sábado, 13 de abril de 2019

Druidas


Desastre absoluto esta historia centrada en Vercingetorix y su derrota en la Guerra de las Galias. Un despropósito colosal puesto que, por momentos, más que la épica del héroe galo que se opone a los romanos me recordaba a las versiones humanizadas de Asterix y Obelix por su ridícula escenografía, las torpes escenas de batallas, las lamentables coreografías, las actuaciones peores que pésimas, en las que el único que parece escaparse de la debacle es el único que no participa en ellas, el gran Max Von Sidow, el druida supremo.

Con la justificación de acercarse al mundo celta por medio de los galos , pero con el anzuelo en el título de los druidas nos presenta de forma casi decente en todo caso el papel de los druidas en esa sociedad, aunque indecente es el resultado final. Más que indecente bodrio de inmensas dimensiones.

Eso sí , al menos, me ha servido para saber quién eran los druidas auténticos, unos misteriosos filósofos y teólogos de la sociedad celta que en la Galia eran muchos más que esos magos y brujos dedicados a pociones mágicas que conocemos personificado por Panoramix. Una imagen que está presente en el imaginario colectivo, pero que no corresponde con la realidad, pues  eran personas formadas en una larga y exigente educación entre la que estaba igualmente la astronomía, adquirieron un prestigio sin igual en la antigua Galia. 

Los druidas , y así la he leído en un artículo de la prestigiosa revista National Geographic , pretendían ser los únicos intermediarios entre los hombres y los dioses. El filósofo Posidonio de Apamea de hecho los llegó a conocer de primera mano en un viaje que realizó a la Galia en el año 100 a.C., Posidonio redactó un informe en el que describía a los druidas con palabras griegas inequívocas, como "filósofo" o "teólogo". 

El término "druida"servía para referirse a "aquellos que mejor ven y perciben lo que vendrá; los que adivinan". Formaban grupos a modo de sectas cerradas, elitistas, que cultivaban el secretismo y prohibían poner por escrito sus enseñanzas, transmitidas oralmente. Los druidas creían en la existencia de un alma inmortal, llamada a reencarnarse perpetuamente. Compartían la predilección por el estudio del universo y los números. Se dedicaron al estudio astronómico, probablemente con una finalidad adivinatoria. 

Lo mismo hicieron los druidas, que muy pronto pudieron crear un calendario basado en el doble recorrido del sol y de la luna. Tal realización fue el resultado de una constante observación de los astros durante siglos, una práctica que los familiarizó primero con el cálculo, luego con la geometría y, por último, con las ciencias en general.

Todos estos conocimientos hicieron que, en un mundo dominado por unas élites aristocráticas ocupadas en hacer la guerra, se considerara a los druidas como grandes sabios que debían ser respetados y escuchados. Fue así como, a partir del siglo V a.C., los druidas alcanzaron una posición preeminente en los asentamientos galos como en los pictos que vimos en la serie Britannia. 

Dion Crisoóstomo declaraba que "ellos son los que mandan y que los reyes son sus ministros, los servidores de su sabiduría; éstos se sientan sobre tronos de oro, viven en hermosas casas y gozan de suntuosos banquetes". 

Lo cierto es que entre el siglo V y II a.C. el mundo galo y el territorio que ocupaban, la Galia, vivió una «edad de oro» . Carreteras y vías fluviales la atravesaron en todas direcciones, y la agricultura y la ganadería se desarrollaron de forma espectacular, así como la artesanía sobre madera y la metalurgia. En este desarrollo tuvo mucho que ver la influencia griega, a través de los comerciantes y colonos en la que los sabios druidas gobernaban la comunidad si no políticamente, sí espiritualmente. 

Por debajo de los druidas estaban los bardos que si bien habían actuado como auténticos censores de la sociedad para el siglo II a d C. eran ya simples bufones a sueldo de unos cuantos aristócratas adinerados. Los vates, por su parte, llamados «ovates» o «eubagos», constituían una tercera orden religiosa entre los galos. De origen muy antiguo, practicaban la adivinación mediante el sacrificio de animales e incluso a veces de seres humanos. 

Pero los druidas también los fueron suplantando progresivamente. Los druidas convencieron a los galos de que abandonaran los sacrificios humanos; en el caso de los criminales, eran ejecutados después de procesos en los que los druidas actuaban como jueces. En cuanto a las ofrendas a los dioses, adoptaban dos formas: el sacrifico de animales domésticos – buey, cerdo, cordero– y la ofrenda de armas y objetos preciosos. También cambió la imagen de los dioses, la concepción del universo y el destino del hombre. El extraño panteón de los galos que profesaban una forma de panteísmo: identificaban la divinidad con el cosmos entero y los hombres participaban en el ciclo perpetuo de la naturaleza. Sólo importaba la pureza del alma. Todo lo demás, la vida terrenal y sus muestras materiales, carecía de valor alguno. 

Son los druidas los que establecieron las primeras leyes y prepararon las constituciones de algunos pueblos galos, como es el caso de los eduos, entre quienes los druidas supervisaron el nombramiento de sus magistrados. Gozaban asimismo de un estatus cívico privilegiado: no tenían que pagar impuestos ni cumplir con ningún tipo de obligación militar. Además, su influencia no se limitaba sólo a los distintos pueblos-Estado, sino que se extendió al conjunto del territorio que progresivamente se fue convirtiendo en una realidad geográfica y política: la Galia. 

Los druidas repartidos por la región céltica y por Bélgica se federaron. Cada año se reunían en una gran asamblea y debatían sobre cuestiones teológicas, pero también sobre los últimos avances científicos. Se elegía a un Gran Druida, el equivalente a un jefe político, que conservaba dicho título honorífico hasta su muerte. El lugar de la asamblea se situaba en el centro de la Galia; en el siglo II a.C. –el momento en el que la Galia alcanzó su extensión máxima, desde la desembocadura del Rin hasta los Pirineos, desde el océano hasta el extremo de la meseta suiza– los druidas se reunían en tierras de los carnutos, cerca de la actual ciudad de Orleans. En el curso de esta gran asamblea, los druidas impartían justicia; y los pueblos que se comprometían a acatar las decisiones tomadas a un nivel superior, ya nacional, acudían allí a exponer sus desavenencias. La implicación en los asuntos políticos, diplomáticos y judiciales les hizo perder su carisma espiritual ante sus compatriotas. 

Pero lo que les afectó más profundamente fue la creciente influencia de la cultura romana. La invasión de productos de lujo a través de los comerciantes romanos cambió los hábitos de la aristocracia indígena y fue erosionando las creencias tradicionales de los galos, incluida la fe en el poder de los druidas. Es característico el caso del eduo Diviciaco, único druida cuyo nombre conocemos. Como primer magistrado de su ciudad colaboró activamente en la conquista romana y se hizo amigo de César, pero puso el mayor empeño en ocultarle su actividad.

Parte de cómo era realidad gala del siglo I antes de Cristo nos ha llegado por Julio César y su Guerra de las Galias, pero posiblemente parte de sus contenidos y de la información la obtuvo de Posidonio. Lo cierto es que fue con la conquista romana por parte de César la que provocó que el mundo de los druidas se desvaneciera ya que gran parte de la nobleza asimiló los valores de Roma. Los últimos druidas auténticos acabaron desapareciendo. 

Los que reivindicaron ese título algunas décadas o siglos después no eran ya sino adivinos o brujos , nada que ver con lo visto en esta mala película que en francés se llamará Vercingétorix: La légende du druide roi , mientras que en el mercado exterior a Francia, se llamará Druids y en nuestro caso Druidas. Se trata de una película estrenada en 2001 dirigida por Jacques Dorfmann. Se centra no tanto en el papel de los druidas sino en la historia del jefe galo Vercingetorix , desde su infancia hasta su batalla para salvar a Galia de la dominación romana a manos de Julio César . La película culmina con la decisiva batalla de Alesia . 

La cosa esta , dirigida por un hombre que fuera realmente prestigioso en el mundo del cine Jacques Dorfmann, un natural de Toulouse estaba muy ligado al gran cine frances.

Productor, guionista y director de cine francés. Jacques Dorfmann es el hijo del productor Robert Dorfmann al que, por cierto, le dedica esta película. Entre sus éxitos como productor están la película de Jean Pierre Melville , El ejército de la sombra y El Círculo Rojo de Jean-Pierre Melville (1969 y 1970, respectivamente) y la de Jean Jacques Annaud del año 1981, titulada En busca del fuego , ganadora del César de la mejor película de 1981 . En 1992, realizó una gran producción, Agaguk . 

En 2001, dirigió su última película, la de Vercingetorix , con Christophe Lambert . Su mayor desastre, aunque en lo personal puede que una acusación de la ola del MeToo, por parte de una actriz francesa seguro que ha tocado la imagen de este señor de 73 años. 

La producción es del mismo Jacques Dorfmann , junto a Claude Léger , Sandrin Patrick , Denis Charvet , Rodolphe Polin-Michaut cabezas visibles de un conglomerado de productoras francesas y canadienses entre las que están Centre National de la Cinématographie (CNC) , Eiffel Productions , La Mutualité Française , M6 Films , SMK Limited , TF1 International , Transfilm , Telefilm Canada. Con este entramado la película manejó un presupuesto de $ 15,000,000. 

La película fue escrita por el mismo Jacques Dorfmann , a lo que se les suma Rospo Pallenberg , Norman Spinrad partiendo de la obra homónima en francés de Anne de Leseleuc. 

En cuanto en los apartados técnicos está presenta la música de Pierre Charvet, la fotografía del búlgaro - allí se rodó el filme- Stefan Ivanov, el catastrófico montaje de Marie Castro-Vasquez, los patéticos conjuntos de Didier Naert y el vestuario, una mezcla de Asterix, Highlander y Braveheart de Edith Vesperini. 

En cuanto a los que participan en este engendro filmico aparecen Christopher Lambert como Vercingetorix, Klaus Maria Brandauer como Julio César, Max von Sydow como el druida Guttuart, Inés Sastre como una lamentable Epona, Denis Charvet, sí el productor y primo del músico- como Cassivelaun, Bernard-Pierre Donnadieu como Dumnorix, Vincent Moscato como Moscatos, Jean-Pierre Rives como el jefe de los teutones, Maria Kavardjikova como la sacerdotisa Rhia, Yannis Baraban como Litavic, Jean-Pierre Bergeron como Diviciac, Aubert Pallascio como Gobannitio. Además de Yves Belluardo como un galo y Claude Brasseur en calidad de narrador, que no he escuchado desde el momento en que he visto la película en español. 

La película comienza con una imagen sideral de un cometa que se va acercando a la tierra. Tras ver la cúpula celeste se nos informa que estamos en el año 60 a. C., y alrededor de un cromlech vemos a un grupo de druidas , encabezado por el Gran Druida Guttuart (Max von Sydow), que presencian el paso de un cometa y lo interpretan como el signo de la llegada de un rey que unifique toda la Galia, un espacio políticamente dividido en ciudades estado que no ha tenido Rey desde hace mucho tiempo y que nota el aliento de Roma en su cogote. 

Tras esto vemos a Guttuart en las cercanías de Gergovia , la capital de la tribu de los Arvernes para asistir a una reunión de jefes tribales galos. Antes de presidir la ceremonia, conoce a un joven Vercingetorix que juega con su amiga Eponia, la hija de otra de las jefas políticas de una tribu. 

Ambos se sienten atraídos y como prueba de su pericia Vercingetorix le muestra una entrada secreta a una gran caverna donde Celtill, el padre de Vercingetorix y jefe de los Arvernes, ha convocado una reunión de jefes galos con la intención de proclamarse rey de todos los galos. 

Cuando Celtill muestra la corona que una vez usaron los antiguos reyes de la Galia, una flecha de dos espías romanos (vestidos de galos) impacta sobre la espalda de Celtill. 

Ante estas circunstancias Gobanittio, el hermano de Celtill, apresa a un mal herido Celtill , mientras los espías romanos huyen con la corona aunque uno de ellos queda marcado por el bocado de uno de los dos pequeños presentes. Vercingetorix intenta apresurarse para ayudar a su padre, pero Guttuart evita que el niño intervenga y explica que el destino requiere que Celtill se encuentre con su destino. 

Minutos después vemos al joven Vercingetorix, mientras observa a su tío quemar vivo a su padre. Cuando esto se produce el joven Vercingetorix jura venganza. 

Años después, un ya adulto Vercingetorix (Christopher Lambert), que ha sido educado por los druidas, continúa buscando una venganza contra su tío. Para ello es entrenado en el arte de la guerra y el manejo de las armas por una sacerdotisa druida, Rhia (Maria Kavardjikova). 

Tras ello Vercingetorix y Guttuart se dirigen a una carretera que están construyendo los romanos , pero cuando Guttuart divisa a un grupo de romanos decide huir haciéndose pasar por un mendigo. En el grupo va Julio César (Klaus Maria Brandauer) y un séquito de legionarios romanos, así como algún líder galo que negoció acuerdos con Roma. 

César, que está en calidad de procónsul de la Galia Transalpina , invita a Vercingetorix y a los Arvernes a participar en una invasión de Gran Bretaña y le da a Vercingetorix un caballo para regresar a Gergovia. La propuesta no desagrada al joven galo. 

A su llegada a Gergovia, Vercingetorix primero venga la muerte de su padre matando a su tío al que le clava una lanza en el cuello y lo cruce y luego presenta a su tribu la oferta de César de dar la mitad del botín si la tribu se une a la expedición a Gran Bretaña. 

En otra localidad, en Bibracte, capital de la tribu de los eduens , varios jefes se reúnen para escuchar a César hablar de su planeada invasión de Gran Bretaña. Dumnorix, jefe de los Eduens, (Bernard-Pierre Donnadieu) se muestra escéptico ante los romanos y le dice a César que no quiere ir porque se marea en el barco, provocando las risas de todos, pero ante la respuesta César toma a sus hijos como rehenes de todos modos. 

Más tarde, Vercingetorix se reúne con su amiga de la infancia Eponia (Ines Sastre) en un encuentro privado con César, quien le muestra a Vercingetorix y Eponia la antigua corona de los reyes de la Galia. César sugiere que las numerosas tribus galas se unan bajo un rey elegido por Roma, pero Vercingetorix rechaza la oferta de César al decir que el rey de los galos debe ser elegido por el destino. 

Después de que Dumnorix se marcha y ataca a una guarnición romana, César le ordena a Vercingetorix que lo capture. Cuando Vercingetorix detiene a Dumnorix, este último le dice que fueron los romanos quienes orquestaron la muerte de Celtill. 

Mientras le explica que nunca se ha de fiar de Roma, dos oficiales romanos que han estado siguiendo a Vercingetorix, atacan y matan a Dumnorix al instante con una honda en la frente. Vercingetorix mata al romano que mató a Dumnorix que es precisamente el que tenía el bocado que le dieron en la cueva y envía al otro a César con el brazo del romano. 

En ese momento Julio César asume que se ha hecho enemigo de alguien a quien preferiría tener como aliado. Vercingetorix, después de ser elegido como líder de los Arvernes en Gergovia, comienza su lucha con la presencia de los romanos. Para ello usa la táctica de tierra quemada contra los romanos, para que las legiones se queden sin suministros. Pero cuando tiene previsto quemar la ciudad de Avaricum es convencido por los líderes locales y una mujer con un niño de que es mejor defender la ciudad. 

Sin embargo, César ordena ir contra la misma y se produce una masacre de la mayor parte de los habitantes de Avaricum . Posteriormente lleva a su ejército a Gergovia para atacar a Vercingetorix y con ella a los Arvernes. 

Por su parte, la tribu de los Eduens también llegan a Gergovia, ya que han roto su alianza con Roma debido a la masacre de Avaricum por parte de César. Un terriblemente decepcionado César maldice a todos los galos y su ejército se ve obligado a retirarse. 

Mientras que los jefes galos eligen a Vercingetorix como comandante en jefe de los galos. Ante estas circunstancias, César firma un pacto con unos enemigos tradicionales de los galos, los teutones , para lo que Julio César ha de cruzar el río Rin. 

Poco después vemos como los Teutones emboscan a dos de los líderes de los Arvernes , pero uno llega moribundo ante Vercingetorix que en ese momento es consciente de la alianza entre Roma y los teutones. Ante lo que se avecina, Vercingetorix va a la localidad de Alesia, pero César también llega allí con un gran ejército para asediar la ciudad. 

Ante la previsible resistencia de Alesia los romanos rápidamente construyeron un círculo de fortificaciones alrededor de la ciudad y esto obliga a Vercingetorix a esperar dentro de la ciudad a que llegue un ejército de socorro de los galos. Para conseguirlos manda a dos de sus más leales correligionarios a recabar ayuda para romper el asedio. Además de la ayuda hay dos órdenes claras: un sólo líder debe de salir de los galos y , lo más importante, no atacar en ningún momento a los romanos, pues la táctica es cerrar en una trampa a Julio César. 

Sin embargo, los problemas en la elección de un comandante para este ejército de relevo retrasan su llegada a Gergovia dadas las rencillas entre los cabecillas galos. Finalmente, tras infinitas votaciones que no llegan a nada, y siempre en un marco de bebido excesiva, finalmente llega a un acuerdo no deseado: cuatro jefes dirigen esa expedición con destino a Alesia. 

Mientras en Alesia , las cosas no van bien. Los suministros se acaban , las raciones igualitarias para soldados y población civil se reducen. Ante la falta de grano, los galos que se niegan a comer sus caballos, los liberan. 

Tras eso llega el ejército de los galos que se asienta en la colina cercando a los romanos. Ante eso lo único que desea Vercingetorix que es los galos rodeen a los romanos, que ahora están atrapados en sus propias fortificaciones, y no los atacan. César es consciente de que su ejército morirá de hambre si los galos no atacan, pero confía en que el destino desempeñará su papel. Pero como el carácter combativo de estos reyezuelos de ciudades estado es incontrolable y algunos de los cuatro jefes elegidos reclama una gran batalla , esta se inicia. 

Ante el desastre asegurado , Vercingetorix , acepta a regañadientes participar en la lucha. Los guerreros galos se apresuran hacia las fortificaciones romanas, pero los romanos les disparan con voleas de flechas y jabalinas. 

Cuando César ordena a los jinetes teutones su entrada en la batalla, todo está perdido para los galos que se retiraron en medio del gran campo de cadáveres. Entre los caídos está Rhia. 

Vercingetorix se resigna a su destino que es el destino de todos los galos, el vivir conquistados bajo el poder de Roma. Tras eso se despide de Epona y sale a cabe para entregarse a los romanos, junto a su joven escudero, a su fortaleza, donde deposita sus armas y se arrodilla ante el César. 

La película termina con la narración de Guttuart de que César fue asesinado en los idus de marzo en el 44 aC en los escalones del Senado romano y que Vercingetorix, encarcelado en Roma, fue ejecutado dos años antes por orden del César. Con una imagen del cielo galo acaba la película. 

El filme  fue rodado en Sofía, la capital de Bulgaria y otros puntos del país entre el 15 de agosto y el 15 de noviembre de 1999. La película se rodó indistintamente en francés e inglés, pensando en su salida al mercado internacional. 

Lo cierto es que como personaje la vida de Vercingetorix apenas había sido llevada al cine. El único precedente era una película francesa muda de la época en la que se quiso hacer una cine nacional francés allá por 1909 . Fue producida por Charles Pathé y en la misma se colorearon algunas escenas.  
Pierre Charvet , el compositor de la música de la película, primo de Denis Charvet, coproductor de la película y que participa igualmente como actor en la misma. 

Para el casting se incluyeron algunos actores y actrices internacionales como Klaus Maria Brandauer y Max von Sydow , a la española Inés Sastre, a la búlgara Maria Kavardjikova , así como muchos franceses muchos profesionales y otros llegado desde el deporte como el jugador de rugby y comediante Vincent Moscato. 

El estreno de la misma tuvo lugar el 31 de agosto de 2001 y el mismo fue un fracaso comercial siendo , además, muy mal recibida por parte de la críticos. El coste de la producción fue de $ 15 millones, y , a pesar de lo previsto, la película nunca se estrenó ampliamente fuera de Francia. 

En cuanto a la crítica francesa la puso a parir. Michel Ciment , en Positif , la revista de cine francés, fundada en 1952 por Bernard Chardere y la segunda revista de cine en francés más antigua en publicación después de Les Cahiers du cinéma, dijo de ella "No es una película que dé la impresión de déjà vu, con momentos inolvidables de un cómic involuntario (...), sino que destaca por su ausencia total de significado dramático: el fiasco es importante. ". En esta línea hay otros críticos como Aurélien Férenzci en Télérama . 

Otros son más duros. Frédéric Bonnaudune, en Les Inrocks , califica el trabajo en la categoría: " Serie Z hipertrofiada. " 

Marc Toullec, en Ciné Live , destaca los vínculos entre Christophe Lambert y John Wayne : "Creíble en el papel de Vercingetorix, Lambert es tanto como John Wayne en el de Genghis Khan en The Conqueror , uno de los más divertidos errores de casting en la historia del cine. " 

En Chronic'Art , Nathalie Piernaz comenta: "Vercingetorix, es simplemente la nulidad en 24 imágenes por segundo(...) un Christophe Lambert más inexpresivo que nunca, escenas de batalla" épicas "que dan la impresión de haber sido convertido en un huerto (...). " 

En Le Monde , Samuel Blumenfeld señala que "Articulado en torno a un proyecto ambicioso, Vercingetorix fracasa en todos los frentes. Una interpretación desastrosa, diálogos anacrónicos (...) inclinan al espectador en una visión de segundo grado. " 

Pascal Mérigeau , en Le Nouvel Observateur,  sentencia la película diciendo que es "(...) una nulidad sin nombre (...). " 

En la revista Premiere , Gerard Delorme queda impresionado por los disfraces de Christophe Lambert : "Con sus diversos postizos, Christophe Lambert se parece más al bajista de Spinal Tap que a un jefe galo. Las escenas de batalla, obviamente inspiradas en Braveheart , están lejos de tener la legibilidad de su modelo. Los diálogos, a veces demasiado explícitos, a veces no lo suficiente, contienen perlas de humor involuntario que dan a la película un segundo grado. " 

En Le Quotidien du Cinéma , Christophe Dordain ofrece un análisis de la catástrofe: "¿Cómo definir el profundo disgusto, la inmensa rabia que se puede sentir al ver semejante desastre? Voluntariamente, propongo un "análisis" de esta película que gira en torno a algunas palabras clave: estúpido, idiota, imbécil, ... " 

Thierry Jobin, en Le Temps , señaló los muchos "errores técnicos" de la película: "Vercingetorix sufre de una escasez de medios cuando el ejército romano de César se reduce a treinta extras; de tiempo cuando, en la misma escena, el cielo a veces es radiante, a veces tormentoso; de credibilidad, donde, por falta de un maquillaje convincente, los soldados de Vercingetorix, caen rígidos mientras agarran una espada o una lanza entre el brazo y el pecho. "

Jean-Philippe Tessé en la revista Urbuz afirma: "Frente a esta comedia involuntaria, está la inquebrantable seriedad, esta la increíble suma de intentos (narrativa y visual) totalmente perdidos, frente a estas flagrantes aberraciones, a veces es difícil de creer. " 

Chris Parry, en eFilmCritic.com , dirá sobre la película: "Es como si Ed Wood intentara rehacer Braveheart . 

Finalmente, el sitio del cine The Net Surfer se señala como película de culto : "El especialista vintage, Christophe Lambert, probablemente ha empujado los límites del ejercicio con Vercingetorix . Quizás la película más "cult" de Christophe Lambert 

Varios años después del desastre, Christophe Lambert comentara sobre la película que "En cuanto a Vercingetorix , es un papel " irrenunciable ". Es el héroe francés por excelencia, es el tipo que hizo Francia. Fue un deslizamiento permanente en el nivel de producción, (...) con un director que estaba extremadamente relajado, y el resultado es exactamente lo que fue. Una gran decepción no solo a nivel crítico sino también a nivel de actor. Esto es una gran decepción para mí porque creo que realmente había material para hacer Braveheart . No hubo ni la determinación ni la sustancia en la producción ni en la puesta en escena. " Y añade "El director estuvo ausente en todos los sentidos y desde la primera semana de filmación, me di cuenta de que íbamos directamente al desastre". En este caso, te dices a ti mismo: "Bueno, tengo 4 meses de filmación, tendrá que ser del 1000% en lugar de cien. De hecho, era más un productor, un psicólogo, un director del segundo equipo, nunca me descolgué. Esta fue mi película más difícil a nivel psicológico y humana. " 

La película está llena de errores y anacronismos de rodaje con fallos patentes a lo largo de la misma de raccord, de continuidad, de aspectos no solo en lo físico sino en los accesorios (cascos con cuernos y cascos alados propios de Astérix) o históricos en los espacios utilizados incluso en personajes históricos como Bruto. 

Mal hecha, mal interpretada, mal dirigida, más elaborada, con complementos ridiculos, con extras que miran alegremente a la cámara, con espadas de plástico que no disimulan que son tan artificiales como la muralla impoluta que han de subir los galos, pelucas de locas para todos o inspiradas en el pelo de Brian May, el guitarrista de Queen,  y bigotes inspirados en Asterix y Obelix. Vamos un desastre absoluto. 

Para muchos críticos franceses y para muchos franceses estamos ante una de las peores películas francesas jamás realizadas, tanto que se ha convertido en una culto por todas sus fallos y eso desde el estreno. Se le adjudicaron tres Bidets - el equivalente a los Razzies de Hollywood - de oro en 2001 : al de peor película, al peor actor ( Christophe Lambert ) y al peor director ( Jacques Dorfmann ). Desde entonces no ha hecho nada. Por algo será. Un desastre , sin paliativos. Si lo sabes es sólo apta para masocas. 


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