martes, 28 de marzo de 2017

Experimentos cinematográficos


Hace años , cuando hice el curso sobre el centenario del cine , allá por 1995, recuerdo que hubo una sesión sobre el cine experimental. Al tratarse de un curso sobre la historia del cine los cineastas seleccionados fueron, entre otros, Fernand Léger y su Ballet Mécanique, que realizó junto a Dudley Murphy en 1924, L´étoile de mer de Man Ray (1930) o Witch's cradle, película filmada por Marcel Duchamp y Maya Deren, entre otras. Fueron películas que , sólo pude entender como una parte más de los ismos artísticos propios del siglo XX. 

Lógicamente comprendí con ella el significado de lo que se entiende como cine experimental. Se suele ver como un medio de expresión más artístico, que gusta romper de las barreras del lenguaje audiovisual y , por lo tanto, huye del cine narrativo o simplemente estructurado. En su manifestación usa recursos, muchas veces muy básicos, para expresar y hacer sentir emociones, experiencias, sentimientos, acrecentando su estético y artístico, buscando efectos plásticos o rítmicos, ligados a al tratamiento de la imagen o el sonido. 

 El cine experimental es un cine desvinculado de la industria, es un refugio creativo, por parte de las escuelas de cine, o por francotiradores con cámara e ideas de cambio. Por supuesto, rehuye del público amplio, quedando lo elaborado como algo marginal es su conocimiento.

La sesión de cine experimental, aparte de aquella sesión dedicada a El hombre con la cámara, película soviética de 1929 dirigida por Dziga Vertov, ha consistido en una recopilación de cortos de Guy Sherwin, Gunvor Nelson y Patrick Bokanowski. Un ojo, un bol de agua, una bicicleta, una mano sobre la cara y la cámara, unos padres, el pie de un bebé y un hombre en el espejo (Man with mirror) por parte del realizador británico Guy Sherwin. A estas creaciones se han sumado a la evolución de la vida en la obra True to life de la directora sueca radicada en San Francisco Gunvor Nelson, en el 2006. Por çultimo, se han sumado postales en movimiento junto a un lago o frente al mar. Compleja la sesión de hoy. Pero también original, diferente, dilatante, sorprendente, pictórica y agotadora por momentos. 

El británico Guy Sherwin nacido en 1948 después de haber formado en pintura en la Chelsea School of Art de Londres entró en los sesenta en el mundo del cine vinculandose con la London Film-Makers 'Co-operative ,(ahora LUX, que ha publicado gran parte de su obra) dedicada al cine de vanguardia , y comenzó a hacer performances y películas de corta duración que más tarde llegaría en forma de series en las llamadas Short Film series. 

En sus películas, Sherwin lleva a cabo una investigación plástica sobre el medio con el que trabaja, jugando con las diferentes velocidades e indagando las posibilidades de la luz, el movimiento y el sonido. Estas obras se basan en un plano de una duración sistemática de tres minutos, basada en un pensamiento básico que , sin continuidad secuencial , domina toda la película. Vive en Londres y enseña en la Universidad de Middlesex y en la Universidad de Wolverhampton. Su obsesión parece centrase en el concepto de la luz y el tiempo. Igualmente es un divulgador de la experimentación como he comprobado cuando ha participado en el llamado "Nicho Experimental", una organización independiente, creada en 2010, enfocada en ampliar la apreciación de la música experimental, haciendo énfasis en proyectos específicos que se realizan en vivo y que mantienen un festival "El Nicho". En la edición 2015, el Laboratorio Experimental de Cine - creo de Oaxaca en México participó con la coproducción de instalaciones organizadas en torno al cineasta inglés Guy Sherwin y la cineasta de Singapur Lynn Loo. Además de una charla sobre su trabajo se habló de la experimentación del Cine sin Cámara y la viabilidad de la experimentación sonora.  

De entre lo que vimos el programa comenzó con Eye (1978) realizada ajustando simultáneamente la apertura de la cámara y el brillo de una bombilla solitaria. Mientras que la luz se atenúa y la apertura se abre podemos ver el iris de un ojo abriéndose también. En sus comentarios nos enteramos que la protagonista es Stephanie era una estudiante de la Wimbledon School of Art, donde daba clases en esa época. Fue capaz de mantener la vista fija sin parpadear " en demasía". 

La segunda proyección fue Tap (1978) en el que vemos que un grifo que gotea perturba el agua, inicia una acción y establece un ritmo, como una nota de piano repetida debilitándose. Nos dice el autor que "estaba interesado en el juego de las superficies, el agua, la taza, las nubes reflejadas que se veían por la ventana. Una amplia apertura de las lentes ofrece una pequeña profundidad de campo con la que se puede seleccionar cada superficie". 

La tercera fue Cycle (1978) en la que una cámara aparece sujeta a la espalda de una bicicleta y graba los círculos con la bicicleta alrededor de un charco de agua acumulado en los caminos esperando secarse con el sol. Y nos comenta que "Mi sombra da vueltas por el encuadre". Cycle y  también se puede mostrar como instalación en loop proyectada en el suelo. 

La cuarta entrega fue Hand/Shutter (1976), una obra, tan simple como compleja. Hecha bloqueando alternativamente la lente de la cámara y tapando mis ojos, de modo que mi mano funciona como un obturador secundario respecto al de la cámara. 

La quinta fue Portrait with parents ( 1975). Este retrato fue la primera película de las Series de Cortos. El comenta que "Mis padres me visitaron y yo hice este retrato de los tres, en el que aparezco reflejado en el espejo, enrollando la película a mano. La cámara está colocada en un trípode de madera que se mueve suavemente al girar la manija". Durante la escena vemos la naturalidad de la madre, como se cruza una chica, como , desde el silencio clamoroso, se le habla a la cámara. Muy naïf, pero ¿no es una nueva visión del hombre de la cámara? 

Mei (2010) es la protagonista y el nombre de la hija más pequeña de Guy Sherwin. Unos días después de que le hubiera ayudado a nacer (la matrona llegó demasiado tarde) muestra la planta del pie y el pie en sí mismo, desenfocando la cámara. ¿El nacimiento de alguien no desenfoca la vida de los que le rodean? 

Por último , vimos de Guy Sherwin, Man with mirror , una obra que acabó siendo una performance cinematográfica que se inició en Inglaterra en 1976 y que culminó en 2010. Es una obra que ha sido interpretada en varias ocasiones hasta mediados de los años 80 en un primer momento, que después fue después abandonada por el autor, que no volvió a retomarla hasta el año 2000.

Desde entonces, Sherwin vuelve a interpretarla habitualmente. En ella vemos como por medio de un proyector de ocho milímetros (donde Sherwin proyecta lo que filmó en 1976) y él mismo situado, 35 años después, frente a ese proyector sosteniendo, al igual que en las imágenes de 1976, y usando una lámina de doble cara (por un lado una superficie blanca y por otra un espejo), consigue con ese efecto que une pasado y presente es simplemente mágico.  Hay un juego de imágenes, pero también de las formas geométricas que van oscilando de unas formas a otras  hasta que el hombre , en este caso Guy, se convierte en el protagonista absoluto.



Se trata de una performance lúdica y brillante, que surge de una extremada economía de medios y obtiene una eficacia máxima, y que aparece como una de las propuestas más originales que se hayan formulado en este periodo de intensa experimentación. Ejemplo de una forma artística que se situaría en el encuentro entre el cine y la perfomance, Man with mirror, mezcla la experiencia íntima y la reflexión sobre el medio en una obra cuyo propósito es a la vez el envejecimiento y la representación del espacio y del tiempo. 

La segunda autora experimental fue una mujer, Gunvor (Grundel) Nelson , la llamada cineasta inesperada que en 2013 participó en el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Se trata de una cineasta que apuesta por las imágenes y sonidos que se superponen, en una suerte de juego rítmico de capas, en el que podemos ver la principal marca de Nelson como autora. Nelson, sueca pero que pasó un tiempo instalada en la Bahía de San Francisco, ya tiene una carrera dilatada, con 20 cortos, y más tarde se pasó al vídeo, realizando más tarde cinco piezas, y una instalación. Ella gusta de mostrar el poder estético de la naturaleza.

Obtuvo un Master en Artes en el Mills College en Oakland, California. Su experiencia docente incluye el San Francisco Art Institute de 1970 a 1992, después de lo cual se trasladó a Suecia en 1993. Otros puestos que ha ocupado incluyen un año en la San Francisco State University desde 1969 hasta 1970 y un semestre en 1987 en la Escuela del Art Institute de Chicago.

Su trabajo ha sido presentado en numerosos festivales europeos y norteamericanos, muestras individuales, y ha recibido varios premios y becas. Las películas de Nelson se mostraron de forma discreta en el circuito underground de la costas este y oeste de los Estados Unidos, hasta mediados de los años 70 cuando empezaron a obtener eco en la prensa a partir de fuentes diversas, desde los editores de Playboy hasta Pauline Kael.

En sus obras los temas que toca y relacionados con el mediometraje visto - True of life- está presente el envejecimiento y la muerte, y el simbolismo de las fuerzas naturales . Su talento para la edición de lo que son a menudo imágenes oníricas, en combinación con una fina atención a los efectos de la lengua y el sonido sobre la imagen en movimiento, sirven para afianzar la consistente estética de sus películas experimentales.

Ella considera que darle el nombre de películas experimentales a lo que hace le parece algo incompleto. "He hecho películas tanto surrealistas como expresionistas, pero yo prefiero el término 'película personal'. Eso es de lo que se trata. Aunque muchos no entienden el significado de la palabra. Por otro lado, puede ser más fácil referirse a ellas como películas de vanguardia. Pero me gusta la descripción de 'película personal', ya que surge de una persona. Cuando se pinta, el término que elijas será descrito por e el método, pintores de murales, por ejemplo, y así sucesivamente. Pero cuando se trata de películas nos falta capacidad para describir lo que realmente estamos haciendo".

En True to life (2006) toma lo de la cámara táctil al pie de la letra y se acerca lo máximo posible a flores y otros elementos vegetales, llegando a tocarlos y buscando planos que vayan más allá de la representación para, de nuevo, buscar formas abstractas. El roce del micro con los objetos está muy presente, tan en primer plano como las coloridas flores que llenan el cuadro. De nuevo, un protagonismo compartido que deja perplejo al espectador.

En True to life Gunvor Nelson toca de manera libre y natural la vida en un jardín y lo hace introduciendo la cámara en la naturaleza, y la naturaleza en la cámara para revelar una la nueva fuerza vital y el ciclo de la vida. La cámara con los colores , empezando con el color blanco de una escarcha espinosa donde se esbozan las paredes de una flor en ciernes. Con la cámara ella friega, barre la flor y el tallo hasta llegar al suelo.

La planta y la vida realmente crujen en el suelo del jardín. La lente penetrante es pesada en las hojas delicadas y en la retina del espectador. El resultado es una película en primerísimos planos, agotadora, cegadora , que te deja derrotado, como te derrota al final la vida. Al fin y al cabo, es un ciclo vital.

La última entrega han sido dos cortos filmados por el francoargelino Patrick Bokanowski. En este caso no se trata de "un lobo solitario" sino de una autor al que le gusta trabajar acompañado por una banda sonora de su esposa, Michèle Bokanowski pues , según él, la música, le añade una calidad táctil. Su manera de tratar el material fílmico es por medio de una investigación que lo lleva a la frontera de las artes ópticas y visuales, siempre en un "intermedio" para crear.

El autor pone en tela de juicio la idea de que la esencia del cine debe ser reproducir la realidad, es decir, nuestros hábitos de pensar y sentir. Sus películas contradicen la "objetividad" de la fotografía que es sólidamente esencial para la mayoría de las producciones cinematográficas globales. Los experimentos de Bokanowski, con el objetivo de abrir el cine a otras posibilidades expresivas -por ejemplo, la "deformación" de las lentes objetivas (aunque prefiere el término "subjetivo" )- dan testimonio de visiones puramente mentales que ignoran las representaciones convencionales que afectan a la realidad, dando al espectador de sus películas nuevas aventuras perceptivas.

El trabajo de Patrick Bokanowski puede considerarse como el inicio de la animación contemporánea. Este antiguo pintor, alguna vez ha reconocido que "al principio no estaba seguro de si mis deseos eran la fotografía, la escritura, el cine o la pintura. Sus películas se caracterizan por el uso del vidrio y otros materiales para cambiar la percepción directa de una cosa y con la necesidad de ver las cosas desde un ángulo diferente.

De este investigador óptico enamorado del cine y nacido en 1943 hemos visto dos obras. La Plage (1992), una obra en cuatro actos en las que vemos imágenes trabajadas y coloreadas que de personas que están en la costa. Al final transforma la pantalla en un lienza, dando lugar a una obra pictórica.

La segunda ha sido Au bord du lac (1994). Con ella Bokanowski regresa a la compleja red de arreglos ópticos de espejos, prismas y sustratos refractarios de su anterior película, La Plage, para crear el extravagante y lúdico Au bord du lac.

La película se compone de escenas cotidianas que son recreadas en un día soleado y idílico en un parque que domina un lago - remar un barco, jugar al voleibol, patinar, andar en bicicleta, leer un periódico, tomar el sol, montar a caballo , o dar un paseo por el paseo marítimo - todo ello es modificado o visto a través de distorsiones ópticas dando lugar a imágenes fracturadas y anudadas que se asemejan a las ilustraciones de cuento de hadas gótico embellecido, a patrones geométricos que parecen llevarnos al cubismo. Evocando los colores vibrantes y la paleta empañada por el sol de un vigorizado Vincent van Gogh en Arles, Bokanowski transforma lo cotidiano en un caleidoscopio dinámico infinitamente fascinante de texturas que cambian la forma y objetos auto-reconstituyentes del arte orgánico y abstracto.

Es curioso pero ante una pregunta realizada en la revista Avoir. alire en la que se le cuestiones sobre ¿Qué experiencia puede tener al espectador ver la película no convencional cuando ve sus películas, o la experiencia que él tiene cuando ve películas otros creadores? Responde que a él le atraen los realizadores más atrevidos, y sentencia diciendo que él nunca se embarcará en narrativas que ya ha visto mil veces. Puede que tenga razón, pero creo que el cine experimental está bien, pero en pequeñas dosis están mejor.

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