miércoles, 22 de enero de 2025

Tiburón negro



Vuelve el megalodón, vuelve el ecologismo, la lucha medioambiental, la Greta Thunberg del momento y las conclusiones ecologistas de bandera: qué malas son las petroleras... y que mala es esta película. Porque meter en una cocktelera una historia familiar que busca unos días de descanso en la Baja California, llegar a un pueblo arrasado por una maldición precolombina, tener en las costas la desgracia de un megalodón, así, sí, como lo lees y comenzar este disparate The Black Demon, una película de suspense y ciencia ficción del año 2023 dirigida por un director medianamente solvente como Adrian Grünberg.

La historia se crea a partir de un guion de Boise Esquerra partiendo de una historia de Carlos Cisco y en la que participan un amplio grupo de productores como Javier Chapa, Jon Silk, Arianne Fraser y Delphine Perrier, en régimen de Coproducción empresas de Estados Unidos y de la Rep. Dominicana como Mucho Mas Media, Silk Mass, Chocolatito, Lantica Media y Buzzfeed Studios así como Highland Group para levantar esta historia en la que los protagonistas son una familia varada en una plataforma petrolera, un pueblo en ruinas en la Baja  y vengativo megalodón .

Josh Lucas protagoniza este sangriento y terrorífico thriller de acción basado en la leyenda mexicana del demonio negro, un letal tiburón gigante que según la mitología de la baja California, sólo aparece cuando se le invoca. Junto a Josh Lucas como Paul , se encuentran Fernanda Urrejola como Inés y Julio Cesar Cedillo como Chato, así como Venus Ariel como Audrey y Carlos Solórzano como Tommy, entre otros, entre ellos uno de los productores, el de Chocolatito , el también actor Hector Giménez. 

La película cuenta con la fotografía de Antonio Riestra, el montaje de Sam Baixauli y V. Manu Medina y la música de Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman.

Al inicio de la película vemos dos trabajadores de una plataforma marino que proceden a soldar bajo el agua cuando uno de ellos es atacado por algo, el título de la película nos orienta sobre el qué. 

Tras esto conocemos al inspector de la compañía petrolera Nixon, Paul Sturges (Josh Lucas), es enviado a un pequeño pueblo mexicano en Baja California para verificar El Diamante, una plataforma petrolífera en alta mar. Lleva a su esposa Inés (Fernanda Urrejola)  y a sus dos hijos, Audrey (Venus Ariel) y Tommy (Carlos Solórzano), de vacaciones. 

Al llegar, la familia encuentra el pueblo en el que pasaron algún tiempo de jóvenes en decadencia absoluta, casi en ruinas. Los lugareños que quedan se muestran taciturnos y antipáticos, y el miedo se convierte en ira cuando se enteran de que Paul trabaja para la empresa que encargó la plataforma petrolífera. 

Paul, que busca ver si vale la pena revitalizar o desmantelar la plataforma, toma un bote para llegar allí, aunque antes de tomarle le pide al responsable del puerto que avise a la plataforma de su llegada, algo que parece que hará pero que finalmente no hace.

Tras llegar a la plataforma sólo, puesto que el piloto (Héctor Jiménez) lo deja a mitad de recorrido alegando la pericia de Paul con la barca,  encuentra la plataforma prácticamente en ruinas, peligrosa y rodeada por un derrame de petróleo.

Al llegar no ve a nadie pero luego es sorprendido por los dos únicos trabajadores de la plataforma que quedan - desconociendo en dónde están el resto-  que son Chato (Julio César Cedillo) y Junior (Jorge A. Jiménez), junto con su mascota, un chihuahua. 

Después de ser acosados y acechados por los lugareños enojados, la familia de Paul decide seguirlos en otro bote. 

Cuando llega el fuera borda con la familia de Paul, Chato y Junior comienzan a entrar en pánico y disparan bengalas mientras un tiburón megalodón de 70 t (150.000 lb), el " Demonio Negro ", que merodea las aguas, comienza a perseguir el barco. 

Apenas logran llegar a la plataforma ilesos, aunque la niña cae al agua y descubre que está repleta de restos humanos. Tras salvar a la chica la familia es testigo de cómo el Demonio Negro destruye el barco que los llevó a la plataforma y mata a su capitán. 



Después de presenciar el ataque, Chato le revela a Paul que algunos miembros afortunados de la tripulación escaparon del Demonio Negro, y agrega que la radio de la plataforma no funciona y que las llamadas realizadas a Nixon Oil en busca de ayuda fueron ignoradas. 

Nixon Oil sabía del derrame de petróleo que provenía de la plataforma, pero nunca se preocupó por solucionar el problema. 

Más tarde, Inés descubre los informes de seguridad de la plataforma y se da cuenta de que se han ignorado las advertencias, y Paul firmó los documentos que aprobaban la revitalización de la plataforma independientemente de las condiciones peligrosas. Cuando confronta a Paul sobre esto, él admite sus errores y agrega que hizo lo que hizo para mantener a su familia, afirmando que su trabajo y su seguridad económica estarían en riesgo si no actuaba de acuerdo con los intereses de la empresa. Nixon Oil desarrolló autoinspecciones para salirse con la suya ignorando las condiciones de trabajo peligrosas y amenazó a Paul cuando intentó confrontarlos por esto. Desde entonces, se ha visto obligado a trabajar en beneficio propio de Nixon Oil, mientras la comunidad local sufría como resultado de la negligencia y la codicia de la empresa.



Bajo el agua, Paul, tras discutir con su mujer, se sumerge y adivina la presencia de una bomba de demolición adherida a una pata de la plataforma. Nixon Oil en realidad ha estado aspirando a matarlo todo el tiempo; al darse cuenta de que sus prácticas serían denunciadas tarde o temprano y que serían culpados por el derrame de petróleo, la compañía hizo que Paul firmara el papeleo para que él asumiera la culpa y que el inspector responsable de la autorización muriera cuando la bomba detonara. 

Mientras Chato y Junior se sumergen bajo el agua para restaurar la energía a la plataforma, Chato cree que el Demonio Negro es un heraldo del dios de la lluvia, Tlaloc , que castiga a quienes toman con avaricia de la naturaleza. Junior es asesinado por el tiburón y Chato escapa por poco.

Al darse cuenta del peligro y con la esperanza de arreglar las cosas, Paul se sumerge bajo el agua (mientras su familia y Chato escapan) para sellar el derrame de petróleo y destruir al Demonio Negro. Aunque sella la fuga, el Demonio Negro lo obliga a esconderse en la estructura de la plataforma. Al sujetarse la bomba al pecho, Paul se da cuenta de que para matar al Demonio Negro, tendrá que sacrificarse. 

Mientras, por la radio que acaba de arreglar Chato, Paul se despide de su familia antes de dejar que el Demonio Negro lo consuma. La bomba detona, mata tanto a Paul como al Demonio Negro y hace que la plataforma se derrumbe. 

Al irse, la familia de Paul tiene la intención de entregar los documentos que les dio a los habitantes del pueblo para que puedan responsabilizar a Nixon Oil. 



Mientras navegan de regreso a la costa, un barco pesquero con alguno de los habitantes de la localidad que han ido a su búsqueda rescata al grupo mientras comienza una tormenta. El día de la lluvía se manifiesta, pero...¿quién sabe?



La fotografía principal se llevó a cabo en República Dominicana desde diciembre de 2021 hasta febrero de 2022. El responsable de la fotografía fue el fotógrafo mexicano Antonio Riestra, junto al propio Grunberg. Carlos Osorio será el diseñador de producción, llevando a la práctica lo escrito por Carlos Cisco y Boise Esquerra.. 

Dirigida por Adrián Grunberg, especializa en películas de alto voltaje como "Rambo, Last Blood " o " Vacaciones en el infierno", es el responsable principal de The Black Demon, la historia que sigue aún ingeniero de una empresa petrolera que aprovechando lo que pretenden ser una idílica vacaciones familiares, que le remiten a su noviazgo y al embarazo de su hija mayor, hace una inspección rutinaria en una plataforma petrolera oceánica. Pero lo que prometía ser una tarea fácil pronto se convierte en una pesadilla al encontrarse cara a cara con un megalodón obsesionado con proteger su territorio. 

Pero como afirma el director Grunber " es mucho más que la historia de una familia que intenta sobrevivir a una siniestra amenaza surgida de las profundidades marinas puesto que en realidad la película habla de cómo hemos maltratado el planeta y de cómo nuestro actos nos han llevado a encontrarnos en esta situación. El monstruo de la película no es un depredador cruel y despiadado, sino la Encarnación física de la venganza, un emisario que activa el nombre de Tlácoc, el dios azteca de la lluvia y de la fertilidad, para recuperar un océano arrasado por la avaricia humana". 

Las críticas se mueven entre el aplauso y el abucheo. En los Estados Unidos son perceptibles en toda su gama. Para Matt Donato de IGN se trata de "(...) una más en la lista de películas de tiburones nefastas que repiten siempre lo mismo" 

Para Chad Collins de Dread Central se "Trata de tener un sentido, pero cualquier trasfondo que pudiera haber conseguido está destinado a hundirse (...) " 

Por su parte, Karina Adelgaard de Heaven of Horror se trata de "Una entretenidísima película de terror con tiburones que se enfoca en sus personajes y tiene una historia de eco-horror (...)" . 

Mientras que para Meagan Navarro, de Bloody Disgusting, escribió: " The Black Demon solo explora vagamente el críptido y, en cambio, lo usa como una herramienta para tejer una historia aleccionadora sobre un desastre ecológico provocado por el hombre. Pero nunca se basa en sus ideas superficiales, lo que resulta en un esfuerzo desordenado hundido por su deslucido enfoque humano". Concluyendo que la narrativa no se puede mantener a flote".

En Gran Bretaña Leslie Felperin, de The Guardian, calificó la película como "un caos de tiburones tonto pero divertido en una plataforma petrolífera mexicana", y escribió que "The Black Demon se apega efectivamente a su fórmula bien engrasada. [...] El elenco se compromete con todo con evidente sinceridad, y las bromas son casi tan entretenidas como los periódicos interludios de miedo".  



Ya en España, pablo Vázquez escribe en Fotogramas que "‘Tiburón negro’, es un banquete para los amantes de la sharksploitation de serie B. (...) Que nadie espere encontrar en ‘Tiburón negro’ un gran despliegue de efectos especiales porque la película juega siempre dentro de los códigos de la serie B, entre los que se desenvuelve con envidiable soltura. Y concluye que es como " un tinto de verano para devorar entre arrumacos, suspiros y palomitas que 1) sirve de suculento aperitivo para la inminente ‘Megalodón 2’ (B. Wheatley, 2023) y 2) rinde tributo, o más bien ofrenda descaradamente pagana y cinéfaga, a la filmografía del mexicano René Cardona Jr., que tuviera ocasión de chapotear en similares aguas intranquilas en la inefable ‘Tintorera’ (1977)".



El director de cine independiente, César del Álamo, escribe en X sonbre ella lo siguiente : "Floja explotación del éxito de Megalodón, que comete el pecado de tomarse en serio a sí misma, además de ser muy rácana con los ataques del tiburón protagonista (por otro lado, bien orquestados y acompañados de una estupenda bso, que recuerda a la de Piraña 2). ". 

Esta película del subgénero integrado por monstruos marinos fue considerada por algunos como un aperitivo para Megalodón 2, ya visto por aquí. Aunque según el director su discurso era más extenso. El "Demonio Negro", no es un simple tiburón gigante. En la película, se representa como una fuerza sobrenatural, ligada a las leyendas locales mexicanas, que busca vengar la destrucción del océano causada por la avaricia humana. Este enfoque vincula al monstruo con un mensaje ambiental: la negligencia corporativa y los daños ecológicos tienen consecuencias. 



El protagonista Paul, se enfrenta no solo al tiburón gigante, - poco desarrollado visualmente, eso sí, posiblemente por una limitación presupuestaria , especialmente en los efectos especiales, sino a las repercusiones de sus propias acciones como empleado de una compañía petrolera que, indirectamente, ha causado el desastre ecológico que despertó al Demonio Negro. Y aunque el drama familiar aporta una dimensión emocional, algunos críticos han señalado que las actuaciones y los conflictos entre los personajes pueden sentirse superficiales o poco trabajados. Eso sí el director apuesta por escenarios claustrofóbicos (como la plataforma petrolera) y un diseño visual sombrío y en ocasiones nada claro , para acentuar la atmósfera de peligro.





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