domingo, 26 de enero de 2025

El limite es el cielo







Desde la entrada en la Segunda Guerra Mundial de los Estados Unidos gran parte de la industria de Hollywood intentó combinar, por un lado, el cine como producto en cada uno de sus géneros , y , por otro, el de la necesario propaganda puesto que había que ganar al enemigo, especialmente, al japonés. Así que de esta combinación entre el musical americano, la comedia intrascendente pero de carácter romántica  y la exigible propaganda surge  The Sky's The limit (1943), aquí conocida como El límite es el cielo, una película para la gloria de Fred Astaire cuando éste ya había roto su relación profesional con la pareja con la que había alcanzado el estrellado en la gran pantalla, Ginger Rogers. 



The Sky's The Limit es una película ni  romántica , pero también una comedia y un musical del año 1943 protagonizada por Fred Astaire y Joan Leslie, que cuenta con la música de Harold Arlen y las letras del gran Johnny Mercer. 




La película fue dirigida por uno de los directores artesanos hollywoodienses, Edward H. Griffith, y la película fue producida por David Hempstead y Sherman Todd, pero distribuida por la RKO Radio Pictures. El guion fue de Frank Fenton y Lynn Root aunque se basa en un argumento de William T. Ryder. Se rodó en los RKO Studios. 

El protagonista es Fred Astaire que interpreta a un piloto de Flying Tiger que se encuentra con unos días de permiso en su país para ser protagonista en los desfiles multitudinarios y patrióticos que han de llebvarle de la costa este a la Este, desde San Francisco a Nueva York pasando por Salt Lake City. Robert T. Smith, un verdadero ex piloto de Flying Tiger con licencia antes de unirse a las Fuerzas Aéreas del Ejército, fue el asesor técnico de la película. 

La comedia está a cargo de Robert Benchley (en la que fue su segunda aparición en una película de Astaire) y Eric Blore, un incondicional de las primeras películas de Astaire-Rogers. 

La película fue un cambio inusual para Astaire, que causó cierta consternación entre los críticos de cine y los fanáticos de la época, aunque no lo suficiente como para evitar que la película tuviera un buen desempeño. Aparte del baile (que incluye la famosa interpretación en solitario del clásico "One For My Baby (And One More For The Road)", descrito por Astaire como "la mejor canción escrita especialmente para mí"), el guion le proporcionó su primera oportunidad de actuar en un papel dramático serio, y uno con el que sus habilidades interpretativas quedaron más que demostradas. 

Aquí aparece cantando y bailando junto a Joan Leslie, la que había sido habitual compañera de James Cagney, una ex-niña prodigio, en Yankee Dosdie Dandy. 

La película comienza presentando a la cuadrilla voladora de Fred Atwell (Fred Astaire), que lucha en el Pacífico contra los cazas y bombarderos japoneses. El teniente Fred Atwell, es uno de los más galardonados pilotos, un as de los Tigres Voladores, y junto a sus camaradas Reginald Fenton (Robert Ryan) y Richard Merlin (Richard Davies) , que tienen casi el mismo éxito, regresan a San Francisco para un desfile y unas "vacaciones" de diez días. 

El único problema es que se espera que pasen todo el tiempo en una gira nacional para levantar la moral. Fred se baja del tren cuando éste se dirigía a Salt Lake City en una parada rural para buscar algo de diversión. Finalmente, termina en la ciudad de Nueva York. 

Aunque va vestido de vaquero se introduce en él y allí dentro ve a una hermosa mujer, Joan Manion (Joan Leslie), en un club nocturno. Al escuchar a escondidas, se entera de que es una fotógrafa de periódico cansada de tomar fotografías de celebridades. Sus súplicas para que la encarguen en una zona de guerra caen en saco roto. A su jefe, el editor de periódico Phil Harriman ( Robert Benchley ) , le gusta ella tal como es: cerca para poder intentar desgastarla y persuadirla para que se case con él. 



Fred, que se da el apellido "Burton" para ocultar su identidad, la corteja de una manera molesta y persistente, llegando incluso a alquilar una habitación en el edificio en el que ella vive y entrando por el tejado en su cocina por la mañana para prepararle el desayuno. 

Con el tiempo, ella empieza a simpatizar con él, a pesar de lo que considera una falta de ambición por su parte; no parece tener ni querer un trabajo. 

Ella le permite que la invite a una cita, aunque lo lleva a un comedor abarrotado, donde ella hace trabajo voluntario entreteniendo a los militares cantando para ello. Cuando un artista cancela con poca antelación, reclutan a Joan para cantar un número. Fred se invita a sí mismo a cantar y bailar con ella; en el proceso, se encuentra con sus compañeros pilotos. 



Mientras Richard baila con Joan, Reginald se divierte chantajeando a Fred para que haga un baile de serpiente sobre la mesa a cambio de no revelar quién es en realidad, haciendo el ridículo ante los ojos de Joan y de todos los asistentes en general, hasta que un policía militar le insta a bajarse de la mesa sobre la que baila. 




Joan se esfuerza por conseguirle un trabajo a Fred. Cuando se entera de que alguna vez trabajó como reportero, puesto que él confiesa ser periodista, organiza una entrevista con su jefe, Phil. Fred, que ya se le acaban las vacaciones, pasa el tiempo dándole consejos a Phil sobre cómo conquistar a Joan, e incluso organiza una cena romántica en el ático de Phil con la ayuda de su mayordomo, Jackson. Phil comete un grave error y luego le revela a Joan lo que Fred ha estado haciendo. 

El plan de Fred funciona y termina cenando esa noche con Joan en el ático de Phil. Joan derrocha encanto y le propone matrimonio a Fred, dejándolo en una posición incómoda. Más tarde, Reginald le informa a Fred que su licencia se ha acortado; solo les quedan dos días más. 

Como Fred todavía no tiene trabajo, Joan lo lleva a un banquete en honor al fabricante de aviones Harvey J. Sloan. Le presenta a Fred al Sr. Sloan, pero en lugar de causar una buena impresión como había prometido, critica el rendimiento del avión de combate construido por Sloan. Cuando Joan se entera, rompe con él. 

Después, Phil invita a Fred a un bar cercano, donde le revela que ha descubierto su verdadera identidad. Fred le pide que lo mantenga en secreto. Fred se emborracha, cantando a los camareros mientras va de bar en bar "One for My Baby", incluso bailando claqué en una mesa de bar y rompiendo docenas de vasos de bebida en el proceso. 




Al día siguiente, Phil hace un último intento para conseguir que Joan se case con él. Cuando eso falla, la envía al aeródromo a Australia para tomar fotografías de los pilotos que regresan a la lucha en el Pacífico, sabiendo que Fred estaría allí. Allí ve a Fred con su uniforme, donde todo se le aclara. 



Los dos se abrazan, y Fred le profesa su amor a Joan, justo después de subir al avión para despegar acabando así la película. 

La trama se tomó de un artículo del Saturday Evening Post sobre una atractiva joven de Texas que era asistente/empleada/(¿amante?) de un hombre mayor que era prominente en los círculos literarios de la ciudad de Nueva York. En la historia, la joven deja su glamoroso trabajo para casarse con un joven que se va a la Segunda Guerra Mundial. Este personaje se modifica bastante para que encaje con Fred Astaire en la película. 

Parece ser que Fred Astaire reclamó que su compañera de baile fuese menos experta que Ginger Rogers y que tenga una estatura menor que la de él. Joan Leslie, cuando baila a su lado, usa zapatos de tacón muy bajo y ocupa ante la cámara una posición secundaria. Todos los bailes fueron coreografiados y acreditados solo a Astaire, un cambio inusual para él, ya que generalmente trabajaba con colaboradores. Lo que no es inusual es la selección de rutinas de baile, que es la fórmula estándar de Astaire de una rutina cómica en pareja, una rutina romántica en pareja y un solo de "calcetines", cada uno de los cuales está integrado en la trama. 

En cuanto a las canciones y los bailes destacan todos. La canción "My Shining Hour" es una balada de guerra de Arlen y Mercer, sencilla y con aires de himno, la canción característica de la película, es imitada por Joan Leslie (doblada aquí por Sally Sweetland) con el telón de fondo de una banda cuyos instrumentos están enmarcados con contornos de neón iluminados. Se convirtió en un éxito, aunque lentamente. 

Con "A Lot In Common With You" Fred Astaire se mete en la rutina de canto y baile de Leslie (usando su propia voz esta vez) en el escenario, que se convierte en un baile de claqué cómico competitivo simulado, uno al lado del otro, utilizando una variedad de pasos de salto con una pierna delante de otra, algunos de los cuales habían sido desarrollados para el número de "The Shorty George" en You Were Never Lovelier, pero que no se habían usado. La canción también hace referencia a musicales recientes de Leslie y Astaire al mencionar a James Cagney y Rita Hayworth, respectivamente, la pareja de Leslie en Yankee Doodle Dandy del año anterior y la pareja de Astaire en You'll Never Get Rich de 1941 y la mencionada You Were Never Lovelier de 1942. 

La danza de la serpiente sobre la mesa fue interpretada por Astaire a instancias del personaje de Robert Ryan. 

El baile "My Shining Hour" es un baile romántico en pareja de estilo salón de baile. 




En cuanto al número estrella de la película, One For My Baby (And One More For The Road) señalar que el número tardó dos días y medio en rodarse, tras siete días de ensayos completos. Tras una interpretación de la canción en estado de ebriedad, Astaire baila furiosamente de un lado a otro de la barra, deteniéndose sólo para destrozar estanterías apiladas de vasos y un espejo. 

El primer baile de Astaire borracho fue la rutina cómica "You're Easy To Dance With" en Holiday Inn, pero este solo marca su primera clara desviación de una imagen cinematográfica cuidadosamente elaborada de encanto urbano. El público  se quejó del desperdicio de vidrio, que estaba estrictamente racionado, pero el estudio había adquirido desechos de los fabricantes. Normalmente se habría utilizado vidrio de seguridad hecho de azúcar, pero el azúcar era aún más difícil de conseguir. El uso de vidrio real también era más peligroso, y Astaire recibió varios cortes en las piernas. 

Según los registros de la RKO, la película recaudó 1.410.000 dólares en Estados Unidos y Canadá y 775.000 en otros países, lo que supuso unas ganancias de 625.000 dólares. Tras la liberación de Europa occidental, se estrenó en Francia en 1945 y fueron a verla 671.864 espectadores. 

En la 16 Edición de los Oscar (1944) fue nominada a la Mejor banda sonora (Musical) siendo responsable de ella Leigh Harline y a la Mejor canción, My Shining Hour, de Harold Arlen y Johnny Mercer. 

En cuanto a la crítica, destaca la de Bosley Crowther no le dio demasiada importancia a la película en su reseña de septiembre de 1943 para The New York Times, que empezaba así: "Fred Astaire es un tipo muy delgado, pero ¿por qué enfatizarlo en una película tan delgada que la luz del día se nota por todas partes a su alrededor? Sólo la luz del día y Joan Leslie, eso es todo... Aparentemente están teniendo problemas para encontrar más que parejas de baile para el señor Astaire. También están teniendo problemas para encontrar historias. No tiene ni lo uno ni lo otro en esto…” 




Michael Phillips reevalúa la película en su crítica para el Chicago Tribune, publicada en julio de 2014 y actualizada en junio de 2018 señalando que “…un artefacto revelador y agridulce de la era de la Segunda Guerra Mundial, sorprendentemente lúcido sobre el romance efímero (incluso si es amor verdadero) y los yanquis que volaban de noche y de día, de verdad, muchos de ellos muriendo en el trabajo… El personaje atípicamente cínico de Astaire tiene un reloj en marcha y mucha vida por delante. Cuando las cosas no parecen funcionar… se suelta con un sorprendente solo de claqué alimentado por la rabia y el alcohol, ambientado en el gran lamento de Harold Arlen/Johnny Mercer, “One for My Baby”… (la banda sonora) incluye “My Shining Hour”, una de las baladas más elegantes de todos los tiempos de guerra… La película logra cumplir con sus deberes patrióticos actuales de una manera que se siente fresca, urgente y honesta acerca de su tiempo y lugar”.  Toda la música es interpretada en la película por Freddie Slack y su orquesta. El director musical de la película fue Leigh Harline, siendo los directores artísticos los habituales en la RKO o es decir Albert S. D: Agostino y Carroll Clark. Los del set fueron Darrell Silvera y Claude Carpertier, omnipresente es en cualquier película de la RKO del momento. 

Ya en España, en Fotogramas se dice que es "Un musical menor pero no carente de atractivos que supuso la despedida de Fred Astaire de la RKO, la marca que le unió con Ginger Rogers en sus films más populares. La coreografía del propio protagonista, así como las excelentes canciones de Harold Arlen y Johnny Mercer, constituyen sus principales atractivos. La funcional realización da cierta unidad al conjunto. Y añade la redacción de Fotogramas que era "Un musical menor pero no carente de atractivos que supuso la despedida de Fred Astaire de la RKO, la marca que le unió con Ginger Rogers en sus films más populares. La coreografía del propio protagonista, así como las excelentes canciones de Harold Arlen y Johnny Mercer, constituyen sus principales atractivos. La funcional realización da cierta unidad al conjunto. La música, de Leigh Harline ("Me siento rejuvenecer", H. Hawks, 1952), combina composiciones rítmicas, de viento y percusión, que se transforman en melodías de cuerdas en los momentos más románticos. La fotografía, de Russell Metty ("El extraño", O. Welles, 1946), en B/N, sobria y exenta de adornos, realza el humor visual y el baile. Es uno de los mejores musicales de los años 40. 

La película estaba destinada a sostener la moral ciudadana y animar a la población civil a contribuir al esfuerzo de guerra con aportaciones económicas. El film censura a quienes viven, con egoísmo, al margen del conflicto. Ironiza sobre las grandes corporaciones industriales que se benefician del conflicto fabricando material bélico, del que desconocen todo lo que deberían saber, en especial en relación a sus deficiencias de diseño y fabricación.




La coreografía de los números de baile es magnífica, especialmente la que acompaña a la primera canción, que evoca infelicidad y frustración. La obra refleja un ambiente más relajado y distendido que el de películas anteriores de Astaire. El guion elabora un relato sucinto y sencillo y dedica un simpático recuerdo a Ginger Rogers. Un clásico de la Edad de Oro del musical, pero no exento de pinceladas patrióticas dadas las tristes circunstancias de esas fechas. 



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