe si es ella o su dinero lo que atrae a este hombre. Pero Helene tiene la sensación de sentirse viva aunque para ello tenga que pagar al joven.

Paul, es un escultor en la treintena, al despedirse de ella le dice que mañana parte a Napolés ya que  expone por primera vez fuera de Francia. Realmente el va para apoyar a otro artista. En la exposición Paul conoce a Serge, un hombre desilusionado , un arquitecto de unos 50 años que vivió en su juventud el espíritu y la revuelta francesa del 68.

A pesar de que Paul tiene billete de vuelta, le dice a Serge si no le importa quedarse con él y regresar junto a él a París. En su desplazamiento descubrimos que Paul es un vividor que siente poco o nada por Helène, que consume todo tipo de drogas y que admira a todos aquellos que vivieron el 68 francés.

En el camino a París, en el automóvil de Serge, un deportivo rojo, los dos hombres hablan. Paul descubre que Serge en su momento fue un anarquista, pero que hoy es un nihilista. Casualmente la intervención de Paul impide que Serge se suicide.

Con todo ambos llegan a París y Serge lo deja en su casa. Tras ello Paul vuelve a verse con Helène. Ella un día le propone ir a su casa y conocer a su marido.

Su marido es un hombre culto y singular que no tiene reparo en conocer al amante de su mujer. Cuando ve que ambos empatizan tras una conversación en la que el marido evoca a Blondin. Helène intenta suicidarse. La rápida intervención de Paul y el marido de Helène que llama a un doctor, evita una tragedia mayor.

Tras esto Paul vuelve a llamar a Serge. El arquitecto le dice que al día siguiente marcha para Berlín y Paul le pide acompañarle. En el trayecto descubrimos el carácter desagradable y vulgar de Paul, que mete boca a un camarero en Alemania y , nada más llegar a Berlín, se va con una puta.

Serge realmente ha ido a Berlín en su Porsche rojo a despedirse de su mujer , que falleció hace un tiempo. Tras eso, vuelve a París. Nada más llegar a la capital francesa vemos que Helène esta esperando a Paul. Pero éste le dice que tiene hambre y propone a Serge y a Helène ir a un chino.

Ya en el chino vemos que Paul quiere irse y Helène y Serge se quedan solos. Serge le da de comer a la mujer y ella propone pasar la noche juntos. Antes de alquilar la habitación    , Serge va la Farmacia y compra medicación. Tras esto, ambos entrar en el hotel y hacen el amor.

Tras hacerlo, Serge sale del hotel y marcha a su casa. Llama a su hermana para despedirse y le pide que cuide de su padre. Tras eso prepara un cocktail de medicamentos y con la música de John Cale vemos como aparece muerto, acabando así la película.

Comentar que en esta película Philippe Garrel apuesta por filmarla en color y en pantalla ancha o Cinemascope y por una actriz de prestigio, la que más en Francia, Catherine Deneuve madura pero aún hermosa como protagonista.

La película fue presentada al Festival de Venecia del año 1999 y nominada al León de Oro. También fue presentada en el Toronto Festival Film.

Carlos Boyero, crítico aquellos años en el Diario El Mundo dijo de ella que la película era un drama "Desgarrador, lúgubre y veraz película (...) austera y profunda, casi bressoniana, cine transparentemente biográfico, parido con las entrañas, realizado como siempre de espaldas al gran público, abarrotado de auténtica desesperación."

Según Phillipe Azoury en su entrada en LesInrocks se trata de una "Película suicida o hermosa, película suicida pero hermosa, las últimas cuentas de Philippe Garrel y (nosotros) compartimos. La retrospectiva de su trabajo nos reconcilia. Y sigue diciendo "Garrel, enfrentado a sus dudas, firma una película límite que, para existir, que debe coquetear con la contradicción, la autodestrucción. (...) El resultado, amargo y suicida, si se toma literalmente Y , finalmente , nos recuerda las palabras de Serge Daney cuando Althusser murió: "Nos engañamos un poco con nuestros maestros, los elegimos brillantes pero débiles".

Lo que empieza como una película que pudiera ser de un adulterio, mundana se transforma en una película de carretera , de reflexiones, de nulas sonrisas con un , aparente, personaje central Paul, (Xavier Beauvois), pasajero en el Porsche rojo de Serge, (Daniel Duval), cruzando Italia, Francia y Alemania. Serge es, un viejo revolucionario del París del 68, que pudiera ser el joven Garrel, - el director vivió la revolución parisina cuando contaba con 20 años- pero el ahora viejo Serge puede ser el Garrel del presente siendo Paul es el Garrel del pasado y ,entre ambos, comparten la misma mujer madura, Catherine Denueve .

Como en la anterior película que vi de Garrel estamos ante una película que habla de la angustia existencial como reflejan las conversaciones de sus personajes, pretendidamente inteligentes y profundos.

Hay un trabajo muy cuidado con la luz, con los colores , con el maquillaje y los decorados destacados para Deneuve frente a los tonos más apagados del actor Daniel Duval. Este mantiene un perfil discreto con muchos momentos sin diálogos, entre ruinas, como único acompañamiento el piano de John Cale. En este un drama que trata del desencanto tras el mundo que se negó a cambiar después del mayo del 68, pero también sobre la memoria, la pérdida del tiempo y de las personas, las complejas relaciones humanas y la necesidad del amor. En un momento dado, el personaje encarnado por Daniel Duval le dice al de Catherine Deneuve: "Cuando se hace intensamente el amor se está muy solo. Es precisamente porqué ambos estamos solos que los dos formamos uno". En definitiva, es una oda a la soledad. Es una película triste y reflexiva, eso sí, con una música muy sugerente.

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