Uno ve cosas que, a veces, no puede o no sabe describir. La hora no ayudaba, tarde, muy tarde, pero es la única que tengo para ver este tipo de películas. Vi la película, El sicario del Dios, sin prejuicio alguno. No había leído nada sobre ella, nadie me había dicho nada. Basándome únicamente en mis gustos reconozco que la película no consiguió el objetivo mínimo que una película, según yo, debe tener: entretener. ¿Por qué? Es que realmente no tengo claro lo que vi, tanto es así que la película me aburrió, vamos que me dormí al final. ¿A que se debió? La hora insisto no era la apropiada, el género parecía que sí. Pero claro una película que como género que es calificada en filmaffinity como que combina la ciencia ficción, lo fantástico, las aventuras, el thriller, el western, el terror, el futuro postapocalíptico y el cómic puede resultar un cóctel explosivo. En efecto, y para mí, explotó.
De la clasificación de esta web especializada en cine estoy de acuerdo con su adscripción al cómic. De hecho algunas escenas, sobre todo, las que siguen al inicio para describir la guerra que aconteció entre humanos y vampiros tiene la estética de un cómic. Del resto alguna pose, y poco más.
Se trata de una película corta – es de agradecer- de sólo 87 minutos y de este año. Está dirigida por Scott Stewart y se basa en el guión de Cory Goodman, inspirándose a su vez en la novela gráfica de Min-Woo Hyung. La banda sonoro es de Christopher Young, pero no soy capaz de enjuiciarla y, eso sí, una buena fotografía, muy terrosa, la de Don Burgess. Interpretada por Paul Bettany, Cam Gigandet, Maggie Q, Karl Urban, Lily Collins, Stephen Moyer, Mädchen Amick, Christopher Plummer- en un papel estelar ¡¡¡confesor del protagonista durante ¿1 minuto?!!!!, Brad Dourif. Producida por un conglomerado formado por Sony Pictures / Buckaroo Entertainment / Michael De Luca Productions / Screen Gems / Stars Road Entertainment / TOKYOPOP, aunque desconozco como participa tanta gente en una cosa como esta.
La sinopsis de esta web dice lo siguiente. En un mundo asolado por siglos de guerra entre el hombre y los vampiros, un legendario guerrero (Bettany) que destacó durante la última Guerra del Vampiro, se ha convertido en un sacerdote que vive en comunidad en las amuralladas ciudades controladas por la Iglesia. Sin embargo, cuando su joven sobrina es secuestrada por un grupo de vampiros que viven en los páramos, el sacerdote rompe sus sagrados votos y emprende su búsqueda decidido a vengarse de ellos, especialmente de su brutal líder (Karl Urban). En esta aventura lo acompaña el novio de la chica (Gigandet), un sheriff y una sacerdotisa (Maggie Q) que pertenece a la legión de asesinos de vampiros y posee habilidades de combate sobrenaturales.
En definitiva, entiendo que es una película con virtuosismos, no resuelta y prescindible, en la que el sicario no era de Dios, sino el sicario del sueño.
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