domingo, 29 de enero de 2012

Un moco verde y viscoso


Hoy hemos visto una película del año 1997 procedente de la factoría Disney. Flubber y el profesor chiflado es una película norteamericana dirigida por Les Mayfield. El guión es obra de John Hughes y Bill Walsh. Protagonizada por Robin Williams en el papel de profesor profesor Philip Brainard y científico universitario, Marcia Gay Harden la Dra Dra. Sara Jean Reynolds como novia, Christopher McDonald como el oponente Dr Wilson Croft, Raymond J. Barry o Clancy Brown, uno de los chicos malos. La música es obra de Danny Elfman, mientras que la fotografía pertenece a Dean Cundey. 
El profesor Phillip Brainard, un profesor distraído y despistado , trabaja con su asistente Weebo, tratando de crear una sustancia que es una nueva fuente de energía. Trabaja en un centro arruinado , la Medfield College, donde su novia Sara es la directora. Con ella lleva ya algún tiempo, pero sus despistes han provocado ya la anulación de la boda en dos ocasiones. Este científico encontrará la forma de que su centro de trabajo no cierre: crear una sustancia que sustituya al resto de fuentes energéticas. En la tarde de su tercer matrimonio, el profesor Brainard crea flubber, una sustancia verde y viscosa, parecida al caucho que permite a los objetos tener una flexibilidad y una enorme capacidad de vuelo. El problema es que es bastante incontrolable y que se mueve a velocidades supersónicas.  

Pero esta sustancia traerá una serie de dificultades para el científico, ya que tendrá que enfrentar a unos ladrones que se quieren apoderar del invento. En Flubber, el entretenimiento se basa en un dinamismo visual tremendo visible por ejemplo en su aplicación para que el patético equipo de baloncesto local gane aunque sea un partido. O en los buenos momentos que nos dejan todos los artilugios diseñados por este profesor chiflado, empezando por el propio Flubber o en las gracias del robot doméstico que hasta intentan presentar sus gracias poniéndote imágenes la mayoría de Disney en la pantalla del robot, según la situación. 
Los buenos números musicales del moco verde y gelatinoso son divertidos, sí, pero no es difícil darse cuenta de que la película vive de sus incontables gags y no llega a profundizar. 
A favor de la película está la intervención en el apartado musical de Danny Elfman, todo un seguro de vida que, en mi opinión, trabajo mejor con bandas sonoras más oscuras. La película es un remake de la Disney de "Un sabio en las nubes" (The Absent-Minded Professor, 1961), protagonizada por Fred MacMurray. Flubber es una película 100% infantil que entretiene a los más pequeños gracias a su frenético ritmo de ruidos, gags y colores, pero que no aporta nada a una persona mayor que intente buscar gran cine en esos más de 90 minutos que dura la película. 
Se rodó en diversos espacios de California (Universidad de Stanford, Alameda, Stockton, San José,Palo Alto, etc… Y fue producida conjuntamente por Disney y Great Oak entertainment. 
Lo más destacado para algunos es la música destacando con luz propia la comentada parte del mambo, especialmente en "Mambo del Flubber". Un desparrame sensorial, de los típicos del compositor pelirrojo, para una escena de lo más incongruente y superflua con respecto al resto de la historia. Tan vivo está el Flubber, que aprovecha un descuido en el que se queda solo en casa para montar un numerito musical al ritmo del mambo, en claro homenaje a las coreografías de Esther Williams, pero sustituyendo agua por moco verde. 
Una escena que no aporta absolutamente nada a la película, ya que ni tiene repercusión alguna en la trama ni el "bicho" vuelve a mostrar señales de inteligencia o algo similar, y que sirve simplemente de vehículo de lucimiento del equipo técnico responsable de la misma. Por suerte para nosotros, entre los miembros de dicho equipo podemos contar a Danny Elfman, quien se luce con el divertido mambo que acompaña a la escena. 
Más allá de eso, merece la pena destacar pistas tan moviditas como "It's Alive", "Mambo in the Sky" (primera aparición del tema del mambo, antes de lo antes comentado), y la parte final de "Weebo's Death", que precede a la venganza ("Revenge") del profesor Brainard y su prometida contra los malosos de turno, en otra pista que se hace divertida al pensar en los mamporros y cachiporrazos que se llevan los villanos bajo una base circense. Finalmente, en los "End Credits" nos encontramos un buen resumen de los temas desarrollados para la banda sonora, aunque quizá peque de un final un poco rayante, cuando parece que a Elfman se le va la pinza con la caja de ritmos.

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