El cine de animación es muy dado a reconocer cono héroes a los protagonistas de fábulas o historias increibles que se alejan de lo normal. Este es el caso de un perro, Canelo, que permaneció 12 años a las puertas del hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde estaba ingresado su dueño, una persona sin hogar, que finalmente perdió la vida.
La ciudad, una ciudad con mucho mundo mágico, el protagonista de esta historia que parecen que muchos recuerdan, pasó entonces a ser acogido por algunos gaditanos. Se le proporcionaba cuidados y atención, hasta que fue atropellado en el año 2002, dada la edad del animal y sus limitaciones visuales.
Esta historia de fidelidad ha traspasado fronteras y ha llegado a Estados Unidos, donde Animagic Studios la ha convertido en un corto animado.
El director de la cinta, Jordi Ayguasenosa, nos cuenta que conocieron la historia del perro gaditano a través de internet y que les pareció muy entrañable. Ha sido un año de producción y de trabajo que ha emocionado a todos los miembros del equipo, amantes de los animales.
La cinta, que se ha presentado en más de medio centenar de festivales por todo el mundo, ha obtenido ya numerosos reconocimientos como los galardones en festivales tanto de California como de Canadá.
Coincidiendo con el Día Internacional del Perro, el pasado 26 de agosto el cortometraje "Canelo" se estrenaba en Youtube para celebrar el amor, la fidelidad y la compañía que los perros aportan a nuestras vidas.
El corto empezó a producirse en 2021, después de tres años se estrena para todos los públicos. “Hemos estado un año trabajando en él. El resto del tiempo lo hemos dedicado a presentarlo a festivales” declaró al Correo de Andalucía su director.
Canelo ha hecho mella en los festivales de diferentes puntos del mundo como en el Indie Short Fest de Los Ángeles o en Canadian and International Short Film Festival, donde ha recibido distintos galardones.
Una bonita historia de lealtad algo que no ha de envidiar la de Hachiko en el Japón de 1924 con su dueño, Hisesaburo Ueno, un profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio. Pero esa es otra historia.
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