Con esta afirmación, Kiss Me Stupid, tan rotunda, acaba esta película de Billy Wilder, que aparece igualmente como productor, aunque también fue responsable del guion conjuntamente con I.A.L. Diamond basándose en la obra L'Ora Della Fantasía (La hora del deslumbramiento) de Anna Bonacci, que había inspirado Esposa por una noche (Moglie per una notte, 1952), una película italiana protagonizada por Gina Lollobrigida. La letra de la canción cómica fue escrita por Ira Gershwin, utilizando algunas de las melodías inéditas de George Gershwin. La película es del año 1964 y que estrenó la Metro Goldwyn Mayer, aunque realizada bajo The Mirisch Corporation, junto a United Artist y Phallatx Film - aunque yo también he visto que era Lopert Pictures Corporation.
Una película para un Dean Martín que iniciaba su decadencia al igual que Kim Novak que llevaba dos años fuera de los circuitos cinematográficos. Junto ellos Ray Walston, Felicia Farr, Barbara Farr, Cliff Osmond y Tommy Nolan protagonistas todos de esta comedia que se mueven entre lo musical y lo romántico con canciones de George and Ira Gershwin y música de André Previn en la que está presente Alexander Trauner y como productores asociados IAL Diamond y Doane Harrison .
La película comienza con un espectáculo de Dean Martin como el lujurioso y bebedor Dino en el Casino Las Vegas concretamente en el casino Sand, a place in the sun, y está terminando su temporada habitual, se dirige en su coche, un Dual-Ghia, a Los Ángeles para hacer una película junto al Rat Pack. Sin embargo al estar en la carretera cortada tiene que dar una vuelta y pasa por la población de climax, una población en mitad de la nada, en la que viven dos compositores que viven llegar a Dino ( Dean Martín) un corona que es su oportunidad para sacarlos del anonimato ya que ven en este cantante de Las Vegas una oportunidad única para salir de su pueblo.
En Climax, Nevada, vive Orville J. Spooner Rray Walston) , un hombre casado muy posesivo que desconfía sistemáticamente de su mujer Zelda ( Felicia Farr) . Él y Barney Millsap (Cliff Osmond ), el dueño de la gasolinera local, componen canciones soñando con vender una algún día y llegar a la fama.
Cuando Dino, un afamado cantante adicto al sexo que va camino de Hollywood, para a repostar en la gasolinera de Barney, éste llama a Orville y ambos intentan persuadir a Dino de que se interese por alguna de sus canciones. Al no tener éxito, Barney provoca una avería en el coche deportivo "italiano" de Dino para que se vea obligado a pasar la noche en el pueblo y así ganar tiempo.
Dino acepta a regañadientes pernoctar en la casa de Orville y pregunta si hay algún lugar en el pueblo donde pueda satisfacer sus necesidades sexuales ya que la abstinencia le produce dolor de cabeza, a lo cual Barney le recomienda visitar el prostíbulo de la zona: el Belly Button.
Mientras Orville acomoda a Dino empieza a darse cuenta de que el cantante se interesa por su mujer aunque aún no la ha visto.
Más tarde, mientras Dino se echa una siesta, Zelda llega y le cuenta que vio pasar a Dino por la avenida central y que ella era fan suya en su juventud.
Orville tiene un ataque de celos y le dice a Barney que eche a Dino, que no quiere saber nada del plan, pero Barney le hace ver que el interés de Dino por su esposa puede ayudarles a cerrar la transacción. Aun así, Orville se niega a entregar a su esposa a cambio del contrato musical por lo que Barney le propone sacar a su esposa de la casa y traer a una prostituta del Belly Button para que se haga pasar por Zelda y tenga sexo con Dino.
Esto ya le parece mejor a Orville pero al no contemplar por ningún momento la posibilidad de contarle a su esposa lo que está pasando necesita una excusa para que se vaya de casa.
Barney le propone provocar una discusión con ella y pegarle para que así ella huya a casa de sus padres, al día siguiente simplemente tiene que decirle que lo siente y que no volverá a pasar y ya está.
Con este plan en mente Orville vuelve a su casa pero Zelda, que es de naturaleza comprensiva y amable, no entra al trapo de las provocaciones de Orville. Sin embargo, finalmente Orville consigue elevar el nivel de tensión hasta hacer llorar a Zelda y echarla de su casa.
Ya con el camino libre Barney vuelve del Belly Button con Polly la bomba, una prostituta independiente y fuerte que en el fondo quiere ser una esposa y ama de casa dedicada a hacer feliz a su marido. Barney le promete 25 $ a cambio de que se acueste con el extraño que encontrará en la casa de Orville.
Al llegar la cena, Orville presenta a Polly a Dino como si fuera Zelda. Dino elogia el cuerpo de Polly y busca excusas para tocarlo ante la complicidad de Orville que insinúa constantemente que la hospitalidad del lugar incluye ofrecer a la esposa para el desahogo sexual del invitado. Sin embargo a Polly no le gusta Dino e intenta infructuosamente que no se propase, pero Dino no admite un no por respuesta.
Mientras tanto Zelda esta en casa de sus padres donde su madre ejerce el rol de mujer amargada y dominante que trata sin respeto a su esposo y reprende a su hija por no haber elegido un marido mejor. Finalmente, Zelda decide volver con Orville y arreglar las cosas.
Al llegar a la casa ve a Barney en el exterior observando a través de la ventana. Ella se pone a su lado y contempla como en el interior Orville y Polly bailan y tocan el piano en un ambiente sexualmente desinhibido. Ante la estupefacción y dolor de Zelda, Barney prefiere no explicarle nada y simplemente forzarla a que se vuelva a ir.
En la casa, parece que Dino ya está dispuesto a comprar alguna de las canciones que ha oído durante la velada con tal de que Orville se ausente dejándolo solo con Polly. Siendo así, Orville abandona la casa pero cuando ya casi ha cruzado la calle vuelve a experimentar sentimientos de posesión y, aunque Polly realmente no es su mujer, decide actuar como si lo fuera, regresa y echa a Dino justo cuando estaban acostándose. Tras esto Orville continúa con su fantasía y tiene sexo con Polly fingiendo que es su esposa.
Paralelamente Zelda ha ido al Belly Button a emborracharse y cuando no puede más es llevada por las camareras del local al remolque de Polly para que duerma la mona allí. Poco después llega Dino al Belly Button dispuesto a que el incidente en casa de Orville no impida que termine el día sin conseguir lo que quiere, pero todas las prostitutas que ve no le satisfacen al no ajustarse a los cánones de belleza. Decidido a no rendirse, pregunta al camarero por la mejor mujer del lugar que puede usar para sus deseos. El camarero le recomienda a Polly pero al no verla en el local piensa que es su día libre. Sin embargo, anima a Dino a que no respete su día de descanso y se presente directamente en su remolque.
Dino va al remolque y al ver a Zelda presupone que es Polly. Zelda, al escuchar a Dino contar lo sucedido en casa de Orville, empieza a intuir lo que pasaba y decide llevar a cabo el plan original: persuadir con sexo a Dino para que compre la canción.
Al día siguiente, habiéndose ido ya Dino, Zelda se despierta y recoge el dinero cobrado por prostituirse. Acto seguido, Polly regresa al Belly Button y al entrar en el remolque se encuentra con Zelda, llegando a la conclusión de que ambas han intercambiado vidas por un día: Zelda ha sido la prostituta y Polly la esposa. Tras esto, Zelda le entrega a Polly el dinero que le pagó Dino por acostarse con ella y Polly le devuelve el anillo de compromiso que Orville le había prestado.
Pasado un tiempo, Zelda se cita a Orville para firmar el divorcio en el despacho de abogados que hay justo encima de una tienda de televisores. Entonces Orville le pide que lo perdone, que no volverá a pasar. De repente empieza a oír su canción en los televisores de la tienda y se da cuenta de que es Dino en un show. Finalmente lo consiguió, les compraron la canción y la gente se acerca para pedirle autógrafos como siempre deseó.
Zelda y Orville prometen no contarse nada y finalmente Zelda le dice a Orville: “Bésame tonto", acabando así la película.
Parece ser que Billy Wilder inicialmente le ofreció el papel de Orville Spooner a Jack Lemmon (el esposo de Farr en la vida real), a quien había dirigido en Con faldas y a lo loco, El apartamento e Irma la dulce, pero compromisos previos obligaron al actor a rechazarlo.
El director entonces contrató a Peter Sellers para el papel, pero seis semanas después de comenzar el rodaje, Sellers sufrió una serie ataques cardíacos y fue hospitalizado en el Hospital Cedars of Lebanon. Tras su alta, el actor regresó a Inglaterra por orden médica. No dispuesto a esperar mientras Sellers completaba un período de recuperación de seis meses, Wilder optó por reemplazarlo y volver a filmar todas sus escenas. El elegido al final sería el siempre secundario pero convincente comediante Ray Walston.
El papel de Polly the Pistol fue escrito con Marilyn Monroe en mente. Pero tras su fallecimiento en agosto de 1962, el rodaje se pospuso mientras se buscaba un nuevo actor para el papel. Más tarde se informó que Jayne Mansfield asumiría el papel, pero tuvo que retirarse del proyecto debido a su embarazo con la futura actriz Mariska Hargitay. Algún tiempo después, se decidió que Kim Novak interpretaría el papel, saliendo de una ausencia de dos años de la actuación para aparecer en la película.
Wilder se acercó a su amigo Ira Gershwin y le preguntó si le gustaría colaborar en las canciones escritas por Barney y Orville. Gershwin le sugirió que escribiera letras para música inédita de su difunto hermano George, y como resultado, tres nuevas canciones de los Gershwin: "Sophia", "I'm a Poached Egg" y "All the Livelong Day", debutaron en la película.
La película se rodó en Twentynine Palms, California. La secuencia de apertura se filmó en el Sands Hotel de Las Vegas, utilizando una parte del espectáculo real de Dean Martin y la marquesina del hotel de su aparición allí. Algunas escenas de interiores se filmaron en el club nocturno Moulin Rouge en Los Ángeles. El coche que conducía Dean Martin era el suyo propio.
Una vez estrenada la película generó ciertas molestias. La Legión Católica de la Decencia se opuso firmemente a la película terminada. Wilder estaba dispuesto a suavizar la sugerencia de que Zelda había cometido adulterio con Dino, pero se negó a cumplir con otras demandas, y la película fue condenada, la primera película estadounidense en ser designada así desde Baby Doll en 1956. Como resultado directo de la clasificación, United Artists decidió estrenar la película bajo el estandarte de Lopert Pictures, una subsidiaria utilizada anteriormente para películas importadas.
En 2002, se mostró una copia en varias ciudades de EE. UU. que contenía la escena de seducción filmada originalmente en el tráiler de Polly (vista en una exhibición europea), en lugar del reemplazo más suave que Wilder había proporcionado con la esperanza de satisfacer a la Legión Católica de la Decencia.
Wilder rara vez mencionó la película en entrevistas posteriores, aunque la discutió brevemente para On Sunset Boulevard: The Life and Times of Billy Wilder, una biografía de Ed Sikov. "No sé por qué la película sorprendió a la gente. Es la película más burguesa que existe", declaró. "Un hombre quiere una carrera y la persona que quiere ayudarlo quiere acostarse con su esposa. Reemplaza a su esposa por otra, pero cuando está más cerca del éxito, lo rechaza y echa al tipo... El público lo aceptó mejor en The Apartment porque estaba mejor concebido, mejor escrito, mejor lubricado".
Wilder también habló de Kiss Me, Stupid en el libro de 1998 del director Cameron Crowe Conversations With Wilder, citando su admiración por Dean Martin, diciendo que "había mucho más, un 90 por ciento más, en él que simplemente el bromista. Soy fan de Dean Martin. Pensé que era el hombre más gracioso de Hollywood". El uso en la película de una versión poco favorecedora de Dean Martin ("Dino") fue un precursor de la tendencia actual de las celebridades que hacen parodias cómicas de sí mismos en el cine.
El azar y las infidelidades se mezclan en esta desinhibida comedia de enredo, una de las más conocida de su realizador, que ganó 5 millones de dólares en taquuilla, que contó para ello con la fotografía de Joseph La Shelle, Robert Luthardt como director artístico y Edward G. Boyle como responsable de la decoración del set. En la edición El responsable fue Daniel Mandell y Robert Martín del sonido.
La película fue todo un ataque a las buenas costumbres en las que el puritanismo dominante en aquellos actores de la sociedad norteamericana ante la difusión de la película.
Resultado de todo ello fue que, al igual que The Carpetbaggers del mismo año, la crítica consideró que la película era vulgar y se convirtió en uno de los blancos de las denuncias sobre el impacto negativo de las películas en la sociedad. Bosley Crowther culpó a ambas películas de dar a las películas estadounidenses la reputación de "corrompedoras deliberadas y degeneradas del gusto y la moral del público".
A. H. Weiler, del New York Times, calificó la película de "lastimosamente poco divertida" y "obvia, pesada, escasa en risas e interpretaciones y rica en vulgaridad". Añadió: "La delicadeza, la velocidad, el arte y la imaginación de... Some Like It Hot están lamentablemente ausentes en este ejercicio mordaz. En cambio, tenemos una vulgaridad que no escandalizará a un adulto. Sin embargo, esta fábula sexual de mano dura sí requiere un enfoque ligero y sutil que rara vez es evidente".
La crítica publicada en Time calificó la película como "una broma que parece haber sacado su humor negro azulado del suelo de un club nocturno de mala muerte" y "profesionalmente astuta y vivaz [con] una especie de integridad vulgar". Concluyó: "El resultado, explicado en un diálogo que suena como una serie de frases ingeniosas, es una de las historias de vendedores ambulantes más largas jamás llevadas al cine. Como todos los chistes verdes, probablemente evocará una onda expansiva de risas tímidas y pasará rápidamente al olvido".
Variety destacó que el guion "requiere un generoso condimento de Noël Coward pero, desafortunadamente, proporciona una pizca del mismo solo de vez en cuando... Wilder, generalmente un director de considerable talento e inventiva (aunque no siempre de un gusto impecable), no ha sido capaz esta vez de elevarse por encima de un guión básicamente vulgar, así como creativamente delincuente, y en el mejor de los casos solo ha recibido ayuda lenta de dos de sus directores, Dean Martin y Kim Novak... [Él] ha dirigido con un ataque frontal en lugar de una delicadeza sugerente".
Michael Scheinfeld de TV Guide calificó la película con 3½ de cuatro estrellas, calificándola de "una película de gran calidad". "una especie de prueba de fuego cinematográfica que separa al fan casual de Billy Wilder del verdadero conocedor" y "un monumento de mal gusto satírico que... en retrospectiva, ahora se considera una de las películas más fascinantemente originales de Wilder". Añadió: "En medio del furor [original], es fácil pasar por alto los logros cómicos de la película, que son considerables. Su juego de palabras idiomático y su sátira social son clásicos de Wilder, y la secuencia inicial donde Dino actúa en un club nocturno es una de las cosas más divertidas que Wilder ha hecho nunca. Salpicado de malos chistes y referencias al Rat Pack, el ritmo cómico y la entrega de Dean Martin son impecables... El resto del reparto es igualmente magnífico, hasta en el más mínimo papel secundario... Aunque el implacable acoso de Ray Walston se vuelve un poco excesivo".
En 2002, J. Hoberman de The Village Voice habló sobre la película cuando Film Forum en Manhattan presentó una copia restaurada. Observó: "La primera mitad es un desfile interminable de gags obscenos y frases de un solo sentido, con algunos chistes de escusado incluidos por si acaso. El tumulto constante en el pequeño bungalow de los Spooner delata los orígenes teatrales de la película y, de hecho, Climax en sí es un escenario apropiadamente desolado. Kiss Me, Stupid es probablemente la visión más dura de Wilder del paisaje estadounidense desde el frenesí orquestado de alimentación mediática de Ace in the Hole... La atmósfera rancia oculta las virtudes de la estructura clásica de la película, la puesta en escena detallada y el hábil ritmo cómico... "El adulterio mutuamente redentor de Kiss Me, Stupid se acerca más al mundo adulto de Faces de John Cassavetes que a la adolescente Seven Year Itch de Wilder, pero en última instancia es una película más conscientemente tolerante, por no decir más divertida, que cualquiera de las dos".
Para Geoff Andrew de Time Out la película es "Cínica, astuta y atrevida, le ayudan enormemente las interpretaciones de Martin, Farr y (en particular) Novak"
Ya en España, Miguel Ángel Palomo en El País se trata de una "Una mordaz mirada al mito del sueño americano en la que el maestro Wilder ofrece una vez más una clase magistral acerca de cómo crear una comedia."
Por mi parte, señalar que no había visto nunca esta película, posiblemente por haber sido prohibida en España por la censura, y porque no alcanzó el nivel de éxito de algunas de sus obras maestras de Wilder como Con faldas y a lo loco - Some Like It Hot- o El apartamento -The Apartment- por todo ello no ha sido muchas veces emitidas, puede que por su temática o por la controversia que levantó en su tiempo debido a su contenido provocador y su enfoque poco convencional sobre las relaciones, el deseo y la moralidad, aunque como señaló el director estamos ante una película tremendamente burguesa y capitalista.
Con un gran y sólido Dean Martin que se autoparodia y se ríe abiertamente de si mismo y su imagen de galán y crooner italoamericano , con una Novak que interpreta a una mujer sensible, emotiva, pero vulnerable y la sentida interpretación del tercero en discordia, Ray Walston, así como la brillante aportación tanto de la bella Felicia Farr como del hombretón cara dura de Cliff Osmond.
La película aborda temas como el matrimonio, los celos, la infidelidad y el deseo, pero lo hace desde un enfoque cínico que fue muy adelantado a su tiempo. Wilder utiliza el humor negro para cuestionar la idealización de las relaciones monógamas y los roles de género tradicionales. Sin embargo, el tono descarado, el humor corrosivo, casi ácido, el tono empleado por el irreverente director en equilibrio entre la comedia y el drama , y el contenido sugestivo fueron polémicos, especialmente en un período donde los valores conservadores seguían siendo dominantes en Hollywood.
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