Tras haber visto El carnicero hace un tiempo paso a ver otra obra de Claude Chabrol, uno de los grandes del cine francés de la década de los 60. En este momento sé que es una de los grandes pertenecientes a la nouvelle vague pero por encima de todo sé que era el director que apostó por el cine negro dentro de esta corriente. Fallecido en 2010, casi octogenario, siguió realizando películas después de 50 años de profesión como la del Comisario Bellamy, ya vista. Fue uno de los últimos supervivientes de la nouvelle vague, junto a Jean-Luc Godard y Jacques Rivette.
El inicio de la película es brutal pues vemos el atropello de un niño nada más comenzar la película por parte de una pareja que va en un deportivo. El chico venía de pescar y es atropellado en la plaza de un pueblo bretón. Todos los habitantes del pueblo quedan costernados.
Poco después descubrimos que el fallecido es el hijo de Charles Thenier , un famoso escritor de libros infantiles y juveniles. El conductor se da a la fuga y dispuesto a encontrar el culpable, y al ver el fracaso de la investigación policial, promete encontrar al asesino y vengar a su hijo. Lleva un diario en el que describe su odio hacia el asesino de su hijo y su deseo de matarlo. Charles Thénier (Michel Duchaussoy ) decide investigar el caso por su cuenta.
Tras unos primeros minutos de silencio lo primero que escuchamos es la voz en off del protagonista que escribe en su diario; "Voy a matar a un hombre, no conozco su nombre y su aspecto, pero lo encontraré y le mataré".
Desde este momento comienza una investigación, primero, por toda la zona dando por ella un barrido hasta que el azar como el bien dice en un momento dado en la película le lleve a una granja donde quedó retenido un coche que acababa de tener un pequeño accidente. Un granjero ayuda al protagonista uy , mientras lo ayuda, le comenta que allí mismo quedaron varados un par de automovilistas atrapados en la carretera el mismo día que mataron a su hijo. El coche, un Ford Mustang, tenía dañado el guardabarros delantero izquierdo. En el mismo iba a una actriz acompañada de un señor desagradable según el granjero.El hijo del granjero reconoció a la actriz Hélène Lanson (Caroline Cellier ) en el coche.
El nombre de la actriz llevará al protagonista a París a conocerla a enamorarse y desde allí trasladar en el caso Quimper en la Bretaña francesa. Es allí donde averigua quién llevo el coche, y, por lo tanto, el responsable del asesinato de su hijo.
Charles va a París, donde conoce a la joven y se convierte en su amante. Ella le cuenta sobre su cuñado, Paul Decourt (Jean Yanne ), casado con la hermana de Hélène, Jeanne (Anouk Ferjac ) el dueño de un enorme taler mecánico del que ella era amante. Charles comprende que era Paul quien conducía el coche en ese momento. Hélène lleva a Charles a la casa bretona de Paul.
Este último es odiado por todos, un hombre -su cuñado, Paul- vulgar y abyecto hacia su esposa Jeanne y su hijo Philippe ( Marc di Napoli).
Charles y Philippe se hacen amigos debido a su animosidad común contra Paul. Charles pide visitar el garaje de Paul, quien felizmente accede. Él le explica que tiene que vender su coche, un Ford Mustang.
Durante un viaje por mar, Charles intenta matar a Paul, pero frustra su plan porque ha leído el diario de Charles. Paul ahuyenta a Charles humillándolo.
Charles, que es expulsado de la casa de Paul, se refugia en un hotel con Hélène y, durante la cena, le confiesa la verdad. Hélène ofrece su ayuda, pero ambos escuchan por televisión que Paul está muerto, envenenado.
Charles regresa a la casa de Paul donde se lleva a cabo una investigación legal. La policía encontró el diario de Charles y , este último, es fuertemente sospechoso del asesinato, pero Philippe se acusa a sí mismo de haber matado a su padre.
Más tarde, Charles escribe una carta a Hélène para exonerar a Philippe, luego toma un barco y se dirige hacia mar abierto..
Se trata de una coproducción Franco italiana en la que están presentes Les Films de la Boétie y Rizzoli Film, basada en la novela con tintas policiacos titulada La Bestia debe morir, cuyo título en francés era Que la Bête Meure / The Beast must Die escrita en el año 1938 por el poeta británico Cecil Day Lewis que escribía bajo el seudónimo de Nicholas Blake. Ese mismo año de 1938 fue traducido al francés por Simone Lechevrel bajo "Que la bête meure". En este caso el guion está basado en lo escrito por Paul Gegauff y el mismo Chabrol.
El título como se comenta momentos antes del final de la película está inspirado en un pasaje de Eclesiastés 3:19 de la Biblia que dice “ Porque la suerte de los hijos del hombre y la de la bestia es la misma suerte para ellos; como muere uno, así muere el otro, todos tienen el mismo aliento, y la superioridad del hombre sobre la bestia es nula; porque todo es vanidad. »
La película se rodó en las localidades de Argol, Camaret-sur-Mer, Cap de la Chèvre en la península de Crozon, así como Quimper y Plonévez-Porzay. El garaje de Paul donde se ruedan las escenas es el garaje Peugeot (Nédélec), en la carretera de Brest a Quimper.
En el apartado técnico se sumaron Jean Rabier en la fotografía, en la música Pierre Jansen y en el montaje Jacques Gaillard. La música es un extracto de Vier ernste Gesänge (Cuatro canciones serias), op. 121 (1896) de Brahms, interpretada por Kathleen Ferrier: “Denn es gehet dem Menschen wie dem Vieh” (“De hecho, el destino del hombre y el de la bestia es el mismo”). » La última línea de la película es: “Hay una canción seria de Brahms que parafrasea el Eclesiastés y que dice: La bestia debe morir, pero el hombre también, ambos deben morir”. En alusión al título de la película inspirada en este pasaje de la Biblia.
Esta película fue dirigida por el director guionista y actor francés Claude Chabrol quien fue considerado un maestro en el género de misterio y uno de los precursores del movimiento "nouvelle vague", surgido en la década de los años cincuenta como reacción en contra de la estructura impuesta en el cine francés del momento.
Michelle Duchaussoy está acompañado de la película por Jean Yanne. Michel Duchaussoy, había destacado con Jeu de massacre , obtuvo aquí su segundo papel principal, mientras que Jean Yanne, destacado aquí como un papel secundario esencial, había obtenido anteriormente una de sus primeras interpretaciones importantes en la película Week-end de Jean-Luc Godard. El papel que ocupó Yanne, fue ofrecido originalmente a Philippe Noiret, quien lo rechazó, especialmente, por el tema de la navegación. Un año después del estreno del filme se Chabrol y Yanne volvieron a coincidir en el carnicero con el actor como protagonista de la nueva historia de Chabrol. Jean Yanne comentó que no sentía ninguna abyección por su personaje.
Junto a ellos se encuentra Caroline Cellier, Anouk Ferjac y Marc di Napoli, Louise Chevallier, Guy Marly, Lorraine Rainer y Dominique Zardi.
En Francia, la crítica en una revisión reciente sobre la película en Le Monde re dice que " El cara a cara entre los dos hombres es feroz y complejo, matizado por una reflexión moral sobre la legitimidad de la venganza y la condena". En L´Express igualmente el columnista Éric Libiot, decía en 2017 que Accidente sin huella es “una de las obras emblemáticas de Claude Chabrol”, no ha envejecido ni un ápice, el enfrentamiento entre un padre y el asesino de su hijo es “un modelo del género”
Ya en España Carlos Boyero llegó a calificarla en el diario "El Mundo" como una "obra maestra". En la revista Fotogramas se describe la película como "Una notable novela de Nicholas Blake sirvió a Chabrol para desarrollar una parábola en torno a la venganza. La obsesión de un padre cuyo hijo ha sido muerto por un automóvil que se ha dado a la fuga es la base de un ritual que se esboza pero no acaba de encontrar unos perfiles suficientemente definidos. Aunque la intención y los resultados no acaben de coincidir, el conjunto mantiene una considerable dignidad expositiva".