sábado, 27 de enero de 2024

La batalla de Inglaterra



"Nunca en el campo de los conflictos humanos tantos les debieron tanto a tan pocos" con esta fase lapidaria de Winston Spencer Churchill termina la batalla de Inglaterra.  una película épica en el diseño,  en el elenco y en el intento de narración de la historia para que la misma sea lo más real posible, así como en la música. Fue una de las películas bélicas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, con las escenas más reales y mejor logradas.

La película, que cuenta con un extenso reparto de primeras figuras, y que ya comentamos hace años en esta entrada, narra de forma bastante rigurosa los acontecimientos que se desarrollaron en Inglaterra aquel verano de 1940, cuando la invasión de las islas británicas era inminente por parte de la Alemania nazi en la Operación León Marino.

Las escenas de combates aéreos están fielmente reproducidas, ya que fueron asesoradas por dos de los auténticos protagonistas de la batalla, el as alemán y general de la Luftwaffe Adolf Galland y el jefe de ala de combate de la RAF Robert Stanford Tuck. Fue una producción Daniel Goldstein para la United Artists. 

La película contó con el guion de Wilfred Greatorex y James Kennaway. La bando sonora fue labor de Ron Goodwin y William Walton, siendo la fotografía responsabilidad de Freddie Young y el montaje de Bert Bates.  

La película es un tributo a los pilotos aliados que participaron en la Batalla de Inglaterra de múltiples países, en los que destacan los polacos, checos,  belgas,  franceses de la Francia libre, sudafricanos,  gente de Rodesia, irlandeses, americanos, canadienses y algunos más ya que fueron más de mil ochocientos veintidós pilotos, de los cuales hubo fallecidos en combate un total de 339. Las bajas alemanas fueron también numerosas, muchos de ellos murieron en combate en gran medida llegando a morir 1.176 tripulantes de bombarderos, ochenta y cinco de Stucas y con muchos también soldados que desaparecieron de sus tripulaciones. 

La batalla de Inglaterra es una película del año 1969 dirigida por Guy Hamilton que cuenta con lo más granado del cine británico del momento. Entre otros actores participan Ian McShane, Michael Caine, Trevor Howard, Harry Andrews, Laurence Oliver, Michael Redgrave, Susannah York, Curt Jürgens y un largo etcétera de buenos actores ingleses y alemanes como Robert Shaw, Kenneth More, Paul Neuhaus y Edward Fox. 

En la película empieza en la Francia ocupada por los nazis. Vemos los ingleses huyen con sus aviones de aeródromos franceses ante el avance alemán. Hitler cuenta poder tratar con Inglaterra y le hace una oferta indirecta en su discurso del 19 de julio de 1940 en el resto. Su llamada no obtiene respuesta alguna y busca la forma de llevar a su adversario al orden. Y en efecto la fuerza británicas en tierra y aire son ínfimas integradas por tres divisiones de las que solo una está completamente equivocada y menos de 700 aviones modernos. Con esto resulta imposible proteger la isla. 

Por la ruta marítima la flota alemana no está en condiciones de asegurarse ni siquiera momentáneamente la libre disposición del paso de Valais, y por aire dos mil de los seis mil aviones alemanes están inservibles tras la campaña de Francia. Ante esto el mando alemán resuelve bajo la influencia de Goering (Hein Riess) , designado por Hitler jefe de la luz bace recurrir a las bombardeos aéreos masivos combinados con una amenaza de desembarco en lo que se donning denomina operación día del águila. 

La situación parece excepcionalmente favorable al éxito tras arrasar los aeródromos británicos, pero la fuerza de resistencia de la población civil, el excepcional valor en lo material y personal de la aviación de caza británica y sobre todo la intervención por sorpresa de la técnica con la aparición del radar que permite detectar de lejos al enemigo aéreo seguir su vuelo y orientar el de las defensas Ana antiaéreas o buses y aviones permiten a los británicos resistir con éxito.

La película de Guy Hamilton director que fue entre otras de Golfinger de la saga 007 se recrea con rigurosa fidelidad histórica alguna de las horas claves de esta fase de la Segunda Guerra Mundial. 

La operación día del águila significó el primer asalto en Inglaterra de la aviación alemana. Las formaciones de la luz bafe tras desmantelar el dispositivo de defensa británico y arrasar sus campos de aterrizaje tuvieron vía libre hacia Londres objetivo primordial de Goering. Con Spitfires, los pequeños pero ágiles cazas británicos recayó el peso de lo que habría de llamarse la batalla de Inglaterra. 

La película fue rodada en la Base Aérea de Tablada (Sevilla), algunas playas de la Provincia de Huelva y en San Sebastián, Fuenterrabía, Zarauz (Guipúzcoa), Bentley Priory y Middlesex. Los productores de la película se encontraron con el problema de encontrar, 30 años después, los aviones protagonistas de aquellos enfrentamientos. Su salvación llegó al comprobar que muchos de los aparatos aún estaban en servicio en España. Para ello fue esencial el papel de Gil Parrondo como director artístico. Uno de los grandes, de los más grandes. 

En el Reino Unido, el rodaje de escenas de batallas aéreas sobre Londres y sus condados generó un interés considerable. La publicidad previa al estreno incluyó carteles cuádruples de la película en lugares destacados de vallas publicitarias y artículos en la revista The Sunday Times y en la prensa local. 

Sin embargo, la película se estrenó en un momento en el que el sentimiento pacifista suscitado por la guerra de Vietnam estaba en auge, y también había cinismo entre las generaciones de la posguerra sobre el supuesto heroísmo de quienes participaron en la Batalla de Gran Bretaña. 

El estreno de la película se celebró en el Dominion Theatre de Londres el 15 de septiembre de 1969 y contó con la asistencia de 350 veteranos de la Batalla de Gran Bretaña, incluido el mariscal jefe del aire Lord Dowding.

El Evening Standard la calificó ´de "una película más absorbente que conmovedora", The Times escribió que era "una mezcla discreta de todos los enfoques posibles, hecha con buen gusto, nada poco inteligente, eminentemente respetable y en su mayor parte mortalmente aburrida", y The Guardian la calificó como "ni una película muy buena ni una pieza histórica muy formidable". 

La prensa norteamericana también fue crítica con la película. Vincent Canby de The New York Times escribió que la película es un "homenaje a aquellos aviadores que, en 1940, rompieron la amenaza de invasión nazi. También es una de esas no películas de estrellas, de un orden algo inferior. que El día más largo, que intenta recapitular la historia, pero no añade nada a la comprensión. La mezcla de ficción en clave menor y hechos reescenificados nunca es –al menos para mí– nunca particularmente satisfactoria, ya que se le niegan las prerrogativas y posibilidades de ambos el documental y el cine de ficción.

En el Chicago Tribune, Gene Siskel afirmó: "Creemos que el público cinematográfico estadounidense ya no se deja impresionar por elencos de miles y presupuestos de millones. Lamentablemente, Harry Saltzman, que produjo La batalla de Gran Bretaña, no está de acuerdo. La película es una película de 12.000 millones de dólares. Una bomba de un megadólar que presenta 100 aviones antiguos que consumen 40 minutos de película. La película no tiene absolutamente ningún interés dramático en los otros 93 minutos, y cuestiono la idea de que vale la pena verla sólo por las secuencias aéreas". Siskel incluyó la película en su lista de las veinte peores películas de 1969, señalando que "los aviones tenían las únicas buenas líneas de la película". 

Roger Ebert escribió que "las escenas aéreas pueden reproducirse eternamente y repetirse descaradamente, hasta que estemos seguros de haber visto al mismo Heinkel sumergirse en el mar (lo siento, la "bebida") ya tres veces. Y los efectos especiales no lo son. "No es tan bueno para una película que cuesta 12.000.000 de dólares."

Según el director Guy Hamilton en una entrevista incluida en el DVD de dos discos de la película, Battle of Britain recaudó poco menos de 13 millones de dólares en la taquilla mundial. Debido a sus altos costos de producción y marketing, eso significó una pérdida de 10 millones de dólares, pero la película finalmente se volvió rentable gracias a las ventas de medios domésticos.



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