viernes, 15 de marzo de 2019

Ispansi


La guerra civil dejó huella en gran parte de la sociedad española durante la guerra y la postguerra. El apoyo a uno u otro bando supuso la separación de familias que, en ocasiones, fue definitiva. La manera de plantearse el conflicto, en muchos casos,  fue ideológica, en otro prevaleció la cuestión geográfica - aqueí con unos y allí con otros- y , en todos, fue con la única intención de sobrevivir.

Nadie duda de que carga ideológica la hubo, y mucha , pero ante todo el objetivo principal era salvar el pellejo, el propio y el de los tuyos. Evidentemente, no siempre fue posible, pues ni unos ni otros dieron muchas opciones al contrario.

El buenismo es algo que en las guerras cuenta poco, pero en la postguerra, incluso,  cuenta menos. Ahora, en un tiempo de postverdad, casi un reino de la mentira, es casi más potente la prevalencia de  las "fake news", tantos presentes como pasadas , pero lo que está claro es que el buenismo y el paternalismo nunca está de más, pero , en ocasiones, están de menos. A veces tanto uno como otro es necesario para que todos vayamos sintiendo el relato como propio. Es la geometría variable de la vida, la que creo que necesitamos, la que entiendo que usó Carlos Iglesias para contarnos una historia que tiene mucho de buenismo, evidentemente, pero siempre es mejor eso que una historia maniquea, la de buenos y malos, que sólo presenta una verdad, la verdad que se nos quiere imponer.

Por eso me ha gustado Ispansi porque es un ejercicio de contención ideológica que ha preferido poner sobre la mesa más lo que nos une que los que nos separa,  que ha apostado antes por contarnos una historia que presentarnos una historia de opuestos. Efectivamnte hay opuestos, pero eso no significa que sean incompatibles sino que los buenos y los malos son equidistantes, porque así suele ser. Y esto se debe a que en los aparentemente bueno hay un punto de maldad , y en los aparentemente malos, hay un punto de bondad. Así es la vida, así es el yang y el ying.

Por eso no estoy con la crítica cinematográfica que he leído lo que ha escrito sobre Ispansi,que quiere decir "españoles" en ruso, sino que estoy en la posición cómoda del espectador buenista, el que quiere ver una historia que le emocione, porque no somos ni buenos ni malos, ya que por encima de todo somos personas que vivimos de mejor que de peor manera en el mismo solar. Somos lo que podemos ser, y , sobre todo, lo que nos dejan ser. Así ha sido y así será y esa es la tazón por la que Ispansi (¡Españoles!) me ha gustado.

Me he acostado sin remordimiento, pensando que somos una panda de cabrones, sino que somos lo que hemos podido ser tan buenos como malos.

Así al menos he entendido yo esta película española de 2011 dirigida y coprotagonizada por Carlos Iglesias, ese cómico que pasó del humor televiso desde las orillas del Mississippi, a la comedia en televisión ("Este es mi barrio" y "Manos a La Obra" de Vicente Escrivá ) y de aquí a series con más o menos éxito y dramáticas como "Goya" de José Ramón Larraz; "La Forja Un Rebelde" de Mario Camus; "Blasco Ibáñez" de Luis García Berlanga); a la interpretación en serie de peso como Sancho Panza en "El caballero Don Quijote" de Manuel Gutiérrez Aragón (2002) o "Ninette" (2005) de José Luis Garci, y la dirección con Un franco, 14 pesetas (Crossing Borders, 2006) y , por último, ¨2 Francos, 40 Pesetas. ¨ (2014).

Carlos Iglesias contó con el apoyo en la producción de Antonio Pérez Pérez de Maestranza Films, S.L., Un franco 14 pesetas con José Triana al frente y la Saga Production de Robert Boner y la Télévision Suisse-Romande (TSR), cofinanciada por Canal Sur, ICO y Junta de Andalucía.

En cuanto al guión éste fue escrito por Carlos Iglesias , la música de Mario de Benito, el sonido de Julio Recuero, el maquillaje de Almudena Fonseca , la fotografía de Tote Trenas , el vestuario de Eva Arretxe y los efectos especiales de Isabel A. Valcarce.

En cuanto al reparto está integrado por Esther Regina como Paula, Carlos Iglesias como Álvaro, Isabelle Stoffel como Ludmila, Eloisa Vargas como Piedad , Bruto Pomeroy como Ángel, Isabel Blanco como Rosario,José Antonio Izaguirre como Bernardino, Dorin Dragos como Dorin,Olga Dinnikova como la Suiza, así como Carmen Frigolet.

Una voz en off, la de uno de los protagonistas , Álvaro ( Carlos Iglesias) nos relata que al poco tiempo de comenzar la guerra civil española la república mandó a 3.000 niños a La Unión Soviética para protegerles de los bombardeos de los nacionales comandados por Franco. Los primeros en salir fueron los niños sin padres, los niños de los orfanatos.

En junio del 41, Hitler invadió Rusia. La continua llegada de tropas de refresco para la defensa de Moscú entorpece una y otra vez el viaje de los españoles. Es en este momento cuando el relato de Álvaro se transforma en presente y cuando él descubre y pone sus ojos en una mujer tras un momento complicado coincidiendo con el bombardeo de la aviación alemana de un convoy terrestre en la desierta estepa blanca de Rusia. Durante el bombardeo Álvaro cubre a dos pequeños españoles de los que han huido durante el avance alemán sobre Moscú.

En ese momento el repara en Paula o Beatriz (Esther Regina) , la hija de una acaudalada familia de derechas, conservadora en costumbres, que vive en el Madrid de 1936, cuyo padre y hermano eran falangistas, y su madre una señora de Sevilla, sin que ellos lo sepan se ha quedó embarazada de un hombre que se negó a casarse con ella y decidió ocultar a su hijo en un orfanato de Madrid previo acuerdo con un sacerdote cercano a la familia.

Tras el estallido de la Guerra civil española, las autoridades de la República deciden trasladar a miles de niños, entre ellos a los residentes en orfanatos, a la Unión Soviética para protegerlos de los efectos del conflicto (los llamados niños de la guerra.

Al enterarse del inminente viaje del niño a Rusia, roba los documentos de identidad de una republicana recién fallecida (Paula) y se ofrece como voluntaria para cuidar a los niños en ese largo viaje que le lleva a Rusia junto a su hijo, Javier. Emprenderá así un viaje terrible, rodeada de enemigos, junto a quienes son sus enemigos ideológicos y junto con sus profesores y cuidadores a miles de kilómetros de su país y de su mundo.

En una de estas paradas se les une Álvaro, un comisario político del Partido Comunista de España y que presenta una enorme herida en la cara, a unos 200 kilómetros al sur de Moscú. Tras junio del 41 , nos enteramos por Álvaro y su relato que Hitler invade la Unión Soviética y en septiembre estaba a dieciséis kilómetros de Moscú.

Los convoyes de niños españoles huyen de la ciudad hacia Stalingrado y la continua llegada de tropas de refresco para la defensa de Moscú entorpece una y otra vez el viaje en tren que realizan los españoles. En una de estas paradas se les une un comisario político del partido comunista español que va a curar sus heridas de guerra a Samarkanda.

Nos relata Álvaro que el convoy queda varado en múltiples ocasiones pues la prioridad en las vías la tiene el Ejército Rojo que combate a los alemanes. En una de esas paradas donde, por accidente, muere Javier, el hijo de Paula, de diez años de edad en 1942 atropellado por un tren mientras huía tras robar unas gallinas. La pena se convierte en locura en esa madre que no puede confesar ni su identidad ni su maternidad a sus enemigos.

El abandono total de sus responsabilidades obliga a Álvaro a intervenir en unas circunstancias en la que él no está sólo pues hay otros adultos que acompañan a los viajeros como son Piedad (Eloisa Vargas), como Ángel (Bruto Pomeroy) y su esposa bulgara Ludmila ( Isabelle Stoffel), Rosario ( Isabel Blanco), una mujer que se siente atraido por Álvaro , Bernardino (José Antonio Izaguirre) , como Dorin (Dorin Dragos).

Desde ese momento Paula, sobrepasada por la situación y dolido con el mundo escupe su odio y su amargura a sus compañeros de viaje. Estos siguen con sus penurias al ver que no encuentra acomodo en ningún sitio y tras no poder asentarse en la sitiada Stalingrado son instalados en la zona un área, la República Alemana del Volga, de dónde acaban de ser expulsados los alemanes que llevaban 200 años en la zona, traídos desde Alemania y Suiza, por la zarina Catalina , la Grande.

Allí el grupo instalado en una aldea encuentra a una alemana refugiada (Olga Dinnikova) y cómo no saben que hacer descubre el grupo que Paula habla un alemán fluido. A esto se le suma que algunos de los pequeños y pequeñas han comenzado a rezar siendo Paula la que le ha ensañado por lo que el grupo empieza a dudar sobre quién se trata.

Álvaro se siente obligado a denunciarla a las autoridades rusas, pero , por otro, lado éste se siente fuertemente atraído por ella. De hecho alguna noche le ha visto por la ventana a escondidas desnuda mientras se lavaba. Cuando se dispone a denunciarla sale a relucir ante él su verdadero nombre de Beatriz.

Y en ese momento descubrimos que Álvaro había estado presente en el sitio de Leningrado / San Petersburgo junto a unos camaradas españoles y que salvó su vida de ser asesinado por unos alemanes gracias a un fortuito encuentro con tropas españolas de La División Azul (aliados de los alemanes) en los bosques de Leningrado . Esto le hace cambiar de opinión, pues la persona que le salvó fue precisamente un falangista , el hermano de Beatriz / Paula.

El grupo , finalmente, antes de que caiga el duro invierno de 1943 con varios de la expedición (chicos y Ángel) enfermos decide salir de la zona en busca de una nueva ciudad.

Durante el trayecto el grupo que pasa escasez, inanición, todo tipo de penurias y alguna baja, pero en un momento dado consigue cobijo gracias a la entrega por parte de Beatriz de una cruz de oro que guardaba.

A pesar de la muerte de Ángel y a la deserción de Ludmila que se une a los soviéticos en la victoria de Stalingrado, consiguen salvar sus vidas y , ya como pareja, trabajan en una fábrica y viven en la ciudad de Ufa cerca de los montes Urales.

A partir de aquí la relación entre los protagonistas se va trasformando en admiración, cariño y finalmente amor, muy a pesar de Rosario que también está enamorada de Álvaro. En uno de los pabellones de caza de los zares la pareja decide casarse aunque Álvaro reconoce que para él la guerra no habrá terminado hasta que retorne la República en España y que como miembros del Partido Comunista de España su intención es la que proseguir hasta el fin de Franco.

Para 1953 se ha producido la muerte de Stalin y , tres años después, en 1956, Rusia permite a los ciudadanos regresar a España.

En el año 57 Franco consiente que aquellos que no tuviesen delitos de sangre ni compromiso ideológico vuelvan a España. La pareja vive en un pequeño apartamento de Moscú y se dirigen al Centro Español para saber que pasará con algunos integrantes de sus grupo. Se entera que Piedad se ha reunido con su marido en Cuba, pero Álvaro no puede regresar, pero Paula sí lo hace, pues todavía en su país viven su madre y su hermano.

Tras llegar a Sevilla , vía Valencia, descubre que su hermano es un poderoso militar . Este se muestra bastante chulo tanto con ella como con el comisario que la tendría que interrogar , pues el protocolo así lo exige. Pero ya no es la misma; es ella, y cuando cuenta su triste historia ante su hermano sólo reconoce que mató de pena a su padre, pero que la familia fue la causa de su desgracia. En Sevilla atiende a su madre hasta la muerte y defiende en la Sevilla de los vencedores la ideología de los vencidos. Sin embargo la estrategia de su hermano parece que funciona, la opulencia y los halagos de la burguesía sevillana nos lleva a pensar que no volverá a las privaciones de su vida en Moscú.

De hecho pasa en España dos años sin noticias para Álvaro que en un momento dado piensa que ella no volverá como le comenta a Rosario cuando se la encuentra en una cola de las muchas que han de hacer los soviéticos en esa década. También tiene un encuentro con un comisario político que iba igualmente en la expedición que le exige que pida el divorcio al ser una mujer de familia falangista. Pero Paula retorna cuando ya nadie la espera y vuelve con Álvaro para ya nunca más dejarle.

La película culmina en el año 75. Álvaro es un anciano que vive solo en un cuartucho de un piso compartido de Moscú. Paula ya ha fallecido. La noticia de la muerte de Franco le altera y excita, demasiado para su endeble salud y muere solo en un parque de Moscú buscando, sin encontrar, con quien compartir la esperada noticia de la muerte de su enemigo. Comienza a nevar y acaba tras informarnos que la película está dedicada a ¨A Los Que No Volvieron¨ termina.

La película se rodó entre España y el Kanton Jura, en Suiza. Allí, durante el rodaje en Suiza, en el invierno de 2009, dio una entrevista al diario El País y  cuenta que " "Entre 1937 y 1939 casi 30.000 niños huyeron de la Guerra Civil por los puertos de Bilbao, Valencia o Barcelona". "De ellos, la historia más triste es la de los niños que fueron a la URSS, pues los demás, al finalizar la guerra, pudieron volver a España. Pero los niños de Rusia se convirtieron en una moneda de cambio. Stalin invirtió mucho en su educación y Franco no quería jóvenes formados en el comunismo soviético" "Aunque lo cierto es que vivieron en Rusia mucho mejor de lo que hubieran podido vivir en sus aldeas y pueblos de origen, pues accedieron a estudios superiores y desarrollaron carreras técnicas inimaginables en la España de entonces"."Sin embargo, el mayor drama fue entonces el reencuentro entre esos jóvenes y unas familias que ya no les reconocían", explica Iglesias. "Eran unos adultos formados en el comunismo y que generaban sospechas. La mayoría volvió inmediatamente a la URSS para no salir ya nunca más".

El cineasta agrega que sobre el telón de fondo del drama de los niños de la guerra está la historia nunca contada de los adultos que les acompañaron. "Y que es fascinante"."Yo soy el primer sorprendido de que nadie se haya ocupado de filmar estos temas, pero debe de ser porque el cine español dispone de recursos limitados, y contar una historia así es muy caro. Sólo el éxito de Un franco... me ha permitido llevar adelante este nuevo proyecto. Comenzamos a planificar esta película sin crisis, pero al levantarnos un día... nos la encontramos de lleno""En realidad, nuestra producción se ha quedado algo coja, pero es positivo en el fondo, porque nos obliga a ser creativos. No me canso de ver Plácido, de Luis García Berlanga. Ése es el espíritu que intento transmitir a mi equipo: poner imaginación y creatividad".

Para su realización Carlos Iglesias tiró de gran parte del equipo con el que había trabajado en su debut cinematográfico, en « Un franco, 14 pesetas » y con el que contará en su secuela 2 francos, 40 pesetas. Así es el caso de Esther Regina, su mujer en la vida real Eloisa Vargas, Isabel Blanco o Bruto Pomeroy.

La película contó con la banda sonora de Mario De Benito, e incluye una canción final de Amancio Prada. Y con la fotografía de Tote Trenas en la que se combina el colorido y un blanco evocador de Tote Trenas.

Tuvo algún éxito en los diversos festivales de cine en los que participó. Ganó Carlos Iglesias el Premio del Público en el Festival de Cine Latinoamericano de Huelva 2010 en su calidad de director y fue nominada Esther Regina en los Premios de la Unión de Actores en ese año 2011.

Sin embargo, desde el punto de visto de los espectadores no hubo una gran respuesta a diferencia de lo ocurrido en su debut como director con 1 franco, 14 pesetas.

La crítica fue dura con la película. Javier Ocaña en las páginas de El País dice de ella que es "Una película río, de amplia cobertura temporal, (...) El descalabro es mayúsculo. (...) un simulacro de grandilocuencia de temible retórica, como un gag paródico de una gran producción de Hollywood" 

Para Carmen L. Lobo de La Razón comenta que "Al espectador le cuesta sentir alguna emoción fuerte ante los terribles sucesos (...) Buena fotografía y una muy correcta puesta en escena para tararear la misma canción de siempre"

En opinión de  Oti Rodríguez Marchante , menos ácido, en ABC dice que la película es "Una metáfora de la concordia y armonía entre dos bandos incompatibles (...) la puesta en escena es aún más voluntariosa que su idea conciliadora y los retratos que hace son, aunque comunes, fuertes y eficaces. (...)"

Irene Crespo en Cinemanía comenta que es "Una historia sin malos ni buenos, sin vencedores ni vencidos, tan llena de personajes grises que pierde interés en el primer viaje en tren. (...) "

Para Beatriz Maldivia en Espinof destaca que este " (...) drama humano y emocional, a la vez que reivindica a unos cuantos españoles que no pudieron regresar jamás a su país. Si bien la fotografía es agraciada, especialmente en algunos planos de los paisajes nevados y los trenes, y la ambientación que se refiere al vestuario, las localizaciones y demás no deja nada que desear; es cierto que el estilo de realización de la película resulta un tanto rancio. A esto se suma un tratamiento algo sentimental y una cierta complacencia con los personajes, que arruinan la posibilidad de que ‘Ispansi’ se convirtiese en una gran película. 

Las interpretaciones no están tampoco al nivel del gran despliegue de producción y de las ambiciones narrativas de la cinta. Iglesias sí está convincente, pero las intérpretes femeninas —Esther Regina, Eloisa Vargas… — desentonan en determinados momentos y eso que los diálogos siempre están bien escritos. La misma película, con una diferente actriz protagonista, parecería otra. El film no aburre y presenta momentos de intensidad que ya justifican el precio de la entrada o la hora y media dedicada. A pesar de abarcar años y etapas de la historia muy cambiantes, no da la sensación acumulativa de otros frescos históricos. Sin embargo, existen algunos recursos narrativos no tan acertados. La película está narrada por una voz en off del protagonista que puede recibirse bien en el inicio y ser de utilidad en determinados momentos. Pero en numerosas ocasiones está recalcando lo que ya se ve sin aportar por ello contrapuntos o lirismo. Más redundante aún resulta el flashback en el que se nos cuenta la historia de Beatriz/Paula. Es importante saber por qué llegó a Rusia una mujer como ella, pero podría haberse explicado mediante diálogos o con un recuerdo más breve. La opción de no desvelarlo hasta que el protagonista lo descubre, también podría ser explorada, pues quizá habría dado resultados curiosos. 

Como conclusión, diría que en ‘Ispansi (españoles)’ encontramos un buen punto de partida y un trabajo esforzado y entregado por parte de su autor, pero que determinadas cuestiones de la factura no han acompañado lo que podría haber sido un importante retrato histórico de una parte de nuestro pasado que no se conoce lo suficiente".

La película tiene mucho de verosimilitud en cuento el contenido histórico. En 1953, al comenzar el deshielo entre Franco y la URSS, el imperio comunista permitió la vuelta de los prisioneros de la División Azul. A través de la Cruz Roja se negoció entonces la posibilidad del retorno a España de los niños y adultos que no tuvieran delitos de sangre ni hubieran ocupado cargos políticos durante los años de la cruenta Guerra Civil.

En la entrevista de la que he hecho referencia de El Pais , el director concluye " "Hay un mensaje en Ispansi: intentar crear un puente entre las dos Españas. Tenemos una historia común y necesitamos que se nos cuente desde la distancia y con equilibrio. Esta historia ocurrida hace setenta años tiene un claro mensaje para nuestro tiempo, pues la crispación y división son, en muchos aspectos, similares". La entrevis fue realizada el 30 de diciembre de 2009. La cosa ha ido a peor en lo que crispación se refiere.

Lo dicho al principio, una historia presentada casi como un cuento , que mira al pasado más desconocido que olvidado, en el que nos narra una historia de amor que se mantiene contra viento y marea, en un tono que se acerca a los melancólico , pero en la que está presente el dolor, la lucha por la libertades el sacrificio y como diría un paisano mio del siglo XIX, el sino, ese destino inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y que alcanza a todo ser humano llegando a unir a dos personas de manera incondicional. No olvidemos una cosa, más que una película bélica en el transfondo histórico de los "niños de Rusia" es un drama con una fuerte carga romántica. A mi me ha gustado. Me he acostado muy satisfecho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario