miércoles, 10 de enero de 2024

Los sobornados


Decía Terenci Moix que se puede considerar los hornados como la película que mejor ejemplifica la desconfianza que le merecían a Fritz Lang las instituciones públicas encargadas de velar por el sostenimiento de la justicia. La policía aparece como un cuerpo particularmente corrupto, incapaz incluso de salvaguardar sus propios miembros cuando son atacados por los malhechores que dominan por medio de los sobornos al grueso de la organización. En ese sentido, el típico recurso a lo simbólico del director proporciona una de sus secuencias características, cuando el policía encarnado por Glenn Ford destruye, inadvertidamente, y por torpeza la comisaría que su hija ha construido con fichas.

Parte del terrible de Los sobornados es que está basada en hechos reales que conmovieron a la ciudad de Filadelfia y que fueron novelados en mil novecientos cincuenta y dos por el especialista en literatura policial, William P. McGivern. Este había trabajado en uno de los periódicos que destaparon el caso, y ese conocimiento tan cercano de los materiales le permitió reflejar con singular viveza el problema de la doble moral de los corruptos. Esa mezcla de corrupción y miedo se erige como un muro de " gran calor" en torno al policía que va ganando en frenesí, coraje y ardor conforme ya se va encontrando con más dificultades en forma de testigos amedrentados que se niegan a colaborar. 

Lang crea de esta manera un contraste enriquecedor entre la secuencias iniciales que introducen al espectador en la placidez de la vida familiar del policía protagonista, cuya esposa cumple a la perfección el papel de compañera, y la progresiva espirar de horror en que se convierte el trabajo cotidiano desde que una llamada telefónica interrumpe su velada familiar devolviéndolo a la realidad se exterior que en breve será funesta para él. 



Con su siguiente filme" Deseos Humanos" , la intención de los productores era repetir la fórmula de los sobornados y recurrir nuevamente al binomio Glenn Ford y Gloria Grahame en una intriga sexual donde otra vez el amor se convierte en arma de crímenes y fenómeno de culpa. 

En este caso Fritz Lang en su película del año 1953 y que en inglés se título The Big Heat, los cuenta la historia de Tom Duncan, sargento de la policía, que se suicida de un tiro en la cabeza dejando tras de sí una nota para el fiscal en la que confiesa haber formado parte de una banda de gánsteres y revela en ella la corrupción de varios altos funcionarios dominados por el mafioso Mike Logan o Lagana  (Alexander Scourby). Esta carta es escondida por Bertha (Jeanette Nolan), la viuda del muerto, antes de que llegue la policía, pensando en sacar partido de ella. Con ese documento podría llevar a la cárcel a Mike, pues se le podría acusar de soborno. Lo cierto es que el fallecido dejó un sobre dirigido a la fiscal de distrito, que ella guarda en secreto y bajo llave en su caja de seguridad del banco.

El caso le llega a un conocido suyo en la policía, Dave Bannion (Glenn Ford) , del Departamento de Policía de Kenport, el sargento encargado del caso, que inicialmente se plantea que es un suicidio provocado por su larga enfermedad, no planteándose al inicio la razones del suicidio de Duncan , ya que la esposa del fallecido, Bertha Duncan, le comenta que su marido había tenido problemas de salud recientemente. Así lo cree hasta que recibe la llamada de una joven, Lucy Chapman (Dorothy Green) , una gran amiga del policía suicidado, que está convencida de que no ha sido un suicidio ya que Duncan no tenía mala salud y no tenía motivos para suicidarse, además de que había prometido irse con ella en cuanto su mujer le concediera el divorcio.

Bannion somete entonces a Berta Duncan a un duro interrogatorio, pero esta no declara nada que conduzca alguna pista. La viuda de Duncan se niega a explicar la lujosa casa de la pareja.

Al día siguiente, Bannion recibe la orden del teniente Ted Wilks que se ve sometido bajo presión desde "arriba" para cerrar el caso y que abandone sus indagaciones. Los jefes de la policía y de de la administración de la ciudad, que están a las órdenes de Logan, comienzan a inquietarse y desean ver el caso cerrado.

Las cosas se complican cuando poco después, cuando el cuerpo de Lucy aparece y ha sido brutalmente asesinada, estrangulada, con el cuerpo cubierto de quemaduras de cigarrillo.

Ante esto , y aunque el caso Chapman está en la jurisdicción del sheriff, Bannion investiga y recibe llamadas amenazadoras en su casa, pero Bannion decide interrogar a Mike Lagana en su casa. Descubrimos que Logan se manifiesta como un educado cacique local, jefe de la mafia que gobierna la ciudad, y descubre que la gente está demasiado asustada para enfrentarse al sindicato del crimen capaz de corromper a media ciudad mediante sobornos. Su temeridad tiene un precio y una bomba colocada en su coche mata por error a su joven esposa, Katie (Jocelyn Brando).

La muerte de Katie provoca un cambio en el carácter del policía y sus denuncias pasan a ser una salvaje y violencia da venganza personal. Al ver el cariz que toman las cosas, Bannion acusa a sus superiores de corrupción, Bannion reprende al corrupto comisionado de policía Higgins, acusándolo de obedecer las órdenes de Lagana. Higgins suspende inmediatamente a Bannion y le ordena que entregue su placa. Este presenta su dimisión, entrega su placa, no su arma - pues deja claro que es suya-, pero inicia en solitario una lucha a muerte contra los gangsters.

En sus pesquisas llega hasta un club nocturno llamado "The Retreat". Allí ve como Vince Stone, castiga a una mujer, quemándola con una colilla de cigarro, Bannion se enfrenta a él y a sus matones. Esto le hace ver que el responsable de la muerte de Chapman pudiera ser Vince Stone (Lee Marvin) , brazo derecho de Logan, y su novia, Debbie Marsh ( Gloria Grahame).


Esto impresiona a la novia de Stone, Debby Marsh. Los dos se llevan bien y toman un taxi hasta el hotel donde él vive ahora. Cuando Debby accidentalmente le recuerda a Bannion acerca de su difunta esposa, él le dice que se vaya. Debbie terminará por enamorarse de Bannion. 

Debby regresa de mala gana al ático de Stone. Vince, loco de celos, la acusa de hablar con Bannion sobre sus actividades y le arroja una taza de café hirviendo a la cara. Higgins, que había estado jugando al póquer con Stone y su grupo allí, la lleva a un hospital. Le ha desfigurado la cara.

Debby regresa a Bannion en su hotel; el lado izquierdo de su cara muy quemado y medio cubierto de vendajes. Para protegerla, la pone en una habitación de hotel cercana a la suya. 

Debby identifica al hombre que había organizado la colocación del coche bomba como Larry Gordon, uno de los asociados de Stone. Ella también le dice dónde se hospeda Gordon. Bannion obliga a Gordon a admitir el coche bomba y a revelar que la viuda de Duncan está chantajeando a Stone y Lagana con documentos incriminatorios. Bannion no mata a Gordon, pero promete hacer correr la voz de lo que habló. 

Posteriormente, Gordon es asesinado por los hombres de Stone. Bannion luego se enfrenta a la señora Duncan, acusándola de traicionar a Lucy Chapman y proteger a Lagana y Stone. Con las manos en la garganta, Bannion le dice a la señora Duncan que si la matan, se revelarán las pruebas que tiene contra Lagana. Antes de que Bannion pueda cumplir sus amenazas, llegan policías enviados por Lagana y se ve obligado a irse. 

Bannion va a lidiar con Stone cuando llega Wilks, ahora preparado para enfrentarse a la mafia y su corrupto jefe. Debby acude a la señora Duncan y comienza a hablar sobre sus respectivas asociaciones con los gánsteres. Cuando la señora Duncan intenta llamar a Stone para pedir ayuda, Debby la mata a tiros. 

Bannion sigue a Stone, quien regresa a su ático, donde Debby lo estaba esperando. Ella le arroja café hirviendo a la cara en un acto de venganza. En represalia, Stone le dispara. Después de un breve tiroteo, Bannion captura a Stone. Cuando Debby muere en el suelo, confiesa haber disparado a la señora Duncan. 

Stone es arrestado por asesinato y la evidencia condenatoria del oficial Duncan en la nota que dejó al fiscal del distrito se hace pública. Lagana y Higgins son acusados y Bannion es reintegrado a su trabajo como detective de homicidios. Con ello, Bannion pueda llevar a termino la misión que se había propuesto, desvelando la trama y recuperando su puesto de trabajo en la policía. 

Estamos ante una de las cumbres del cine en negro que nos muestra a un detective idealista que luchará contra el crimen organizado. La historia de corrupción que nos muestra la película está basada en hechos reales. 

A finales de los años 40, en Filadelfia, un funcionario público de Hacienda corrompido por la estructura mafiosa se suicidó con la intención de dar a conocer con su muerte la corrupción existente. La policía no investigó el asunto, pero fue aireado por tres periódicos locales a la vez, pues el primero de ellos en obtener la noticia no se atrevió a difundirla en exclusiva. 

El novelista William P. McGivern, que entonces trabajaba en uno de ellos - The Philadelphia Bulletin-, recogió todo el material que pudo en torno al caso y escribió en tres semanas la novela The Big Heat, que se publicó en un serial de siete capítulos en el magazine The Saturday Evening Post en 1952. 

Inicialmente, la novela de McGivern iba a ser producida por Jerry Wald , que quería a Paul Muni. , George Raft o Edward G. Robinson (que trabajó con el director Fritz Lang en La mujer en la ventana y Scarlet Street ) para el papel de Dave Bannion. Columbia Pictures pagó 40.000 dólares por la novela de McGivern. Lang dirigió la película mientras Sydney Boehm la escribía. Boehm cambió muchos detalles de la novela. El comisionado Higgins no está en la novela y el teniente Wilks es el policía corrupto. Un policía honesto llamado Cranston, que aparecía en la novela, fue omitido de la película.   Lo cierto es que los periódicos siempre fueron para Lang una fuente de donde sacar historias. 

Columbia quería que Marilyn Monroe interpretara el papel de Debby Marsh, pero no quería pagar la tarifa que 20th Century Fox exigía por el préstamo de su estrella, por lo que Gloria Grahame fue elegida en su lugar. Estaba previsto que Rex Reason interpretara a Tierney o al detective Burke, pero su agente quería un papel más importante. Al final, Reason no fue elegido y Peter Whitney y Robert Burton obtuvieron los papeles de Tierney y Burke respectivamente. En la escena del bar donde Stone y Bannion se conocen por primera vez, la banda de la casa interpreta " Put the Blame on Mame ", una canción que también se escucha en el clásico negro de 1946 Gilda , también protagonizado por Ford y también producido por Columbia.

En esta película, Fritz Lang muestra con toda crudeza la parte más sórdida de las relaciones entre policías y delincuentes, dibujando tres grandes personajes: el sargento Bannion, interpretado por Glenn Ford, honesto y sencillo, cuyos rasgos principales serán adoptados por el Eliot Ness de Brian De Palma, la casquivana novia del gánster Debby Marsh (Gloria Grahame), siempre ironizando con el servilismo de su novio ante el jefe, y uno de los villanos más odiosos de la historia del cine, el Vince Stone que interpreta Lee Marvin. 

De la película destaca la excelente dirección donde Fritz Lang sabe ir dando una tensión creciente al relato, y un excelente reparto con Glenn Ford, Gloria Grahame, Jocelyn Brando y Lee Marvin, un personaje brutal capaz de arrojar café hirviendo al rostro de su bella y frívola novia.  En la producción estuvo Robert Arthur ,a la fotografía fue de Charles Bryant Lang Jr y el montaje fue labor de Charles Nelson. 


Roger Ebert el crítico de Chicago Sun Times y sustentor de la web rogerebert.com sostiene que "[Muestra] la belleza de la moral ambidiestra de Lang (...) Cuenta la historia de un policía heroico, pero usa esto para enmascarar otra historia mucho más oscura, por debajo (…)" Además elogió a los grandes secundarios.

Bosley Crowther el de The New York Times comenta que "Gracias a la brillante dirección de Lang, gruñes cuando Ford lanza un puñetazo (...) Lang sabe dirigir una película. Ha puesto su mente en ello, esta vez, y ha traído una interesante con aguijón." 

Variety destacó el papel de Glenn Ford y dijo del actor en su papel de Bannion que se mostraba como una "estrella tensa y contundente"

Para Chuck Bowen de Slant en la película "No hay ni un gramo de grasa en esta película (...) 'The Big Heat' es un banquete de concisión relevante (…) 

Don Druker de Chicago Reader sostuvo que era "Brutal, atmosférica y emocionante — muy recomendable." y en otro diario de Illinois, el Chicago Tribune defendió que Los sobornados "Puso los cimientos no sólo de 'Dirty Harry' sino de todo el género de películas con policías corruptos que empezaron a surgir en la época de Vietnam." 

Para Mark Chalon Smith de Los Angeles Times la película "Puede dejar atónita a la audiencia contemporánea con sus atrevidos artificios argumentales y todas las cosas entretenidas y traviesas que dicen los personajes, pero se mantiene como un clásico del estilo." 

El escritor David M. Meyer afirma que la película nunca supera la repulsividad básica de su héroe, pero señala que algunas partes de la película, aunque violentas, son mejores que la película en su conjunto: "La más conocida es la desfiguración de Gloria Grahame a manos de El psicópata Lee Marvin, que le arroja café caliente a la cara". 

Según el crítico de cine Grant Tracey, la película da un vuelco al papel de la mujer fatal : "Mientras que muchas películas negras contienen la tradición de la mujer fatal, la mortífera mujer araña que destruye a su hombre, su familia y su carrera, The Big Heat invierte este paradigma narrativo, lo que convierte a Ford [Det. Bannion] en el agente indirecto de destrucción fatal. Las cuatro mujeres que conoce, desde la cantante Lucy Chapman hasta Debby, son destruidas" 

El historiador de cine Andrew Sarris en "Todavía no has oído nada": la historia y la memoria del cine parlante estadounidense, 1927-1949 dijo que " "La... violencia memorable en The Big Heat ... implica que el mundo debe ser destruido antes de que pueda ser purificado"". 

Ya en España. en El País Miguel Ángel Palomo dejó por escrito que "Lang elabora una brutal película negra en la que la ambigüedad moral acecha a los personajes. (...) Una obra maestra." 

Quim Casas en su libro sobre Lang, publicado por Cátedra, afirma de esta película que «Los sobornados no es solo una de las mejores películas de Lang, sino la que resume obstinadamente mejor su fijación en el realismo documental y en la estética que podríamos llamar de crónica de sucesos". 

Pelicula necesaria para los amantes del cine negro en la que destacan sus frases contundente como la que suelta Deddie al policía "Vaya, es usted tan romántico como un par de grilletes" , y en la que Ernesto J. Pastor destaca que debe ser la película de cine negro en la que mueren un número mayor de mujeres. Son ellas (tres "buenas" y una "mala") las que sufren las consecuencias. 

En 2011, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.




De entre los comentarios destacan el gran trabajo de Glenn Ford y de cómo se percine en su mirada, el enorme dolor por la pérdida de su mujer y por dejar su hogar. El crítico Pedro Amorós destaca de esta obra maestra que la película es un "Apabullante ejercicio de estilo, apabullante puesta en escena. Imágenes de una fuerza visual demoledora y, por si fuera poco, humanismo desbordante. Lang en estado puro. "   



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