Un septiembre tocaron los 400 golpes y hoy esta continuación vital del protagonista que dejamos en la playa. Aunque de por medio dejamos un breve acercamiento a su vida. Ahora hablamos de Baisers volés o Besos robados como se llamó en España.
Una película francesa del año 1968, dirigida por François Truffaut junto a su alter ego, Jean-Pierre Léaud. La película vi a seguir el ciclo de Antoine Doinel que comenzó con "Los cuatrocientos golpes" y siguió con un corto en "L'amour à vingt ans".
El título original francés de la película proviene de una línea en la canción de Charles Trenet "¿ Qué reste-t-il-de nos amours? ", que también se utiliza como la melodía de la película y reaparece al final de la misma.
Se trata de una producción de Marcel Berbert y François Truffaut bajo el amparo de Les Films du Carrosse y Les Productions Artistes Associés que contó con un presupuesto de $ 350,000 y fue distribuida por la United Artists.
Del guionista y del director, François Truffaut, ya hablamos largo y tendido cuando presentamos los 400 golpes, aquí está acompañado en la escritura de Claude de Givray y Bernard Revon aunque inspirada en la novela Le Lys dans la Vallée de Balzac .
En el apartado musical nos encontramos con una composición musical completa que pasa de un sonido melódico a la intriga con suma facilidad y sobre todo la composición de Antoine Duhamel que hizo célebre Charles Trenet .
En la fotografía está Denys Clerval mientras que el montaje fue responsabilidad de Agnès Guillemot, René Levert en el sonido y el diseño de producción de Claude Pignot.
En cuanto al reparto lo integran Jean-Pierre Léaud como Antoine Doinel, Claude Jade como Christine Darbon, Daniel Ceccaldi como el padre de Christine, Claire Duhamel como la madre de Christine, Delphine Seyrig como Fabienne Tabard, Michael Lonsdale como Georges Tabard ,Harry-Max como Monsieur Henri, André Falcon como Monsieur Blady, gerente de la agencia de detectives privados, Catherine Lutz como Catherine, Martine Ferrière como Gérante, Jacques Rispal como Monsieur Colin, Serge Rousseau como El hombre desconocido, Paul Pavel como Julien, Jacques Delord como el conjurador, Roger Trapp como gerente del hotel, Jacques Rispal como M. Colin, Martine Brochard como Mme. Colin, Robert Cambouakis como Mme. Amante de Colin, François Darbon como el ayudante de Picard , Albert Simono como Albani, Marie-France Pisier como Colette Tazzi, Jean-François Adam como Albert Tazzi, Christine Pellé como secretaria en la agencia Blady, Jacques Robiolles como el escritor y los hombres que aparecen en un taller como Marcel Mercier y Joseph Merieau.
La película comienza con el magnífico tema musical “Que reste t’il de nos amours?”, de Charles Trenet que dice « Ce soir le vent qui frappe à ma porte; Me parle des amours mortes; Devant le feu qui s' éteint » , mientras vemos la puerta de la Cinemathèque Française cerrada.
Tras eso vemos a nuestro protagonista Antoine Doinel (Jean-Pierre Léaud), ahora un joven de 23 años. Sigue siendo un chico tímido, inseguro y decididamente romántico, que prefiere expresarse en la distancia mediante inspiradas cartas y observar atentamente a su alrededor.
Vemos que se encuentra arrestado en un cuartel y que es expulsado del ejército más que por insubordinación por no presentarse a ninguno de sus destinos por lo que el militar de alto grado le dice que es lo mejor, salir aunque sea deshorosamente de un ejército al que se presentó voluntario, pero mejor irse así como No apto que por haber tenido problemas mayores.
Nada más salir vemos que tras ir a una casa de citas para acostarse con una que se niega a besarle en la boca, así que se marcha con otra, y tras eso va en busca de la mujer que siempre amó. Así que va en busca de su amiga la violinista Christine Darbon (Claude Jade).
Su obsesión por Christine lo hizo escribir cerca de 14 cartas en una sola semana, y dice ella, que no siempre amablemente además de exigirle que respondiera a cada una de ellas. Como le dice en un momento la chica " Antoine, a veces me pregunto, cómo es que encontrabas tiempo para escribirme tantas cartas". "Yo también me lo pregunto", contesta.
Antoine va al domicilio de la chica , pero Christine no se encuentra en casa. No obstante Antoine acepta la invitación de los padres de la muchacha de quedarse a cenar –conociendo a la chica mediante una fotografía de la joven–.
Cuando se entera de que busca un trabajo le dice que un amigo suyo que regente un hotel , el Hotel Alsina, necesita a alguien para el turno de noche.
En la siguiente secuencia vemos que Antoine está trabajando en la recepción de un hotel en el turno de noche. Mientras desarrolla su trabajo se persona Christine. La joven no consigue entrar y durante unos instantes duda tras el cristal.
Tras hablar con la chica tiene que volver a atender a dos personas que intentan entrar. No sabe que uno de ellos es Henri ( Harry-Max) un detective privado que va junto a un hombre que está sobreaviso de que su mujer le engaña con un amante.
Pero al decirle que han de entrar en la habitación se inventa una excusa y al abrir, el que acompaña a Monsieur Henri descubre el percal de su mujer en la cama con otro hombre y se monta un cirio. La llegada posteriormente dado el escándalo de la policía supone para Antonie que pierde el empleo ese primer día.
Para compensarlo, el detective que está tomando un café en un bar en el que coincide al sentirse responsable le ofrece trabajo en su agencia de detectives.
Después de encargarse de asuntos menores, como el seguimiento de algunas chicas, recibe la misión por parte del jefe de la agencia Monsieur Blady ( André Falcon ) de averiguar por un lado un caso de un malabarista que es contratado por un señor - después nos enteramos que era su amante - y al que sigue a su espectáculo de Cabaret acompañado por Christine, con la que mantiene una relación que es y que no es ; y sobre todo del caso de Georges Tabard (Michael Lonsdale) , un hombre de negocios de éxito al qué todas las empleadas de una zapatería lo odian.
Antes de iniciar su trabajo, Doinel se encuentra entretanto con un par de amigos en la calle Se intercambian un par de palabras, se desean buena suerte, y se despiden. Antoine se integra en la tiempo como empleado infiltrado , tras un proceso de selección algo particular y a diario pasa a sus superiores información sobre el Señor Tabard.
Una noche cuando se queda trabajando en la tienda, oye algo extraño y se dirige desde la trastienda hacia el exterior del establecimiento. Antoine impulsado por lo desconocido, conoce a una hermosa mujer probándose unos zapatos . Se trata de Fabienne (Delphine Seyrig), la esposa del propietario que se presenta en su vida como una aparición.
Desde el primer momento se ve impactado por su presencia, por su elegancia, por el respeto que le impone Madame Tabard, la esposa del dueño de la zapatería que entra en su vida como una verdadera “aparición” y la materialización de su ideal del deseo. Antoine, que llega aprender hasta inglés tras escuchar como ella domina el idioma.
Ante un espejo repite una y mil veces para autoafirmarse: “Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel, Antoine Doinel” Antoine Doinel.
Tras el impacto de esta imagen previa, Antoine comenzará un cohibido acercamiento a madame Tabard. Ésta, por su parte, es consciente del efecto que produce en el joven y deja que evolucionen sus sentimientos. Antoine escribe a madame Tabard una apasionada carta en la que le confiesa ser un impostor –ella desconoce su trabajo de detective–, a lo que añade: “Por un momento soñé que iba a unirnos un mismo sentimiento. Pero es tan imposible como el amor de Felice de Vandesse y la baronesa de Marceau en Los lirios del valle”.
Muestra el recorrido de la carta por distintas calles de París, indicando esta distancia que los separa. Antoine termina un día seducido por la esposa del dueño de la tienda, Fabienne (Delphine Seyrig), con quien tiene una aventura. Sera Fabienne quien le explica a Doinel la diferencia entre cortesía y tacto.
Es Madame Tabard quien , una mañana temprano se dirige al pequeño apartamento de Antoine en Montmartre. Él todavía está en la cama . Antoine se tapa parte del rostro con las sábanas. Madame Tabard reconoce que también admira Los lirios del valle, pero que le parece una historia lamentable porque la baronesa de Marceau muere por no haber podido declarar su amor a Felice de Vandesse. Y añade: “Yo no soy una aparición. Soy una mujer, que es todo lo contrario (…) Usted me escribió y la respuesta es… yo”. Le propone pasar unas horas juntos, en ese apartamento, y no volver a verse jamás, acuerdo que Antoine acepta.
En las novelas que tanto les gustan a ambos, concluye madame Tabard, la heroína arroja la llave por la ventana, y ella va a hacerlo en un jarrón concluyendo, la idealización del sujeto amado.
Mientras tanto la relación de Antoine y Christine se deteriora y terminan separándose. Por último tras el gran incidente con la oficina al salir a la luz que él se ha acostado con la mujer del cliente Tabard, él pierde además su trabajo como detective privado. Más aún cuando durante el incidente muere su mentor Monsieur Henri.
Antoine ahora trabajando como reparador de televisiones. Un día tiene un accidente con el padre de Christine. Ese mismo día la cuenta en la comida.
Poco después Christine aprovecha un fin de semana en el que sus padres están fuera para llamar a Antoine, que ha comenzado a trabajar como técnico de televisión, para que arregle el aparato que ella misma ha estropeado a propósito.
Tras desarmar el televisor . vemos sus desparramadas por el suelo- la cámara mediante un plano en el que la cámara asciende lentamente por las escaleras para mostrar, nos lleva a una alcoba en la que descubrimos a los jóvenes acostados en la cama del dormitorio de sus padres.
A la mañana siguiente, Christine y Antoine desayunan en la cocina, momento en el que tiene lugar una declaración de amor epistolar que tenemos que deducir. El joven rompe una tostada al tratar de untarla con mantequilla y Christine le explica cómo evitar romperla colocando dos, una encima de la otra, gesto con el que indica una metáfora de la pareja.
Ambos se intercambian unos papeles donde escriben algo que puede intuirse por sus sonrisas cómplices, pero no llega a conocerse y, finalmente, Antoine coloca un abridor de botellas en el dedo de Christine, a modo de anillo de compromiso.
Finalmente Antoine y Christine terminan reconciliándose y comprometidos. La ilusión de la pareja por el futuro que se abre ante ellos tiene un pequeño contrapunto agridulce en el cierre del film. Mientras Antoine y Christine pasean tras su primera noche juntos, un desconocido, al que hemos visto en varias ocasiones siguiendo a Christine, se detiene ante el banco donde están sentados y se dirige directamente a la joven. Le asegura que antes de conocerla nunca había amado a nadie: “Odio lo provisional. Conozco bien la vida. Sé que todo el mundo traiciona a todo el mundo”. Afirma que su única ocupación sería ella y nunca se separarían, a lo que añade: “Comprendo que esto es demasiado súbito para que acepte inmediatamente y que antes desea romper los lazos provisionales que la atan a personas provisionales. Yo soy definitivo”.
El desconocido los deja bruscamente tras estas desconcertantes palabras y cuando la pareja se aleja hacia el final del film, Antoine permanece pensativo, mientras vuelve a sonar la canción de los "Baisers volés".
La película se rodó en unas pocas semanas, entre febrero y marzo de 1968, con un guión que deja espacio para la inspiración del rodaje. Se rodó en distintos puntos de Paris como 15 Rue de Steinkerque, la Avenue Junot, Avenue Trudaine, Avenue de Breteuil, Caserne Dupleix, Place de Clichy, Avenue de Laumière, l´Ecole Militaire en la Avenue de Lowendal, en Montmartre- La película es la continuación de la historia del personaje Antoine Doinel, que inició con la película Los 400 golpes y el cortometraje de los amores primerizos en el episodio “Antoine y Colette” de El amor a los veinte años (1962).
Aquí lo vemos al inicio de la edad adulta a los 23 años en Besos robados (1968). Dos años más tarde Antoine descubrirá los sinsabores del matrimonio y el fin del mismo en Domicilio conyugal (1970), para finalmente echar la vista atrás a los 34 años en la desencantada revisión de El amor en fuga (1979).
Doinel reaparece en la pantalla siendo Truffaut el que parece transferirle sus recuerdos, las experiencias, inquietudes o decepciones de distintas etapas de su vida. Jean-Pierre Léaud tiene además prácticamente la misma edad que el personaje. François Truffaut, un gran lector de Balzac en su juventud, abordó la trama de la película en base a su libro Le Lys dans la vallée .
Antoine Doinel en el tiempo se convierte en un reflejo de los cambios y evolución de la sociedad francesa a lo largo de dos décadas.
Besos robados contiene un episodio fundamental en la educación sentimental de Antoine, la breve y apasionada relación que mantiene con madame Tabard –Delphine Seyrig– y que representa la esencia de una constante seguida por Truffaut a lo largo de su filmografía: la idealización en la distancia del sujeto amado a partir de una imagen previa.
Al final lo que tenemos es una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos. A partir de allí, sus aventuras estarían siempre vinculadas al amor de pareja, Al menos un par de generaciones de cinéfilos crecieron con estas películas. [...]
Besos robados se rodó en meses turbulentos, que incluyeron los sucesos del mayo francés. Truffaut sería criticado por el tono ligero de la película, a pesar de iniciarla con la imagen de la la Cinémathèque Française, con sede en el Palais du Chaillot cerrada, y de dedicarla a su director, Henri Langlois, el "Affaire Langlois", que había sido expulsado del cargo por el ministro André Malraux.
Finalmente fue reincorporado después de que cineastas como Truffaut usaran todas sus artimañas para fomentar la protesta. Fue Henri Langlois instó a Truffaut a seguir "a la pequeña pareja" .
En la ficción las manifestaciones de esos días aparecen en imágenes televisivas e interesan a Christine, pero no así a Antoine, lo que fue visto por algunos como falta de compromiso por parte del cineasta. Pero Truffaut lo tenía muy claro: Antoine es un joven desprotegido que debe trabajar para vivir, es decir, pertenece a la clase trabajadora, mientras que Christine vive con sus padres y no trabaja. Para la clase obrera, la política es un lujo."
La película conecta parte de otras obras de Truffaud. Al principio de la película, se puede ver a Doinel leyendo una traducción al francés de la novela de 1947 William Irish (Cornell Woolrich) Waltz into Darkness , que sería la siguiente película de Truffaut, Mississippi Mermaid o La sirena del Mississippi.
En la primera escena, Doinel lee " Le Lys dans la vallée (El lirio en el valle)" uno de los libros de Balzac. Además el personaje Colette Tazzi y su esposo Albert hacen un breve cameo. Ella regaña a Doinel por no contactar con ellos, diciendo que no solía tener "miedo al teléfono". Esta es una referencia a la trama de 1962 Antoine y Colette .
La película consiguió una taquilla de $ 1.5 millones así como algunos premios. El más sonoro fue el hecho de ser nominada al Oscar a la Mejor película de habla no inglesa.
En los Globos de oro fue nominada igualmente a la Mejor película de habla no inglesa y el Premio de la British Film Institute.
El Círculo de Críticos de Nueva York nominó a Mejor actriz secundaria a Delphine Seyrig. En los Premios NBR se le concedió el Premio a la mejor película en lengua extranjera.
En los Premios de la Sociedad Nacional de Críticos de Cine nominó esta película a La mejor película aunque concedió el premio al Mejor director (François Truffaut ) y Mejor actriz de apoyo ( Delphine Seyrig).
El Sindicato Francés de Críticos de Cine le dio el Prix Méliès a Besos robados y Cahiers du cinéma la incluyó en la Lista anual de los 10 principales .
Ganó igualmente el Premio Louis Delluc a La mejor película, el Premio Femina belga 1969 y el Gran Premio de cine francés del año 1968.
En cuanto a las críticas fue bien valorada por los mejores críticos de todo el mundo. En un artículo entusiasta del New York Times (4 de marzo de 1969) Vincent Canby comenta: "Con lo que solo puede describirse como gracia cinematográfica, el punto de vista de Truffaut se desliza dentro y fuera de Antoine, de modo que algo que en la superficie parece una película convencional eventualmente se completa y cuidadosamente como una novela de Balzac . No hay un incidente, personaje o ángulo de cámara tonto o superfluo en la película. Truffaut es la estrella de la película, siempre en control, ya sea que la película se encuentre en el área de la bufonada, el romance lírico o tocando ligeramente la Francia de De Gaulle (una demostración estudiantil en la pantalla del televisor). Su amor por las películas antiguas se refleja en los dispositivos de la trama (conversaciones escuchadas), la acción incidental (dos niños que salen de la zapatería con máscaras de Laurel y Hardy ) y en la partitura, que toma La canción de Charles Trenet de 1943 Que reste-t-il de nos amours (conocida en una versión en inglés como "I Wish You Love") la convierte en un motivo alegre.
Y concluye en New York Times que es "Una película tan llena de amor, que definirla puede sonar a experiencia religiosa”
Danny Peary dijo de ella que era "la ingeniosa, triste y perspicaz meditación de François Truffaut sobre el amor, que abarca pasión, cortejo, confusión, conflicto, romance, celos, deslealtad, deshonestidad, sexo, conquista y compromiso (y dudas)".
Para Dave Kehr del Chicago Reader comenta que es "Una de las mejores, líricas y resonantes de Truffaut de una manera que las películas posteriores del ciclo no serían. " Cinema writer se dice de ella que es "Un rayo de luz"
En Time Out se señala que es una "Una comedia persuasivamente encantadora. " En la británica Empire se escribió que es "A menudo improvisada y con frecuencia encantadora e ingeniosa, la película de Truffaut tiene una historia triste, dramática y divertida que, aunque no llena de acción, mantiene su ritmo y sigue siendo un clásico hoy en día. "
En Francia, Patrice Hovald en la revista Séquences estaba entusiasmada con la película : “Me reí hasta las lágrimas por ciertas escenas en dos (solo un Nicholas Ray había alcanzado tanta justicia en las escenas en dos) entre el detective y el comerciante de zapatos (Michel Lonsdale es asombroso). Estaba cerca de otras lágrimas cuando Delphine Seyrig (la mujer, incluso cuando es completamente femenina) explica las razones por las que vino a la habitación de Léaud, que está en la cama, sábanas en la barbilla, feliz e infeliz al mismo tiempo. "
Ya en España Carlos Boyero en El Mundo dijo de ella que era una "Preciosa película" Y Javier Memba en este mismo diario que es "Probablemente la visión más equilibrada del sentimiento amoroso que se ha dado en este siglo" . Augusto M. Torres en El País destaca que es una "Divertida comedia"
La película es una lucha por conseguir un sueño y un reconocimiento. Antonie lo consigue a duras penas pues a lo largo de la película vemos que sigue siendo en gran medida un inadaptado , que sigue recibiendo golpes. Pierde tres trabajos en la película lo que muestra su dificultad general para encontrar su identidad y "encajar" en el mundo. Ese encaje además el sabe que es temporal. Su oferta de vida y su amor es temporal. Nunca hay una entrega absoluta. Su amor para nada es eterno y "permanente" como el personaje que sigue a Christine en algún momento de la película. Antoine alude e insinua más que sentencia. Se tapa los ojos y es temeroso. En ese sentido me ha recordado parte del espíritu que destila Truffaut en Jules et Jim.
Su historia se nos narra de manera sutil, delicada, agradable, desenfadada y aparentemente descuidada, a "fuego" lento. He leído que «Besos Robados» es una película que retrata el amor por encontrar y la urgencia por vivir. Abordada con emoción y con cierto humor aunque se hable del amor, la soledad, las dudas y la elección. Una buena comedia romántica del paso de la adolescencia a la madurez de Antoine. Una película que me remite a los "Gros bisous" que me dejaban mis amigas en aquella primavera inolvidable del año 1989,
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