miércoles, 15 de abril de 2015

Drácula


De los seres creados en el universo literario gótico del siglo XIX el más exitoso ha sido el creado por el novelista irlandés Bram Stoker en 1897 y de la que yo he hecho referencia en más de una entrada, pues son muchas y muy buenas las versiones que de ella se han realizado. Si he de elegir una desde luego me quedo con el clásico de la Universal con Bella Lugosi, el Nosferatu de Murnau y la versión de Francis Ford Coppola del año 1992, ya comentada en este blog. 

Ahora la última variación sobre este personaje, es del pasado año 2014, ha sido dirigida por el debutante director irlandés Gary Shore y lleva por título Drácula: la leyenda jamás contada (o Dracula Untold en inglés), aunque en alguna fase de la producción se llamó Drácula: Año Cero. Se trata de una producción de Michael De Luca de la Michael De Luca Productions y con la participación de Legendary Pictures. 
El guión – ya lo tengo claro, desde 2010 no lleva tilde por una modificación incomprensible de la RAE al ser una palabra monosílaba, pero a mí me gusta así- fue escrito por Matt Sazama y Burk Sharpless inspirada en el Drácula de Bram Stoker. La música estuvo compuesta por Ramin Djawadi, mientras que la fotografía estuvo a cargo de John Schwartzman y el montaje de Richard Pearson. 
Contó con un presupuesto de 70 millones de dólares ($) y recaudó 215 millones de dólares ($) tras su acertada distribución de la Universal Pictures, ya que a pesar de críticas mixtas, Drácula Untold fue un éxito de taquilla recaudando más de 215 millones dólares en todo el mundo.
 
La película está protagonizada por Luke Evans como Vlad Tepes / Drácula contó entre su reparto con Sarah Gadon que es Mirena la esposa de Vlad, aunque al final aparece como Mina Murray, Charles Dance como el Maestro Vampiro, Dominic Cooper como Mehmed II , Zach McGowan como Shkelgim, el jefe gitano, Charlie Cox y Art Parkinson como Ingeras el hijo de Vlad / Dracula, Jakub Gierszał como Acemi, William Houston como Cazan, Ferdinand Kingsley como Hamza Bey, Noah Huntley como el Capitán Petru, Paul Kaye como el Hermano o Fraile Lucian, Ronan Vibert, como Simion "The Wise", Diarmaid Murtagh como Dumitru, Thor Kristjansson como el esclavo otomano de Ojos brillantes, Joseph Long como Ömer y Samantha Barks as Baba Yaga. 

Actualmente, Universal Studios planea hacer de esta película, el reinicio de la franquicia de los Monstruos de Universal y especialmente de Vlad el Empalador, el príncipe rumano, el vampiro más famoso de todos los tiempos. 

Una introducción nos comenta como se está produciendo el avance otomano por el este de Europa, así como las necesidades de control de los príncipes locales y de la población por medio de la entrega por su parte de sus hijos pequeños que han de convertirse en un futuro de los temibles guerreros jenízaros. Uno de ellos que lo fue es Vlad Tepes también conocido por Vlad el Empalador, el príncipe de Transilvania. Cuando era niño fue rehén del sultán Otomano y entrenado para ser un jenízaro, un soldado de elite del sultán. Dentro de ellos, se convirtió en su guerrero más temido, apodado el Empalador, después de la matanza de miles de enemigos. Finalmente arrepentido por sus actos, dejó de lado su pasado y volvió a gobernar sus dominios en paz. 
Un día en el bosque, Vlad y sus soldados descubren un casco en una corriente. Se trata de un casco turco y sienten en ese momento el temor a que un grupo de exploradores otomanos está preparando el camino para la invasión. Ellos siguen la corriente hasta su nacimiento que coincide con un alto cercano a la cueva de la montaña conocida como Diente o Colmillo roto. 
Al entrar en la cueva, descubren que el suelo de la cueva es un manto de huesos triturados poco antes de ser atacados en la oscuridad por una criatura desconocida. Mientras sus hombres son asesinados, Vlad ataca a la criatura de la cueva con su espada antes de ser arrojado al exterior. La sangre en la espada que ha utilizado para enfrentarse a la criatura se disuelve cuando se expone a la luz solar, y la criatura no persigue Vlad debido a la luz solar existente en la entrada de la cueva. 
De regreso a su castillo, Vlad se entera a través de un monje local que la criatura es un vampiro, corresponde a un hombre que convocó a un demonio de las profundidades del infierno e hizo un pacto con él por medio de la magia oscura antes de ser engañado por el demonio y condenado a permanecer en la cueva para siempre. El monje le cuenta que puede ser liberado por alguien que lo haya visto, que haya escapado y vuelva a la cueva por segunda vez. La persona es bienvenida a compartir su poder a cambio de la libertad de escapar de la cueva. 
Al día siguiente, cuando Vlad celebra la Pascua con su esposa Mirena, su hijo Ingeras y sus súbditos, un contingente otomano llega inesperadamente al castillo. Vlad les ofrece el pago de un tributo en monedas de plata, pero el emisario señala que un batallón de exploradores otomanos ha desaparecido, lo que implica que Vlad ha tenido que matarlos. Vlad jura que él no los había matado. El emisario exige un tributo adicional de 1.000 niños que han de convertirse como jenízaros. Vlad Tepes (Luke Evans), príncipe de Valaquia y Transilvania se niega a una petición del sultán del Imperio otomano Mehmed II (Dominic Cooper): entregar a mil niños para ser convertidos en jenízaros. Vlad se niega, pero su ejército es pequeño y no puede competir con los turcos. Así que tirando de su vieja amistad con el sultán otomano, Mehmed II, para convencerlo, ofreciendo a sí mismo en lugar de los chicos transilvanos, pero el sultán se niega y exige además al hijo de Vlad. El sultán envía el emisario para llevar al hijo de Vlad. 

Sin embargo, Vlad tiene una discusión con su esposa, momentos antes de salir para entregar a su hijo y cumplir así con el emisario de sultán y algunos de sus soldados otomanos que están esperando. La entrega no se produce pues Vlad los asesina a todos. La guerra contra los turcos es ya inevitable. Eso implica entrar en guerra con el que antaño fuera su amigo y, para evitar una masacre, en su desesperación, Vlad regresa a la cueva de la montaña a buscar ayuda del vampiro. 
Una vez dentro, el vampiro comienza a correr alrededor de Vlad con velocidad. Vlad saca su espada y el vampiro aterrador (Charles Dance) aparece delante de él. El vampiro le pregunta a Vlad por qué regresó. Vlad le responde diciendo que necesita el poder del vampiro para que pueda derrotar al ejército otomano. El vampiro le dice que eso tendrá consecuencias funestas y ofrece lo poco de su sangre, lo que dará temporalmente a Vlad los poderes de un vampiro. Si se resiste la intensa necesidad de beber sangre humana por tres días, él se convertirá nuevamente en un ser humano. De lo contrario, seguirá siendo un vampiro para siempre y un día será llamado a ayudar a su creador. Vlad acepta la oferta y bebe la sangre del vampiro. 
Ese ser diabólico le dará la fuerza de 200 mil hombres, la velocidad de una estrella fugaz y tendrá el poder de ver y escuchar cualquier persona y animal, y el poder de controlar a los murciélagos y cuando se enoja se le pone el iris del color rojo y puede transformarse en una pila de murciélagos para poder volar. Esta es la historia de como Vlad Tepes se convirtió en Drácula. 
Al despertar en el bosque más tarde, Vlad descubre que ha sido concedidos unos sentidos agudizados, el aumento de la fuerza y la capacidad de transformarse en una bandada de murciélagos, pero su piel se quema lentamente en la luz solar directa. 
Cuando regresa al castillo de Drácula, se han iniciado ya los ataques del ejército otomano, pero Vlad sin ayuda de nadie los mata a todos. Acto seguido, envía la mayor parte de la gente del castillo al Monasterio Cozia, que está situado al borde de una montaña. Durante el viaje, Mirena se entera de la maldición de Vlad, pero acepta la situación ya que entiende que va a recuperar su mortalidad una vez que los otomanos sean derrotados. Un gitano llamado Shkelgim, quién sabe Vlad es un vampiro, se proclama a sí mismo como su siervo y le ofrece su propia sangre, pero Vlad resiste. 

A medida que cerca al monasterio, los Valahs son emboscados por soldados otomanos, y mientras Vlad y sus hombres repelen con éxito el ataque, el aumento de la fuerza súbita de Vlad despierta sospechas entre sus súbditos. 
Al día siguiente en el monasterio, el monje se entera de la maldición y convence a los súbditos del príncipe para encerrar a Vlad en unas dependencias que acaban en llamas. Vlad entre la llamas indignado y revela que él se convirtió en un vampiro con el único propósito de proteger a su pueblo de la soberanía otomana. Esa noche, el ejército otomano marcha en el monasterio. 

Como respuesta Vlad manda un enorme enjambre de murciélagos para repelerlos. Sin embargo, los soldados son en realidad un señuelo, lo que permite un puñado de turcos para infiltrarse en el monasterio y secuestrar Ingeras. 
Por su parte, Mirena trata de defender a su hijo, y cae desde el borde de la pared del monasterio. Poco antes de morir Mirena suplica a Vlad que beba su sangre antes de que el sol se levante para darle la fuerza y poder salvar así a su hijo. Vlad bebe a regañadientes su sangre, lo que provoca su transformación final en un vampiro de sangre pura y otorgándole poderes aún mayores. 
Vlad regresa al monasterio y se vuelve con un pequeño grupo de supervivientes ya vampirizados. En el campamento otomano, Mehmed se prepara para una invasión masiva de Europa a través de los Balcanes y Hungría. 
Pero los vampiros de Vlad llegan y masacran a los soldados, mientras que el propio Vlad va después en busca de Mehmed, que está celebrando que Ingeras está cautivo. Consciente de que los vampiros se debilitan por la plata, Mehmed ha llenado el suelo de su tienda de campaña con las monedas de plata y combate a Vlad con una espada de plata. Él domina a Vlad y se dispone a atravesar su corazón con una estaca de madera, pero Vlad se convierte en una bandada de murciélagos y lo evita. Tomando el nombre de "Drácula, el Hijo del Diablo", mata a Mehmed y bebe su sangre. 
Al salir de la tienda de Mehmed, Drácula y Ingeras se enfrentan a los otros vampiros, quienes exigen que mate a su hijo porque él es humano. El monje que tenía previamente llevó a los Valahs contra Vlad aparece y mantiene a los vampiros a raya con una cruz cristiana. Drácula ordena al monje llevar a Ingeras lejos, entonces usa su poder para despejar las nubes negras en el cielo. La luz del sol quema a los vampiros que son transformados en polvo, mientras que Drácula se derrumba en un cadáver carbonizado. 
Con Europa salvada de la invasión, Ingeras es coronado el nuevo príncipe de Valaquia, mientras que Vlad el Empalador presumiblemente ha muerto. Sin embargo, Shkelgim secretamente toma a Drácula y lo revive con su sangre. 
En la actualidad, Vlad se reúne una mujer llamada Mina, que sorprendentemente se asemeja Mirena, en las calles de una ciudad moderna que puede ser Londres, y tienen una conversación sobre poesía algo que tienen en común. El vampiro que maldijo Vlad los observa desde lejos, y la película acaba diciendo: "Que comience el juego."

El final evidencia el deseo de la productora de crear un universo cinematográfico protagonizado por los monstruos del cine de terror clásico, tomando como modelo lo conseguido por Marvel durante los últimos años. De hecho la presencia de Charles Dance como el "Maestro Vampiro" implicaría la posibilidad de aparecer en varias películas universal Monstruos, tanto como Samuel L. Jackson en el Universo Cinematográfico de Marvel. El productor Alissa Phillips confirmó en el estreno británico de la película de Drácula era en parte un intento de recuperar ese universo monstruoso y clásico de la Universal. 

La producción de esta película ha tardado siete años en concretarse. En 2007, el director Alex Proyas fue contratado por los estudios Universal para dirigir la película Drácula:.. Año Cero. La película estaba llamada a ser producida por Michael De Luca y filmada en Australia. Más tarde, Universal sacó del proyecto a Proyas y quizo que participara en ella el nuevo Perseo, Sam Worthington, y estuvo en condiciones de ser Vlad hasta febrero de 2012. Sin embargo, en abril de 2013, el actor Luke Evans se unió al elenco, en sustitución de Worthington para desempeñar el papel de Vlad el Empalador. 

Para febrero de 2012, se hablaba de que el director irlandés Gary Shore estaba en conversaciones para dirigir la película cuyo guión estaba en manos de Matt Sazama y Burk Sharpless. 

El 25 de abril de 2013, Hollywood Reporter confirmó la Universal que la película se presentaría en agosto de 2014. 
Al mes siguiente el Primer Ministro de Irlanda del Norte, Peter Robinson y el Viceprimer Ministro de Irlanda del Norte Martin McGuinness anunciaban que la Universal filmarían Drácula en agosto en Irlanda del Norte. El 29 de agosto de 2013, Variety informó que Legendary Pictures estaba considerando la cofinanciación de la película que se confirmó en mayo de 2014. 
El 2 de mayo de 2013, Sarah Gadon se unió al reparto para protagonizar junto a Evans. Y más tarde Dominic Cooper y Zach McGowan en este caso para desempeñar el papel de Shkelgim. Samantha Barks se unió al reparto para interpretar a Baba Yaga, una hermosa joven que se transforma en un bruja salvaje; sus escenas fueron eliminadas después de la película. Junto con Barks se incluyeron Charlie Cox, Ferdinand Kingsley, William Houston y Thor Kristjansson, el último de los cuales desempeñaría el papel de Bright Eyes, así como Art Parkinson entonces se unió a desempeñar el papel de Ingeras, hijo de Drácula. 

El 20 de mayo de 2013, confirmó que el rodaje se llevaría a cabo en Irlanda del Norte, de agosto a noviembre de 2013. El rodaje de la película comenzó oficialmente el 5 de agosto de 2013, en Roe Valley Country Park en uno de los Parques más importante de este territorio integrado en el Reino Unido. 

Si bien es cierto que la película ha tenido una taquilla razonablemente buena, las críticas han ido por otro lado. Por ejemplo, 'Drácula, la leyenda jamás contada', mal antihéroe, peor vampiro, es el antetítulo de una crítica feroz por parte de uno de los articulistas de blog de cine. Pero no pensemos que únicamente ha sido esta web quien la puesto a parir. 
En Estados Unidos Frank Scheck del The Hollywood Reporter afirma que "Al igual que la reciente, ampliamente denostada 'Yo, Frankenstein', este proyecto mal concebido demuestra principalmente su necesidad de volver a la mesa de dibujo." Algo más crítico se muestra Scott Foundas de Variety al decir de ella que "Esta aburrida historia sobre el origen del vampiro más famoso de la historia sugiere que algunas leyendas es mejor que permanezcan sin ser contadas." Para Kyle Anderson en Entertainment Weekly la película "No funciona ni como historia épica ni como híbrido de acción y horror" o como dice Ben Kenigsberg del The New York Times "Esta película es el último relleno de multiplex que toma un cuento clásico sólo para ahogarlo en penumbra generada por ordenador." Tim Robey es menos crític al decir en Telegraph "¿La sorpresa? Que en realidad no es tan mala. (...) 

Ya en España, Javier Ocaña en el Diario El País afirmaba que "En tono de aventura violenta, de acción con anabolizantes más que de terror clásico, Shore convierte al protagonista en una especie de superhéroe que gana batallas por sí solo". Por su parte, José Manuel Cuéllar del Diario ABC afirma que "Tiene un comienzo prometedor y pronto se apaga en un guión falsario, en unos turcos risibles, de topicazo estereotipado, en un cúmulo de efectos especiales que tapa el agujero de la historia que, para relleno, coge trozos de aquí y de allá (...). 
En Argentina Pablo Raimondi del Diario Clarín Drácula es una "Leyenda desangrada. (...) Con superpoderes y gran corazón por el pueblo de Valaquia, el suspenso y el terror dicen ausente.". Mientras que Javier Porta Fouz del Diario La Nación afirma que "Es apenas otra película sin alma, otra de esas que para seducir en los primeros minutos se valen del atractivo de un personaje (...) Y que luego se debilitan (...) porque se confunde narración con mera exhibición extendida de efectos especiales." 
Y es que de la ambición inicial de esta nueva propuesta sobre “Drácula, la leyenda jamás contada”, pero es insuficiente para crear una buena película, puesto que al final acaba siendo casi ridícula por momentos y nada apasionante, algo incomprensible en una historia de amor apasionado como esta. 

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