martes, 23 de abril de 2019

El retorno de lo kafkiano


He descubierto que parte de la sensibilidad de Kafka persiste hoy en escritores y cineastas centroeuropeos. En concreto en un escritor húngaro que sirve de inspiración cinematográfica al húngaro Bela Tarr. En concreto ese espíritu del miedo ante lo desconocido , a lo que está por llegar. Hablamos de László Krasznahorkai novelista y guionista húngaro que es conocido por sus novelas críticamente difíciles y exigentes, a menudo etiquetadas como postmodernas , con temas distópicos y melancólicos .

A partir de 1985, el renombrado director y buen amigo del autor, Béla Tarr, hizo películas basadas casi exclusivamente en las obras de Krasznahorkai, incluidas Sátántangó y la que acabo de ver Werckmeister Harmonies.  Es más lo colaboración llegó hasta The Turin Horse en 2011, año en el que Krasznahorkai declaró que sería su última colaboración.

Dentro de las obras de Krasznahorkai destaca una novela publicada en 1993 titulada  La melancolía de la resistencia. Esta recibió un importamte Premio literario alemán, Bestenliste, a la mejor obra literaria del año. La historia se desarrolla en una ciudad a la que llega un misterioso circo, que exhibe una ballena y con su llegada se inicia una extraña historia que se desarrolla en una atmósfera apocalíptica.

Un crítico literario norteamericano, James Wood, del The New Yorker, dijo de ella que  " La Melancolía de la Resistencia es un libro exigente y pesimista".

Pues bien partiendo de la obra del escritor húngaro un director de su misma nacionalidad, Bela Tarr , optó por desarrollar una película , una distopía - o no- , llena de símbolos interpretables de una sociedad en la que hay inocentes, pocos, el protagonista, el tío de éste y una ballena simbólica así como los que en un momento dado son  apaleados, los enfermos de un hospital. ¿Y quién les agrede a ellos? Una masa informe que se mueve ante lo que desconoce, a un temor incierto. 

Si desde el punto de vista de la temática esta pudiera ser una gran incógnita, pues puede ser todo, -o nada-, desde el punto de vista técnico la película es una joya. Lo digo por su sonido impactante, los digo por su imagen y por su banda sonora. Un elemento a destacar son sus planos largos, más que largos extensos, hasta llegar al infinito. Cuando el protagonista avanza nosotros los hacemos con él el recorrido completo y el tiempo real.

Werckmeister harmóniák  es una pelíucla del realizador Béla Tarr, que trabaja junto a Ágnes Hranitzky. La película lanzada en ese tránsito milenarista que fue el 2000 es una coproducción en la que está presente Béla Tarr y la productora Göess Film, junto a Von Veitinghoff Filmproduktion y 13 Productions. También están implicadas en la producción Arte, Fondazione Montecinemaverita, Magyar Mozgókép Alapítvány, Magyar Televízió Müvelödési Föszerkesztöség (MTV) , Nemzeti Kultúrális Alapprogram, Országos Rádió és Televízió Testület (ORTT), la Rai 3, Studios babelsberg, Von Vietinghoff Filmproduktion (VVF) y la Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF).  

Parte del guión escrito por Béla Tarr y László Krasznahorkai, responsable de la obra y autor de la Melancolía de la resistencia. En el apartado técnico destaca la música de Mihály Víg, la fotografía de Gábor Medvigy en blanco y negro, pero en la que también intervienen Milós Gurbán, Erwin Lanzensberger, Emil Novák, Patrick de Ranter, Rob Tregenza y Jörg Widmer. En el montaje recae en la que actúa como codirectora, Ágnes Hranitzky. 

El elenco está compuesto por Lars Rudolph como János Valuska, Peter Fitz como György Eszter, Hanna Schygulla como Tünde Eszter, János Derzsi como el hombre del abrigo de tela ancha, Đoko  o Djoko Rosić como el hombre con botas del Oeste, Tamás Wichmann como vendedor de entradas y Ferenc Kállai como director. Aparecen igualmente Mihály Kormos y Putyi Horváth.

Se encuentra en una pequeña ciudad anónima, desolada y aislada en Hungría en un momento indeterminado - pudiera ser durante la época comunista o no- en un taberna. Está a punto de cerrar pues ya es tarde y los parroquianos que quedan parecen los borrachos de la zona.

Ante el aviso de cierre, uno de ellos llama a Valuska, alguien que está fuera de plano para que le explique algo.

Al rato descubrimos a János Valuska (Lars Rudolph), el más joven de los presentes y el menos bebido que intenta explicar de manera didáctica a los que quedan en el bar, todos hombres, algunos de ellos muy bebidos, como funciona un eclipse.

El pone a a la persona que le ha pedido que lo explique a ocupar el papel del sol, mientras que poco a poco va llamando a los demás que asumen el papel de la Tierra, de la Luna y de otros planetas hasta que finalmente todos o casi todos los presentes están bailando una danza anárquica que refleja ese eclipse total del sol, que perturba, luego silencia a los animales y que termina con el gran retorno de la cálida luz del sol. El momento mágico acaba cuando el tabernero lo echa a todos del bar. 

Janos sale entre ellos y se marcha, solo, avanza con destino a casa aparentemente. Pero en un momento dado escucha un ruido extraordinario de un gigantesco remolque. Se trata de un espectáculo ambulante que llega a la ciudad en el silencio y la oscuridad de la noche. Descubrimos que se trata de un espectáculo que viene a exhibir a la ballena más grande del mundo. Junto al animal viene alguien conocido con el nombre de "El Príncipe" una hombre que , después nos informamos que allá donde llega despierta una gran curiosidad - o temor o inquietud-. Es una figura misteriosa e imprevisible este "Príncipe". 

Tras esto vemos a János llegar a la casa de un hombre al que llama Tío György Eszter (Peter Fitz) , casa en la que vive , pues atiende al señor. György es un compositor y un intelectual mayor. A la mañana siguiente descubrimos que György, que es también un teórico de la música, observa la imperfección en una escala musical creada Andreas Werckmeister, un teórico histórico. György propone cambios en la escala para hacerlo más armonioso. 

Al día siguiente János va a la plaza del pueblo en la que está el vehículo que exhibe a la ballena y entra a verla. Se acerca al animal que está casi a oscuras y la observa detalladamente. János filosofa sobre Dios y la ballena. Como un enorme animal acaba en aquella plaza alejada de su espacio natural a cientos de kilómetros de allí. 

Poco después va a recoger la comida para György y en el correo o en un hotel donde parece trabajar , recibe una nota en la que le piden que vaya a ver a Tünde Eszter (Hanna Schygulla) la esposa separada de György.

La entrevista comienza con cierta amabilidad por parte de ambos, pero ella va encauzando la conversación hasta que le dice abiertamente que ha de dar un mensaje directo a su ex marido. Intenta aprovechar su estatus político y social para exigirle a György una lista de nombres que ha de reclutar para el "movimiento de limpieza de la ciudad" (con la bendición del jefe de policía que ahora misma es el amante de Tünde. 

Más tarde, vuelve a pasar por una plaza algo más poblada, pero János se dirige a la oficina de correos para recoger los periódicos para la entrega. Los trabajadores de correos están inquietos por la llegada del espectáculo y sobre todo por el Príncipe. 

Comenta que , por aquellos sitios a los que ha llegado el Príncipe con su ballena ha habido incidentes, situaciones siniestras y actos que han perturbado el ánimo ciudadano. Advertimos que cada vez hay más personas en la plaza de la ciudad que no entrar a ver al animal. János descubre que hay un fuerte descontento por el fracaso de los servicios públicos. Ahora parece que nadie está contento y hay un clima de agitación absoluto. 

Por su parte János descubre que no se puede entrar a volver a ver la ballena, pero también descubre que una puerta del contenedor que la porta está abierto. Entonces entra y escucha una conversación entre tres personas . Dos parecen responsables de la organización y el otro es "El Príncipe", el enigmático ser que sólo es visto en sombras con voz estridente y al que hay que traducirle las cosas cuando habla o le hablan. János escucha como el responsable de el espectáculo ya ha perdido el control de su príncipe , esa sombra y como ya éste va lanzando consignas revolucionarias. 

En el exterior cuando sale del trailer ve cada vez más gente y como esta está cada vez más alborotada y casi con intención de iniciar un levantamiento.

 Cuando llega a casa de György con las exigencia de Tünde el músico , inicialmente, se niega, pero ante el ultimátum de ella obtiene la lista con los nombres de las personas que ha de reclutar. Esta lista se transforma , como vemos algo más adelante en una masa agitadas que ocupa las calles de la ciudad. 

Por su parte, al aceptar las exigencia János vuelve a ver a la ex esposa de György, que al irse él vemos que  se acuesta con el jefe de policía con la pistola en estado de embriaguez. 

Las masas cada vez más agitadas y armadas con palos se ponen en marcha ahora encabezada entre otros por György que marcha marcialmente por las calles. Los alborotadores, que han venido todas partes, incluso desde asentamientos lejanos, van a un punto determinado que resulta ser un hospital. 

Nada más entrar manifiestan su brutalidad. Su inhumanidad se manifiesta cuando entrar a las habitaciones y golpean a los enfermos que hay en las camas, desamparados. Van levantando y destrozando todo lo que hay por delante. Golpean a las personas que se encuentran y únicamente se detienen cuando descubren en una habitación a un hombre mayor desnudo y desnutrido. Tras parar al ver al hombre se marchan del hospital. 

Testigo de todo ha sido János que es un testigo triste e impotente de la situación. Después de los disturbios, János se encuentra con el diario de uno de los alborotes. En el mismo se lee que los alborotadores no sabían con qué estaban enojados. Simplemente, estaban enojados con todo. Luego relata la horrenda violación de dos chicas de la oficina de correos de la clase trabajadora. 

Tras esta situación de revuelta general,  János va a casa de uno de los "tíos" en este caso , un vecino zapatero al que encuentra muerto no se sabe si por involucrarte ingenuamente en el motín o por ser agredido por los amotinados. János es incapaz de decirle a la esposa de este zapatero cómo está su marido aunque no duda ella en decirle a János que abandone la ciudad por su propia seguridad. 

Ahora, mientras János huye,  vemos que la ciudad están en llamas, destrozada, ocupada por policías y militarizada. Entre los que controlan la ciudad descubrimos al jefe de policía junto a Tünde. 

János sale de la ciudad en llamas y destruida. Hute campo a través y sigue la línea de ferrocarril, pero es interceptado por un helicóptero . 

Tras ser detenido vemos que se encuentra recluido en una institución mental con camas enjauladas (una herramienta del momento para tratar con los disidentes políticos). János aparece drogado y roto. 

Por su parte, György, su amigo compositor, ha sido expulsado de la casa y ahora vive en un cobertizo en el jardín, mientras que la ex esposa de György, con su nuevo estatus de colaboradora, ahora ocupa la casa grande con el jefe de la policía. La intelectualidad es desplazada por el oportunismo político. 

György le dice a un János ausente de si mismo mientras lo vista que si sale de la institución mental pueden vivir juntos y felices en el cobertizo con su piano. György también menciona que ha vuelto a afinar el piano para que ahora sea como cualquier otro, una capitulación personal que aparentemente abandona cualquier esperanza actual de reforma de las Werckmeister Harmóniák. János solo mira fijamente. 

La película termina con la salida de la institución de György que pasa por una plaza ahora solitaria. Cumple con lo que había pedido János hace tiempo: ver la ballena. El mamífero marino ahora está abandonado en el centro de la plaza.

El músico mira directamente al ojo de la ballena, luego, se aleja y mira hacia atrás a la ahora triste y desaliñada ballena, destruida por los manifestantes la noche anterior, con el cuerpo en descomposición lentamente envuelto por la niebla que se vuelve más blanca y brillante. La luz del sol brillante cálida vuelve acabando así la película. 

La película fue filmada en blanco y negro . El director Bela Tarr pasó cerca de un años buscando una localidad adecuada con una gran plaza para el rodaje . Finalmente se decidió por la localidad húngara de Baja . Durante el rodaje la temperatura bajó a -15 grados centígrados. La película está compuesta por únicamente por treinta y nueve tomas de larga duración y en la misma participan seis fotógrafos : un estadounidense, dos húngaros, dos alemanes y un francés. Es lo que llamamos una película de ritmo lento en que cada toma se toma su tiempo. Hay algunos críticos que identifica la historia con una metáfora del comunismo centroeuropeo, en concreto de la era comunista húngara. 

También muestra el momento en que los ciudadanos indefensos asiste a la irrupción de la oscuridad y al eclipse político y humanos de sus vidas. Es la historia de la libertad frente a lo impuesto. György Eszter, uno de los personajes principales de la película, presenta un monólogo que propone una teoría según la cual los principios armónicos de Werckmeister son responsables de los problemas estéticos y filosóficos en toda la música desde entonces, y deben deshacerse con una nueva teoría de afinación y armonía. Es posible , más que probable que este sea la intención de Béla Tarr y Ágnes Hranitzky al desarrollar la novela de 1989 La melancolía de la resistencia de László Krasznahorkai transformándola en la metáfora de las Werckmeister Harmóniák del teórico musical barroco, Andreas Werckmeister. 

El resultado es una película lenta , compleja, dramática y distópica con la aspiración de convertirse en un poema cinematográfico en blanco y negro con 39 tomas largas con una sola cámara en forma de versos de rima asonante. Para algunos la película lo que si muestra es la brutalización de una sociedad, sus sistemas políticos y la ética a través de la metáfora de una ballena gigante de circo en descomposición y su artista estrella, "El Príncipe" responsable de un estado emocional capaz de alterar al pueblo.

La película fue presentada en múltiples festivales. Comenzó en mayo del 2000 en el de Cannes y a este siguió por muchos otros como el Cinedecouvertes Age D'or Festival de Cine de Bruselas, Festival Internacional de Cine de Toronto, Festival Internacional de Cine de Chicago, Festival Internacional de Cine de Berlin o Festival de cine de Varsovia.  

La película obtuvo en 2001 el premio de la Asociación de Críticos de Chicago que la nominó a la Mejor película extranjera. Werckmeister Harmonies recibió la aclamación universal de la crítica de cine y, a menudo, figura entre las principales obras cinematográficas del siglo XXI.​ 

Por empezar con la crítico desde Chicago Roger Ebert desde su web rogerebert.com dijo de ella que era una película "Fascinante (...) Creo que Tarr hace películas únicas y originales y con un estilo que me parece hermoso (...) " Ebert escribió que "se parece tanto al cine como a las obras de Frederick Wiseman". Luego agregó la película a su colección "Great Movies" en 2007. 

También desde Chicago, Jonathan Rosenbaum en las páginas del Chicago Reader sostiene que la película es una "Una mirada espeluznante, cautivadora e intensa a la limpieza étnica (más metafórica que literal) (...) Es de visionado obligatorio" 

Lawrence van Gelder de The New York Times calificó la película como "esquiva" y argumentó que "atrae a los espectadores que se quejan de la vacuidad o insipidez de la creación de películas de Hollywood y anhelan una película para reflexionar y debatir". Considera que la película es "Misteriosa, poética y alusiva.

David Sterritt, que escribió para The Christian Science Monitor, destacó que "Tarr quiere despertar la imaginación y despertar la conciencia de su público en lugar de distraernos con entretenimiento fácil". 

Por su parte, Noel Murray en AV Club destaca que la pelíucla presenta "Los momentos más destacados de 'Werckmeister' tienen una agudeza difícil de igualar en la historia del cine" 

Desde Variety, Derek Elley destaca que esta película húngara es "Otra reflexión hipnótica sobre la demagogia popular y la manipulación mental (...) Un cineasta cuyas películas tocan las emociones de una manera tan insondable como las composiciones de los grandes músicos." 

En el Reino Unido En una encuesta realizada por la BBC en 2016, la película fue catalogada como una de las 100 mejores películas desde 2000 (56.ª posición). Por su parte, el británico Richard Williams The Guardian dijo de ella que era "Novedosa, cautivadora y a veces sorprendentemente emotiva (...) Tarr consigue que una de las dimensiones más abusadas del cine [el tiempo] sea su herramienta más efectiva." Williams comparó a Tarr con los mejores directores y percibió a Werckmeister Harmonies como "una visión sombría del caos y el capitalismo". 

En la decenal encuesta Sight & Sound del British Film Institute, diez críticos y cinco directores votaron a Werckmeister Harmonies como una de las diez mejores obras de cine jamás realizadas: la colocó en el puesto 171 en la encuesta de los críticos y 132 en la encuesta de los directores. 

Jonathan Romney en las páginas del The Independent afirma que "Viendo este extraordinario largometraje húngaro, sientes que estás suspendido en un abismo oscuro e infinito y que sus personajes no son humanos sino fantasmas que vagan."

Por su parte, William Thomas en Empire considera que "Aunque es difícil de ver, está llena de imágenes memorables (...) Por primera vez, entender es menos importante que vivir la experiencia (...) " 

Por último, Geoff Andrew de Time Out sostiene que es una película "Extraña, maravillosa, ingeniosa e inquietante."

Como dije al principio es una obra de tendencia a lo kafkiano en la que la frontera entre la realidad histórica y realidad cinematográfica no está clara. Se detecta en la misma el reflejo de una sociedad en crisis, que sin motivo aparente de pronto se ve eclipsada por el temor que la transforma en una sociedad aterrorizada, encerrada, temerosa que busca por un lado un Mesías, verdadero o falso , pero un enviado que canaliza el malestar en buscar responsables, chivos expiatorios, que son siempre los inocentes como señalábamos al principio e imposición de sus ideas de corte totalitarias tras generar odio y destrucción. Es curioso que en trailer viajen la ballena y el Príncipe, que vienen a ser caras distintas. Una genera admiración en János, el otro genera inestabilidad que al terminar ha propiciado un estado totalitario fruto de la brutalidad de unos y la cobardía de muchos, sobre todo, de los supuestos intelectuales colaboracionistas.


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