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martes, 16 de noviembre de 2021

Matinée



Comedia que habla de la niñez y del cine, entre comedida y gamberilla, del mítico director Joe Dante con aire ochentero, aunque es noventera - es del año 1993- y con una gran John Goodman, acompañado de Cathy Moriarthy. Para pasar un rato entretenido y salir con un espíritu mucho más amable. 

*EC: En construcción

lunes, 7 de diciembre de 2020

El chip prodigioso


 

El chip prodigioso de Joe Dante es deudora de la película Richard Fleischer que hizo 21 años antes, en 1966 y que proponía un viaje por el interior del cuerpo humano . Mientras que la segundo tenía mucho que ver con un trasfondo de thriller de la guerra fría la de Joe Dante, un ejemplo magnífico del sello de la Amblin de Spielberg partidario de un cine divertido y fresco de aventuras de los 80 en los que `la representación del mal está en unos espías industriales que buscan el chip necesario para miniaturizarse. La película producida por Michael Finnell y en la que Steven Spielberg se desempeñó como productor ejecutivo por medio de la Amblin Entertainment, junto a sus eternos compañeros Frank Marshall y Kathleen Kennedy creada seis años antes, en 1981. 



La película parte del guion escrito por Jeffrey Boam y Chip Proser que fue el que ideó una historia que fue hija putativa de Chip Proser y que con el apoyo de la Warner Bros. contó con un presupuesto de $ 27 millones. 

La película contiene la banda sonora creada para ella por Jerry Goldsmith, la fotografía de Andrew Laszlo y el monteja de Kent Beyda. 

Contó en su elenco con Dennis Quaid como el teniente Tuck Pendleton, Martin Short como Jack Putter, Meg Ryan como Lydia Maxwell. Junto a ellos están Kevin McCarthy como el millonario Victor Scrimshaw, Fiona Lewis como la Dra. Margaret Canker, Robert Picardo como el cowboy, Vernon Wells como el Sr.Igoe, Henry Gibson como Mr.Wormwood, William Schallert como el Dr. Greenbrush, Wendy Schaal como Wendy, Harold Sylvester como Pete Blanchard, John Hora como Dr. Ozzie Wexler, Orson Bean como el editor de Lydia, Kevin Hooks como Duane Florney y Dick Miller como taxista. 



Junto a ellos aparecen en pequeños cameos Chuck Jones, director de muchos episodios de Looney Tunes, concretamente en la cola del supermercado detrás de la mujer que es origen de las pesadillas de Jack y Joe Dante, el director, como un empleado del laboratorio atacado por los terroristas. 

La película comienza con un cocktail homenaje a los militares que trabajan para la NASA en viajes espaciales, y otras muestras como cohetes, etc... En el cocktail un  militar borracho el teniente Tuck Pendleton (Dennis Quaid) mucho más bebido de lo normal comienza una trifulca con sus compañeros de armas siendo la novia de Tuck , Lydia Maxwell (Meg Ryan) la que saca de la fiesta a su novio.

Esa noche la pasan juntos en el apartamento de Tuck en San Francisco. Pero a la mañana siguiente ella decide dejarlo en casa y huye en un taxi ( Dick Miller) mientras él queda desnudo en la calle. 


Dos meses despues, en una base experimental de la aviación en el área de San Francisco, vemos al teniente Tuck Pendleton, que ha renunciado a su graduación y se ofrece como voluntario para un experimento secreto de miniaturización que dirige el Doctor Ozzie Wexler (John Hora ) por lo que entra en una cápsula sumergible y ambos se reducen a un tamaño microscópico y se transfieren a una jeringa para inyectarlos en un conejo, pero el laboratorio es atacado.

Mientras tanto un hipocondríaco trabajador de un gran almacén, Jack Putter (Martin Short) está de visita al médico que lo trata el Dr. Greenbrush (William Schallert). Le comenta que tiene pesadillas con una mujer pelirroja a la que le cobra en exceso. Tras esto el médico le recomienda que se tome unas vacaciones y que se relaje.  

El laboratoria mientras tanto vive la ofensiva de una organización criminal, liderada por la científica Dra. Margaret Canker (Fiona Lewis ), que planea aprovechar el experimento y robar la tecnología de miniaturización. 

El supervisor del experimento Ozzie Wexler, conociendo sus intenciones, escapa con la jeringa en una persecusión en bicicleta por la carretera de Palo Alto. Se produce una persecución desde la sede de la organización en Silicon Valley hasta un centro comercial de la zona en la que uno de los secuaces de Canker, el Sr. Igoe (Vernon Wells) , con una sola mano siendo la otra la propia de un cyborg le persigue hasta el centro comercial cercano. 

El Sr. Igoe tras apuntar con su mano cyborg dispara sobre el científico. Ozzie después de recibir un disparo, inyecta a Tuck con ello mete la cápsula y a Tuck en el cuerpo del científico sobre el desprevenido e hipocondríaco trabajador de Safeway , que es la primera persona con la que entra en contacto.


Tras eso Jack se pone a trabajar en la tienda y comienza a notar algo en su interior como algunos dolores. Pero lo peor es que se cumple la visión que había tenido con la mujer en la cola a la que le parece cobrar miles de dólares. 

Al recuperar la conciencia, Tuck no se da cuenta de lo que ha sucedido y cree que lo han inyectado en el conejo. Después de que los intentos de comunicarse por radio con el laboratorio no tienen éxito, conduce la cápsula hasta el nervio óptico e implanta una cámara para poder ver lo que ve el "anfitrión" lo que le causa un dolor agudo a Jack. 


Al darse cuenta de que está dentro de un humano, hace contacto conectando otro dispositivo al oído interno de Jack, lo que le permite hablar con Jack. Tras tranquilizarse Tuck le explica que la cápsula solo tiene un suministro de oxígeno para unas pocas horas y necesita su ayuda para poder extraerlo y regresar al laboratorio. 

Mientras en el laboratorio, los científicos explican a Tuck y Jack que el otro grupo robó uno de los dos chips de computadora que son vitales para el proceso. Su cerebro es Victor Scrimshaw (Kevin McCarthy ) . 

Sus secuaces incluyen a Canker, Igoe y a "The Cowboy" (Robert Picardo) que está llegando en avión a San Francisco. 

Jack se pone en contacto con la novia separada de Tuck, Lydia Maxwell , una reportera que ha tenido tratos con The Cowboy y que ve como Jack lleva el coche rojo descapotable de Tuck. 


Pero tras contactar Jack es secuestrado por Sr. Igoe y metido en un camión de carne congelada que lo lleva hasta la zona de Presidio en San Francisco.

Allí la Dra Canker y Victor Scrimshaw comprueban que él es quien lleva el chip en su interior. Y mientras la Dra se desplaza en su coche, Victor lo hace dentro del camión. Nada más salir llega Lydia que se dispone a perseguir al vehículo congelador. 


Mientras tanto Tuck le dice a Jack que tiene que salir lo mejor de él y , al observar que la puerta del camión, no está cerrada con llave le dice que la abra, aunque lo hace antes de tiempo. De cualquier manera tras unos segundos de dificultades Jack entra en el descapotable de Tuck que lleva Lydia. Ambos se enteran de que planea comprar el chip de computadora de Scrimshaw. 

Después de localizarlo llevarlo a un hotel y dejarlo inconsciente, Tuck usa el equipo de la cápsula para controlar los músculos de la cara de Jack, alterando sus rasgos para que parezca Cowboy.

Tras eso Lydia y Jack, haciéndose pasar por Cowboy, se encuentran con Scrimshaw que está en la casa alimentando a su perro, un pastor suizo, Murnau, para robarle el chip. Sin embargo, cuando están a punto de tomar posesión de ella, el nerviosismo de Jack anula la transformación de su rostro, exponiendo la estafa. 

Igoe lo captura a él y a Lydia y los lleva a su laboratorio. Mientras están encarcelados, Jack y Lydia se dan un beso que, sin saberlo, transfiere a Tuck al cuerpo de Lydia a través de su saliva. 

Una vez llevados al laboratorio, los criminales encogen a Igoe y lo inyectan en Jack para localizar a Tuck, Una vez que se ha inyectado Igoe, Jack y Lydia escapan, pues como le dice Tuck a Jack “Cuando peor están las cosas es cuando mas marcha tiene el guerrero.” recuperan el chip y ordenan a todos, incluidos Scrimshaw y Canker, en el laboratorio a punta de pistola que entren en el dispositivo de miniaturización. Sin embargo, al no saber cómo operarlo, solo logran encoger a todos a la mitad del tamaño original. 

Tuck, ahora dentro de Lydia, encuentra un bebé en crecimiento y se da cuenta de que está en su interior y que además está embarazada de él. Al ir a su tímpano y tocar su canción ( "Cupido" de Sam Cooke ), él puede alertarlos de lo que sucedió. 

Como quiere salir y volver a entrar en el cuerpo de Jack y Lydia se besan de nuevo para transferirlo de regreso. Conducen frenéticamente de regreso al laboratorio para agrandarlo, sin darse cuenta de que Scrimshaw y Canker encogidos se esconden en el asiento trasero. 


Mientras intentan someter a Jack y Lydia, Igoe localiza a Tuck en el esófago de Jack y le ataca. Tuck desactiva la nave de Igoe y éste muere después de que Tuck lo deja caer en el estómago de Jack por medio de sus jugos gástricos. 

De vuelta en el laboratorio, con solo unos minutos de oxígeno suplementario en la cápsula, Jack sigue las instrucciones de Tuck para expulsarlo de sus pulmones estornudando. Al hacerlo queda en las gafas de uno de los científicos. Con el chip ya en sus manos, Tuck y la vaina se amplían con éxito, se reúne con Lydia y finalmente conoce a Jack en persona. 


La película termina en la boda de Tuck y Lydia, celebrada en Wayfarers Chapel , donde Tuck usa los chips del experimento como gemelos. Cuando suben a la limusina, se revela que The Cowboy es el conductor y Scrimshaw y Canker encogidos se esconden dentro de una maleta en el maletero. 

Ahora confiado y en control de su vida, Jack reconoce a The Cowboy y se sube al Mustang de 1967 de Tuck , persiguiendo la limusina para rescatar a los recién casados. 

La película comenzó como un guión original de Chip Proser, quien lo llamó "básicamente una copia de Fantastic Voyage". El guión fue elegido por Peter Guber de la Warner Bros. en 1984. Guber le ofreció el guión a Joe Dante, quien lo rechazó. Luego hizo que Jeffrey Boam reescribiera el guión como una comedia. 

Boam afirmó que "La idea era algo ridícula, que era una persona miniaturizada y puesta en el cuerpo de otra persona. Eso es todo lo que guardé del guión original. Al principio pensaron que podría ser Michael J. Fox dentro de Arnold Schwarzeneggercuerpo . De hecho, seguí rechazándolo, y ellos fueron persistentes y seguían volviendo a mí ".  Según Dante, Boam "lo abordó ... desde el concepto de lo que sucedería si encogiéramos a Dean Martin y lo inyectamos dentro de Jerry Lewis ". 

La cosa cambió se involucró Steven Spielberg en el proyecto como productor ejecutivo y que pudo haber sido responsable de la comedia. "Era una idea tan tonta que no tenía límites", dijo Boam. "Sentí que podía hacer cualquier cosa, por lo que el guión que escribí era muy loco y estaba muy lejos, pero a todos les encantó. Dick Donner, Joe Dante, John Carpenter e incluso Steven Spielberg querían hacerlo. Así que cuando Steven se mostró interesado, la Warner pensó que Spielberg lo podía hacer con cualquier cantidad de dinero que se necesitara para hacer la película. Steve finalmente decidió que solo quería producir, así que Joe vino y realmente se aferró a la idea ".


Originalmente, se pensó que el papel de Quaid sería interpretado por un actor mayor, pero luego decidieron hacer al personaje más joven.  Dante recordó durante las escenas de filmación en las que los personajes de Quaid y Short interactuaban, "Dennis estaría en el set en una cabina, por lo que la interacción realmente estaba sucediendo. Dennis seguiría el guión un poco más que Marty. Después (...) , pedía más tomas, con la voz de Katharine Hepburn , que era difícil de resistir ". 

Dante comentó que Spielberg "te protegería del estudio y, a veces, de los otros productores. Había una atmósfera muy amigable para los cineastas allí [en Amblin]. Tenías el mejor equipo y las mejores personas con todos los juguetes que querías jugar. Además, tenías a alguien a tu lado que también era cineasta y sabía exactamente de lo que estabas hablando cuando tenías un problema o una pregunta ". 
El actor Dennis Quaid dijo de ella que era "una comedia tonta y estúpida, que es exactamente lo que la gente necesita en el verano". "Es muy idiota y me encanta. Nos encontramos con todos los clichés tontos y estúpidos del libro. Deja tu cerebro en casa y lo pasarás bien". Fue allí donde Meg Ryan conoció a Quaid en el set y luego se casaron. 

El creador de la idea Proser, dijo más tarde: "En realidad, nunca he podido sentarme a verlo todo a la vez. No me pagan por ver esta mierda.(...) Uso una máscara para cobrar el cheque". 

Por su parte, Joe Dante dijo más tarde que la película "fue un éxito en video. Fue uno de los primeros videos importantes y, básicamente, se descubrió en video. Aunque al público le gustó en los cines, cuando fui, estaban medio vacía" ya que  la campaña publicitaria fue tan terrible para esa película. Era solo un pulgar gigante con una cápsula diminuta. No se podía decir que era una comedia, no se podía decir nada, y tenía un título terrible, porque nunca podríamos encontrar uno mejor. Y el estudio estropeó la venta. Quiero decir, les gustó la película e intentaron reeditarla, incluso, con una campaña diferente, y aún así fue un bombardeo ". "Se ha visto en retrospectiva como si hubiera sido un gran éxito, mientras que, de hecho, fue una decepción en su día", dijo.

Dante después calificó la película "probablemente la película que había hecho hasta entonces que era la más cercana a mi intención. Como resultado, estaba muy feliz con ella. Cuando la miro hoy, todavía creo que es una cantidad de diversión ". 

En los Oscars del año  1988 se le concedió el Premio de la Academia a los mejores efectos visuales ( Bill George , Dennis Muren , Harley Jessup y Kenneth F. Smith ).

Consigió igualmente el premio al mejor director en los Premios de la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films  y a la Mejor película de ciencia ficción, siendo nominado a los Mejores efectos.  

La película tuvo una acogida positiva por parte de la crítica. Roger Ebert del Chicago Sun-Times escribió en su periódico lo que "Aquí hay una película absurda, difícil de manejar y sobre trama que, sin embargo, es entretenida, y parte de la diversión proviene de la forma en que la trama sigue desarrollándose y se mantiene así [absurdo y con demasiadas cosas]. (...) 

Para Sheila Benson de  Los Angeles Times señala que "Con un giro ingenioso de la premisa de 'Fantastic Voyage', y un par de protagonistas muy distintos, pero irresistibles por igual, es densamente imaginativa e hilarante".

Ian Nathan en la revista Empire afirmó que "No tiene el filo oscuro de otros trabajos de Joe Dante, pero las brillantes interpretaciones de Martin Short y Meg Ryan la hacen una gozada de principio a fin (...) " 

Hal Hinson en The Washington Post defiende que "No es suficientemente imaginativa para ser nada más que un buen rato de entretenimiento. Pero es una comedia enormemente modesta y agradable" 

Ya en España Fernando Morales en El País escribió que era "Espectacular viaje intravenoso producido por Spielberg, que sigue los argumentos de la mítica 'Un viaje alucinante' (1966), de Richard Fleischer. Su diseño de producción: realmente conseguido".

Y Fausto Fernández en Twitter comenta que es absoltamente ochentera en parte por ser un disfrute absoluto ese chiste y contener ese chiste a costa de Murnau o el pesronaje que asume Robert Picardo como el Cowboy así como diálogos como el que tiene Jack con uno en el servicio mientras habla con Pendelton y que le dice "juegue con ella, pero por dios, no hable con ella".

Por mi parte señalar que la película que se mueve en el terreno de la comedia, la ciencia ficción y la aventura para toda la familia. Una de las míticas y queridas de la ciencia ficción juvenil de los años 80 en parte con sus secuencias del interior del cuerpo humano son antológicas. La película ganó 42 millones de dólares en alquileres de salas de cine en todo el mundo. 



jueves, 28 de mayo de 2015

Tin Hauser en los límites de la realidad


En la noche del 6 de julio de 2002 tuvo lugar en los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba un memorable concierto de una veterana banda vocal – celebraba su XXX aniversario- capitaneada por Tim Hauser, The Manhattan Transfer, la banda estaba presentando su por aquel entonces su último disco, The spirit of San Louis, dentro del programa del Festival Internacional de la Guitarra. Su repertorio esa noche fue variado y ecléctico pero de enorme calidad. Como siempre mezclaron todos los estilos posibles, desde el be-bop al rock, de la fusión a las músicas brasileñas, del big band al pop todo integrado bajo un elemento común: la armonía vocal del cuarteto (formado por soprano, alto, tenor y bajo) constituían Tim Hauser, Alan Paul, Janis Siegel y Cheryl Bentyne, junto con Yaron Gershovsky, su pianista y director musical. 

El concierto en esa noche calurosa fue una explosión de nervio, ritmo y color . Así , al menos, nos pareció a las tres personas que fuimos a disfrutar de la música y del conjunto coral de sus voces. Fue un auténtico homenaje a casi todos los grandes nombres del jazz - Count Basie, Miles Davis o Ella Fitzgerald - y permitieron al cuarteto mostrar los grandes éxitos de la banda y todas las posibilidades del vocalese (cantar con palabras fragmentos musicales inicialmente instrumentales). 

A la salida, en todas las caras se esbozaba una sonrisa. De entre los temas de aquella noche destaco uno "Twilight Zone/Twilight Tone", procedente de su album, Extensions (1979), un tema escrito por Alan Paul y Jay Graydon como un homenaje a la década de 1960 serie de televisión de la CBS creada por Rod Serling. Hoy, mientras escribía esto, me he enterado que el 17 de octubre de este pasado año fallecía Hauser. 

 Y ¿qué tiene que ver esto con este blog de cine? Pues básicamente que los acordes que aparecen al inicio de la película Twilight Zone: The Movie , conocida en España como En los límites de la realidad, y son los mismos que utilizaba la banda vocal neoyorkina en esta recreación de la canción de la serie. 

La película es una joya de los ochenta, en concreto del año 1983, y fue producida por Steven Spielberg como una versión homenaje desde el cine a la serie de los años 50 y 60 conocida en España como Dimensión Desconocida (The Twilight Zone), creada por Rod Serling y que se emitió en USA entre 1959 y 1964. Era una serie en la que en cada capítulo se narraba, lo hacía el propio Serling, una historia de terror, fantasía o ciencia-ficción. 

En la película que versiona tres episodios clásicos de la serie o remakes e incluye una historia original, participan en la dirección auténticos directores representativos de los ochenta como fueron John Landis, que dirigió el prólogo y el primer episodio Time Out, el único episodio original; Spielberg, el segundo Kick the Can; Joe Dante, el tercero el terrorífico It's a Good Life; y George Miller, el cuarto Nightmare at 20.000 feet —Pesadilla en las alturas— y último. En la producción participaron Steven Spielberg y Richard Mathison . La productora que reunió a este ramillete de directores fue la Warner Bros. Pictures La canción promocional del film fue Nights Are Forever, escrita por Jerry Goldsmith e interpretada por Jennifer Warnes, así como la banda sonora de original de la serie que es la misma con la que empieza "Twilight Zone/Twilight Tone" la canción exitosa de los Manhattan Transfer. 

El guión de los episodios está muy repartido y no se qué corresponde a quién , solo que están presentes Richard Mathison, John Landis, Melissa Mathison, George Clayton Johnson, Jerome Bixby, Robert Garland, igual que la fotografía que es de Stevan Larner, Allen Daviau y John Hora. 

El reparto está integrado por Dan Aykroyd, Albert Brooks, Scatman Crothers, John Lithgow, Vic Morrow, Kathleen Quinlan, Jeremy Licht, Abbe Lane, Kevin McCarthy, Patricia Barry, William Schallert, Nancy Cartwright, Bill Quinn, Martin Garner, Selma Diamond, Helen Shaw, Murray Matheson, Peter Brocco, Priscilla Pointer, Doug McGrath, Charles Hallahan, Dick Miller, Donna Dixon, John Dennis Johnston, Charles Knapp, Al Leong, John Larroquette 

La película comienza con un prólogo. La película empieza con un conductor —Albert Brooks— y su pasajero —Dan Aykroyd— conduciendo en medio de la noche por una carretera secundaria un coche de los años 70. Ambos están cantando juntos la canción The Midnight Special de Creedence Clearwater Revival, y que a su vez la están escuchado de una vieja cinta de cassette. Invita a cantarla hasta que la cinta finalmente se enrolla y se bloquea. Entonces, para no aburrirse, uno de ellos propone conducir con las luces apagadas y con la posibilidad de atropellar a alguien. 
Finalmente, proponen hacer un juego entre ellos, consistente en tratar de adivinar los títulos de programas antiguos de TV, simplemente tarareando sus melodías como la de Hawaii 5.0, Ironside, o la misma de The Twilight Zone, entre otras. Más tarde la conversación deriva en recordar sus episodios favoritos de la serie The Twilight Zone y los que más les impactaron. Albert Brooks habla sobre Burgess Meredith en el episodio Por fin tengo tiempo (Time Enough at Last) de la serie En los límites de la realidad. Burgess . que es el narrador de la película en la versión en inglés – que desgraciadamente no he visto- , aunque no aparezca en los créditos. El pasajero finalmente le pregunta al conductor: "¿Quieres ver algo realmente terrorífico?". 

El conductor no lo creo y su compañero le pide que lo mejor es que pare. Expectante acepta, entonces el amigo gira su cabeza hacia la ventanilla para ocultar su cara al conductor y tras un instante con suspense, vuelve a girar su cabeza, revelando entonces el rostro oculto en el que se ha transformado.¡Una criatura monstruosa!, que acto seguido ataca al conductor. 

La primera escena se corta apareciendo el exterior del coche, poniendo el monólogo: "Esta puerta se abre con la llave de la imaginación. Al otro lado hay una nueva dimensión, una dimensión de sonido, una dimensión de imágenes, una dimensión de la mente. Están acercándose a un territorio de sombras y sustancias, ideas y cosas. Acaban de entrar a la dimensión desconocida." Tras ello la música que hace referencia a los Manhatan Transfer. 

El primer episodio –original, no emitido por la serie de la CBS- fueron John Landis y que lleva por título Time Out. Está vagamente basado en los capítulos A Quality of Mercy y Death's Head Revisited de la serie original. Comienza con una intro que nos dice "Van ustedes a conocer al señor William Connor (Vic Morrow), que arrastra consigo un resentimiento mayor que la deuda nacional. Es un hombre amargado, solitario, cansado de esperar las oportunidades que otros consiguen y él, nunca. El señor William Connor, cuyo odio ciego va a catapultarle al rincón más oscuro en la dimensión desonocida." 

Bill Connor es un hombre intolerante y directo, que va al bar después del trabajo a tomar algo con sus amigos. Está enfadado. No ha conseguido un ascenso por el que ha trabajado mucho. En su lugar, ha ascendido un hombre judío, y se queja amargamente de lo que ha hecho por el país luchando en Corea, y entonces comienza a hacer comentarios racistas contra judíos, negros y orientales. 

Habla con sorna sobre el judío que ha ascendido varias veces, comentando lo duro que es ganarse la vida por culpa de los judíos, negros y asiáticos. Aunque sus amigos tratan de calmarle, él es inflexible en sus emociones llenas de odio. Atrae de forma involuntaria la atención de un grupo de hombres negros, sentados cerca, que demuestran su rechazo a los comentarios racistas efectuados. Bill sale del bar, enojado. Pero cuando sale afuera, en vez de encontrarse en el estacionamiento en el que ha dejado el coche se ve que está en la Francia de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial. Este es visto como un judío por dos policías de las SS que estaban patrullando las calles. 
Después de una persecución y de una caída desde un primer piso tras haberse refugiado en una casa, al levantarse malherido descubre que ha viajado en el tiempo, y ahora está en una zona rural, del sur de EE. UU. en los años 1950, en donde miembros del Ku Klux Klan lo ven como un Afroamericano, al cual deciden sacrificar. Asustado y confundido, Bill les dice que es blanco. 
Mientras trata de escapar de éstos, se refugia en la ribera de un río y allí nuevamente viaja en el tiempo de nuevo, y aparece en la Guerra de Vietnam. Ahí es un vietnamita, y es descubierto por una patrulla norteamericana que lo confunde con un vietnamita. Durante esta secuencia de Vietnam, uno de los soldados dice: "Les dije, chicos, que no teníamos que haber disparado al teniente Niedermeyer". Casi es asesinado por una granada de mano del ejército de los Estados Unidos. 

Por último, es enviado otra vez a Francia de Vichy. Esta vez es capturado por los SS e introducido en un tren de donde, aparentemente, no puede ser rescatado. Allí ve a sus amigos salir del bar y el se queda inútilmente, gritando ayuda, mientras el tren lo lleva posiblemente a un campo de concentración. 

El segundo episodio tiene mucho de su director Steven Spielberg y es un remake del capítulo de la serie Por pura diversión (Kick the Can). Comienza con una voz en off que nos cuenta que "Se dice a veces que donde no hay esperanza no hay vida. Un ejemplo muy a propósito, los residentes de la casa de reposo Sunnyvale, donde la esperanza es solo un recuerdo. Pero la esperanza acaba de entrar en Sunnyvale disfrazada de anciano optimista que lleva su magia en una reluciente lata." 

Allí acaba de llegar un viejo hombre llamado Bloom (Scatman Crothers) y que a su llegada, saluda a todos amablemente, se sienta y escucha las felices historias de juventud de los otros viejos residentes y alguna triste como la del residente que todos los martes prepara su maleta para irse con su hijo y siempre se queda en la residencia. Les explica que la vejez no es razón para no disfrutar la vida, y que sentirse joven y activo es una cuestión de actitud, no de edad. Sin embargo, un viejo gruñón llamado Bill Conroy, bastante escéptico en su perspectiva vital, no está de acuerdo y discute que con su edad puedan llevar a cabo la misma actividad física de la niñez.
Esa noche, el señor Bloom les congrega fuera para jugar a kick the can —patea la lata o el escondite - . Los viejos residentes se transforman en versiones infantiles de ellos mismos. Juegan y parecen alegres. Y aunque están contentísimos de ser jóvenes otra vez y de disfrutar de las actividades que tanto tiempo hacía que no realizaban, también se dan cuenta de que ser joven no significa beneficiarse sólo de los buenos momentos, sino también vivir los malos como la pérdida de un familiar, volver a criar a los hijos,etc... Así que le piden volver a ser viejos, lo que el señor Bloom le concede cuando vuelvan a sus camas. Solamente el más vital quiere volver a ser un niño y así se queda. 
Por su parte, Bill Conroy observa a un residente que permanece siendo niño y le dice, antes de que salga corriendo, que está preparado para ser como él. Aunque el niño le dice que no puede ser, Conroy se da cuenta de que no debe cesar de disfrutar la vida por su edad. El episodio acaba con Bloom trasladándose a otra residencia mientras Conroy patea felizmente una lata en el patio del asilo, ya que ha aprendido que ser joven de corazón es lo que realmente importa. 

El tercer episodio es un remake del capítulo de la serie It's a Good Life, fue dirigido por Joe Dante. Comienza con la habitual intro en la que nos comenta que "Retrato de una mujer en tránsito. Helen Foley, 27 años. Ocupación: maestra de escuela. Hasta hoy su vida ha transcurrido en la más absoluta monotonía a la espera de que algo diferente ocurriese. Helen Foley aún no lo sabe, pero su espera acaba de terminar." 

Helen Foley (Kathleen Quinlan) interpreta el papel de una afable profesora de escuela que va de camino de su nuevo trabajo. Mientras hace una parada en un bar para tomarse algo rápido, ve cómo un joven que juega compulsivamente a las máquinas – parece Pacman- es acosado por un grupo de camorristas borrachos incitados por el dueño del bar al haber apagado accidentalmente la televisión mientras ellos la veían. Al poco rato, Helen decide irse. Por no prestar atención, golpea con su coche la bicicleta en la que va montado el chico y le tira. Ofrece sus más sinceras disculpas y se ofrece a llevarle a su casa. Llegan allí y resulta ser una enorme casa de campo en la que hay muchos coches aparcados. 
Allí conoce a varias personas que, según el chico, Anthony, son su familia. Su tío Walt, (Kevin McCarthy); su hermana Ethel, (Nancy Cartwright); y sus padres. Helen se da cuenta de que la familia parece bastante aprensiva, aunque trata de olvidarlo. De inmediato Anthony le enseña la casa. Por la misma siempre hay televisiones en la que permanentemente emiten dibujos animados. En una de ellas está su hermana sin boca. 
Mientras Hellen sube la reacción de su familia es extraña. Le revisan de principio al fin su bolso. Tras la visita, Helen trata de irse, pero descubre que Anthony no es un niño ordinario. De hecho lo invita a cenar. La supuesta madre desconoce que es la cena y el niño le dice que lo que hay en el horno. Hamburguesas con crema de cacao o cacahuete y dulces. Helen hace un comentario sobre la comida que sobresalta al chico y a los demás.
 Helen descubre así que el niño posee unos poderes inexplicables que le permiten hacer prácticamente cualquier cosa que quiera, incluso hacer aparecer personajes de los dibujos en la vida real y hacer desaparecer a los humanos.

Ellos informan a Helen, diciéndole que no son sus familiares y que llegaron a la casa engañados, justo como ella. También le explican que no se pueden marchar de allí. 
Tras hacer enfadar a Anthony al decirle que estar allí con él era como una pesadilla, les hace desaparecer junto con la casa, quedándose con Helen en un limbo rodeado de la nada. Helen habla con Anthony y le hace darse cuenta del error de su comportamiento, ofreciéndole su amistad si accede a no abusar más de sus poderes. 
Anthony se da cuenta de que el mal uso de sus poderes no le ha traído nada bueno, accede a convertirse en una buena persona y se van juntos a la nueva casa de ella en un coche mucho mejor, aparecido tras retornar al mundo que había hecho desaparecer. 

El cuarto episodio es un remake del capítulo Pesadilla en las alturas (Nightmare at 20,000 Feet) de la serie, fue dirigido por George Miller. Comienza con la introducción que nos cuenta que "Lo que están viendo podría ser el final de una terrorífica pesadilla. No es así, es el comienzo. Les presento al señor Valentine, pasajero aéreo. Destino: La dimensión desconocida." 

El protagonista es John Valentine (John Lithgow), un estresado e histérico pasajero de una línea aérea. El señor Valentine sale lentamente del baño después de que la azafata le haya preguntado repetidamente si estaba bien. Él había estado recuperándose de un ataque de pánico. Varias veces las azafatas intentan restarle preocupación asegurándole que todo va a ir bien y diciéndole que no hay de qué preocuparse. Su comportamiento atrae la atención de otros pasajeros, que empiezan a manifestar su nerviosismo como una niña repelente y maleducada y un señor que se sienta al lado que parece despreciarle por su miedo. Cuando el señor Valentine parece tranquilizarse ve desde su ventana un diablillo en el ala del avión, entra en una espiral de pánico. Ve cómo esa pequeña, pero malvada criatura, arranca cables y tornillos del motor del avión. Desafortunadamente, nadie da crédito a John Valentine.
Al ver cómo sigue dañando el avión le arrebata el arma a un marshal , el pasajero grueso que lo miraba de mala manera —policía encargado de la seguridad aérea—, y rompe un cristal despresurizando la cabina y comienza a disparar a la criatura. Esta le agarra la cara por un segundo, hace un gesto de negación con un dedo y se marcha volando. 
 El avión efectúa un aterrizaje de emergencia. La policía, tripulación y pasajeros lo toman por otro caso de locura provocada por la claustrofobia. Se lo llevan en una ambulancia al psiquiátrico, inmovilizado mediante una camisa de fuerza. Los técnicos descubren entonces los inexplicables daños que ha sufrido el motor del avión. 
En el traslado del pasajero Valentine hace de epílogo y conecta con el personaje del prólogo. El señor Valentine es conducido al psiquiátrico en una ambulancia. El conductor - interpretado por Dan Aykroyd- apaga la sirena, y hace sonar la canción Midnight Special de Creedence Clearwater Revival. El conductor de la ambulancia (Aykroyd) le pregunta al pasajero - Así que se pasó miedo allí arriba, ¿eh? - Oh, sí -contesta Valentine. - ¿Quiere ver algo realmente terrorífico? Suena la sintonía de la serie clásica.
La película acaba entonces con un plano de la noche estrellada mientras se oye el monólogo inicial de Rod Serling de la primera temporada de la serie La Dimensión Desconocida. "Hay una quinta dimensión, más allá de lo que el hombre conoce. Se abre a medio camino entre la luz y las sombras, entre la ciencia y la superstición, entre el abismo de los terrores del hombre y la cima de su conocimiento. Es la dimensión de la imaginación. Una dimensión desconocida." 

Uno de los aspectos más tristemente conocidos de la película y que yo recordaba era como la desgracia se cebó en el actor protagonista de la primera historia Vic Morrow y dos niños vietnamitas - Myca Dinh Le (7 años de edad) y Renee Shin-Yi Chen —6 años de edad— que fallecieron en un accidente de helicóptero - viernes 23 de julio de 1982- , durante el rodaje del episodio que dirigía Landis. Las explosiones pirotécnicas causaron la pérdida de control del aparato, que comenzó a volar muy bajo y se estrelló. Las hélices decapitaron a Morrow y a Le, Chen murió por aplastamiento. Los pasajeros del helicóptero sufrieron heridas de escasa gravedad. Las muertes provocaron una destacada acción legal - casi una década- , pero en el juicio que tuvo lugar posteriormente, nadie fue hallado culpable del accidente, aunque cambiaron la regulación legal del trabajo efectuado por los niños en los rodajes durante las noches y en las escenas con efectos especiales. Hollywood también evitó el uso de especialistas para escenas con helicópteros durante muchos años, hasta que la revolución tecnológica de los 90 posibilitó el uso de imágenes creadas por computadora para crear efectos especiales digitales. Como resultado del accidente, el nombre del segundo asistente del director fue retirado de los créditos y reemplazado por el pseudónimo Alan Smithee. El accidente también acabó - parece ser- con la amistad existente entre Landis y Spielberg. 

En los límites de la realidad: La película se estrenó el 24 de junio de 1983 y tuvo críticas variadas. Roger Ebert del Chicago Sun Times evaluó cada episodio por separado calificándolos, según una escala de cuatro estrellas, dando dos para el prólogo y el primer episodio, una y media para el segundo, tres y media para el tercero, y tres y media para el cuarto y final. Ebert apuntó: "Lo que sorprende es que dos directores superestrellas sean perfectamente guiados por otros dos directores menos conocidos con anteriores trabajos dentro de los géneros del horror y la acción... Spielberg, que produjo completamente el proyecto, quizás ha notado que él y Landis obtenían los resultados más flojos, al ordenar las historias por grado ascendente de emoción. En los límites de la realidad: La película comienza despacio, casi pierde el ritmo y recupera el tono al final" El episodio del avión ha sido ampliamente elogiado, destacando particularmente la actuación de John Lithgow, pero los otros episodios fueron menos populares. Muchos críticos tachan el episodio de Steven Spielberg de sentimentaloide. 
Para Fernando Morales del Diario El País la película se trata de "Uno de esos experimentos que de vez en cuando se dan en el cine americano. Cuatro historias sobrenaturales para una cinta irregular, pero sumamente curiosa. No se la pierda". Por su parte, Javier G. Trigales en blogdecine señala que 'En los límites de la realidad', es terror en pequeñas dosis. En ella, la ciencia-ficción y el terror se aunaban para componer pequeñas perlas de menos de media hora de duración. 
Javier Trigales prosigue señalando que “Cuatro de los directores más potentes de la época, cuatro primeros espadas, todos ellos con experiencias anteriores en el cine fantástico y/o terror, se embarcaron en una nostálgica recreación con este film. El resultado fue desigual, como suele ser norma en las películas de episodios, pero rayando un nivel alto. Destaca que la peculiaridad de esta pequeña miniatura es su metalenguaje, su intertextualidad: los dos protagonistas hablan de la serie ‘En los límites de la realidad’ como una moderna manera de contarse historias de miedo, y al final ellos mismos acaban formando parte de la “Zona crepuscular”. Destaca del episodio de John Landis que “El ritmo del capítulo es bueno y la sensación de pesadilla, lograda, hasta el punto de que lleguemos a sentir compasión por un personaje tan mezquino como el que interpreta Morrow, aunque su condición de historia con “moraleja” hace que pierda buena parte de su efectividad”. 
El episodio de Steven Spielberg, para Trigales, roza la cursilería. Del episodio de Joe Dante destaca que su propuesta fue la más lúdica y perversa: un niño con el poder de hacer realidad todo lo que su mente de diez años imagine, retiene secuestrados en una enloquecida casa a una “supuesta” familia que vive aterrorizada ante los caprichos del pequeño tirano. Las medidas de castigo que éste inflinge a los habitantes de la casa están tomadas de los salvajes dibujos de Tex Avery y similares, y descubrimos de forma cruel que en la vida real, los “cartoons” no tienen ninguna gracia. De una comicidad negrísima, este segmento nos brinda algunas de las imágenes más inquietantes de toda la película. 
Por su parte, del episodio de George Miller es para el crítico la joya de esta película. La historia desarrolla implacablemente una de las grandes convenciones del género: sólo el protagonista —y los espectadores— saben lo que está pasando realmente, por lo que la sensación de paranoia e impotencia multiplica por diez la fuerza del relato. Un fabuloso John Lithgow encarna al sufrido héroe. Este capítulo tiene una perversa coda que une al film con el prólogo de nuevo con Dan Aykroyd como nexo. En resumen, la película es en líneas generales un estupendo divertimento que recupera el espíritu de la serie original de manera brillante. 

El film resultó perjudicado por la controversia provocada por el accidente de helicóptero, y los resultados de taquilla mostraron una acogida del público poco entusiasta. La película obtuvo cerca de 30 millones de dólares y no tuvo el gran éxito pensado por los ejecutivos. Sin embargo, es una película de culto, y ayudó a despertar el interés de la CBS en realizar la versión de los años 80 de la serie de televisión En los límites de la realidad. 
Hubo una novela homónima adaptada de la película escrita por Robert Bloch en la que el orden de los episodios no es el mismo, sino que sigue el guión original del proyecto donde el episodio del avión Pesadilla en las alturas (Nightmare at 20,000 Feet) ocupaba el segundo lugar y el de la residencia de reposo Por pura diversión (Kick the Can) el cuarto. El prólogo y epílogo de la película no aparecen en la novela. 

Esta película fue la primera de Steven Spielberg donde John Williams no hizo la banda sonora, sino que lo hará con Jerry Goldsmith, que había sido puesto la música de siete capítulos de la serie clásica. 

La película obtuvo algunos premios como el de la Asociación de Críticos de Los Ángeles (1983), nominada a Mejor actor de reparto (John Lithgow), y nominada al Mejor actor de reparto (John Lithgow) por el de Círculo de Críticos de Nueva York.

Por cierto, a mis hijos le ha gustado tanto como me gustó a mí. Desde luego cuando yo vi en su día esta película me encanto por esa mezcla de historias inofensivas, sobre todo segunda, la de Spielberg, y de historias de auténtico como la y terror, como la tercera y la cuarta y última, protagonizada por John Litgow y con ese inicio magnífico de esos dos compañeros que viajan de noche en automóvil y para pasar el rato comienzan a rememorar la serie Twilight Zone.
Con la música de los Manhattam Transfer y su Twiling Zone me despido hasta ese momento lamentándome así casualmente de la muerte de Tim Hauser , al que dedico esta entrada, en coherencia con la historia trágica ligada a ‘En los límites de la realidad’ por las muertes terribles de algunos de sus protagonistas, pasando a formar parte del fúnebre grupo de películas de terror, aunque con toques amables, pero con negra leyenda.