Wolfgang Petersen en la que fue su primera en lengua inglesa aparece como el director de esta película a la que frías el estreno allá por el invierno de 1984. Hace ahora 40 años de su estreno. Esa es la razón por la que se ha intentado recuperara, al menos, por parte de los fans y friki que adoran la película. Yo no me encuentro entre ellos, tengo que reconocerlo. La película me pareció decepcionante, especialmente, porque el libro de Michael Ende le había encantado, pero asumo la dificultad de llevar a las imágenes lo mucho y lo bien escrito que había en esa obra. Más aún, de ella el director y sus guionistas únicamente llevan a la gran pantalla la parte más infantil de la primera mitad de la obra.
Tantos aficionados tiene que en estos días el Centro de Arte Tomás y Valiente (CEART) de Fuenlabrada en Madrid ha preparado una exposición protagonizada por los queridos personajes de este largometraje, creados por el artista Colin Arthur, como el guerrero Atreyu, el dragón volador Fújur, el hombre lobo Gmork o Bastian. .
Me parece una película desastremente puesto que está enfocada hacia casi la infancia y yo siempre le vi con una historia poderosa sobre la falta de fantasía en los mayores.
La película narra la historia de Bastian, que escondido en el desván de su escuela, no para de leer un enigmático libro, que trata el conflicto entre 'La Nada' y el Reino de la Fantasía. Poco a poco, el protagonista se dará cuenta de que él es el que debe evitar la destrucción de este maravilloso mundo. Bastian se refugia es una vieja librería escapando de su vida y de unos abusones de colegio. Allí empieza a leer una historia antigua y se va arrastrando el mágico mundo de fantasía
Puede que la canción de Limahl sea lo más meritorio de la película que llevaba por título en inglés The Neverending story, como la canción. La banda sonora fue compuesta por Klaus Doldinger y el factotum musical de la época, el alemán Giorgio Moroder. Mientras escribo esto me he enterado que tuvo tres adaptaciones cinematográficas. La película sólo cubre la primera parte del libro, no transmite el mensaje del título tal y como se describe en la novela.
La segunda mitad del libro se utilizó posteriormente como base aproximada para la segunda película, The NeverEnding Story II: The Next Chapter (1990).
La tercera película, The NeverEnding Story III: Escape from Fantasia (1994), tiene una trama original que no se basa en el libro.
La película que vi y que he vuelto a ver llega hasta el momento en que Bastián entra en Fantasía. Ende se sintió terriblemente decepcionado por el resultado, hasta el punto de declarar que la película era «un gigantesco melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico», por lo que pidió que retiraran su nombre de los títulos de crédito, donde solo aparece como autor de la novela quedando como guionistas Herman Weigel, Wolfgang Petersen y Robert Easton, señalando que la obra estaba basada en la novela homónima de Michael Ende.
Die unendliche Geschichte de W. Petersen fue la primera adaptación de la novela y una coproducción entre Alemania Occidental y los Estados Unidos. En la producción se encuentran Bernd Eichinger - el mismo responsable de El nombre de la Rosa, entre otras- Dieter Geissler y Bernd Schaefers que representaban entre otras a Neue Constantin Film, Bavaria Studios, Westdeutscher Rundfunk (WDR) y la Warner Bros. Pictures así como la Producers Sales Organization.
Fue protagonizada en sus principales papeles por Barret Oliver (Bastián), Noah Hathaway (Atreyu), y Tami Stronach (la Emperatriz Infantil, en su única incursión en el cine).
En el momento de su estreno, fue la película más costosa producida fuera de los Estados Unidos. En el apartado técnico destaca la fotografía de Jost Vacano, el montaje de Jane Seitz y la escenografía de Johann Kott, Götz Weidner y Herbert Strabel, así como el vestuario de Diemut Remy.
La historia tiene como protagonista absoluto, aunque en la película se diluye bastante a Bastián Baltasar Bux - BBB- (Barret Oliver) , un niño de 10 años tímido , que acaba de perder a su madre , que apenas es entendido por su padre, un hombre que le pide más realismo y que tenga los pies en el suelo, y que además es un gran lector que es víctima de acoso por parte de tres compañeros del centro, lo que hoy conocemos como bullying, ya que sufre frecuentemente los abusos de sus compañeros de clase.
Un día, huyendo de ellos, se esconde en una tienda de libros. El dueño de la librería, el Sr. Koreander (Thomas Hill), le advierte del peligro de un libro que está leyendo en ese momento llamado The NeverEnding Story (La historia sin fin); sin embargo, Bastián no puede resistirse a la tentación, y aprovecha un despiste del Sr. Koreander para llevárselo, dejándole una nota con la promesa de devolverlo.
Tras llegar a su instituto, evidentemente tarde, logra entrar en el viejo ático de su escuela, e impacientemente comienza a leer.
El libro relata como La Nada se extiende por todos los rincones como señala un devorador de rocas que viene del norte y que se encuentra con dos personajes más que se desplazan al reino de Fantasía en un caracol de carreras y en un murciélago desde otras partes del Reino. Allí descubren que el problema es común a todos y un cazador, el joven Atreyu (Noah Hathaway), es el elegido para salvar a todo el reino de Fantasía de una fuerza destructiva llamada «la Nada» que lentamente va consumiéndolo todo.
Bastián nota que no puede dejar de leer la historia y se sumerge por completo en el mundo de Atreyu y su caballo blanco, Artax, con seres fantásticos como enanos, caracoles de carreras y dragones de la fortuna.
Cuando todo parece perdido para Fantasía y Atreyu equivocado cree que fracasó en su misión de destruir «la Nada» que todo lo consume, Bastián se da cuenta de que el chico salvador de la aventura en el que puso todas sus esperanzas no es Atreyu el guerrero, sino él mismo.
Para salvar a la Emperatriz Infantil (Tami Stronach), y con ello a Fantasía, finalmente hace aquello que le piden los propios personajes de la historia: gritar el tan demandado nuevo nombre para la emperatriz. Con ello, Bastián se encuentra cara a cara con la princesa. Ella lleva en sus manos una semilla que contiene todo lo que queda de Fantasía y le pide a Bastián que se coloque frente a ella con la semilla en la mano y pida un deseo para un nuevo mundo. Bastián hace lo que le pide la princesa y Fantasía florece de nuevo.
Bastián vuela sobre Fujur (Alan Oppenheimer), el dragón de la suerte que se volvió amigo de Atreyu, para ver el reino y sus habitantes restaurados y cuando este le pide su siguiente deseo, Bastián lo dirige al mundo real para asustar a los niños que lo perseguían por la calle muy cerca de la librería del Sr. Koreander.
Tras seguirlos volando por un callejón ellos se meten asustados en un contenedor de basura y Bastián y el dragón ríen, mientras el narrador dice "Y Bastián pidió muchísimos más deseos y tuvo otras más aventuras maravillosas antes de regresar al mundo rutinario de cada día, pero eso es otra historia".
La adaptación solo cubrió la primera mitad del libro. La mayor parte de la película se rodó en el escenario 1 de los Bavaria Studios en Múnich, excepto las escenas callejeras y el interior de la escuela en el mundo real, que se rodaron en Vancouver, Canadá (el reloj de vapor de Gastown Vancouver se puede ver en la escena de persecución al final de la película cuando los tres malandrines son perseguidos por Cambie Street pasando el reloj de vapor en la intersección de Water Street y luego por Blood Alley), y la playa donde cae Atreyu, que fue filmado en la playa almeriense de Mónsul en San José. El rodaje ocurrió en el verano de 1983. Fue el verano más caluroso en 25 años en Alemania. los efectos especiales, que en 1984 todavía se realizaban sin la ayuda de ordenadores.
Todas las figuras tuvieron que ser diseñadas y elaboradas de verdad. Primero se realizaban pequeñas figuras de barro como maqueta que luego se construían en tamaño real con yeso. Las figuras de yeso servían como molde para la gomaespuma que ocultaba la mecánica del interior de los personajes. Para hacerse una idea de la complejidad de dichas figuras, eran necesarios 15 titiriteros para manejar a un único personaje. Algunos de estos muñecos animatrónicos todavía se encuentran en la ciudad del cine de Baviera; de hecho una de las atracciones más populares es el paseo es la figura original de Fujur , el dragón de la fortuna de esta película.
La banda sonora de The NeverEnding Story fue compuesta por Klaus Doldinger del grupo alemán Passport de jazz. El tema principal de la versión en inglés de la película fue compuesto por Giorgio Moroder con letra de Keith Forsey e interpretado por Christopher "Limahl" Hamill, que fue el cantante principal de Kajagoogoo, y Beth Anderson.
La película tuvo gran éxito, mientras que la novela homónima de Michael Ende ganó aún más popularidad entre el público juvenil.
Fue galardonada con el premio Goldene Leinwand de 1984, el Premio Saturno de 1985 al mejor actor juvenil Noah Hathaway, el premio Bayerischer Filmpreis de 1985 y el premio Deutscher Filmpreis del mismo año al mejor diseño de producción para Rolf Zehetbauer.
La crítica alabó y la criticó con fuerza. Para Variety la película era "Una vuelo de pura fantasía maravillosamente realizado." .
El crítico de cine Roger Ebert en Chicago Sun-Times elogió sus efectos visuales, diciendo que "se ha creado un mundo completamente nuevo" gracias a ellos, y añadió que "El mundo de esta película parece un lugar muy particular, y la dirección artística implica una gran cantidad de imaginación. (...) .
Frente a Ebert, dos habituales de las columnas de diarios de Chicago se quejaban amargamente de la película. Gene Siskel, dijo en cambio que los efectos especiales y la dirección artística de la película tenían un aspecto baratos y que Falkor - nuestro Fújur- el dragón de la suerte se parecía al tipo de peluche que ganarías en una feria campirana y desecharías una vez que te marchas. También se refirió a Noah Hathaway como un "aburrido" en su desempeño y dijo que la película era "demasiado larga", incluso después de que Ebert señaló que la película sólo duraba 90 minutos.
Dave Kehr del Chicago Reader sostuvo que "A pesar de la sofisticación del material de origen, la película no es especialmente un éxito: Petersen insiste en forzar las lecciones morales superficiales, y la media hora retirada de la película por las distribuidoras americanas la deja con un ritmo duro y entrecortado."
Joshua Tyler de CinemaBlend se refirió a ella como "Una de las pocas verdaderas obras maestras de la fantasía".
Vincent Canby habitual columnista del The New York Times denostó la película como una "fantasía para niños sin gracia y sin sentido del humor, que combina actores reales y criaturas animadas en entornos principalmente imaginarios." La crítica de Canby acusó que partes de la película "sonaban como 'La guía del existencialismo para preadolescentes'". También criticó los efectos especiales "de mal gusto" y que la construcción del dragón parecía "una alfombra de baño poco práctica".
Colin Greenland reseñó The NeverEnding Story para la revista Imagine y afirmó que "quizás la heroica búsqueda del joven Atreyu para salvar la tierra de Fantasia de la Nada que todo lo consume podría haber sido más convincente si no hubiera sido editada tan torpemente".
En el Reino Unido Peter Bradshaw, el habitual crítico de The Guardian comentó que era "Un maravilloso mundo de bestias y jóvenes héroes (...). Menos generoso, desde las páginas de Empire, Iam Nathan escribio "Era dulce y encantadora en su momento, pero ahora le falta la comedia o la sofisticación de las películas de fantasía para niños a las que todos nos hemos acostumbrado. (...) ".
En la actualidad hay cierto interés por recuperar esta historia , no sólo ya por su cuarenta aniversario, sino como hace poco publicó la revista especializada 'Variety', pone fin a la carrera por una de las propiedades cinematográficas más atractivas, puesto que distintos estudios y plataformas habían mostrado su interés para adquirir los derechos de la historia de Ende.
Con la alianza entre Michael Ende Productions y See-Saw Films, la nueva sociedad ha recibido los derechos de la historia por parte del albacea de Ende, Wolf-Dieter von Granau, y el equipo de la empresa incluye nombres como el que fue editor del autor, Roman Hocke. La fuente mencionó que habrá "varias películas". En el nuevo proyecto se han implicado al parecer Iain Canning y Emile Sherman, que producirán para See-Saw junto a Roman Hocke y Ralph Gassmann, que lo harán para Michael Ende Productions. "La historia es a la vez oportuna y atemporal, y realmente tiene la oportunidad de ser contada de una manera fresca", dijo Canning en declaraciones a Variety. "Y parte de lo especial del libro es que puedes volver a él a diferentes edades de tu vida y encontrar diferentes niveles de significado. Así que es maravilloso que tengamos esta oportunidad de hacer una perspectiva fresca que tendrá nuevas capas y significados", añadió. Pero esa historia será comentada en otro momento.
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