viernes, 15 de abril de 2016

Alakrana, realidad y ficción


Esta semana explicaba, entre otras muchas cosas que eran la ZEE, es decir, la zona económica exclusiva, también denominada mar patrimonial, es una franja marítima que se extiende desde el límite exterior del mar territorial hasta una distancia de 200 millas marinas (370,4 km) contadas a partir de la línea de base desde la que se mide la anchura de éste. 

A la vez que explicaba eso también concretábamos lo que era un caladero entendiendo que son las zonas marítimas donde los pescadores tienden a calar o "calan" sus redes por la existencia de condiciones favorables que facilitan la abundancia de pesca, y las dificultades que tienen los caladeros españoles muy afectados, entre otras muchas cosas por su agotamiento por sobreexplotación y de la necesidad que han tenido las flotas españolas de gran altura que, en gran medida, tuvieron que marchar a otros caladeros internacionales entre otros al de las Seychelles en el Océano Índico. 

Para poner ejemplos sobre nuestra presencia en esa zona les hablé de lo acontecido con el Playa de Bakio y , sobre todo, con el Alakrana, el más mediático de todos los atuneros que por allí han pasado dado los tristes acontecimientos que le rodearon. Algunos por edad lo recordaban, pero otros por una miniserie que emitió Telecinco hace unos años y que se puede ver dentro de la oferta de series de Movistar+.  


Desconocía que Telecinco había realizado una miniserie de TV de dos episodios sobre lo acontecido. Para ello la productora de Telecinco, Telecinco Cinema, unida a Fausto PC y a  Zentropa See Spain  montaron esta miniserie que combinaba el drama, el thriller previsible , al menos, para los que teníamos memoria inspirándose en mayor o menor  medida en los hechos reales acontecidos en los casi cincuenta días - fueron 47 días- de secuestro protagonizado por los piratas somalíes. 

El director de la serie fue Salvador Calvo, siguiendo el guión de Jorge Guerricaechevarria. Además cuenta con la música de Víctor Reyes y la fotografía excesivamente luminosa, casi quemada, según mi gusto- de Álvaro Gutiérrez. 

El reparto lo encabezaba el héroe de Telecinco para entonces el "príncipe" Miguel Ángel Silvestre en el papel del Capitán, Francesc Orella en el papel del Patrón de barco, Babou Cham en el de Hijoputa, Cristina Plazas como Edurne la mujer de Kepa, Irene Montalà como Patricia la hija del Patrón, Juan Carlos Vellido el engrasador de máquina, Fernando Cayo como el timado agente del CNI, Carlos Hipólito como el Embajador en Kenya, Ali El Aziz como el intérprete, Paul Berrondo como Kepa, Paco Hidalgo como el Cocinero, Toni Sevilla como el jefe de máquinas, Jimmy Castro, Junto a ellos aparecen igualmente Antonio Velázquez, John Adewole, Francesc Pagés, Gorsy Edu.

La miniserie comienza con la siguiente rotulación informativa: «Esta película está inspirada en hechos reales pero los personajes y sus vivencias son ficción y cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad. La película no pretende ser un juicio sobre los hechos ocurridos, cuya resolución está en manos de los jueces y tribunales.» 

Mientras el Alakrana, un buque de pesca atunero congelador español propiedad de la empresa Echebastar fleet S.L., que tiene su puerto de registro en Bermeo (Vizcaya) y que fue construido por los Astilleros de Murueta S.A., de Murueta.  navega por el Océano Índico, lejos de las rutas internacionales protegidas, es avistado por dos jóvenes que van en una barca, Raagegeesey y Abdu Willy, Ambos, que parecen trabajar como oteadores de unos piratas somalíes, ansiosos por capturar un barco con el fin de secuestrarlo y pedir un sustancioso rescate. 

Lo cierto es que en aquella mañana del 2 de octubre de 2009 un grupo de piratas somalíes se acérca en sus zodiac e inicia un asalto que, en principio, es rechazado por las mangas de agua, pero , finalmente, logran tomar el buque.

Así pues el Alakrana es secuestrado por piratas en un lugar indeterminado que oscila entre las 413 millas de las costas del sur de Somalia (según algunas fuentes), bien a 120 millas náuticas (por tanto dentro de la ZEE de Somalia) según sentencia de la Audiencia Nacional. En cualquier caso el buque faenaba lejos de la zona protegida por la Operación Atalanta, dentro de la zona de seguridad a pesar de que capitán y patrón realizan una llamada pertinente pidiendo ayuda a la flota española en la zona, pero dada su lejanía no logran llegar antes de ser ocupado el barco definitivamente por los piratas.

A pesar de la imposibilidad de llegar a tiempo en su auxilio acudió la fragata Canarias, que estaba por aquellas aguas desde el 10 de agosto para incorporarse a la Operación Atalanta, junto con otras fuerzas españolas. La Canarias, si bien no consiguió interceptar al atunero antes de que llegase a Harardhere,puerto base de los piratas, sí consiguió capturar a dos piratas -precisamente a Raagegeesey y Abdu Willy- que habían abandonado el barco en un esquife. 

Empezaba una pesadilla para las familias de los 36 tripulantes secuestrados -7 vascos, 1 andaluz y 8 gallegos, estando el resto de la tripulación compuesta por tripulantes de Indonesia, Ghana, Senegal, Costa de Marfil, Madagascar e Islas Seychelles, - aunque el que aparece como principal entre los foraneos es un hindú o pakistaní-, que, a muchos kilómetros de sus seres queridos, no dejaban ni un momento de luchar y realizar gestiones con el Gobierno central y el Ejecutivo vasco para que recuperasen, sanos y salvos, a los 36 miembros de la tripulación, 16 de ellos españoles. En ese sentido vemos que especial participación según la miniserie tuvieron Edurne (Cristina Plazas) la mujer de Kepa y Patricia (Irene Montalà) la hija del Patrón. 

Las noticias que iban recibiendo de ellos eran preocupantes pues durante el tiempo que estuvieron a merced de los piratas -armados con fusiles y lanzagranadas-, no dejaron de temer por su vida ni un segundo. Pasaban largas horas atados, no les dejaban ir al baño, no les daban agua, recibían patadas y les despertaban cuando se quedaban dormidos para desquiciarles. 

Además, los captores se emborrachaban a bordo y mascaban qat, un estimulante vegetal, por lo que se peleaban y parecían estar a punto de perder el control en cualquier momento. 

En paralelo se pone en marcha un doble dispositivo , el habitual coordinado por la embajada en la que armador encabezado por el embajador (Carlos Hipólito) y seguro se ponen en contacto con secuestradores y negocian la liberación, con participación invisible del servicio de "inteligencia " español, el CNI, asumido aquí por el actor Fernando Cayo; pero también otra inaudita , muy patriótica y muy mediática protagonizada por las vedettes del sistema judicial español, la Audiencia Nacional, el por aquel entonces , juez Garzón, y el todavía sempiterno y poco resolutivo juez Pedraz consistente en traer a España a Raagegeesey y Abdu Willy por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que es la persona que ordena el traslado urgente de los piratas a España tras aceptar la petición de la Fiscalía que acusa a los detenidos de 36 delitos de detención ilegal, uno de robo con violencia y posesión de armas.Iban a ser juzgados por piratería a requerimiento de la Audiencia Nacional. 

Mientras tanto, aunque esto no salga en la miniserie, el 8 de octubre de 2009, el Parlamento Vasco insta al Gobierno español a que permita la inclusión de infantes de marina en los buques atuneros que faenan en el Índico. 

Mientras las negociaciones se llevan a cabo con la eficacia habitual y el seguro parece hacerse cargo del rescate, unos dos millones de dólares para los piratas, las conversaciones se interrumpen pues ha llegado la noticia de que los españoles se han llevado a dos de los asaltantes. En ese 12 de octubre de 2009, un portavoz de los piratas condiciona el secuestro de los 36 rehenes del Alakrana a la liberación de sus dos compañeros arrestados. La misión de este portavoz de la mafia local es conseguir una mayor mordida y las circunstancias lo favorecen. Los captores amenazan con tomar represalias contra los marineros si la Armada española o las fuerzas navales de la UE si intentan atacar el pesquero. 

Al día siguiente , el 13 de octubre de 2009, el juez Garzón ordena el ingreso en prisión - en la película Soto del Real- de los dos piratas. Uno de los piratas, Abdu Willy, declaró a su llegada a España ser menor de edad. Las primeras pruebas, realizadas en el Hospital Gregorio Marañón, acreditaron su mayoría de edad. 

Una semana más tarde, el 20 de octubre de 2009, el magistrado Santiago Pedraz retoma el caso de los piratas somalíes y estima que no se puede asegurar la mayoría de edad de Abdu Willy. Por lo que el juez solicitó pruebas adicionales, que fueron realizadas por tres forenses de la Audiencia Nacional y solo pudieron determinar con seguridad que era mayor de 17 años, con lo que su caso debía trasladarse a la Fiscalía de Menores. Dicho organismo se declaró no competente al no haber cometido el presunto menor delito en la Comunidad de Madrid. Finalmente, mediante una ortopantomografía y radiografías óseas, se determinó que tenía una edad superior a 18 años, por lo que el caso volvió al juez Pedraz. 

El  23 de octubre de 2009, cientos de personas se concentran en el puerto de Bermeo para pedir la liberación de la tripulación del pesquero en parte coordinadas por Edurne y Patricia, que actuan de portavoces de los familiares ante la prensa y ante las autoridades.

El 27 de octubre de 2009 los secuestradores amenazan con entregar a algunas tripulantes del Alakrana a los familiares de los dos detenidos en España, a pesar, según manifiesta Abu Willy en algún momento de la película su padre había pasado de él y de su madre desde hacía muchos años y sólo había vuelto para sacar dinero del asunto.

El 5 de noviembre de 2009, la situación del Alakrana se complica. Los piratas aseguraron haber desembarcado a tres tripulantes del Alakrana: Patxi Valdés, primer oficial del buque; Antonio Manuel Pérez, electricista; y el marinero Joaquín Fernández. En caso de no producirse la liberación de sus compañeros presos, amenazaron con asesinar al cabo de tres días a los rehenes desembarcados, o bien entregárselos a las familias de los piratas detenidos. Esta misma operación se repetiría con más marineros en caso de no ceder el Gobierno español a las presiones. Los familiares denuncian que los secuestradores han llevado a tres marineros a tierra. Amenazan con ejecutarlos si en tres días no liberan a los dos piratas encarcelados en España. Finalmente, fueron devueltos a bordo el 7 de noviembre. Posteriormente se descubrió que en ningún momento les llevaron a tierra y todo fue una estrategia de los piratas para presionar al gobierno.

Ante esto y según se muestra en la película el CNI intentó contactar con un grupo local para la liberación de los mismos que, presuntamente estaban en una casa de la localidad, a cambio de una buena cantidad de dinero. Sin embargo, los españoles del servicios de inteligencia muestran su capacidad dejándose embaucar por unos simples estafadores. 

El  9 de noviembre de 2009 el patrón del buque, Ricardo Blach, medinate vía telefónica confirma la mejoría de la situación en el interior del atunero. 

Al día siguiente, un grupo de familiares de los secuestrados, entre ellos la hija del patrón del barco, Cristina Blach, aquí Patricia, se reúne con el presidente del Gobierno , José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa. Tras la visita de unas 8 horas acuerdan no hacer más declaraciones públicas y sólo comentan que quieren un desenlace feliz y rápido para los próximos días.

13 de noviembre de 2009, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, hace unas declaraciones televsivas en las que asume la posición de coordinadora del comité que gestiona la crisis . El recurso televisivo a aparece en varias ocasiones en la película y en la misma aparecen desde Iñaki Gabilondo informando en Cuatro, como Hilario Pino y alguna periodista de Telecinco hablando con el Patrón o dando informaciones sobre lo que acontece.

Un mediador de los piratas asegura que la liberación del Alakrana y de sus tripulantes puede producirse "entre dos o tres días si todo va bien". 

A finales de octubre de 2009, tras concluir su participación en la operación Active Endeavour de la OTAN en el Mediterráneo oriental, la fragata Méndez Núñez fue enviada como refuerzo a la zona para relevar a la Canarias en la operación Atalanta y permitirle realizar sus labores de mantenimiento, repostaje de víveres y combustible, aunque nada de eso se informa en la miniserie. Tras ello, ambas fragatas permanecieron en la zona. 

Un día durante el secuestro, los tripulantes del barco se sorprenden de un golpe que recibe el barco. En ese momento descubren que otro buque se localiza junto a ellos. los piratas quieren trasvasar gasoil del Alakrana al Ariana MV, un barco griego con bandera de Malta y ocon trupulación ucraniana que llevaba secuestrado desde el 2 de mayo de 2009 con 24 tripulantes ucranianos a bordo (3 mujeres entre ellos) y que sería liberado 7 meses más tarde.

Al llevarse a cabo esa operación de trasvase de gasoil, los tripulantes del Alakrana que visitaron el otro barco ven la difícil situación de la tripulación secuestrada y deciden dar comida y medicamentos a los otros secuestrados, ya que, según palabras de los marineros del barco español, una de las mujeres de esa embarcación había sido violada varias veces, quedándose embarazada y abortando; y otra rehén, una niña de unos 12 años, también sufrió violaciones por un "niño pirata". 

La medicación que les suministraron los tripulantes del Alakrana fue tirada por los piratas al agua. La madre de la niña violada intentó en vano que los piratas permitiesen a los marineros españoles llevarse a su hija.

El 16 de noviembre la fiscalía de la Audiencia Nacional rechazó un acuerdo con las defensas de los presuntos piratas Raagegeesey y Abdu Willy, y anunció que pediría para ellos penas que podrían superarán los 200 años de cárcel. Ese día el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordena el procesamiento de los dos piratas somalíes. 

El 17 de noviembre de 2009, tras 47 días de secuestro, el Alakrana fue liberado tras el pago de un rescate de unos 4 millones de dólares (en aquel momento 2,68 millones de euros). El dinero es entregado desde un helicóptero y en la misma plataforma del buque se procede al reparto entre los secuestradores. Sin embargo, esto es un artificio de os guionistas puesto que el pago se había realizado días antes de la liberación, el armador ya había realizado, según palabras del patrón de la embarcación. Según el portavoz de los piratas, el pago ya se había hecho desde hacía dos semanas. La demora entre el pago y la liberación final podría haberse debido a la gestión de los intermediarios. Y parece ser que al igual que en el secuestro del barco Playa de Bakio, el rescate fue pagado por el armador y lo que a éste le reintegrase su seguro, pero para adelantar los trámites, parte de la cantidad fue adelantada por los fondos reservados del CNI. 

En el momento del pago había 63 piratas de diferentes clanes a bordo, lo que parece indicar que en el tiempo que medió entre el acuerdo y el pago en sí, los piratas avisaron a otros piratas para que participasen del botín.

Esto no se dice, pero durante la liberación, los helicópteros de las fragatas Canarias y Méndez Núñez intentaron sin éxito la captura de los últimos piratas que abandonaron el buque, llegando incluso a disparar contra ellos. aunque esta versión fue desmentida por el patrón del Alakrana, quien negó que se produjeran disparos o que se intentase capturar a los piratas. Sin embargo, fuentes de la Armada comunicaron que se fracasó en un intento de atrapar a los últimos piratas que abandonaron el barco, de los 63 que ayer se encontraban a bordo. Un helicóptero militar disparó ráfagas de ametralladora contra una zódiac rápida -escoltada por otra, gemela- en la que cinco bucaneros trataban de alcanzar la costa a toda velocidad. Fuentes solventes de Defensa señalaron que la intención del ataque era "apresarles", y que los disparos produjeron heridos y, quizá, algún muerto. Además, según esas fuentes, un segundo helicóptero que vigilaba el operativo también tuvo que abrir fuego para disuadir a un esquife en el que miembros de un clan de piratas rival se disponían a recapturar de nuevo al Alakrana. 

Asímismo, y al igual que ocurrió con el Playa de Bakio, hubo de evitarse el que fuera recapturado por piratas de otro clan. 

Durante el secuestro los piratas se llevaron todas las pertenencias de los tripulantes, por lo que algunos de los familiares que viajaron a Seychelles tuvieron que llevar ropa para que se pudiesen cambiar. 

Mientras en Bermeo se sucedían las muestras de alegría -el pueblo se volcó durante esos 47 días tan duros, manifestándose una y otra vez y mostrando su apoyo a las familias de los arrantzales. 

En la miniserie se nos muestra que todos los tripulantes son recibidos por sus familias a su regreso al aeropuerto de Barajas, salvo el capitán que está más solo que la una. Una mirada del Patrón sobre el capitán saliendo del mismo y una sobreimpresión sobre lo que aconteció después a los dos piratas somalies detenidos y a la tripulación del Ariana, pone fin a la película.

Sobre los somalíes indicar que el 3 de mayo de 2011, los dos piratas somalies capturados, Cabdullahi Cabduwily, conocido como Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji fueron condenados por la Audiencia Nacional a 439 años de cárcel, al considerarles culpables de 36 delitos de detención ilegal (11 años por uno), cinco años por robo con violencia y 36 delitos contra la integridad moral (un año por cada uno), absolviéndolos sin embargo de los delitos de terrorismo, integración en banda armada, lesiones y torturas, que solicitaban las acusaciones particulares. 

Sin embargo hay que decir  que parte del relato en real y otro mucho es ficción. Por ejemplo, algo que no es cierto. Por ejemplo, tras la liberación, el Alakrana se dirigió a las Islas Seychelles escoltado por las dos fragatas arribando a Port Victoria el 20 de noviembre de 2009. Los 16 tripulantes españoles retornaron a España el 21 de noviembre de 2009 en un avión del Ejército del Aire aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz. Mientras los familiares gallegos se trasladaron a Seychelles en el avión del ejército para reencontrarse con ellos el mismo día 20 de noviembre; los familiares vascos les esperaron en España, unos por diversos motivos personales y otros porque acordaron que el recibimiento fuese en privado, aunque algunos medios obviaron esos motivos achacándolo a motivos nacionalistas. De la misma manera, los familiares del marinero andaluz tampoco viajaron hacia Seychelles. 

El capitán del «Alakrana» nada más llegar declaró que había sido «La peor experiencia de mi vida», «los piratas nos han tratado mal, peor imposible» y «yo era el que más entero estaba y había que tratar de hundirme. Me pegaban, me amarraron y mil cosas más», fueron las declaraciones del capitán al ser liberado. 

Poco después de la liberación, el presidente del Gobierno comparecía ante los medios: "Nuestros marineros están libres y volverán a casa", dijo José Luis Rodríguez Zapatero. 

A consecuencia del secuestro, la ley española fue modificada el 2 de noviembre de 2009 para permitir a los vigilantes de seguridad emplear armamento de hasta 12,70 mm en los buques con bandera española, siempre que éste sea adquirido a fabricantes o distribuidores asentados en España. En cambio, en las embarcaciones de otras banderas sí que está permitida la presencia a bordo de militares y la tenencia de armamento superior al reglamentado para barcos españoles. Igualmente, en la nueva reforma del código penal aprobada el 13 de noviembre de 2009, se contempla la nueva figura del delito de piratería, que será castigado con hasta 15 años de cárcel.

Además de esto, desde el 14 de noviembre, 54 vigilantes privados embarcaron en los pesqueros españoles que faenan en el Índico.

Como es natural en este país, y muchas veces por desgracia, se intento sacar rendimiento político de los hechos. El Partido Popular, apoyado por el Partido Nacionalista Vasco y el Bloque Nacionalista Galego, intentó reprobar en el congreso a la Vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, por la gestión del secuestro, perdiendo finalmente la votación. 

En cuanto a la emisión en su momento fue realizada por  Telecinco en dos entregas el 25 de mayo y 1 de junio de 2012.

La miniserie combina realidad con ficción y sin cebarse mucho en el gobierno de turno en esa segunda legislatura zapateril , desastre entre los desastres, lo hace no tanto haciendo sangre de la política sino del entramado mafioso que hay alrededor de la nueva piratería. 

Durante el recorrido de los avatares de este   “Alakrana” conocemos a los personjes, centrados en un joven capitán con nula empatía sobre sus subordinados y el patrón, un hombre del mar algo más humanizado. Por parte de la tripulación esta algún que otro mensaje ecologista podemita de como los occidentales esquilmamos los caladeros de otros y como la única solución que le queda es la piratería, una forma de actuación mafioso y criminal que parece perdonar o al menos justificar por parte de algunos la violencia sobre los marineros , especialmente sobre los más podres, los inmigrantes enrolados en el barco, o sobre la condición privilegiada de unas banderas sobre otras, pero ¿y lo que acontece con los del Ariana? ¿Qué justificación cabe? Evidentemente, ninguna.

La serie de rodó entre el puerto de Barcelona y Senegal. El director de la miniserie Salvador Calvo, explicó en la presentación de esta producción de Telecinco Cinema que se trataba de "una combinación explosiva" de géneros que en la actualidad "no suele verse en el cine español".

Silvestre ha reconocido que el rodaje fue "muy duro", puesto que la mayor parte de la trama se desarrolla en un barco, si bien el actor se preparó para su papel durante tres semanas en un pesquero del País Vasco, lo que le permitió "conocer el punto de vista de los marineros y coger el acento".

Sin embargo, ni el equipo artístico ni el técnico han podido contar con los protagonistas reales del secuestro a la hora de realizar este proyecto, puesto que la mayoría de los pescadores "prefieren no revivir" un secuestro "con situaciones muy límites", ha explicado el actor. Por ello, el guionista se ha basado en las declaraciones que los marineros y sus familias realizaron a los medios de comunicación para dar esta "versión inédita" del secuestro basada en dos puntos de vista opuestos: el de los marineros y el de los piratas, interpretados por actores no profesionales.

El guionista Guerricaechevarría ha explicado que su labor "fue de condensación", puesto que cada personaje cuenta "no sólo la historia del pescador al que interpreta, sino de otras personas que han sufrido secuestros".

Según Calvo, ni la televisión ni el cine español "narraban hechos de la historia más actual por reticencias y miedo", y proyectos como este que fue presentado en  la Mostra de Valencia en octubre de 2012 "sirven para levantar el veto" a este tipo de producciones "con temas que a la gente le pueden interesar".  

Hay muchos recursos empleados desde transformar la realidad en ficción para aumentar la carga melodramática, aunque eso le cueste a la narración algún punto, pero también algún recurso técnico que aporta poco o nada como se aprecian en los flashbacks que no aporta nada de nada. También critico abiertamente la fotografía por lo dicho anteriormente  y la insulsa banda sonora. A destacar como casi siempre - ya lo dije en Las voces del Panamo- el trabajo de Fransc Orellá. Dicho lo dicho, las tres horas que trascurren en la narración no se hacen pesadas y en ese sentido es una miniserie que roza la dignidad, a pesar de que hay hilos que no terminan de hilvanarse para cerrar la historia. Eso es todo. 


1 comentario:

  1. Parece que la vieron en Hollywood e hicieron su propia version de esta serie, que seguro les gusto, pues su imaginacion es nula! ya que se mueven por los signos del peso $, o centavos para ellos:p , pero con una historia anglo real, Capitan Phillips :/ , esta fue la antesesora, siempre copiando, sin admitir inspiraciones foraneas, si seran, todos son artistas, !oh los egos y los super-yo , na ni na :*

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